En plena etapa vacacional para muchos, una actividad se vuelve la más común y necesitada, recuperar la energía y descansar.
En los anteriores posts hemos hablado ya de los hábitos (post 2), de las necesidades emocionales (post 3) y aprender a renovar la energía (post 4). Todos estos posts, pertenecen a pequeños extractos del curso: Gestiona tu energía y no tu tiempo.
“El Descanso” es un buen tema para reflexionar durante estos días de vacaciones. Como habréis podido comenzar a visualizar, el enfoque desde este curso es holístico. A nuestros trabajos llegamos todos los días con nuestras mochilas físicas y emocionales, y que cuanto más tapemos esta realidad en las organizaciones, más complicado será conseguir ser productivos y felices en el trabajo.
Hoy hablaremos de la importancia de dormir, el descanso es fundamental en nuestra vida. A media que nos zambullimos en la vorágine cotidiana, cada vez nos cuesta más leer los ciclos de nuestro cuerpo ¿cómo nos sentimos? ¿cuándo comenzamos a necesitar recargar energía? Parece que solo escuchamos a nuestro organismo cuando estamos, cansadísimos, en ese momento donde surgen frases del estilo “Estoy reventado”, “No doy más”, “Estoy muerto”.
Si la energía física es la base de todas las dimensiones de la energía, el sueño es la base de la energía física. Nada influye más en la efectividad durante el día que el sueño. La privación del sueño tiene un coste enorme en nuestra salud, bienestar emocional y funcionamiento cognitivo.
Las consecuencias de no descansar correctamente incluyen:
- Fatiga extrema
- Capacidad cognitiva comprometida
- Inestabilidad emocional
- Menor productividad
- Mayor susceptibilidad a la enfermedad
Y como estamos inmersos en la operación bikini también quiero contarte que no dormir lo suficiente “engorda”.
En algunos apartados del curso veremos cómo influye el sueño, en nuestro metabolismo, en nuestro trabajo, en nuestra capacidad de aprendizaje, así como también, os hemos dejado una serie de tips para mejorar el sueño.
En cuanto a la productividad, un estudio que se realizó con médicos residentes que realizaban guardias de 24 horas, se vio como estos médicos realizaban un 36% más de errores en la realización de diagnósticos a pacientes, que los tenían turnos de 12 y 16 horas y un 61% más de probabilidades de pincharse a sí mismos con agujas o cortarse con bisturíes. Este estudio podemos extrapolarlo a todos los sectores productivos. Por lo cual dormir de 7 a 8 horas es uno de los puntos clave para conseguir mejorar nuestra productividad.
Conocer el ciclo del sueño es importante no solo para lograr descansar bien sino también para conseguir mejores aprendizajes. Es importante tener en cuenta que el ciclo del sueño completo dura 90 minutos aproximadamente. Dormimos en cinco etapas, que pasan de más ligero a más profundo a medida que nuestra actividad de ondas cerebrales se ralentiza progresivamente y luego se acelera hasta casi despertar en el transcurso de aproximadamente noventa minutos.
Hay que tener en cuenta que durante el día (en estado de vigilia – despiertos) también experimentamos ciclos de 90 minutos. Estos ciclos se llaman ciclos ultradianos, en el transcurso del día oscilamos cada noventa minutos de un nivel más alto a un nivel más bajo de excitación y alerta. Es decir, que nuestro cuerpo pide descansos cada noventa minutos y a pesar de ello, la mayoría de las veces ignoramos estas señales.
Finalmente, sobre los tipos de renovación que podemos hacer cada 90 minutos, no es necesario irse del trabajo, con entrenamiento, tan solo con un ciclo de respiraciones conscientes, podemos ser capaces de renovar energías.
Hay dos tipos de renovaciones de energías:
1. Renovación pasiva: bajar la excitación fisiológica
Respirar profundamente, meditar, escuchar música, leer para el placer—se trata de bajar la excitación fisiológica.
2. Renovación activa: cambiar los canales, elevando la frecuencia cardíaca
Ejercicio aeróbico, levantamiento de peso, o formas más extenuantes de yoga o pilates.
La conciencia es la mitad de la batalla cuando se trata de dormir y descansar, tanto porque la mayoría de nosotros subestimamos los costos de conseguir demasiado poco y debido al valor extraordinario de conseguir lo suficiente.
Este reconocimiento es el primer paso para hacer del sueño una prioridad.
Antes de dejarte con las actividades de ese post número 5, te adelantamos que el próximo post número 6 tratará sobre la creación de impulsos, una parte emocional en el proceso de aprender a gestionar tu energía y no tu tiempo. Haz clic aquí para saber más sobre el curso ¡Aprende a gestionar tu energía y no tu tiempo!
Como actividades finales de ese post tienes las siguientes:
- Reflexiona sobre cómo es tu día. Recuerda los ciclos de 90 minutos, intenta tomar un breve descanso tras 90 / 120 min. ¿Con qué frecuencia podrías construir la recuperación intermitente en tu día? ¿Cuál sería la forma más eficiente de renovación?
- Si te despiertas en medio de la noche y luego te esfuerzas para volver a dormirte porque estás rumiando, pon un cuaderno de papel y un bolígrafo al lado de tu cama y Scribe tu preocupación. Antes de irte a dormir, escribe cualquier cosa que te preocupe. Puedes hacer lo mismo si tiendes a despertarte en medio de la noche. Se llama «aparcar tus ansiedades», y es una manera poderosa de calmar tu mente y conseguir una mejor noche de sueño.
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