EQUILIBRIO ENTRE LA VIDA LABORAL Y PERSONAL

EQUILIBRIO ENTRE LA VIDA LABORAL Y PERSONAL

¿Alguna vez has oído hablar del equilibrio entre la vida laboral y personal? Seguro que nunca has escuchado decir: “Tengo un gran equilibrio entre el trabajo y la vida personal”, por lo que, en general, cuando aparece en una conversación, suele ser de alguien que sufre falta de equilibrio.

Hoy en día, muchos trabajadores no creen en el equilibrio entre el trabajo y la vida personal en las empresas, si no que podría decirse que se aspira a ello.

Las personas de hoy en día anhelan más tiempo para sus vidas personales. Los Millennials crecieron especialmente como hijos e hijas Boomers (personas que crecieron durante el baby boom) que, en las empresas tienden a estar muy centrados en el trabajo. Estos Millennials han visto a sus padres luchar para intentar tomarse tiempo para sí mismos. Probablemente han perdido poder disfrutar de diferentes ocios como partidos de futbol, actuaciones en la escuela y otras actividades, a causa del exceso de trabajo.

El término “equilibrio trabajo-vida” es parte del vocabulario de esta generación. Y en general, las personas de hoy en día no quieren la vida de sus padres.  Entonces, si cambiamos el término a “realización de la vida laboral y personal” es algo que podría ser bueno, aunque esto no cambiará lo que la gente más joven de hoy en día en general quiere. La mayoría quiere tener algún tipo de límites, como por ejemplo apagar el teléfono móvil del trabajo, no tener que mirar el correo electrónico por la noche o los fines de semana, etc. Los Boomers aún no han abandonado el lugar de trabajo, y muchos líderes de empresas todavía tienen la tendencia de estar “encendidos” la mayor parte del tiempo. Por ello, los jóvenes a través de su experiencia llegan a la conclusión de que el éxito proviene del trabajo duro, y no necesariamente del trabajo inteligente.

Aunque hablemos de manera general, cada persona es diferente. Pero si las empresas quieren atraer a las personas más trabajadoras y brillantes, tendrán que adoptar otras técnicas. Por ello, los Millenials u otros miembros de otras generaciones, están buscando lugares donde puedan ser ellos mismos y vivir sin estar “trabajando” fuera de la semana laboral. Es probable que en algunas organizaciones estas generaciones más jóvenes descubran que esto no siempre es posible. Pero las empresas que acepten la nueva realidad y la descubran generalmente serán las ganadoras de talento.

Para esto, en vez de empezar a cambiar el término de “equilibro trabajo-vida” por la “realización de la vida laboral y personal”, debemos comenzar a abordar los problemas en las organizaciones para así ajustarse a las nuevas generaciones de trabajadores y conseguir el talento.

A continuación, te presentamos diez maneras de fomentar un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal para los empleados.

1. Mantener consistencia social: Es importante mantener un sentido de consistencia y organización en la estructura de tu empresa porque los empleados generalmente sienten menos ansiedad si saben qué esperar del día a día. No tengas miedo de sacudir las cosas de vez en cuando, pero un ambiente de trabajo estable y confiable puede contrarrestar las tensiones que los empleados sienten en casa.

2. Ofrecer oportunidades de participación comunitaria: Otra excelente manera de conectar los puntos entre el tiempo de trabajo y el tiempo fuera del trabajo es ofrecer actividades de participación comunitaria que sean significativas y beneficiosas.

3. Crea un “espacio silencioso” designado: Cada empleado tiene un mal día de vez en cuando, por lo que es bueno tener un espacio para que los empleados puedan ir cuando solo necesiten alejarse por un momento.

4. Permitir flexibilidad de horario: No todas las empresas son adecuadas para una labor virtual, así que no comprometa la productividad de su empresa si necesita que sus empleados lleguen al trabajo en persona. Sin embargo, otra cosa es darles a sus empleados la opción de trabajar de forma remota cuando realmente lo necesiten debido a una emergencia que les obligue a recuperar el tiempo más tarde.

5. Participar en ejercicios de trabajo en equipo: Los ejercicios de creación de equipo pueden parecer “demasiado” para el entorno de tu empresa, pero algunos de ellos realmente fomentan un sentido muy necesario de trabajo en equipo en la oficina. Si tus empleados sienten que pueden depender unos de otros para recibir apoyo, sentirán que tienen a quién acudir cuando se sientan estresados o abrumados.

6. Fomentar vacaciones: Una manera de alentar a tus empleados a tomar vacaciones para su propio beneficio es implementar una política de vacaciones de “úselo o piérdalo”, por el cual el tiempo de vacaciones asignado de los empleados expira al final del año si no se utiliza.

7. Fomentar escapadas: Es una escala más pequeña, es importante para la salud mental y física de los trabajadores tomar decisiones frecuentes durante el día. El cuerpo humano no fue diseñado para fomentar quieto y mirar una pantalla durante ocho horas, y hacerlo puede provocar una gran variedad de problemas de salud.

8. Permitir tiempo libre no pagado para eventos de la vida: Algunos eventos de la vida merecen un tiempo libre pagado, pero otras necesidades de ciclo de vida son un poco más complicadas. Sea considerado, como las necesidades familiares de emergencia de sus empleados y sus deseos de superación a sí mismos.

9. Pedir orientación a los empleados: Si tienes la sensación de que tus empleados están luchando con el equilibrio entre la vida laboral y personal, pregúntales qué cambios podrían ayudar en el lugar de trabajo.

10. Sé un modelo para el equilibrio: Asegúrate que tus palabras y acciones están en línea. A demás de, respetar el equilibrio y la privacidad de tus empleados y evita el contarlos después de las horas normales de trabajo a menos que sea una emergencia absoluta.

En general, es importante alentar a los empleados a ser conscientes de sus propias personalidades y tendencias, ya que algunas personas son más propensas a los desequilibrios que otras. Empoderar a tus empleados para que tomen el control de su vida laboral y doméstica puede tener un profundo impacto en la satisfacción y el desempeño de su trabajo, permitiéndole hacer lo mejor y más efectivo para tu empresa.

Sé consciente de tu entorno y adáptate

Habilidades

Llegamos al final de esta etapa introductoria en el que como habrás podido observar hemos centrado nuestra atención en ti y en tu energía. Generalmente cuando hablamos de tiempo, el foco de nuestra atención este puesto en el afuera, en las tareas y el número de ellas que debemos gestionar, y no hacemos una lectura sobre nuestra energía.

Esta etapa ha estado formada por la creación de estos 8 post:

Estos, son una pequeña introducción al curso que hemos desarrollado: Gestiona tu energía y no tu tiempo.

En el cual encontrarás, 20 módulos, donde en cada uno de ellos se abordan diferentes puntos y situaciones vitales que gestionar y cómo hacerlo. Descubrirás más puntos, más conceptos, más tips, más actividades… y un feedback personalizado a lo largo del mismo.

Por eso desarrollamos este curso porque en este mundo de tanta información y vorágine en el que estamos inmersos y que hemos creado nosotros cada vez más nos hemos olvidado de que el protagonista de nuestra vida somos nosotros. Sin un yo que este equilibrado, que logre gestionar su propia energía (física, emocional y espiritual) para realizar las tareas en las que estamos inmersos, es muy difícil casi imposible que aquello que hagamos lo hagamos de manera óptima.

 Una actitud disciplinada para encontrar modos de recuperar la energia es uno de los mejores favores que podemos hacernos si queremos sentirnos bien. ¿Y cómo podemos hacerlo? A lo largo del curso trabajaremos básicamente, desde las cuatro perspectivas que nos ayudan a ganar en nuestro rendimiento:

• el cuerpo (sostenibilidad)

• las emociones (seguridad)

• la mente (auto-expresión)

• el espíritu (significado)

Para ello, el propósito es muy importante al representar una intención específica, un curso de acción, y un objetivo hacia el cual nos apuntamos. Estamos entrenados a través de nuestra educación para acumular conocimientos, construir habilidades, y buscar una carrera. Rara vez nos enseñan cómo, práctica e intencionalmente, desarrollar un sentido de propósito.

La necesidad de propósito es única para los seres humanos. Somos la única especie que tiene hambre de significado y es capaz de reflexionar sobre por qué estamos aquí. Podemos encontrar propósito en muchas actividades, desde ganarnos la vida, hasta hacer nuestro trabajo con excelencia, criar a nuestros hijos, expresarnos creativamente. Agregar valor a otros genera otro nivel de significado a nuestra tarea. Cuanto más contribuimos, más valiosos y conectados a otros sentimos.

Para alimentar la energía espiritual, una organización debe definir un conjunto de valores compartidos y un propósito más allá de su rentabilidad continua. Eso comienza con hacer las mismas preguntas sobre sí mismo que planteamos a las personas: «¿Quién eres tú?» (¿Qué representas?) Y «¿Qué es lo que realmente quieres?» (¿Cuál es tu propósito?) La mayoría de las grandes organizaciones asumen debidamente esta tarea, pero a menudo sin mucho entusiasmo o compromiso.

Hay veces que el mensaje del propósito de la organización dista mucho de su cultura y realidad cotidiana, y cuando la organización vive estas incoherencias, esto redunda directamente en el compromiso y, motivación de los empleados. Esa desconexión entre lo que la empresa dice que representa y realmente representa afectan de manera directa el compromiso y la productividad.

Esperamos que hayas podido disfrutar, conocer y aprender más sobre tu energía y aprender a gestionarla por encima del tiempo. Por ello, te recordamos que esto es solo una pequeña introducción al curso, el cual esperamos que quieras apuntarte y seguir aprendiendo: Gestiona tu energía y no tu tiempo.

Para finalizar, nos despedimos con dos actividades:

· Traemos más energía a las actividades que más disfrutamos. ¿Qué te gusta hacer? Piensa en una época en la que estabas haciendo algo que te hacía sentir más plenamente vivo o que te pareció tan bueno que perdiste la noción del tiempo. Escriba con el mayor detalle posible cada aspecto de esta experiencia. ¿Lo estaba haciendo solo o en colaboración con otros? ¿Dónde estabas, y el medio ambiente marcó la diferencia? ¿Qué fue lo que más te entusiasmó? ¿Qué lecciones de esta experiencia puede aplicar a tu trabajo diario?

· ¿Qué acción específica puede realizar en tu trabajo para servir a un propósito más allá de su autointerés inmediato? Incluso si no puedes cambiar la organización para la que trabajas, ¿puedes comportarte cada día de maneras que estés más alineado con tus propios valores y propósito? Si eres un líder, ¿puedes articular un propósito que es inspirador y convincente para aquellos que lideras?

¿Quién eres y cuáles son tus valores?

Desarrollo personal

Llegamos a la penúltima entrega de esta introducción al Curso Gestiona tu energía y no tu tiempo.  En este post toca hablar de los valores, del sentido de propósito y nuestra productividad.

Hablar de valores personales hace un tiempo en curso corporativo hubiese parecido, casi esotérico, por suerte cada vez con más frecuencias en las organizaciones se comienza a hablar sobre los valores personales de los empleados y cómo los mismos influyen en el compromiso y productividad de las personas.

Si fueses una persona vegana, no solo por los beneficios nutricionales, sino también porque el veganismo, comulga con tus valores con respecto al trato y consumo animal ¿Podrías trabajar en la industria cárnica? Seguramente no.

Este es un ejemplo extremo pero esa misma evaluación casi de manera inconsciente realizamos cada día cuando estamos en el trabajo. Y es sumamente que nuestros valores estén en paz con los valores, cultura y core de la empresa en las que trabajamos para lograr un nivel óptimo de productividad.

Los valores pertenecen a otra dimensión de la energía, ya hemos hablado de:

  • La energía física
  • La energía emocional

Ahora toca hablar de la “ENERGIA ESPIRITUAL”.

En las dimensiones espirituales, los valores y comportamientos que nos alimentan son más subjetivos, matizados y personales. Tenemos que descubrir lo que son para nosotros. Es por esto por lo que en este post encontrarás diferentes formas de poder reflexionar sobre ellos y abordarlos.

Conocer claramente cuáles son nuestros valores, nos ayuda no solo a mantener un alto nivel de energía y compromiso con nuestras tareas sino también a tomar mejores decisiones, a estar en sintonía con nosotros, estar más motivados, ser más persistentes y obviamente tener un rendimiento más alto.

Conocer conscientemente nuestros valores es muy importante para nuestra energía espiritual. Los valores profundamente arraigados definen a quienes aspiramos ser. Son como una brújula interna, nos ayudan a tomar importantes decisiones de nuestra vida.

«El que tiene un por qué vivir», dijo Nietzsche, «puede soportar casi cualquier cosa.»

Cuando algo realmente nos importa, le aportamos mucha más energía en forma de enfoque, convicción, pasión y perseverancia. La energía espiritual también alimenta cada uno de nuestros comportamientos en las otras dimensiones energéticas—físicas, emocionales y mentales.

Para poder acceder a tus valores te invito a realizar los siguientes ejercicios:

Imagina que escuchas un mensaje en tu buzón de voz, con las siguientes preguntas: ¿Quién eres tú y qué es lo que realmente quieres? Eso es todo un reto. ¿Qué responderías? Después de todo, son las preguntas más grandes de la vida.

Responde a estas 3 breves preguntas diseñadas para ayudarle a reconectarse con los valores que más aprecias:

1. Piensa en las personas de tu vida que ves como mentores, o modelos a seguir, o que simplemente admiras. ¿Qué cualidades específicas te vienen en mente?

2. Imagínate a uno de tus hijos o a una persona con la que estás especialmente cerca— describiendo a los demás. ¿Cuáles son las cualidades que esperas que él o ella cite de ti?

3. Piensa en comportamientos que observas en otras personas que no puedes soportar. ¿Cuáles son? Directamente después de cada uno, lista lo contrario de esa cualidad.

Quizás la señal más confiable de lo que valoras más profundamente son las palabras o frases que has citado como opuestas de tus respuestas a la tercera pregunta.

Reflexionar sobre lo que no podemos soportar en otros provoca una respuesta visceral que casi siempre captura con exactitud cómo nos sentimos realmente.

Por último, cultivamos la energía espiritual más eficazmente cuando nos movemos rítmicamente entre gastar y repostar. Alimentamos nuestros valores a través de la reflexión, la introspección, la meditación, pero sobre todo luchando con nosotros mismos. Esto es especialmente crítico en momentos en que nos sentimos alimentados por emociones que amenazan con abrumar nuestros valores más profundos.

Nuestro primer desafío espiritual es definir nuestros valores, no habrá actividades al final de este post, ya que han sido realizadas a lo largo del mismo para que seáis capaces de reconocerlos.

Antes de finalizar este post, os recordamos que la próxima y última entrega tratara sobre: Ser consciente de tu entorno y adaptarte, incluyendo una síntesis del resto de posts:
 Post 1: Se consciente del valor de la energía en nuestras vidas
 Post 2: Analizar y comprender los hábitos
 Post3: Entender y saber afrontar nuestras necesidades emocionales
 Post 4: Utilízalo o deshazte de ello
 Post 5: El valor de descansar y del sueño
 Post 6: Creación de impulsos
 Post 7: ¿Quién eres y qué quieres realmente?

Estos posts son la introducción al curso de veinte capítulos en el cual puedes apuntarte haciendo clic aquí: Gestiona tu energía y no tu tiempo.

Creación de impulsos

Desarrollo personal

Ya habiendo pasado el ecuador con el anterior post sobre el valor de descansar y del sueño (post 5). Empezaremos con este nuevo post sobre la creación de impulsos, siendo esta, una parte muy importante ya que entramos en una acción activa para la gestión de nuestra energía. No te olvides que estos posts son unos pequeños extractos del curso: Gestiona tu energía y no tu tiempo.

Hoy hablaremos del trabajo y el desarrollo de una nueva forma de trabajar si lo que buscamos es mejorar nuestra productividad, denominado “creación de impulsos”.

La creación de una nueva forma de trabajo comienza con el reconocimiento de que la renovación sirve al rendimiento.

Y es por esto por lo que es importante que las organizaciones se sensibilicen con este mensaje y creen políticas, prácticas y servicios que apoyen y motiven a las personas a comer bien, trabajar regularmente, renovar intermitentemente su energía y dormir lo suficiente.

En la mayoría de las organizaciones, la realidad es llegar temprano e irse tarde. Haciendo el mínimo descanso posible, justamente lo menos recomendable. Eso nos lleva a un círculo vicioso, de poco descanso, falta de ejercicio, alimentación con altos contenidos de azúcar, poca energía, falta de sueño, aumento de probabilidad de errores y niveles de productividad subóptimos.

El ejercicio es uno de los primeros sacrificios a los que la mayoría de nosotros hacemos frente, por las largas horas de trabajo y viaje. Si nos vamos de casa al amanecer y volvemos al anochecer ¿quién tiene tiempo o la energía para hacer ejercicio? Es una ironía, puesto que el ejercicio físico mejora la aptitud y se ha demostrado que se ahorra en gestiones de atención médica.

Un número creciente de organizaciones centran su atención en cómo los empleados se cuidan físicamente, de tal manera que reducen los costes de atención médica y absentismo por enfermedad, además de ayudar a impulsar un rendimiento más alto en sus trabajadores.

Por ello hay que hacer algunos cambios:

  • Evaluar el rendimiento por el valor que producen y no el número de horas que dedican los empleados.
  • Cambiar el enfoque de competencia (entendida como habilidades que necesitan para su trabajo) a capacidad (cantidad y calidad de la energía que tienen).

La energía colectiva de una organización sigue un camino predecible. ¿Sabías que la investigación sugiere que hay tiempos óptimos de la semana durante los cuales tomar el trabajo más difícil y otros tiempos que tiene sentido para las tareas administrativas, para el pensamiento creativo y estratégico, y para la construcción de relaciones?

Antes de finalizar este post, te adelantamos que en la próxima y penúltima entrega hablaremos sobre una parte espiritual de la energía: ¿Quién eres y qué quieres realmente?. Si quieres aprender más sobre los puntos que estamos tratando, el curso ‘Gestiona tu energía y no tu tiempo’ está compuesto por veinte capítulos, todos enfocados a mejorar la calidad de vida.

Ahora te dejamos con las actividades para que practiques lo aprendido.

1. Reflexiona acerca de tu día a día, y observa si consigues renovar tu energía adecuadamente, haciendo los descansos necesarios, cumpliendo las horas de trabajo tal como se establecen contractualmente, si tienes tiempo y ánimos para hacer ejercicio regularmente… y que se podría hacer para mejorar estas situaciones.

2. Relacionada con la primera actividad: Te animamos a que, si múltiples situaciones de las observadas en la situación 1 se cumplen, prepares mentalmente unos argumentos para poder concertar una cita con tu supervisor o departamento de recursos humanos para poder tratar la situación y llegar a un acuerdo que beneficie a las dos partes, mejorar tu calidad de vida y que la organización genere más valor con tu actividad. En caso de no tener supervisor en su cargo, es necesario que se plantee un cambio en su horario para poder obtener los beneficios de una mejor calidad de vida y rendimiento en el trabajo.

Algunos cambios son necesarios y muchos son posibles, si modificamos nuestros enfoque de pensamiento y dejamos de pensar en términos de competencia (entendida como habilidades que necesitan para su trabajo) por el de capacidad (cantidad y calidad de la energía que tienen).

¿Cómo podríamos gestionar la energía en la jornada laboral?

El lunes, estamos poco focalizados mentalmente, es el mejor día para las tareas administrativas de baja-demanda, incluyendo el establecimiento de metas, organización y planificación.

Para el martes y miércoles, la mayoría de nosotros estamos completamente incrementados. Nuestra capacidad de enfoque y compromiso está en su punto máximo. Tiene sentido, tanto individual como organizativamente, abordar el trabajo más difícil de esos días.

Para el jueves nuestra energía comienza a decaer. Este puede ser un buen día para reuniones en las que es importante llegar a un consenso.

Para el viernes, normalmente estamos en el nivel más bajo de energía es bueno utilizarlo, en la planificación de largo-alcance, y la construcción de relaciones.

Diseñar el flujo de trabajo en función de tu energía para ti y tu equipo con estos ritmos en mente ter permitirá sacar mayor provecho de tu energía y de la de tu equipo.

Como actividad para hoy te pido que armes en función de lo visto en el módulo un calendario de trabajo.

El valor de descansar y del sueño

Habilidades

En plena etapa vacacional para muchos, una actividad se vuelve la más común y necesitada, recuperar la energía y descansar.

 En los anteriores posts hemos hablado ya de los hábitos (post 2), de las necesidades emocionales (post 3) y aprender a renovar la energía (post 4). Todos estos posts, pertenecen a pequeños extractos del curso: Gestiona tu energía y no tu tiempo.

“El Descanso” es un buen tema para reflexionar durante estos días de vacaciones. Como habréis podido comenzar a visualizar, el enfoque desde este curso es holístico. A nuestros trabajos llegamos todos los días con nuestras mochilas físicas y emocionales, y que cuanto más tapemos esta realidad en las organizaciones, más complicado será conseguir ser productivos y felices en el trabajo.

Hoy hablaremos de la importancia de dormir, el descanso es fundamental en nuestra vida. A media que nos zambullimos en la vorágine cotidiana, cada vez nos cuesta más leer los ciclos de nuestro cuerpo ¿cómo nos sentimos? ¿cuándo comenzamos a necesitar recargar energía? Parece que solo escuchamos a nuestro organismo cuando estamos, cansadísimos, en ese momento donde surgen frases del estilo “Estoy reventado”, “No doy más”, “Estoy muerto”.

Si la energía física es la base de todas las dimensiones de la energía, el sueño es la base de la energía física. Nada influye más en la efectividad durante el día que el sueño. La privación del sueño tiene un coste enorme en nuestra salud, bienestar emocional y funcionamiento cognitivo.

Las consecuencias de no descansar correctamente incluyen:

  1. Fatiga extrema
  2. Capacidad cognitiva comprometida
  3. Inestabilidad emocional
  4. Menor productividad
  5. Mayor susceptibilidad a la enfermedad

Y como estamos inmersos en la operación bikini también quiero contarte que no dormir lo suficiente “engorda”.

En algunos apartados del curso veremos cómo influye el sueño, en nuestro metabolismo, en nuestro trabajo, en nuestra capacidad de aprendizaje, así como también, os hemos dejado una serie de tips para mejorar el sueño.

En cuanto a la productividad, un estudio que se realizó con médicos residentes que realizaban guardias de 24 horas, se vio como estos médicos realizaban un 36% más de errores en la realización de diagnósticos a pacientes, que los tenían turnos de 12 y 16 horas y un 61% más de probabilidades de pincharse a sí mismos con agujas o cortarse con bisturíes. Este estudio podemos extrapolarlo a todos los sectores productivos. Por lo cual dormir de 7 a 8 horas es uno de los puntos clave para conseguir mejorar nuestra productividad.

Conocer el ciclo del sueño es importante no solo para lograr descansar bien sino también para conseguir mejores aprendizajes. Es importante tener en cuenta que el ciclo del sueño completo dura 90 minutos aproximadamente. Dormimos en cinco etapas, que pasan de más ligero a más profundo a medida que nuestra actividad de ondas cerebrales se ralentiza progresivamente y luego se acelera hasta casi despertar en el transcurso de aproximadamente noventa minutos.

Hay que tener en cuenta que durante el día (en estado de vigilia – despiertos) también experimentamos ciclos de 90 minutos. Estos ciclos se llaman ciclos ultradianos, en el transcurso del día oscilamos cada noventa minutos de un nivel más alto a un nivel más bajo de excitación y alerta. Es decir, que nuestro cuerpo pide descansos cada noventa minutos y a pesar de ello, la mayoría de las veces ignoramos estas señales.

Finalmente, sobre los tipos de renovación que podemos hacer cada 90 minutos, no es necesario irse del trabajo, con entrenamiento, tan solo con un ciclo de respiraciones conscientes, podemos ser capaces de renovar energías.

 Hay dos tipos de renovaciones de energías:

1. Renovación pasiva: bajar la excitación fisiológica

Respirar profundamente, meditar, escuchar música, leer para el placer—se trata de bajar la excitación fisiológica.

2. Renovación activa: cambiar los canales, elevando la frecuencia cardíaca

Ejercicio aeróbico, levantamiento de peso, o formas más extenuantes de yoga o pilates.

La conciencia es la mitad de la batalla cuando se trata de dormir y descansar, tanto porque la mayoría de nosotros subestimamos los costos de conseguir demasiado poco y debido al valor extraordinario de conseguir lo suficiente.

Este reconocimiento es el primer paso para hacer del sueño una prioridad.
Antes de dejarte con las actividades de ese post número 5, te adelantamos que el próximo post número 6 tratará sobre la creación de impulsos, una parte emocional en el proceso de aprender a gestionar tu energía y no tu tiempo. Haz clic aquí para saber más sobre el curso ¡Aprende a gestionar tu energía y no tu tiempo!

Como actividades finales de ese post tienes las siguientes:

  • Reflexiona sobre cómo es tu día. Recuerda los ciclos de 90 minutos, intenta tomar un breve descanso tras 90 / 120 min. ¿Con qué frecuencia podrías construir la recuperación intermitente en tu día? ¿Cuál sería la forma más eficiente de renovación?
  • Si te despiertas en medio de la noche y luego te esfuerzas para volver a dormirte porque estás rumiando, pon un cuaderno de papel y un bolígrafo al lado de tu cama y Scribe tu preocupación. Antes de irte a dormir, escribe cualquier cosa que te preocupe. Puedes hacer lo mismo si tiendes a despertarte en medio de la noche. Se llama «aparcar tus ansiedades», y es una manera poderosa de calmar tu mente y conseguir una mejor noche de sueño.
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