Liderando el cambio cuando las operaciones no pueden detenerse

Liderando el cambio cuando las operaciones no pueden detenerse

El cambio en las organizaciones es inevitable. El cambio está en todas partes y afecta a todos, ya sea un nuevo procedimiento operativo que requiere que los empleados adopten nuevos procesos, como la revisión de la cultura de la organización para abordar mejor las necesidades de los clientes.

Es imprescindible para el bienestar de tus empleados y tus clientes equilibrar el cambio con lo que se necesita lograr en el momento. Esto puede ser complicado. Cuando no se hace bien, pueden ocurrir errores que pueden tener consecuencias negativas para la salud de los empleados y clientes. Entonces, ¿cómo dominar el enfoque en el cumplimiento de pedidos y al mismo tiempo alcanzar el estado de excelencia operativa en el futuro?

Cuando los líderes lanzan una iniciativa de operaciones, están entusiasmados. Han estado investigando, planeando y discutiendo ese cambio hasta la saciedad. Pero finalizar el nuevo plan no es el final de su trabajo. ¡Es solo el comienzo! Migrar de lo actual a lo nuevo es una gran tarea, y hay mucho en juego. Para ayudar a quienes dieran este tipo de trabajo, aquí presentamos algunas maneras para mantener las operaciones funcionando sin problemas en el medio del cambio.

Cuatro maneras de mantener las cosas en movimiento mientras lo nuevo reemplaza a lo viejo

Consejo 1: Céntrate en la seguridad

En tiempo de cambios significativos, todo comienza a sentirse desconocido, y se hace fácil comentar errores que pueden amenazar un ambiente de trabajo seguro. Las nuevas condiciones de operación tienden a incluir nuevos procesos que requieren nueva documentación, lo que puede desviar la atención de su entorno actual.

Cuando los cambios se centran en mejorar la seguridad, los líderes y gerentes deben mantener la “historia de cambio” para que las personas puedan concentrarse en la tarea en cuestión. Por lo tanto, habla sobre las cosas que afectarán a tu gente, incluida la información que explica la necesidad de los cambios.

Consejo 2: Enfatiza la calidad   

Cuando se implementa el cambio, es fácil para nuestros cerebros sentirse “desordenados”. Seguro que alguna vez has escuchado decir: “¿Quién informa a quién ahora?”.

Para mantener estándares de alta calidad se ha de comenzar con mantener abiertas las rutas de comunicación. Cuando los empleados, que son los ojos y oídos de una organización, notan algo que amenaza la calidad, necesitan saber con quién hablar. Saber como “comunicar” las preocupaciones de calidad es algo que nunca puede pasar por alto.

No importa qué cambios estén en proceso, la calidad nunca puede sufrir. Los problemas de calidad conducen a problemas con los clientes, lo que amenazará la existencia del estado futuro deseado por el que se está esforzando. Motiva a los empleados a mantenerse enfocados en la calidad mientras adoptan el cambio compartiendo historias de impacto en el cliente y haciendo que los empleados se sientan orgullosos de cómo sirven.

Consejo 3: ¡Comunícate!

Comunícate con los clientes sobre por qué tus cambios son buenos para ellos. Tus clientes se enterarán de los cambios, tus competidores buscarán capitalizar tu reacción y todos se preguntarán: “¿Qué está pasando?” Además, es importante mantener a tus empleados informados sobre el “por qué” y “como” de los cambios.

Asegúrate de que tengan la oportunidad de hacer preguntas y expresar sus preocupaciones.

Consejo 4: Mantener la seguridad física

Una cultura de disciplina es imprescindible cuando se trata de seguridad física. Mantener un entorno seguro requiere disciplina de cada empleado.

Los cambios pueden crear frustración, y la frustración puede conducir incidentes en el lugar de trabajo que pueden amenazar a las personas y la propiedad. Los incidentes en el lugar de trabajo se eliminarán por completo, pero los gerentes tienen herramientas para proteger a los empleados del daño intencional causado por una persona frustrada.

Sí, puede mantener las operaciones actuales en medio del cambio

Cambiar cualquier aspecto de tus operaciones nunca es fácil. Las personas requieren sentirse seguras y cómodas cuando se trata de las responsabilidades diarias. Pedirles que adopten nuevas políticas o procedimientos seguramente causará discordia, miedo y rechazo.

Aminorar los problemas haciendo de la seguridad, la calidad y las comunicaciones sus principales prioridades. Antes de que te des cuenta, el estado futuro se convertirá en el estado actual de todos.

La ventaja de la felicidad para el éxito empresarial

La ventaja de la felicidad para el éxito empresarial

¿Le das importancia a la felicidad? ¿Sabías que, inculcar más la felicidad y el bienestar en tu vida, así como en el mundo corporativo, a través de las personas te produce grandes ventajas?

La felicidad debe ser una prioridad en tu negocio.

Los trabajadores necesitan ayuda para descubrir la felicidad y comprender el poder que tienen ellos mismos. Las personas son elementales para que tu negocio sea exitoso, y por eso su felicidad es una prioridad. Pero aun y sabiendo esto, la mayoría de los líderes lo omiten.

¿Estabas al corriente de que las emociones negativas reducen nuestros pensamientos y nuestra gama de acciones? Esto limita nuestro potencial y la posibilidad de creatividad e innovación. O ¿Que cuando los empleados no están contentos se toman más días de baja por enfermedad? Ayudar a tus empleados a alcanzar la felicidad beneficiará a tu organización con una mayor retención y productividad de tus empleados.

Así pues… ¿Cómo hacerla realidad?

¿Realmente puedes ayudar a las personas a cambiar su mentalidad para enfocarse en lo positivo? La respuesta es SÍ.

Varios estudios han demostrado que nuestros cerebros pueden cambiar. Debemos vivir con el lema “todo sucede por una razón”, al fin y al cabo, eres tu quien decides como aprender de cada situación vivida. Esto no es fácil, se necesita tiempo y practica para que tu cerebro sea más positivo, creativo, resistente y productivo.

A continuación, te presentamos cinco técnicas para convertirte en un ser más feliz y positivo.

La motivación es un truco:

Según Mel Robbins, nuestro cerebro da cinco segundos para tomar una decisión y actuar. Esto significa que solo tienes cinco segundos para actuar de una manera más positiva o creativa. Por esto tienes que ser proactivo para pensar positivamente hasta que se convierta en tu mentalidad predeterminada durante estos 5 segundos.

  • Deja de tratar de sentirte cómodo con lo incómodo:

Debes saber que sentirte incomodo es bueno, no debes evitarlo. Cuando nos encontramos fuera de nuestra zona de confort, nos volvemos más creativos y productivos. Nos resulta más fácil lidiar con situaciones nuevas e impredecibles o superar nuestros límites. Así mejoramos y adquirimos nuevas habilidades y capacidades.

  • Responde a la pregunta, “¿Qué te hace feliz?”:

Recuerda lo que te hace feliz cada día. Identificar lo que te hace feliz y pensarlo te acercará a ese verdadero estado de felicidad. Pensar positivamente inunda el cerebro con dopamina y serotonina, lo que mejora el centro de aprendizaje de nuestros cerebros para que podamos abrirnos creativamente.

  • Se consciente de ti mismo, pero no mires a tus experiencia pasadas para hacerlo:

Las personas conscientes de sí mismas son más confiables, honestas y promocionables, y son líderes más efectivos. Deja de mirar tus experiencias pasadas y pregúntate por qué las cosas sucedieron de la manera en que sucedieron, debes centrarte en ¿Qué puedes hacer? o ¿Qué es importante para ti? Estas son preguntas que te llevan a encontrar la felicidad.

  • No permitas que el ruido interno influya en tus decisiones. 

Todos usamos las experiencias pasadas para dar sentido a las situaciones. Pero esto puede nublar tu realidad actual, porque lo que te sucedió en el pasado no necesariamente debe dictar cómo te sientes acerca de lo que está sucediendo ahora. Este ruido interno crea realidades alternativas o percepciones ficticias que nublan nuestro juicio.

Lidera con felicidad y ayuda a tus trabajadores a encontrar la suya.

En resumen, el punto de partida para crear un cambio duradero reside en ti y en tu organización. Solo tu puedes definir que significa la felicidad para ti. Practicar estas técnicas para la felicidad y la positividad en tu vida personal puede aumentar el impulso de la felicidad en tu organización.

Se requiere práctica y perseverancia, pero el cambio es posible. Lo bueno es que no tienes que ser un profesional antes de implementar la felicidad en tu organización y en tu vida.

Una nueva era para la cultura, el cambio y el liderazgo

Liderazgo

En la mayoría de organizaciones actuales, grandes y pequeñas, es ya un hecho aceptado que la cultura importa.

Las preocupaciones culturales de las organizaciones varían de un entorno a otro: las empresas nuevas se preocupan por construir la cultura correcta; mientras que las organizaciones de mediana edad se preocupan por cómo integrar las diversas subculturas ocupacionales, sociales y otras que a menudo entran en conflicto o tienen propósitos cruzados; y las organizaciones más antiguas se centran en cómo crear una cultura de innovación, por ejemplo, o una cultura de compromiso de los empleados.

Sin embargo, la cultura es la gran fuerza estabilizadora a medida que las organizaciones maduran y no se pueden manipular con soluciones rápidas, como revisar una declaración de misión. La cultura sobrevive a través de fases de crecimiento. Las iniciativas de cambio que alteran metafóricamente el color de las paredes tardan mucho tiempo en alterar las creencias profundamente arraigadas que colocaron esas paredes en primer lugar.

Y, sin embargo, las organizaciones deben operar en un mundo que fluye continuamente a su alrededor. Nuestros procesos de trabajo están evolucionando en respuesta a las cambiantes condiciones micro y macroeconómicas. Gran parte de nuestra recopilación de datos y toma de decisiones ahora sucede a la velocidad de la red, generalmente a la velocidad de la luz, mientras que antes solía ocurrir a la velocidad del sonido, de la conversación y la reflexión.

En este contexto, si pensamos en el cambio como una progresión lineal o una función escalonada, si creemos que tenemos tiempo para pausar-cambiar-reanudar a medida que se desarrollan los eventos, podemos quedarnos atrás. Aunque los modelos de cambio descendentes y lineales todavía pueden funcionar para flujos de producción simples, a menudo equivalen a enmendar, agregar o ajustar procesos existentes, y no está claro cuánto tiempo pueden apostar los humanos para agregar este tipo de valor antes de que la IA termine haciendo un trabajo mucho mejor.

Hemos de estar mejor preparados para pensar en el cambio como una forma de onda sin estados de espera, solo flujos y reflujos variables en los que podemos hacer todo lo posible por gestionar.

En los nuevos modelos de trabajo y diseño de organización, la jerarquía, las descripciones de trabajo y las corrientes de trabajo se han transformado en procesos fluidos de adaptación perpetua a medida que las circunstancias cambian, al igual que un organismo cambia el flujo de sangre a los subsistemas con la mayor necesidad.

El liderazgo, a su vez, también se ha transformado en un proceso fluido en lugar de algo que se debe caracterizar por el título, el talento o la tenacidad de los individuos en posiciones formales de autoridad. Ahora podemos pensar en el liderazgo como la creación e implementación de una nueva y mejor manera de hacer algo, ya sea una nueva estrategia, un nuevo producto o servicio, o una nueva forma para que un grupo organice sus reuniones y tome decisiones.

En este sentido, el liderazgo resulta de ver una necesidad, construir los tipos de relaciones que harán que algo sea nuevo y mejor, y abrazar la idea de que el impulso y la acción pueden provenir de cualquier organización o grupo de trabajo. Las relaciones que vemos prosperar, no solo entre pares en organizaciones formales sino también en coaliciones y ecosistemas, fomentan la apertura y confianza para maximizar el flujo de información y optimizar la toma de decisiones.

Con el trabajo cada vez más complejo e interdependiente, y las organizaciones convirtiéndose en esferas orgánicas y flexibles de grupos y equipos, los líderes del mañana tendrán que conocer a su gente para crear una comunicación válida y confiable y generar confianza en ambas direcciones. Todos los miembros de la organización tendrán que sentirse psicológicamente seguros para hablar cuando las cosas no funcionan y ejercer el liderazgo cuando vean una forma nueva y mejor de hacer algo. Los grandes líderes y gerentes siempre han hecho esto, pero nunca se ha convertido en una parte necesaria de la cultura de liderazgo tradicional.

La esencia de la buena gestión y el buen liderazgo es la capacidad y el deseo de las personas en esas posiciones para observar, comprender y gestionar las relaciones que tienen con sus superiores, subordinados y compañeros.

Únete al Programa de Liderazgo 4.0 y fórmate para ser un líder del cambio, un líder 4.0.

Si los líderes no están comprometidos, los empleados tampoco

Liderazgo

Muchos directores generales consideran el «cambio cultural» como prioridad máxima. Saben que sus organizaciones necesitan ser más ágiles y adaptables a las transformaciones rápidas y quieren ser capaces de tomar buenas decisiones y ejecutarlas rápidamente. Además, sobre todo quieren atraer y retener a los mayores talentos. Construir y mantener una buena cultura corporativa es clave para todas estas aspiraciones. Sin embargo, muchos ignoran el factor más importante en la construcción de la cultura que quieren: los líderes.

Con demasiada frecuencia, los propios directivos de los que dependen las organizaciones para crear mejores culturas son infelices y poco motivados en el trabajo. El liderazgo muchas veces no es una gran experiencia para la mayoría de la gente: los líderes reportan más estrés y agotamiento, peor balance trabajo-vida y peor bienestar físico que los contribuyentes individuales en los equipos que lideran.

Cambiar la forma en que tu empresa entrena y apoya a los líderes, y reposicionarlos como entrenadores, es esencial para ayudar a los líderes a cambiar la cultura. La transición de jefe a entrenador significa que se espera que los líderes hagan mucho más que dar órdenes y delegar asignaciones—un papel principal es desarrollar “estrellas” a través de la fijación de metas colaborativas, coaching orientado al futuro, y rendición de cuentas orientada al logro. Este cambio no solo aumentará el compromiso de los empleados y mejorará el rendimiento, sino que también es esencial para cambiar la cultura para alinearse con una fuerza de trabajo que ya no quiere, ni responde a, el tradicional «comando y control», jefe de arriba-abajo.

Cómo obtener la experiencia correcta del líder

La experiencia de los empleados comienza con la primera impresión de los solicitantes sobre la organización — cómo perciben su cultura y marca — y luego cómo su trayectoria como empleado valida todas esas impresiones. Los ejecutivos superiores necesitan estar alineados, consistentes y comprometidos con el propósito y la marca. Este es el punto de partida para reunir a los equipos y para la toma de decisiones efectiva.

En segundo lugar, todos los programas y comunicaciones, incluidas las prácticas de capital humano, la gestión del rendimiento, los valores y rituales, y las estructuras de equipo deben estar alineadas y ser coherente con el propósito y la marca de la organización.

Finalmente, al igual que los empleados, los líderes necesitan trabajos donde sientan que están en continuo desarrollo.

Los mejores programas ayudan a los líderes a desarrollarse en el contexto de lo que son naturalmente. Así, se convierten en mejores entrenadores desarrollando competencias tales como construir relaciones, desarrollar personas, liderar el cambio, inspirar a otros, pensar críticamente, crear responsabilidad, y comunicar claramente, si enfocan sus fortalezas únicas en cada competencia.

El uso de múltiples modos de aprendizaje -incluyendo experiencias de e-learning- puede ayudar a llegar a los líderes sin importar sus fortalezas únicas. Un requisito básico para cualquier sistema de gestión de capital humano es que debe estar orientado al progreso, ser confiable, fácil para trabajar e individualizado. Si bien hay una cantidad creciente de tecnología de «empuje» para recordar y motivar a los gerentes a hacer las cosas correctas, es importante que no se convierta en tecnología que pronto se ignora o visto como una molestia.

Los grandes líderes ajustan su enfoque a las diferencias individuales de las personas que lideran. Una persona altamente enfocada tendrá necesidades diferentes de una persona altamente adaptable, por ejemplo. Y una persona altamente analítica responderá de manera diferente y tendrá diferentes necesidades de alguien con alta empatía. Estos matices sólo se pueden aprovechar a través de un gran coaching, o tecnología que comienza con las fuerzas innatas de cada persona y luego construye retroalimentación o estímulos que se implementan rápidamente a través de esas tendencias naturales.

Empleados excepcionales gracias a líderes excepcionales

No se puede cambiar una cultura sin grandes líderes que tengan una experiencia laboral excepcional. Esto significa que necesitan tener experiencias desafiantes donde ellos mismos se comprometan y desarrollen a través de sus fortalezas. Necesitan ser entrenados, ya que así progresivamente se convertirán en entrenadores más efectivos.

Los líderes necesitan una misión bien definida y bien articulada y un propósito que puedan relacionar fácilmente con el trabajo que hacen todos los días. Necesitan expectativas claras que se redefinan continuamente con la estrategia corporativa en curso, a menudo cambiante. Y necesitan entrenamiento continuo y responsabilidad para que puedan ver su progreso y potencial.

Finalmente, los líderes son mucho más propensos a inspirar la cooperación entre equipos en los empleados cuando ellos mismos están comprometidos. La forma en que los equipos de líderes están conectados como un grupo determinará si los equipos que gestionan apoyarán a otros equipos o no.

Únete al Programa de Liderazgo 4.0 y descubre todas las claves del liderazgo en la Era Digital.

Gestión del cambio: 5 tipos de liderazgo

Liderazgo

Las empresas triunfan y fracasan no por la brillantez o inteligencia de sus planes estratégicos, sino por su habilidad para ejecutar los planes establecidos. Y este es el campo de actuación por excelencia de los líderes. El fracaso en la gestión del cambio es sobre todo un fracaso de liderazgo. Para tener éxito en la gestión del cambio es imprescindible disponer del suficiente talento de liderazgo entre los mandos altos y medios de la organización.

Las organizaciones que inician nuevas estrategias de negocio, independientemente de lo bien diseñadas o lo ingeniosas que sean, aprenden rápidamente que el principal reto en el proceso de cambio es la ejecución.

La falta de liderazgo o un liderazgo mal entendido están en la base del fracaso empresarial en la gestión del cambio. En un ambiente Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo (VUCA, por sus siglas en Ingles) como el actual, la innovación y la gestión del cambio son fundamentales para la supervivencia de las organizaciones.

El liderazgo transformacional incluye cinco estilos de liderazgo orientados al cambio que son imprescindibles cuando se afronta una transformación importante en la organización.

  1. Liderazgo sistémico: las organizaciones son sistemas abiertos con numerosos elementos interrelacionados. Centrarse en un solo factor, como es la reducción de costes, hace que se pierda de vista el contexto global en el que opera la organización. Los líderes transformacionales efectivos han desarrollado un pensamiento sistémico amplio, general y complejo. Ven estrategias en lugar de jugadas tácticas y evitan que los árboles no les dejen ver el bosque. El desarrollo de pensamiento sistémico es importante a todos los niveles de la organización, pero a nivel de equipo directivo y Comité de Dirección es imprescindible.
  2. Liderazgo auténtico: la gestión del cambio requiere un liderazgo auténtico que siente las bases de confianza y seguridad. Hay dos condiciones fundamentales para desarrollar el liderazgo auténtico: un buen autoconocimiento personal y la capacidad de desarrollar relaciones de honestidad con los demás.
  3. Liderazgo inspiracional: uno de los retos más importantes a la hora de gestionar el cambio es conseguir que la gente afectada se comprometa con la nueva visión de la empresa. Si el esfuerzo y la motivación que se obtiene de los equipos involucrados no van más allá de lo esperado, nada cambia, se preserva el ‘status quo’. Los líderes inspiracionales establecen metas trascendentes, con significado, y las persiguen con pasión. En lugar de establecer meros objetivos financieros y económicos, saben dotar de un significado especial a su visión
  4. Liderazgo innovador: El cambio y la innovación van intrínsecamente unidos. Todo cambio requiere innovación y toda innovación supone un cambio. Los líderes innovadores establecen metas retadoras muy difíciles que empujan a sus equipos a realizar lo que a primera vista parece imposible. Steve Jobs tenía una habilidad que sus colegas llamaban “distorsión de la realidad” para exigir a sus colaboradores lo imposible. Los líderes innovadores saben asumir riesgos y aceptan que se van a producir errores.
  5. Liderazgo desarrollador y coaching: el cambio real solo ocurre cuan­ do las personas cambian su conducta y su manera de actuar en la organización. Hay que olvidar hábitos y patrones de comportamiento fuertemente arraigados para adquirir nuevas habilidades que solo se obtienen con formación y coaching. Las empresas inteligentes no invierten en el desarrollo de las personas en general, sino en el desarrollo “adecuado” de las personas. El liderazgo desarrollador y el coaching deben centrarse en promover aquellas competencias que sirven para alinear a los subordinados con la nueva visión de la empresa.

Los cinco estilos de liderazgo transformacional descritos aquí son necesarios para una buena ejecución del cambio. Sin embargo, pocos líderes son excelentes en los cinco estilos, y lo más habitual es encontrar diferentes perfiles de liderazgo transformacional. Lo importante es asegurarse de que los cinco estilos transformacionales están presentes en un equipo que sepa distribuir las diferentes responsabilidades de liderazgo de forma adecuada.

Los líderes que transforman con éxito sus organizaciones no actúan solos, sino que se rodean de gente capaz de complementarles. La complejidad creciente del ambiente en el que operan las empresas hace que el concepto de liderazgo pase de ser algo puramente individual y propiedad de una persona a una función colectiva donde diferentes miembros del equipo asumen una o varias funciones dependiendo de las circunstancias.

¡Únete al Programa de Liderazgo 4.0 y aprende sobre todos los tipos de liderazgo!

Más información

Selecciona Interes