La depresión es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. Uno de cada cinco estadounidenses se ve afectado por problemas de salud mental, siendo la depresión el problema más común. Un informe reciente de Blue Cross Blue Shield encontró que los diagnósticos de depresión están aumentando a un ritmo más rápido para los Millennials y los adolescentes que para cualquier otra generación.
Sin embargo, a pesar de este enorme y creciente número de víctimas, muchos empleadores adoptan un enfoque Ad hoc, que es algo que está hecho especialmente para un fin determinado o pensado para una situación concreta.
Muchos gerentes se dan cuenta de los problemas de salud que sufren sus empleados a través de la observación y los resultados. Un mejor escenario sería si los empleados se sintieran facultados para informar un problema de salud mental y solicitar una acomodación razonable para que su gerente pueda minimizar el daño en la organización y ayudar a los empleados a regresar y obtener salud lo más rápido posible.
Aquí mostramos una guía para gerentes sobre cómo conocer e intermediar en el trabajo para personas con depresión.
Aprende sobre el trastorno
Sería fácil pensar que un empleado con depresión hablará primero con el personal de Recursos Humanos sobre las adaptaciones laborales, pero es probable que el miembro de tu equipo acuda y hable primero contigo.
Debido a que un empleado puede acudirte sin previo aviso, debes prepararte con anticipación y aprender sobre la depresión y sus síntomas. Estos incluyen pérdida de interés. Disminución de la energía, sentimientos de baja autoestima o control, trastornos del sueño y falta de concentración.
Si comprendemos los síntomas de la depresión, podrás anticiparte a los problemas de desempeño laboral y los tipos de adaptaciones que un empleado podría solicitar.
Permitir un horario flexible
Para muchas empresas, un horario de trabajo normal implica estar en la oficina de nueve a cinco. Sin embargo, un empleado que sufre de depresión puede acudir a ti para pedirte ingresar más tarde en la oficina. Los problemas de sueño son comunes en la depresión y pueden incluir dormir demasiado, así como dificultades para conciliar el sueño. Por lo tanto, ayudar a un empleado con su horario de trabajo es una adaptación razonable.
Una investigación desde la década de 1980 hasta hoy sugiere que las horas de trabajo flexibles en realidad aumentan la productividad y el compromiso con la organización.
Sin embargo, si permites horas flexibles, la investigación sugiere dos recomendaciones.
- Primero, si es necesario, establece una ventana de “horas centrales” o “días centrales” en la que todos los miembros del equipo deben estar en la oficina. Las personas que padecen depresión se benefician de la estructura, pero a menudo les resulta difícil crear una estructura para sí mismas.
- En segundo lugar, no permitas que los empleados con depresión dejen de interactuar contigo o otros miembros del equipo.
Cuando se les deja solos, las personas con depresión tienen más probabilidades de reflexionar sobre los efectos negativos de la depresión. Esto empeora aún más la situación. Si sospechas que esto está sucediendo, intervén. Es clave que se comunique de manera solidaria y sin prejuicios.
Simplifica el alcance del trabajo
Los empleados deprimidos pueden decirte que su carga de trabajo es demasiado abrumada o complicada. La depresión puede afectar la función cognitiva. La función cognitiva también puede verse afectada por la falta de sueño.
Como mánager, puedes ayudar dividiendo grandes proyectos en tareas en micro proyectos (tareas). El beneficio de dar tareas más pequeñas y manejables es que permite a los empleados lograr experiencias de éxito.
Compartir plazos según sea necesario
Demasiados plazos pueden ser abrumadores para cualquiera. Además, aquellos que sufren de depresión a menudo tienen pocas expectativas sobre su capacidad para lidiar con futuros eventos estresantes. Como gerente, puedes ayudar a un empleado con depresión dividiendo grandes proyectos en sus componentes.
Centrarse en los resultados positivos y criticar menos
Las personas deprimidas pueden ser muy autocríticas. En lugar de destacar los fallos, concéntrate en apoyar y celebrar los momentos de logro, como cuando los empleados cumplen con los plazos.
La motivación en los empleados deprimidos se desploma ante las amenazas y el castigo. La investigación sugiere que explicar la necesidad positiva de las tareas como herramienta de motivación es mucho más efectivo que compartir los costes perjudiciales de un proyecto inacabado.
Además, conoce las fortalezas de tus empleados y juega con esas fortalezas. Si tus empleados sienten que las tareas están diseñadas para ellos, tendrán más probabilidades de ver las tareas como importantes, completarlas más rápidamente y experimentar una sensación de validación.
Sé un líder
Hacer frente a la depresión es difícil, no solo para la persona con depresión sino también para aquellos con quienes la persona deprimida interactúa. Por lo tanto, debes estar atento a cómo interactuar con un empleado deprimido para hacer que se sienta mejor. ¿Tal situación te hace sentir enojado, frustrado o disminuido en tu papel? Si es así, recuerda que la persona con depresión está lidiando con síntomas que hacen que todos los días sean difíciles. Esto no es sobre ti. Se trata de cómo tú, como gerente, puedes intensificar y ayudar a su empleado. Ten en cuenta que la depresión es una enfermedad. En la mayoría de los casos, también es por tiempo limitado.
Al ayudar a tu empleado con depresión, ayudas a tu equipo, a tu empresa y demuestras un fuerte liderazgo.
La depresión y las enfermedades mentales cada vez crecen más en nuestra sociedad y en el trabajo. Por eso, tenemos que dejar de verlas como un tabú y comenzar a gestionarlas.
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