Planeando el futuro del trabajo

Planeando el futuro del trabajo

Según la revista MIT Sloan Management Review, una de las tareas pendientes de nuestra sociedad actual es el trabajo de preparación tanto de las organizaciones como colectivo, como de las personas trabajadoras a nivel individual, para la adaptación al entorno empresarial digital, ya que las tecnologías digitales están irrumpiendo en la forma y en los procedimientos en que se realiza el trabajo produciendo cambios constantes y a pasos agigantados.

Así pues, tal y como sugiere MITSloan debemos dejar de enfocarnos en buscar trabajo dentro de las brechas que la tecnología.

Es por ello que hay que considerar y tener muy presente en cómo la tecnología afectará a las carreras profesionales y al trabajo en las organizaciones, por lo que resulta primordial que los ejecutivos planeen este futuro inmediato.

Una de las áreas de trabajo identificadas en que las personas quedan calificadas como superiores a las computadoras según algunos expertos han identificado, son los trabajos relacionados en que la persona se involucra no tanto con su cabeza sino con su corazón, es decir en aquellos en donde la parte emocional tiene un componente mucho más importante que las tareas cognitivas y/o operativas, como los trabajos relacionados con la atención y el cuidado interpersonal.

Una frase que refleja muy bien esta situación es la siguiente: “durante muchos siglos solíamos trabajar con nuestras manos, ahora toca con nuestras cabezas.” Las máquinas no tienen ni tendrán corazón, este hecho precisa de nuestra conciencia para poder planear mejor eltrabajo del futuro en que la persona como ser emocional característico que es, pueda desarrollarse al margen de los nuevos avances tecnológicos.

Otra de las áreas en que las máquinas producidas por la era digital no podrán abarcar, son aquellas en que se requiera de curiosidad, característica innata del ser humano, así como su habilidad para hacer preguntas, imaginar y crear. Por ello el ser humano es quién provoca la continua evolución y avance tecnológico, debido a que somos los que identificamos las necesidades y por ende somos los preparados para poder detectar y analizar los deseos que todavía no se han satisfecho.

Así pues, el trabajo no se extinguirá, sino que se irá modificando y cambiando, con lo cual el humano necesitará estar en continuo aprendizaje para poder estar preparado en todo momento y así poder reconducir las carreras profesionales a medida que sus habilidades se desvalorizan. Los cambios que se produzcan en la trayectoria profesional irán de la mano de los cambios en el panorama tecnológico.

RRHH, Recursos Humanos

Universidades Corporativas: El futuro son las comunidades de aprendizaje y colaboración

UNIVERSIDADES CORPORATIVAS: EL FUTURO SON LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE Y COLABORACIÓN

Desde hace poco más de una década, el concepto de Universidad Corporativa, proveniente de los Estados Unidos, se ha extendido a lo largo de todo el mundo y, en Europa, se ha multiplicado su número y diseñado nuevos sistemas para sacar provecho de esta herramienta estratégica que se ha demostrado muy efectiva.

Este tipo de entidades educativas, vinculadas a empresas o corporaciones, imparten formaciones y crean redes de conocimiento, aprendizaje y colaboración que fomentan el desarrollo personal y organizacional, ayudan a desarrollar habilidades y a crear consistencia en la cultura organizacional, la estrategia y son capaces de aportar valor, cohesión y eficiencia a través del aprendizaje a cualquier organización.

Pero no sólo eso: en el desarrollo y evolución de estas Universidades a lo largo del tiempo, se ha diversificado el potencial de estas, permitiéndoles asumir funciones y tareas que, tradicionalmente, eran llevadas a cabo por diferentes departamentos de la organización. Así, de la formación como único objetivo han pasado a ser un buen espacio para la prospección y la contratación de personal, como para la identificación de nuevos liderazgos en la empresa, la mentorización de miembros de la organización con potencial o la detección de necesidades en la corporación, entre otras áreas como la gestión de la información y el conocimiento de la organización.

Además, acometer un cambio estratégico o cultural apoyándose en redes de conocimiento y aprendizaje proporciona ventajas claras en cuanto a homogeneización, motivación, adquisición del lenguaje propio de la empresa o la introducción de nuevos términos o cambios en los mismos, etc. En este sentido, también es necesario destacar su papel en la difusión y propagación de la responsabilidad social de la corporación y su ética como organización, tan relevante en nuestros días.

Todo esto arroja una perspectiva de futuro muy interesante para las comunidades o redes de aprendizaje como facilitadoras del necesario e inevitable cambio que acompaña a esta 4ª Revolución Industrial, que tiene tanto de tecnológico como de estratégico y cultural. La colaboración que fomentan las lleva a ser las herramientas perfectas para expandir las capacidades de las organizaciones que las mantienen y, dado que el activo más valioso para cualquier corporación son las personas, no hay duda de que estas comunidades permiten ganar unas ventajas competitivas necesarias en un mercado tan vertiginoso como lleno de oportunidades, aumentando su valor.
Para las estructuras Corporativas, se presagia una evolución importante hacia 2 tipos de sistemas nuevos:

  • Lo que se ha dado a conocer como las “Stackholders University”, que, además de trabajadores y/o miembros de la corporación, también se dirigen a todos las partes interesadas relevantes, ampliando el capital social de la empresa, creando valor más allá de los rendimientos financieros (relaciones, conocimiento, innovación…) mientras siguen desarrollando el capital humano y los procesos de formación de la organización. Para lograrlo, estas nuevas estructuras deben crear redes integradas y distribuidas a nivel global, que incluyan a empleados, clientes, proveedores, socios, profesionales, académicos e incluso a otras instituciones.
  • Otro modelo emergente es la “Multiversidad”, que se define como una organización educativa que se construye a partir de varias: con necesidades y objetivos diferentes, diferentes currículos académicos y profesionales, y diversos métodos de enseñanza y tecnologías.

Aunque ambos modelos tienen similitudes y diferencias, hay algo que les une: están diseñados para ampliar las capacidades de la organización a través de la formación como herramienta estratégica.
De todas formas, las organizaciones aún se deben enfrentar nuevos retos, por lo que todavía hay mucho espacio para la innovación y el desarrollo en este campo y en la propia naturaleza del aprendizaje.
 

Invertir en talento digital

Invertir en talento digital

La autoconfianza es mucho mayor en aquellas organizaciones que tienen suficiente talento digital como para mantener a los empleados en un aprendizaje continuo y conseguir que estén muy motivados para que continúen trabajando en la empresa. Para esto, es imprescindible que las organizaciones busquen la participación de los empleados en plataformas y comunidades virtuales donde puedan recibir formación continuada y aprendiendo habilidades de otros compañeros o, incluso, de otras compañías.

Lejos de propiciar que los empleados hagan su trabajo de manera secreta, las organizaciones con autoconfianza instan a sus trabajadores a difundir su trabajo en comunidades y plataformas de conocimiento compartido con expertos de otras organizaciones. Esto, a la vez, es una manera de buscar talento nuevo sobre las nuevas tecnologías y que sus empleados aprendan de otras empresas con las que colaboren.

En contra, las organizaciones que no son capaces de generar talento ni de mantenerlo, fomentan la fuga de empleados a otras compañías. Investigaciones recientes apuntan, además, que los empleados también buscan organizaciones con alto talento digital con las que trabajar. De hecho, la vida media de un empleado en una organización ha ido decreciendo con los años, lo cual reafirma que es muy importante buscar estrategias para retener el talento.

También, por lo que se refiere al reclutamiento de personal, cada vez son más importantes los procesos de búsqueda digital, por lo que es fundamental para los candidatos poder demostrar en la red su bagaje en el ámbito digital. Para las empresas esto también es positivo, puesto que son más eficientes en los procesos de reclutamiento y, además, pueden valorar el nivel de competencia digital de sus empleados potenciales.

Finalmente, se concluye que es necesario un equilibro entre los empleados que se van porque no encajan con la cultura empresarial de la organización y los que vienen precisamente porque creen en ella e incluso se ven capaces de producir cambios positivos para la misma. Esta es la mejor manera de crecer como organización.

  • EL CASO CIGNA

Cigna es una empresa de servicios de salud que ha hecho del aprendizaje una necesidad, no sólo para sus líderes y empleados sino también para sus profesionales médicos o consumidores.

De hecho, los programas de educación formal dentro de la empresa han favorecido que los profesionales se formen y, consecuentemente, tengan más posibilidades de ser promocionados. Esta manera de entender la formación no es casual, sino que forma parte de un plan estratégico para mantener el talento dentro de la empresa.

A nivel digital, esta organización también ha lanzado una plataforma de formación online donde los profesionales pueden adquirir nuevas habilidades a través del conocimiento compartido que sólo las comunidades virtuales pueden brindar.

Transformación Digital

Para saber más sobre talento digital en tu organización descubre las Comunidades 4.0.

¿Por qué la gente con talento no usa su potencial?

¿Por qué la gente con talento no usa su potencial?

Cualquier espectador de la Super Bowl puede darse cuenta de cómo los entrenadores de los equipos hablan entre ellos durante el juego gracias a unos auriculares. De hecho, en la temporada de 2016, la NFL mejoró todas las tecnologías de radio para evitar interferencias y posibles manipulaciones. Estas mejoras no habrían sido posibles sin la participación de Michelle McKenna-Doyle. McKenna-Doyle supo ver cómo muchas personas se esforzaban demasiado en sus puestos de trabajo, no porque no tuvieran el talento, sino porque se encontraban ejerciendo roles poco acordes con sus fortalezas y habilidades, sus talentos. Analizado esta situación, empezó a realizar intercambios de puestos de trabajo, algo que no fue muy bienvenido por muchos. Uno de estos casos fue el de John Cave, VP de tecnología de futbol en la Liga Nacional de Futbol. McKeena-Dooyle fue capaz de visionar un enfoque mejor del que estaba ejerciendo éste de acorde a sus fortalezas: crear un sistema tecnológico que permitiera la comunicación entre entrenadores.

Hace tiempo que los expertos alientan a utilizar los puntos fuertes, nuestros talentos. Esto es muy fácil de decir, pero no tanto de hacer. Y no porque no sepamos identificar en qué somos buenos, sino porque a menudo subestimamos lo que hacemos inherentemente bien. A menudo, estos talentos o “superpoderes” son cosas que hacemos sin esfuerzo, casi de manera refleja, como respirar. Cuando un jefe reconoce este talento y pide que hagas algo utilizándolo quizás pienses “es demasiado fácil”, y puede hacer pensar que no confía en ti para tareas más complejas o que no te valora. Porque, por mucho que seamos buenos en algo, no valoramos nuestros talentos internos tanto como aquellas habilidades que nos ha costado tanto esfuerzo conseguir.

Como líder, el reto no está solo en descubrir y ver el talento, sino en convencer a la gente de que valora su talento y de que ellos también deberían hacerlo. Así es como se empieza a formar un equipo de empleados que trae sus “superpoderes” al trabajo. Algunas preguntas útiles para identificar las fortalezas de cada miembro del equipo son:

      – ¿Qué te exaspera? Esto puede ser una señal de una habilidad fácil para él, tan fácil que frustra cuando no lo es para los demás.

      – ¿Qué cumplidos rechazas? Cuando somo inherentemente buenos en algo, tendemos a minimizarlo, como si no fuera nada; pero ha supuesto algo para el otro, por eso lo agradece. Esto momentos son útiles para detectar talentos y fortalezas que uno subestima en uno mismo, pero son valorados por los demás.

      – ¿Qué piensas cuando no tienes nada en lo que pensar? Reflexionar sobre algo es señal de que te importa. Si te importa tanto, es que debes ser bueno en ello.

Cuando las personas plantean nuevas ideas, se les puede preguntar: ¿aprovecharán así su talento? ¿Están haciendo un trabajo que se basa en sus puntos fuertes? ¿Están asumiendo proyectos que aprovechan al máximo sus fortalezas?

Una vez que cada uno ha identificado su talento, es importante asegurarse de que lo recuerdan. No se trata de ir recordando a los demás en qué son buenos, sino tenerlo presente uno mismo y utilizarlo día a día.

Formar un equipo que pueda aprovechar sus puntos fuertes comienza con el análisis. Observar a las personas, sobre todo cuando están en su mejor momento. Comprender y reconocer los talentos de cada uno puede ser un ejercicio en equipo. Entonces puedes medir nuevas ideas, nuevos productos y nuevos proyectos contra estas superpotencias colectivas, preguntando: ¿Estamos jugando con nuestras fortalezas? Cuando las personas se sienten fuertes, están dispuestas a aventurarse en un nuevo territorio, a jugar dónde otros no, y a considerar ideas para las cuales todavía no hay un mercado.

Si estás interesado en la temática de talento te recomendamos estos dos posts:

– Las nuevas tendencias en la gestión de talento

– ¿Cómo retener (e inspirar) talento en nuestra empresa? 

Líderes: El mejor candidato interno puede estar dónde menos te lo esperas

Líderes: El mejor candidato interno puede estar dónde menos te lo esperas

Strengths-Based Leadership (Gallup) afirma que los grandes líderes siempre están invirtiendo en fortalezas. Pero la práctica nos muestra que no sólo son ventajas lo que aporta.

Recibir elogios por aquello que se nos da bien y obtener reconocimiento de nuestras habilidades es algo positivo y que agrada a cualquier persona. Por lo tanto, no es de extrañar que cuando el trabajo se centra en fortalezas, según Gallup, los empleados se implican seis veces más en el trabajo. Pero como se afirma anteriormente, tiene su lado negativo: cuando los individuos se basan demasiado en sus fortalezas tienden a evitar implicarse en nuevos aprendizajes. Si nos basamos en las fortalezas, dejamos de lado nuestras debilidades, y esto implica que se posterga la necesidad de ir desarrollando aquellas habilidades en las que no destacamos de forma natural.

Centrarse en las debilidades implica una oportunidad de mejora y desarrollo; el aprendizaje continuo a largo plazo beneficiará el liderazgo con habilidades más consolidadas. Como ejemplo, empresas como Apple y Microsoft, mantienen a sus líderes en modo de aprendizaje continuo, nombrando líderes a personas de áreas de negocio completamente diferentes. Utilizando líderes de alto rendimiento de otras áreas hacen una inversión a largo plazo en sus habilidades y competencias como líderes.

Pensar diferente, salir de la zona de confort, ver las cosas desde una nueva perspectiva se refiere a pensar “fuera de la caja”. Y esto es lo que actualmente las empresas buscan para sus candidatos a liderazgo. Algunos de los beneficios que esto aporta son los siguientes:

Desarrollo acelerado de líderes: un informe de 2014 del Instituto Kenan-Flagler informó que las empresas utilizan proyectos multifuncionales con más frecuencia para desarrollar líderes clave, tratándose de casi el 80% del tiempo. Más del 91% de las compañías informó que planteaba utilizar proyectos multifuncionales para acelerar el desarrollo, y el 89% planeaba utilizar proyectos elásticos.

El hecho de encontrarte inmerso en un área nueva requiere la obligación de ponerse al día de forma acelerada y que desarrolles nuevas competencias, que hasta ahora quizás no habías puesto en práctica.

Diversidad de perspectivas. Encontrarte inmerso en una nueva función implica que se pueden desarrollar nuevas ideas y perspectivas, que probablemente hayan pasado desapercibidas por las personas (fenómeno visión túnel) o incluso nuevas formas de trabajar. Cambiar los roles funcionales, según un informe de Spencer Stuart, puede ser una buena estrategia para fomentar la creatividad, incluso puede llevar a una mejor toma de decisiones.

Retención mejorada de los mejores talentos. Mantener a los trabajadores en alerta implica que puedan tener nuevos desafíos en el día a día y mantener su mente en modo aprendizaje constante.  Para conseguirlo, una buena estrategia es rotar a los empleados en nuevos roles. El aburrimiento en el trabajo implica no sentirse motivado, y en consecuencia el sentimiento de realización decrece, a la par que el compromiso; esto puede aumentar las probabilidades de abandonar el puesto. Un estudio sobre el aburrimiento que se llevó a cabo en 2016 manifiesta que las principales razones para sentirse aburridos son: la falta de oportunidades para aprender nuevas habilidades (46%) y no tener retos en el trabajo (44%). El 80% de los participantes informó que aprender nuevas habilidades incrementaría el compromiso.

Mejores redes internas. Trabajar en diferentes áreas funcionales dentro de una organización construye una red más amplia y ayuda a los líderes a ver el panorama político desde un mejor punto de vista. Los líderes, estratégicamente, pueden llegar a los puntos clave del negocio para ayudar a las partes interesadas a alcanzar sus metas personales, y ayudarles a tener más éxito.

Capacidad de aprovechar el conocimiento institucional y la cultura adecuada. Según la Encuesta Global de Gestión de Talento de Líderes, el 81% de las nuevas contrataciones fracasa. Así que, dado el coste que supone una mala contratación, es natural que la tendencia de las empresas sea contratar a ejecutivos de alto rendimiento especialistas en un área, moviéndolos a una nueva función.

Aumento de la capacidad organizativa. Alentar a los empleados a desarrollarse en diferentes áreas, que puede que no sean sus puntos fuertes, ampliará la capacidad individual y, a la vez, también amplía la capacidad colectiva de la organización. Hacer que todos se conviertan en ganadores es la clave del trabajo en equipo.

RRHH, Recursos Humanos

Si estás interesado en la temática de aprendizaje y desarrollo de líderes te recomendamos estos posts:

– Los buenos líderes son buenos aprendices

– ¿Cómo tener éxito en los programas de desarrollo de líderes?

– Formando a los líderes del futuro

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