Estrategia de resultados

Estrategia de resultados

En la actualidad todas las empresas quieren y deben tener presencia en internet, pero ¿son lo suficiente flexibles para desarrollar y ejecutar estrategias concisas para obtener resultados? ¿De qué manera pueden lograr sus objetivos estratégicos?

Una estrategia es, en sí misma, una elección. Para obtener éxito la estrategia empresarial debe basarse en un grupo de elecciones, como, por ejemplo, el tipo de clientes que tiene, el alcance de su negocio, su oferta de productos o las capacidades que ayudarán a que la empresa gane dinero. Definir la estrategia favorece la complejidad, pero ejecutarla requiere simplicidad.

Durante el diseño y la puesta en marcha de las estrategias se debe tener en cuenta la experiencia que tiene la organización en el sector al cuál se dedica. Al pasar del mundo físico al mundo virtual las empresas se ven obligadas a plantearse nuevos enfoques de marketing. Es por este motivo que pasan a diseñar estrategias orientadas a los usuarios y al negocio a desarrollar.

La estrategia virtual debe formar parte de la estrategia integral de una empresa, ya que reduce costes y mejora servicios. Se deben desarrollar campos que interactúen en la creación de proyectos de empresas virtuales y que se adapten a los nuevos entornos.

Para influir en las actividades del día a día, las estrategias deben ser lo suficientemente simples para que los líderes en todos los niveles de la organización entiendan, comuniquen y recuerden.

Una estrategia de ejecución debe proporcionar una orientación concreta, a la vez que les da a los gerentes la suficiente flexibilidad para aprovechar nuevas oportunidades, mitigar riesgos inesperados y adaptarse a las condiciones específicas de su contexto. Las estrategias complejas, particularmente aquellas que incluyen planes detallados, tienden a ser largas en cuanto a orientación, pero cortas en flexibilidad.

El primer paso es describir las 6 características de una estrategia efectiva:

    • Identificar cada uno de los objetivos para integrarlos en el plano de negocio de la empresa.
    • Desarrollar un estudio de los sistemas de comunicación dentro de la Organización y crear una cadena de valor humano con las actividades basadas en internet.
    • Hacer partícipe a los usuarios del nuevo sistema de comunicación (clientes, empleados, proveedores, socios, etc.)
    • Comprender cada una de las tecnologías que se emplea virtualmente y sus características.
    • Planificar cada cambio en la nueva estructura organizacional
  • Planificar implementación y desarrollo virtual como un proceso interactivo.

En realidad, la estrategia diseñada debe estar enfocada a los usuarios y el modelo de negocio a desarrollar. Además, debe formar parte de la estrategia de la empresa y, para eso, hay que optimizar los equipos virtuales para así mejorar el modelo de negocio, reduciendo costes y, sobre todo, mejorando servicios a los clientes.

Se podrían definir y resumir en los siguientes conceptos básicos:

    • Visibilidad
    • Actividades nuevas
    • Extraer el valor de las relaciones con los clientes y de las actividades virtuales
    • Interactuar con el entorno virtual
    • Fidelización de clientes online
  • Desarrollo de actividades post venta

Es fundamental recordar que, para que una estrategia virtual tenga éxito, hay que brindar confianza y seguridad pues hemos de satisfacer las necesidades del cliente virtual y lograr su fidelidad Resultados-Relaciones-Imagen).

Transformación Digital

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Líder 4.0: ¿Qué hace a un director ejecutivo (CEO) exitoso?

Líder 4.0: ¿Qué hace a un director ejecutivo (CEO) exitoso en su organización?

Aspirar a altos cargos dentro de una compañía u organización es un objetivo muchas veces a largo plazo, en el que entran muchos factores de suerte o mala suerte, por lo que es necesario estar preparado para todo. Lo principal: hacer tu trabajo realmente bien, ahora, y eso te impulsará.

Pero las personas que aspiran a lo que denominamos la “C-suite” tiene claros sus próximos movimientos (a corto plazo), saben qué les encantaría ser. Por ello siempre tienen en mente: ¿qué debo hacer para acercarme a mi objetivo? La clave: obtener habilidades y experiencia correctas para el puesto que se desea ocupar en el futuro (próximo).

Pero ¿qué hace falta en el estilo de gestión para llegar a la «C-suite”?

    • Estilo de liderazgo más progresivo, tratando más la colaboración y la innovación, y no tanto el mando y el control. Muchos líderes acostumbrados a un estilo de liderazgo basado en el mando y el control deben dejarlo atrás porque las organizaciones están creando estructuras organizativas más dinámicas, con diferentes formas de dirigir y gestionar los equipos.
    • Inteligencia emocional o sintonía con algunas complejidades o psicología de las personas y la forma en que son dirigidas, la forma en que pueden dar lo mejor de sí mismas a la organización.
    • No tener un ego demasiado grande, dar un paso atrás y aprender de otros con experiencia en las diferentes áreas de la compañía.
  • Pensar en la compañía o la organización como un todo.

Poseer estas cualiades o características facilita el camino hacia la «C-suite», pero no lo asegura. Existen 4 maneras o «rutas» a seguir para llegar a escalar y convertirse en director ejecutivo de una compañía:

    • “Ejecutivo titulado”: Camino sencillo, cuando se crece dentro de una empresa. Se ha tenido una larga permanencia en la compañía y se ha ascendido en diferentes puestos. Puede ser que se haya zigzagueado a través de diferentes funciones para llegar al puesto, pero en realidad toda la carrera ha sido desarrollada por esa compañía.
    • “Agente libre”: Cuando se ha alcanzado un cierto nivel en una organización y se quiere llegar a la cima y existen ciertos obstáculos en el camino: no se ve un camino hacia la cima o podría haber alguien que ya esté en la fila para ese puesto soñado. Se trata, entonces, de un momento de decisión: ¿Cuándo es el momento adecuado de cambiar y convertirse en el director ejecutivo de otra empresa?
    • “Fundador”: Se trata de empresarios que estaban en compañías más grandes y, por alguna razón, tienen la pasión por empezar su propia empresa.
  • “Líder de salto”: Camino en tendencia, supone el salto de diferentes puestos o niveles hacia la posición de director ejecutivo. Es importante no olvidar que si se va saltar sobre alguien o unos pocos niveles, es necesario tener los seguidores allí. Si se va a ser un líder se quiere a toda una organización detrás, de manera que se necesita contar con el apoyo de empleados, ejecutivos o clientes.

Lo fundamental para poder posicionarse dentro de la “C-suite” es tener un estilo de liderazgo dispuesto a reinventarse, a él y a la compañía. Asegurarse de que está cumpliendo algún legado y respetando algunos atributos de la cultura de la organización, pero dispuesto a reinventar y cambiar otros aspectos.

Además, es necesario, al tratarse de un trabajo increíblemente difícil, la capacidad de recuperación y resistencia para hacer este tipo de trabajo de alta presión, y tener una compresión real del lado más duro y el más suave de los negocios.

Como último consejo: asegurarse de obtener resultado, de tener impacto en cualquier trabajo en el que se encuentre, pero también crear relaciones en toda la organización.

Liderazgo

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Innovación y éxito: ¿son las empresas innovadoras más rentables?

Innovación y éxito: ¿son las empresas innovadoras más rentables? ¿De verdad vale la pena el compromiso con la innovación corporativa? Si es así, ¿cómo se podría probarlo?

Hace poco el MIT investigó esta pregunta en cinco años de datos de 154 compañías. Debido a que todas estas empresas utilizaron el mismo software de gestión de ideación, pudieron buscar correlaciones entre su compromiso con la innovación y sus resultados financieros públicos, como el crecimiento y las ganancias.

Las empresas del estudio utilizaron una plataforma que permite a los empleados compartir ideas en respuesta a los desafíos creados por la administración, o comentar o votar ideas compartidas por otros. La variable clave que predice la innovación exitosa en estas compañías es la tasa de ideación: la cantidad de ideas ganadoras generadas por cada 1,000 usuarios activos. En este contexto, ideas ganadoras significa ideas generadas por los empleados que finalmente fueron seleccionadas por la administración para el desarrollo y la implementación activa.

Examinaron la relación entre la tasa de ideación y varias medidas financieras informadas públicamente. Encontraron una correlación significativa entre la tasa de ideación en estas empresas y el crecimiento en los beneficios o el ingreso neto: cuanta más ideación, más rápido crecieron.

Las empresas en crecimiento necesitan ideas, y las empresas que generan muchas buenas ideas tienden a tener un crecimiento rentable. Pero es poco probable que el simple hecho de aumentar la tasa de ideación sea lo que hizo que estas empresas crezcan de forma rentable. Una explicación más probable es que tanto la ideación saludable como el crecimiento del ingreso neto son el resultado de un tercer factor: una cultura de la innovación.

Cuando una cultura corporativa está diseñada no solo para fomentar la innovación sino también para nutrir sistemáticamente las ideas de los empleados, los resultados son dramáticos. Empresas como ésta impulsan la participación de los empleados en los desafíos de innovación creados por la administración, generan más ideas procesables y luego implementan esas ideas de una manera que genere un crecimiento rentable. Como resultado, puede evaluar el nivel de innovación de una empresa trimestralmente al medir su tasa de ideación.

En todas las compañías exitosas que monitorearon, la cultura de la innovación se entreteje a lo largo de la jornada laboral. Los gerentes saben que las ideas provendrán de los empleados de base, mientras que los trabajadores reconocen que tienen un papel importante que desempeñar en la identificación de problemas y la difusión de soluciones que, en última instancia, pueden afectar operaciones y productos mucho más allá de su experiencia cotidiana. El crecimiento y la rentabilidad surgen directamente de esta cultura, que da energía a los empleados.

La investigación muestra un patrón similar en compañías de energía, compañías de telecomunicaciones, minoristas, fabricantes, proveedores de servicios financieros y compañías de atención médica. Las empresas que tienen el mayor nivel de participación tienen las mejores ideas. También tienen el mayor crecimiento de ganancias. Y todo proviene de una cultura que reconoce que las innovaciones efectivas pueden provenir de un trabajador de un centro de llamadas, un miembro de la clínica o casi cualquier persona de la organización lo suficientemente brillante como para identificar dónde las ideas correctas pueden marcar la diferencia.

Innovación

Si te interesa la temática, te recomendamos visites los siguientes posts:

– Construyendo el ecosistema adecuado para la innovación

– Fomenta la innovación emergente

Liderazgo 4.0: 10 lecciones para inspirar optimismo en las empresas

Liderazgo 4.0 .

liderazgo

Las nuevas tecnologías han irrumpido en nuestra sociedad y es difícil saber qué impacto tendrán a corto plazo. Los cambios producidos por las nuevas tecnologías afectan a todos y en todos los niveles, generando fuertes transformaciones. Esto hace que la sociedad y su economía requieran de nuevas formas de gestión y liderazgo.

Esta sociedad en constante cambio genera incertidumbre. La economía está en el punto opuesto a la estabilidad. Los liderazgos globales están fracturados. La incertidumbre nos rodea y lleva consigo la ansiedad. Este ritmo de vida puede llevarnos al inmovilismo, con miedo por lo que pueda pasar, o a la acción, por un futuro mejor. El Fast Company Innovation Festival trabajó en esto reuniendo durante una semana a empresarios, pensadores y profesionales para exigir a las empresas un estándar más elevado.

De esta reunión nacen las 10 lecciones para nutrir el optimismo en las empresas:

1.Muévase rápido, pero no se apure. Un liderazgo curioso y arriesgado, más allá de lo metódico y lo confiable, para sobrevivir así a los cambios que traen consigo las nuevas generaciones. ¿Cómo? No hay un modelo o plan concreto. No hay que quedarse quieto, pero tampoco dejar que la incertidumbre asuste. Hace falta paciencia para elegir la forma definitiva de actuación.

2.Esté en comunidad con su espíritu. Para inspirar optimismo es necesario un liderazgo calmado, un desafío en los tiempos actuales de tensión, pero algo necesario para poder ver en perspectiva. “El silencio es el sonido de alguien pensando”.

3.Ocupe el púlpito. Las posiciones que se adoptan ante cuestiones difíciles definen a los líderes y a sus empresas. “Una marca que no defiende algo ya no es una marca por la que valga la pena trabajar” (Hannah Jones, de Nike).

4.Haga de su firma una plataforma para el cambio. Las empresas tienen un papel fundamental en promover la cultura global, el cambio, una responsabilidad que han de aceptar y abrazar aquellos líderes que miran hacia el futuro.

5.Póngase cara a cara con alguien. Interaccionar de forma directa con las personas se ha convertido en una ventaja competitiva en un presente lleno de tecnología y conectividad a través de la red, donde prima la realidad aumentada y la inteligencia artificial. Se trata de una práctica en desuso, que muere cada día un poco más. Pero un líder necesita empatía, escuchar al otro, para fomentar así la capacidad y la creatividad. La interacción humana es necesaria y fundamental.

6.Cruce la raya. La experiencia precede por sobre la edad, dejando de lado la tradicional clasificación por generaciones. Los jóvenes talentos tienen mucho que aprender de los ejecutivos experimentados, convirtiéndose en “la marca más importante que pueden dejar” (Cecile Richards, de Planned Parenthood), pero la educación actual es bidireccional: los hijos aprenden de los padres, pero los padres también aprenden de los hijos. El líder debe saber apreciar esta mirada fresca y nueva de los nativos digitales.

7.Respete aquello que no entiende. Vivimos en un mundo competitivo, con un ritmo de cambio elevado. Las empresas han de proyectar confianza en este mundo, y las personas han de aprender a estar cómodas en medio de este “lío”, entendiendo que “no podemos pensar en ser perfectos, sino en seguir avanzando” (Elizabeth Gore, de Dell Technologies). Los líderes han de aceptar que no lo saben todo, que siguen aprendiendo y aprenderán a lo largo de toda la vida, por mucho que cueste aceptarlo.

8.Respete a la gente que no entiende. La diversidad, más allá de una cuestión social, es un requisito indispensable para los negocios, generando oportunidades e ideas. Debe alinearse esta diversidad con la inclusión y permitir así liberar opiniones e ideas variadas, “liberar las voces” (Michael Kimmel, profesor). Los temas incómodos nos ayudan a crecer. El líder orientado al futuro entiende que en la diversidad está la discusión y el contraste de opiniones, esa incomodidad que estamos buscando.

9.Abrace las expectativas. Cambio es la palabra que mejor describe el momento actual que vivimos. Las compañías están cambiando (los millennials ocupan puestos de liderazgo más rápido de lo que lo hicieron generaciones anteriores), el mercado de consumo también (consumidores “promiscuos”, con relaciones más fluidas con las marcas, productos y empleadores). Ante esto, hemos de ser más coherentes, sensible y esenciales. Desde el liderazgo de las empresas se ha entender que el peso de los logros, también, está en continuo cambio, y las mejores prácticas hoy, serán las más básicas mañana.

10.No espere lo mejor, hágalo realidad. Muchas de los visionarios de hoy en día se topan con el escepticismo aplastante de la sociedad, pero esto no parece molestarles. Estos líderes encuentran parte de su motivación en la dificultad, no dando nada por sentado y trabajando con todo para el cambio.

Si estas interesado en profundizar en las habilidades del Liderazgo en la Era Digital te puede interesar conocer el Programa de Liderazgo 4.0 un programa creado para desarrollar y adaptar las habilidades que los líderes necesitan para hacer frente al entorno economico y social actual. 

¿Por qué la gente con talento no usa su potencial?

¿Por qué la gente con talento no usa su potencial?

Cualquier espectador de la Super Bowl puede darse cuenta de cómo los entrenadores de los equipos hablan entre ellos durante el juego gracias a unos auriculares. De hecho, en la temporada de 2016, la NFL mejoró todas las tecnologías de radio para evitar interferencias y posibles manipulaciones. Estas mejoras no habrían sido posibles sin la participación de Michelle McKenna-Doyle. McKenna-Doyle supo ver cómo muchas personas se esforzaban demasiado en sus puestos de trabajo, no porque no tuvieran el talento, sino porque se encontraban ejerciendo roles poco acordes con sus fortalezas y habilidades, sus talentos. Analizado esta situación, empezó a realizar intercambios de puestos de trabajo, algo que no fue muy bienvenido por muchos. Uno de estos casos fue el de John Cave, VP de tecnología de futbol en la Liga Nacional de Futbol. McKeena-Dooyle fue capaz de visionar un enfoque mejor del que estaba ejerciendo éste de acorde a sus fortalezas: crear un sistema tecnológico que permitiera la comunicación entre entrenadores.

Hace tiempo que los expertos alientan a utilizar los puntos fuertes, nuestros talentos. Esto es muy fácil de decir, pero no tanto de hacer. Y no porque no sepamos identificar en qué somos buenos, sino porque a menudo subestimamos lo que hacemos inherentemente bien. A menudo, estos talentos o “superpoderes” son cosas que hacemos sin esfuerzo, casi de manera refleja, como respirar. Cuando un jefe reconoce este talento y pide que hagas algo utilizándolo quizás pienses “es demasiado fácil”, y puede hacer pensar que no confía en ti para tareas más complejas o que no te valora. Porque, por mucho que seamos buenos en algo, no valoramos nuestros talentos internos tanto como aquellas habilidades que nos ha costado tanto esfuerzo conseguir.

Como líder, el reto no está solo en descubrir y ver el talento, sino en convencer a la gente de que valora su talento y de que ellos también deberían hacerlo. Así es como se empieza a formar un equipo de empleados que trae sus “superpoderes” al trabajo. Algunas preguntas útiles para identificar las fortalezas de cada miembro del equipo son:

      – ¿Qué te exaspera? Esto puede ser una señal de una habilidad fácil para él, tan fácil que frustra cuando no lo es para los demás.

      – ¿Qué cumplidos rechazas? Cuando somo inherentemente buenos en algo, tendemos a minimizarlo, como si no fuera nada; pero ha supuesto algo para el otro, por eso lo agradece. Esto momentos son útiles para detectar talentos y fortalezas que uno subestima en uno mismo, pero son valorados por los demás.

      – ¿Qué piensas cuando no tienes nada en lo que pensar? Reflexionar sobre algo es señal de que te importa. Si te importa tanto, es que debes ser bueno en ello.

Cuando las personas plantean nuevas ideas, se les puede preguntar: ¿aprovecharán así su talento? ¿Están haciendo un trabajo que se basa en sus puntos fuertes? ¿Están asumiendo proyectos que aprovechan al máximo sus fortalezas?

Una vez que cada uno ha identificado su talento, es importante asegurarse de que lo recuerdan. No se trata de ir recordando a los demás en qué son buenos, sino tenerlo presente uno mismo y utilizarlo día a día.

Formar un equipo que pueda aprovechar sus puntos fuertes comienza con el análisis. Observar a las personas, sobre todo cuando están en su mejor momento. Comprender y reconocer los talentos de cada uno puede ser un ejercicio en equipo. Entonces puedes medir nuevas ideas, nuevos productos y nuevos proyectos contra estas superpotencias colectivas, preguntando: ¿Estamos jugando con nuestras fortalezas? Cuando las personas se sienten fuertes, están dispuestas a aventurarse en un nuevo territorio, a jugar dónde otros no, y a considerar ideas para las cuales todavía no hay un mercado.

Si estás interesado en la temática de talento te recomendamos estos dos posts:

– Las nuevas tendencias en la gestión de talento

– ¿Cómo retener (e inspirar) talento en nuestra empresa? 

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