A pesar de que las organizaciones invierten más de $24 mil millones anualmente en el desarrollo de liderazgo, muchos líderes que han asistido a programas de esta índole luchan por implementar lo que han aprendido. No es porque los programas en sí sean malos, sino porque el liderazgo se aprende a través de la experiencia.
No obstante, solo ser un líder experimentado no eleva las habilidades de una persona. Muy a menudo, los líderes pueden pasar por un sinfín de experiencias y tareas, pero no aprenden realmente sobre sí mismos ni sobre su impacto.
Investigaciones han demostrado que los líderes que están en constante “modo de aprendizaje” desarrollan habilidades de liderazgo más fuertes que las de sus compañeros.
Basándonos en el ciclo de aprendizaje, podemos encontrar que los líderes que presentan una mentalidad de crecimiento trabajan diligentemente en cada una de las tres fases del ciclo de aprendizaje experiencial.
En primer lugar, los líderes establecen metas de aprendizaje desafiantes en forma de “Necesito aprender a…” Con una meta en mente, los líderes pueden identificar oportunidades para avanzar hacia ella. Un objetivo puede ser un nuevo proyecto, una asignación internacional, rotación de puestos de trabajo, o simplemente tratar de abordar las tareas rutinarias de una manera fundamentalmente diferente.
En la siguiente fase, los líderes encuentran la manera de experimentar deliberadamente con estrategias alternativas. Por ejemplo, un líder interesado en aumentar su persuasión podría experimentar con sentarse en un lugar diferente o hablar de primero o de último en una reunión crítica. Crear y aprovechar las oportunidades de aprendizaje puede ser reforzado por tener un entrenador o compañero capaz de aportar un feedback o aportación.
Finalmente, los líderes que están en modo de aprendizaje realizan autoevaluaciones de acciones tomadas, decididos a recoger información útil de los resultados de su experimentación. Reflexionar honestamente sobre lo que salió bien o mal, son iniciativas esenciales, aunque a menudo descuidadas. Esto es fundamental para aprender de la experiencia y discernir qué es en lo que debemos centrarnos en el siguiente aprendizaje.
La comprensión de estos principios es importante para las organizaciones no solo porque significa que el desarrollo de liderazgo no tiene por qué ser costoso, sino también porque significa que las habilidades de liderazgo pueden ser sistemáticamente aprendidas y practicadas.
¿Cómo pueden los líderes entrar en “modo de aprendizaje”?
Los líderes pueden analizar los resultados de sus acciones y determinar en qué capacidades y habilidades deben fortalecerse. También pueden evitar buscar constantemente lugares y tareas donde se destaquen sus fortalezas, así como el feedback que afirma su talento innato y autoestima. Simplemente se deben preguntar a sí mismos “¿Estoy en modo de aprendizaje ahora?” Esto puede ser una poderosa señal para centrarse de forma honesta y sincera en su desarrollo y desempeño de liderazgo, y así aprender verdaderamente de sus experiencias.
¿Cómo pueden las organizaciones ayudar a los líderes a entrar y permanecer en “modo de aprendizaje”?
Los líderes de la organización pueden ayudar a los líderes en ascenso a enfocarse más en ser progresivamente mejores de lo que eran antes, en lugar de compararse constantemente con otros. Pueden hacer ver los errores como oportunidades potenciales de aprendizaje en lugar de observarlos como indicadores de insuficiencia de liderazgo. En la contratación y promoción, los líderes organizacionales pueden dar prioridad a aquellos que tienen más probabilidades de crecer y desarrollarse como líderes. Por último, las organizaciones podrían llevar a cabo evaluaciones para identificar a los líderes de alto potencial, aquellos que están mejor calificados, evaluar el desempeño, etc.
La conclusión es que, al apoyar a los líderes a estar en modo de aprendizaje, las organizaciones pueden desarrollar las capacidades que los líderes necesitan para anticiparse, responder y aprender continuamente de los desafíos emergentes en la organización.
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