Una vez hemos analizado y comprendido nuestros hábitos, puedes ver más en el post 2: Analizar y comprender los hábitos, daremos paso a un nuevo tema, las emociones.
Las emociones son un componente que muchas veces queda relegado a un
segundo lugar en el análisis de las situaciones. Atender a este componente,
puede ayudar a tomar mejores decisiones, mejorar tu empatía, tu percepción
sobre el contexto, entre muchos otros.
¿Quieres saber más sobre cuáles son tus necesidades emocionales?
¡Empecemos este post!
En primera instancia hablaremos de los eventos desencadenantes ¿Qué son? Un
desencadenante es un evento, comportamiento, o circunstancia que provoca
constantemente emociones negativas y nos impulsa a la lucha o la huida. Dos
reacciones biológicas básicas de nuestra psique. Fijaos que hablamos de mente y biología como un todo.
Biológicamente estamos preparados para sentir el peligro, y todos
experimentamos desencadenantes cada día, a mayores y menores grados. Para controlar estos desencadenantes, primero debemos
ser conscientes de los sentimientos que nos surgen cuando éstos ocurren.
En relación con los eventos desencadenantes, es importante tener en
cuenta aquello que los psicólogos llaman “sesgo de negatividad”. El sesgo de negatividadsignifica que, la mente
humana reacciona a las cosas malas más rápido, fuerte y persistentemente que a
las cosas buenas equivalentes. Por
ejemplo, cuando recibes una revisión de desempeño de algún tipo en el trabajo,
¿te centras más en los comentarios positivos o negativos? ¿Pasas más tiempo
saboreando tus ganancias de las inversiones que haces, o preocupándote por tus
pérdidas? Verás que lamentablemente tenemos predisposición a las instancias
negativas.
Es por esto por lo que, para
controlar los eventos desencadenantes, es
importante, tomar conciencia
de los sentimientos que surgen cuando se
desencadena el evento, antes de actuar en ellos. Si nos sentimos obligados internamente a algo, no lo debemos hacer. Por ejemplo, las compulsiones no son fruto de nuestra decisión y rara
vez conducen a un resultado positivo. Lo que debes hacer es pasar del modo automático al modo intencional, así
serás capaz de tomar una decisión consciente sobre cómo responder.
También otro punto importante es el tema de las necesidades emocionales básicas. Ser conscientes de nuestras necesidades emocionales, sentirse valorado
y apreciado son necesidades emocionales fundamentales y cuando sentimos que
nuestro valor está en riesgo, gastamos energía defendiendo ese valor y por lo
tanto, menos energía tenemos para crear valor.
La necesidad de sentirse cuidados y seguros tiene sus orígenes en las
primeras etapas de nuestro desarrollo, lo que tiene sentido biológico, sin ser
atendidos, no sobreviviríamos.
El desarrollo emocional sano—y el nivel más alto de eficacia—requiere la
capacidad de moverse libre y flexiblemente entre la autonomía y la conexión
segura con los demás.
Poco estímulo, amor, y protección—en el trabajo o fuera de él —nos deja
sintiéndonos, inseguros, temerosos, y no preparados para funcionar eficazmente.
Por lo cual, para responder positivamente en nuestro ámbito profesional,
debemos procurarnos de encontrar en el mismo:
Estímulo – Reconocimiento – Cariño – Seguridad
Antes de finalizar este tema y dar paso al próximo: “Post 4 – Hazlo servir o deshazte de ello”, te dejamos las actividades a realizar y poner en practica lo aprendido en este post.
Actividad 1: Nuestra necesidad emocional
central es sentirse seguro. En la mayoría de los casos, las emociones negativas
se pueden remontar a la experiencia de no sentirse valorado. Piensa en la
última vez que te sentiste molesto, enojado, frustrado, ansioso, incluso
impaciente. ¿Puedes rastrearlo hasta una amenaza percibida a tu propio valor?
Vuélvete más consciente de cuánta energía gastas preocupándote, o tratando de
restaurar, o afirmando tu valor.
Actividad 2: Revise los desencadenantes más
comunes y la correlación fisiológica. Detecta que los desencadenantes aparecen
primero en nuestros cuerpos (el corazón late más rápido, opresión en el pecho o
sensación en el estómago). Reconocer la fisiología, te ayudará a reconocer
cuando se ha desencadenado un evento, simplemente por la forma en que te
sientas físicamente.
La importancia de contratar
empleados capacitados en inteligencia emocional puede ser difícil de
sobreestimar.
La investigación sugiere que a
medida que la inteligencia artificial y el aprendizaje automático toman las
tareas que tradicionalmente realizan las personas, la inteligencia emocional (IE)
desempeñará un papel importante en aquellos trabajos con poder de permanencia,
reforzando además las habilidades difíciles. Y aquellos que discuten sobre cuán
importante es la IE no la descartan como completamente irrelevante.
Pero los gerentes de contratación
a menudo tienen dificultades para evaluar la inteligencia emocional de los
candidatos.
Existen ciertas preguntas que
pueden brindarte información clave. Pero antes, es preciso entender cómo se
constituye inteligencia emocional. Daniel Goleman, autor del libro Inteligencia
emocional, divide el concepto en «competencias emocionales» que
incluyen autoconciencia, autogestión, conciencia social y gestión de
relaciones.
El objetivo es formular preguntas
que brinden información sobre los cuatro ámbitos de las competencias
emocionales del talento potencial.
Pregunta 1: ¿Cómo se establece
la confianza?
Para que los equipos de trabajo
tengan éxito, sus empleados deben confiar entre sí. Se ha descubierto que los
entornos de alta confianza promueven una mayor participación de los
trabajadores y, en el extremo opuesto, cuando la confianza se ve comprometida,
las personas «se retiran y se desvinculan».
Crear confianza requiere
múltiples competencias de inteligencia emocional. Significa comprender lo que
la otra persona está expresando, sentir lo que está sintiendo, ser consciente
de su propio comportamiento y modificar su conducta con cada individuo. Esta
pregunta es una gran oportunidad para probar cuánto piensa un candidato en
todos estos elementos.
Pregunta 2: Si trabajaras para
tu principal competidor, ¿cómo te ganarías?
Es importante dar la oportunidad
de compartir las fortalezas e historias de éxito. Incluso puedes preguntar cuál
es su super poder. Si saben en qué son buenos, podrán duplicarlo y aprovechar
esa fortaleza en su trabajo. Pero las personas con una IE alta también saben
cuál es su kriptonita: sus puntos débiles. Es parte de la autoconciencia. Y
deberían pensar cómo esos puntos débiles pueden afectar al equipo y a la
organización en general.
Esta pregunta les da a los
candidatos la oportunidad de mostrar su habilidad para poner el bien de la
organización por delante de su propio orgullo. Y al enmarcarlo de esta manera,
estás invitando al entrevistado a ver su propio trabajo desde el exterior. La
capacidad de tomar la perspectiva de otra persona es una habilidad crucial de
la IE.
Pregunta 3: ¿Puedes usar una
declaración de creencias para explicar el valor de lo que ofrecemos?
Cada vez más, los empleados y
clientes acuden en masa a empresas que tienen un propósito social, un deseo de
hacer algo bueno por el mundo, además de sus motivos de lucro.
Si tu empresa tiene un propósito,
un candidato que se haya preparado para la entrevista probablemente lo sabrá.
Pero pedirles que reciten una línea que leyeron en alguna parte de la página
web corporativa no te dirá mucho. Por ello es mejor pedir a las personas que
usen una declaración de creencias que se encuentre en el corazón de lo que
ofrece una organización o equipo. Esta es una oportunidad para ver cómo piensa
el candidato a través del concepto. Y, además, te permitirá ver cómo reaccionan
al recibir orientación o feedback. La curiosidad y la disposición a aprender
son buenas señales de inteligencia emocional.
La declaración de creencias del
candidato debe expresar empatía con las necesidades de los clientes o
empleados.
No hay una prueba infalible para
medir la inteligencia emocional. Cada una de estas preguntas es una oportunidad
para involucrar a nuevos talentos en un diálogo para evaluar cómo incorporan
diferentes principios de inteligencia emocional en su trabajo y qué tan cómodos
se sienten al abarcar las competencias emocionales que son fundamentales para tu
equipo o negocio. Cuanto más incorpores este tipo de preguntas en el proceso de
contratación, más fuerte será su Inteligencia Emocional interna.
La autoconciencia y el autoconocimiento son dos factores clave de esta inteligencia emocional. Aprende más sobre ambos en nuestro Curso de Autoconocimiento y Productividad.
Después de ver, analizar y aprender con el Post 1: Se consciente del valor de la energía en nuestras vidas. Damos comienzo a estePost 2:Analizar y comprender los hábitos, donde trataremos los hábitos, un aspecto clave en la salud, el aprendizaje, los logros y la felicidad, siendo esteun paso más en el camino de:
Las personas sobrevaloramos nuestras capacidades de voluntad y
disciplina, incluso cuando la
necesidad de cambio es obvia y nuestras intenciones son fuertes, a menudo nos
quedamos cortos. Hacer cambios
duraderos requiere construir rituales positivos y comportamientos altamente específicos que se vuelven automáticos con
el tiempo y ya no requieren intención consciente.
Las personas somos criaturas de hábito: el 95% de nuestros comportamientos ocurren automática e
inconscientemente y solo el 5% de nuestras acciones son seleccionadas
conscientemente.
Cuanto más se repiten y se convierten en
rutina nuestros comportamientos/hábitos, más ocurren sin esfuerzo consciente y
menos energía necesitan.
¿Quieres conocer tips
para empezar a construir un hábito positivo?
Aquí te dejamos algunos…
Tip 1: NO HAGAS MÁS DE LO QUE PUEDAS
La primera clave para el desarrollo de
rituales que generen un hábito es no llevar a cabo más de uno o dos a la vez.
Tiene más sentido invertir nuestra limitada fuerza de voluntad en crear un
ritual que perdure que difundirlo a través de varios comportamientos nuevos,
aumentando la probabilidad de que todos ellos fracasen.
Tip2: PRECISIÓN Y ESPECIFICIDAD
La clave para construir hábitos exitosos es
definir los comportamientos de una manera muy precisa y hacerlos en momentos
específicos designados. Los investigadores de automaticidad han descubierto el
poder de algo que ellos llaman «intenciones de implementación». Al
definir con precisión cuando vamos a emprender un comportamiento, reducimos la
cantidad de energía que tenemos que gastar para lograrlo.
Tip 3: LO QUE SE RESISTE PERSISTE
La tercera clave para construir hábitos es
enfocarnos en algo que hacemos en lugar de algo que continuamente tratamos de
resistir hacer. Una dieta, por ejemplo, funciona mucho mejor cuando elegimos de
antemano exactamente lo que vamos a comer en lugar de simplemente resistir
alimentos tentadores todo el día. El poder de un ritual es en parte el hecho de
que es un acto afirmativo claramente definido.
Tip 4: ESPERAR A LA RESISTENCIA
La cuarta y quizás más paradójica clave para
construir hábitos es esperar que la resistencia a ellos surja a lo largo del
camino. ¿Qué es lo que realmente queremos y qué haremos por conseguirlo? Ten
en cuenta que obtenemos un sentido de seguridad al repetir lo que siempre hemos
hecho, incluso si es subóptima e incluso si tiene el potencial de dañarnos a
largo plazo. Fumar, comer en exceso, microadministrar, y constantemente
comprobar el e-mail puede servir como maneras de disminuir los sentimientos de
ansiedad. A corto plazo, estos comportamientos proporcionan una fuente de
confort y alivio. Si nos ayudan a superar nuestros días y noches, no los
abandonamos fácilmente, incluso cuando reconocemos racionalmente que son
costosos y disfuncionales a largo plazo.
Tip 5: COLABORACIÓN
La siguiente clave para establecer rituales
con éxito es conseguir el apoyo de los demás. Cuando usted hace un compromiso
con alguien más para cambiar un comportamiento específico, crea un nivel más
alto de responsabilidad.
Una vez hemos finalizado el Post 2:Analizar y comprender los hábitosy antes de que avances al Post3: Entender y saber afrontar nuestras necesidades emocionales de este camino sobre la energía personal, te dejamos las actividades para que pongas en prácticas los conocimientos adquiridos hasta el momento:
Actividad 1:Reflexiona
sobre un momento en el que has logrado un cambio en tu vida o has adoptado un
nuevo comportamiento. ¿Qué ha hecho posible hacerlo? Ahora piensa en un cambio
que has intentado, pero no has logrado hacer. ¿Cuál fue la diferencia entre el
éxito y el fracaso?
Actividad 2:Identifica
un nuevo comportamiento que te gustaría instaurar. ¿En qué días y en qué
momentos te gustaría lograrlo? Sabemos que la gente es exponencialmente más
exitosa haciendo cambios cuando los emprenden en tiempos precisos y
programados.
Un nuevo enfoque para la toma de decisiones en equipo puede conducir a mejores resultados
En ciertas organizaciones pueden
observarse problemas de desempeño, entre los que destaca un problema:
ejecutivos corporativos que regularmente hacen promesas a los accionistas sobre
los ingresos y las ganancias que saben que son imposibles. Se trata de empresas
con una cultura que desdeña las malas noticias [y] contribuye a pronósticos
demasiado optimistas y estrategias fallidas. En estos casos, se podrían haber
evitado miles de millones de dólares de destrucción de valor si las decisiones
de los líderes son mejores informadas y las expectativas de los empleados más cercanas
a la realidad.
Esto puede sonar como una tarea
difícil, especialmente para organizaciones grandes, pero existe un método
sorprendentemente manejable para registrar y analizar las expectativas de los
individuos, que ha mejorado la toma de decisiones y la gestión de riesgos, e
incluso han informado la oferta central a los clientes.
¿De dónde partimos?
Muy a menudo, en las organizaciones
(y más si son grandes y con un alto número de empleados y equipos), las expectativas
de los miembros de la organización son muy divergentes. Así, existen varias
versiones de cuánto crecimiento es posible y cómo llegar allí, y, por supuesto,
las opiniones cambian. Esto dificulta la toma de decisiones.
Ante esto, es importante que los
miembros del grupo puedan expresar sus expectativas, pero también sean capaces
de ver y entender dónde se encuentra el equipo en su conjunto. La clave está en
conseguir que todos los miembros del equipo se sientan escuchados y a la vez
sean más conscientes de los puntos de vista de los demás.
¿Por qué?
1. La alineación de decisiones
y la calidad mejoran cuando registra las expectativas. Cuando se registran las
expectativas individuales junto con los supuestos clave detrás de ellas, se
hacen visibles diferencias importantes. Una persona podría ver 2 + 2 como el
problema a resolver, otra podría ver 1 + 3 y otra podría pensar que es 5-1.
Incluso si todos llegan a la misma respuesta, registrar y luego discutir la
variedad de caminos que los diferentes interesados esperan, obliga a todos a
pensar de nuevas maneras. Y a menudo el equipo termina concluyendo que 1 + 5 es
el punto de partida correcto, y por lo tanto llega a una decisión diferente,
inesperada y mejor.
2. Mirar solo los resultados
pasados es una forma defectuosa de gestionar el riesgo. Las empresas
tienden a medir los riesgos de decisiones pendientes al observar los resultados
de decisiones pasadas porque esos resultados son conocidos. Los analistas
analizan detenidamente todo, incluidas las ganancias, los márgenes, el volumen,
el precio y el costo, y utilizan esos puntos de datos para evaluar las perspectivas
de la nueva decisión. Este enfoque tiene dos defectos. Primero, el riesgo
depende del contexto, y la situación actual puede presentar obstáculos o
restricciones completamente diferentes. En segundo lugar, para que una
evaluación retrospectiva sea realmente valiosa, necesita una gran muestra de
resultados de decisiones relevantes tomadas en el pasado. Es raro que una
empresa tenga un número estadísticamente significativo de personas a las que
recurrir.
La recopilación de expectativas
independientes de cada parte interesada cambia el enfoque de todos hacia el
punto de interés real: cómo es probable que la decisión en cuestión se
desarrolle en el futuro. Esas expectativas siguen siendo esencialmente
conjeturas, pero están vinculadas al contexto apropiado; vienen de partes
informadas; y reflejan una variedad de perspectivas, lo que ayuda a protegerse
contra los prejuicios individuales y el pensamiento grupal.
Al considerar un rango de
expectativas en los aportes clave, los líderes y sus equipos también pueden
anticipar mejor dónde las sorpresas, tanto positivas como negativas, podrían
alterar el resultado deseado.
3. Los líderes y sus equipos
crecen como tomadores de decisiones cuando registran las expectativas. Si
bien un panel de control puede simplificar el proceso de registro y análisis de
expectativas, no puede borrar el elemento humano. No puede obligar a las
personas que temen el desacuerdo constructivo a ofrecer voluntariamente sus
estimaciones. No puede consolar a alguien cuyas expectativas a menudo varían
ampliamente del resto del equipo. Solo los líderes pueden abordar esos
problemas, y para hacerlo, deben reconocer que la toma de decisiones es una
habilidad. Las personas necesitan retroalimentación para desarrollarla. Tener
información sobre cómo se cumplieron las expectativas detrás de sus decisiones
les brinda esa retroalimentación.
Registrar las expectativas y
compararlas con los resultados reales a lo largo del tiempo puede revelar los
prejuicios y puntos ciegos habituales de un líder o equipo.
Tomar mejores decisiones requiere
práctica. Para facilitar la aceptación de esta estrategia, es importante
articular claramente los beneficios y hacer que sea seguro para las personas
dejar al descubierto sus expectativas. El liderazgo positivo puede ayudar a
mostrar a los empleados que registrar y analizar datos conduce a una toma de
decisiones más inclusiva y, por lo tanto, mejor.
De este modo, implementar este tipo de métodos en tu equipo ayudará a obtener mejores resultados, mejorando la productividad y el bienestar de sus miembros. Si quieres descubrir más claves para gestionar mejor a tus equipos, únete al Curso Equipos 4.0.
¿Alguna
vez has tenido el pensamiento “no tengo tiempo” o la sensación de que lo único
que quieres hacer desde que te levantas es volver a la cama a descansar?
Estos puntos, entre muchos otros, son esenciales para entender y abordar
el tema que trataremos: la energía
personal.
Hemos construido un camino, para que, a lo largo de
estas próximas semanas, aproveches de manera sistemática los conocimientos
suficientes acerca de tu energía personal. Para ello, hemos dividido el contenido en ocho
entregas, donde esta es la primera de ellas. Aprenderás sobre tu energía física,
energía emocional y energía espiritual, además tendrás actividades al final de cada
entrega para poner en práctica lo aprendido. ¡No te pierdas ninguna!
Post 1: Se consciente del valor de la energía en nuestras vidas
Post 2: Analizar y comprender los hábitos
Post3: Entender y saber afrontar nuestras necesidades emocionales
Post 4: Utilízalo o deshazte de ello
Post 5: El valor de descansar y del sueño
Post 6: Creación de impulsos
Post 7: ¿Quién eres y qué quieres realmente?
Post 8: Sé consciente de tu entorno y adáptate
La energía personal
nos permite ilusionarnos, comprometernos con lo que hacemos o simplemente,
sentirnos bien. Sin duda la energía
personal es nuestro recurso más valioso.
Generalmente cuando agotamos nuestra energía culpamos al estrés,
aunque no siempre es por el estrés, en algunas ocasiones el problema es que
no hemos dedicado esfuerzo o tiempo a recuperarla. Hagamos un símil con el dinero si siempre
sacamos y no ingresamos tendremos un saldo poco favorable, pues con la energía
ocurre lo mismo. Por ello, una actitud disciplinada para encontrar modos de
recuperarla es uno de los mejores favores que podemos hacernos si queremos
sentirnos bien.
La forma en que trabajamos no está
funcionando, ni en nuestras vidas personales ni en las organizaciones.
La mayoría de las culturas corporativas se caracteriza por trabajar con
urgencia, y ésta socava la deliberación reflexiva, la creatividad, el
compromiso y el rendimiento elevado sostenible. Corremos más rápido,
estiramos más los brazos y seguimos trabajando hasta más y más tarde.
Toda esta actividad furiosa exige
una serie de costes silenciosos: menos capacidad de atención focalizada,
menos tiempo para una tarea determinada, y menos oportunidad de pensar
reflexivamente y a largo plazo. Cuando finalmente llegamos a casa por la noche,
tenemos menos energía para nuestras familias, menos tiempo para
relajarnos y menos horas para dormir. Volvemos al trabajo cada mañana
sintiéndonos menos descansados, menos comprometidos, y menos capaces de
concentrarnos. Es un círculo vicioso que tenemos que cortar.
¿Y
cómo puedo hacerlo?
A lo largo de esta aventura trabajaremos básicamente nuestra energía personal: como analizarla, reestablecerla, ser eficiente con ella… Una vez finalizada, podrás apuntarte al curso: Gestiona tu energía y no tu tiempo, en el cual encontrarás 20 capítulos disponibles, con más lecturas, más videos, más actividades… y con feedbacks personalizados.
¿Quieres
empezar? ¡Adelante!
Te dejamos la
primera de muchas actividades que podrás realizar después de cada entrega:
Reflexione sobre las cuatro necesidades energéticas clave: sostenibilidad (física); seguridad (emocional); autoexpresión (mental); y significado (espiritual).
¿Qué tan bien estás satisfaciendo estas necesidades?
¿Dónde sientes que estás quedando corto? ¿Cuáles son los costos para ti y para
otros en tu vida?
Es normal experimentar emociones en el trabajo: frustración, ira, miedo, emoción. Pero la forma en que los líderes manejan estos sentimientos puede contribuir en gran medida a crear (o destruir) un clima laboral fuerte y motivar o desalentar a los empleados. Es esencial que los líderes desarrollen la capacidad de regular sus emociones, pero tal vez no de la forma en que podrías pensar.
Los líderes que regulan bien,
hacen bien
Investigaciones realizadas sobre regulación
emocional sugieren que la capacidad del líder para controlar sus emociones
determinará la moral y la motivación del equipo. De todas las facetas de la
inteligencia emocional, la regulación de la emoción puede ser la
«habilidad maestra». La forma en que un líder maneja las emociones es
fundamental para determinar si el resultado para el equipo será positivo o
negativo.
Las personas tienden a regular
sus emociones de dos maneras: supresión o reevaluación.
La supresión es lo que
hace la mayoría de las personas: esconde sus sentimientos y pretende no
sentirse molesto. Si bien esta es una estrategia popular, en realidad conduce a
una serie de resultados negativos para la persona: menos relaciones cercanas,
más emociones negativas, menos apoyo social, menor satisfacción con la vida,
menos memoria y mayor presión arterial. Además, eleva la respuesta al estrés de
otras personas.
Dados los impactos negativos de
la supresión, podríamos pensar que expresar plenamente nuestras emociones puede
ser una estrategia más efectiva. Sin embargo, hacerlo también podría tener
consecuencias destructivas.
La reevaluación, o
reevaluación de una situación emocional, puede ser la estrategia más efectiva.
Los resultados son mejores
para el líder y los miembros de su equipo.
Los líderes que tienden a
reevaluar más a menudo experimentan menos emociones negativas en general que
los líderes que tienden a reprimir sus emociones. Además, los líderes de
reevaluación consiguen climas de equipo más positivos, caracterizados por la
confianza, la comunicación y la motivación.
La regulación de la emoción es
una competencia clave demostrada por los líderes exitosos. Esto está
relacionado con el hecho de que uno de los puntos de referencia de un líder
fuerte es la capacidad de gestionar e influir en los estados emocionales de las
personas con quienes trabaja. Los líderes deben ser capaces de inspirar e
inculcar confianza en sus seguidores para ayudarlos a mantener la motivación y
hacer frente a las dificultades. Para ser efectivos en esta tarea complicada,
deben poder regular sus propios sentimientos de manera efectiva.
Ejercita tu músculo de
reevaluación
La reevaluación puede parecer
difícil de hacer en tiempos de crisis. Una técnica que ayuda es pensar en el
problema como un desafío y no como una amenaza. Evaluar los problemas como un
desafío, en lugar de una amenaza, ayuda a las personas a concentrarse en la
tarea en cuestión y a considerar los pasos que deben tomar para tener éxito. Un
marco de desafío crea resiliencia ante el estrés.
En contraste, percibir un
problema como una amenaza se ha relacionado con una disminución del rendimiento
y la motivación, así como con un aumento de los niveles de estrés.
Cuando los niveles de estrés son
altos, una forma rápida de recuperar la calma es a través de la respiración
profunda. Algo tan fácil como respirar, puede hacer una enorme diferencia para tus
equipos. Las inhalaciones aumentan el ritmo cardíaco y la presión arterial,
mientras que las expiraciones disminuyen su velocidad. Un ejercicio fácil que se
puede hacer incluso en medio de una reunión es exhalar el doble de tiempo que se
inhala.
Entonces, ¿cómo puede el líder estar mejor preparado para situaciones de alto riesgo cuando más necesita regularse? Practica estos ejercicios en situaciones de bajo estrés, a diario, para estar preparado cuando las cosas se pongan estresantes.
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