Cinco reglas para liderar en un mundo digital

Cinco reglas para liderar en un mundo digital

¿Sabías que vivimos en un momento de cambio rápido y constante? Esto requiere un nuevo modelo de liderazgo.

Para poder conseguirlo las organizaciones ahora deben volverse más agiles y centradas en el cliente, y todos esos modelos de control deben dar paso a un liderazgo distribuido. Aun así, hay muchos líderes que no quieren perder ese poder, o temen que se produzca el caos si hay menos autoridad. Pero la realidad es que si no evolucionan rápidamente se arriesgan a la extinción.

Los líderes de hoy deben inspirar a sus organizaciones para resolver grandes problemas. Para poder lograr esto, aquí te planteamos 5 claves para conseguir el modelo de liderazgo emergente.

1.Comunica tu firma de liderazgo:

Cuando las cosas cambian, la gente busca alguien que les lidere, buscan estabilidad y temen el desorden, quieren sentirse seguros y para esto, no solo quieren ver a alguien como líder, sino saber su firma como líder, es decir quién eres, como trabajas, que valoras, etc.

La clave es entender y comunicar tu propia y única forma de liderar dada tu experiencia, valores, fortalezas y personalidad. Pero ¿cómo descubres tu liderazgo? ¿tu firma?

Primero piensa en lo que haces día a día como líder ¿te enfocas más en las tareas o en las personas?, ¿eres un líder visual (visiblemente al frente) o un líder que se queda en segundo plano? ¿fomentas la experimentación y la innovación?

En segundo lugar, pregunta a las personas que trabajan contigo como describirían tu liderazgo, puedes hacer una encuesta de 360 grados.

Finalmente, considera el impacto que tienes ¿estas cambiando la cultura?

2.Se un sensmaker:

En un entorno cambiante, la creación tiene un sentido más importante que nunca. Sensemakins es el proceso de crear significado de lo desordenado de nuestro alrededor. Esto sucede cuando algo de nuestro entorno ha cambiado, entonces le intentamos dar sentido a lo que sucedió para recopilar datos, aprender de otros y buscar patrones para crear un nuevo mapa.

Los líderes deberían pensar sobre qué sentido adicional necesitan crear para mantenerse al día con los mercado cambiantes, tecnologías, modelos de negocio o mano de obra.

3.Crea equipos X:

Cuando preguntamos lo que convierte un equipo en efectivo y de rendimiento, la mayoría de los ejecutivos hablan de ideas que se explicaron en cursos de formación de equipos o que se han escrito en textos, donde se hablaba de objetivos claros, roles, confianza, relaciones interpersonales, etc.

Pero las investigaciones muestran que las pautas son solo la mitad del proceso. Los líderes deberían construir un nuevo tipo de equipo, el equipo X, para fomentar la velocidad, la innovación, y ejecución. Estos miembros de los equipos X sirven como embajadores organizacionales para buscar talento y recursos, alinear las actividades del equipo con los objetivos estratégicos, y coordinar tareas. Al hacer esto, crean una estructura dinámica que puede responder a nuevos problemas y oportunidades que surgen.

4.Reemplazar tendencias tóxicas con un desafío liderazgo:

Los líderes tóxicos son cada vez más comunes. Líderes que denigran subordinados y tienen una reputación de ser hipercríticos, agresivos, inmorales e insensibles. Al final, con el tiempo, otras personas y equipos o incluso la organización acaban adoptando estos mismos comportamientos que erosionan la confianza y reducen la eficacia.

El liderazgo tóxico puede lograr resultados a corto plazo, pero con el tiempo el rendimiento se deteriora a medida que las personas comienzan a darse cuenta de cómo han sido manipulados y buscan maneras de lidiar con la negatividad. La buena noticia es que con autoconciencia y algunos comentarios, los líderes pueden arrojar estas tendencias y avanzar hacia un liderazgo impulsado por el desafío. Necesitan pensar sobre cómo pueden replantear su trabajo alrededor de tales desafíos y dejar su egos en la puerta.

5.Construye los sistemas para hacer todo esto posible.

Los líderes exitosos de nuestros tiempos tendrán que construir organizaciones en que los pasos anteriores puedan tener lugar. Esto implicará contratar y desarrollar tres tipos de líderes:

  • Los líderes emprendedores, son el motor de la innovación, asumen el sentido necesario para descubrir nuevos productos y procesos, mientras se crean los equipos X para hacerlos realidad.
  • Los líderes habilitadores tienen una perspectiva más amplia, para que puedan identificar proyectos similares dentro de la empresa y oportunidades de colaboración fuera de ellas.
  • Los líderes arquitectos cultivan sistemas, estructuras y una cultura que permite a las personas explorar posibilidades y tomar decisiones de forma autónoma sin el caos.

Este nuevo modelo de liderazgo significa desacoplar la autoridad de posiciones formales y que todos tomen una mentalidad estratégica y una creencia en inteligencia colectiva. Los líderes pueden encontrar difícil aceptar las cinco reglas, pero hacerlo les permitirá desatar el talento de muchos al servicio de la innovación estratégica y resiliencia organizacional.

Como gestionar los equipos virtuales. 2ª Entrega

Colaboración

Siguiendo con lo que hablamos en la primera entrega del post, la conclusión a la que llegamos es que la calidad de los procesos relacionados con las tareas parece ser un factor importante para decidir si la dispersión se convierte en un pasivo o una oportunidad en los equipos virtuales.

Además de los procesos relacionados con tareas, las empresas deben garantizar que los miembros del equipo se comprometan con los objetivos generales, se identifiquen con el equipo y apoyen activamente su espíritu. Es decir, los procesos socioemocionales también son importantes. Sobretodo en equipos físicamente dispersos, donde las diferencias interpersonales son una mayor amenaza para la estabilidad social del equipo debido a la mayor dificultad para resolver conflictos a través de las fronteras geográficas.

Dichas dificultades pueden, a su vez, desmotivar a los miembros para que no contribuyan completamente, poniendo en peligro el rendimiento del equipo. Los procesos sociales que aumentan la cohesión del equipo, la identificación y la comunicación informal pueden evitarlo al ayudar a establecer y mantener vínculos interpersonales que permiten a un grupo enfrentar mejor los conflictos.

Los procesos sociales son capaces de mejorar el rendimiento de los equipos virtuales y situados. Sin embargo, no hay indicación de que los equipos virtuales con procesos socioemocionales favorables superen a los equipos situados con niveles similares de los mismos procesos. Así, aunque los procesos socioemocionales no son un factor diferenciador, probablemente faciliten más procesos relacionados con tareas (y, por lo tanto, mejoran indirectamente el rendimiento de los equipos virtuales) mediante, por ejemplo, una mayor transferencia de conocimientos y una mejor resolución de los conflictos de equipo.

Lo que se debe y lo que no se debe hacer para gestionar la dispersión

Para mejorar el desempeño de tus equipos, necesitas implementar los mecanismos apropiados para impulsar los procesos socioemocionales y los relacionados con las tareas. Especialmente para los equipos virtuales, los líderes deben prestar especial atención a los procesos relacionados con tareas que aprovecharán el conocimiento especializado y la experiencia de dichos grupos. Las siguientes lecciones clave pueden ayudarte a maximizar el rendimiento de tus equipos virtuales:

  • No subestimes el significado de las distancias cortas.

El rendimiento es notablemente menor para los equipos con personas ubicadas en el mismo edificio, pero en pisos diferentes en comparación con los equipos donde todos los miembros están en el mismo piso. Esto es cierto con respecto a la efectividad (es decir, la calidad del rendimiento del equipo) y la eficiencia (en términos de tiempo y costo). Los líderes de los equipos subestiman regularmente la importancia de las pequeñas distancias. Tienden a tratar a los miembros del equipo ubicados en diferentes pisos o en un edificio adyacente como si estuvieran en una proximidad directa, y no reconocen los efectos negativos de estas distancias comparativamente pequeñas. En contraste, los grupos que están dispersos en un país o continente son más conscientes de su situación y pueden hacer esfuerzos adicionales para mejorar procesos vitales como la comunicación y coordinación relacionadas con la tarea.

  • Enfatiza las habilidades de trabajo en equipo.

Claramente, una de las razones clave para organizar un equipo disperso es recurrir al conocimiento superior que reside en ubicaciones remotas. Pero muchas empresas cometen el error formar estos equipos principalmente sobre la base de la experiencia y la disponibilidad de las personas. En cambio, los líderes también deben considerar las habilidades sociales, un requisito previo importante para un buen trabajo en equipo, como una parte mucho más fundamental del catálogo de requisitos. En otras palabras, no es realista reunir a personas de diferentes ubicaciones con la expectativa de que sabrán automáticamente cómo colaborar en un entorno virtual.

Los grupos con niveles crecientes de dispersión también son cada vez más dependientes de su nivel de trabajo en equipo, específicamente, su capacidad para realizar procesos clave como el apoyo mutuo, la comunicación y la coordinación. Para que los equipos virtuales alcancen su mayor potencial (y aprovechen su diversidad funcional y estructural), los miembros deben, ante todo, establecer una base para el intercambio efectivo de sus diferentes capacidades, todo lo cual requiere habilidades relacionadas con el trabajo en equipo. De lo contrario, es muy probable que el equipo virtual tenga un peor desempeño que un equipo situado. Por lo tanto, los líderes deben considerar las habilidades de trabajo en equipo como un atributo necesario al seleccionar a los miembros de un equipo virtual.

  • Promueve el auto-liderazgo en todo el equipo.

Más allá de las habilidades sociales, los líderes deben garantizar que los equipos dispersos tengan capacidades de liderazgo de amplia base. Cuando un grupo está muy cerca, un líder individual puede detectar más fácilmente las deficiencias en el trabajo en equipo y abordarlas con un estilo directivo práctico. La dispersión geográfica y la diversidad cultural hacen que sea difícil para cualquier líder individual asegurar que el equipo esté funcionando de manera efectiva. Para que un equipo virtual tenga éxito, los miembros generalmente necesitan ser conscientes de las dificultades de la colaboración dispersa y encontrar formas efectivas para superar esos obstáculos por sí mismos. Esto pone en manifiesto la necesidad de que las personas sean más autosuficientes en la forma en que gestionan su propio trabajo porque el líder del equipo tiene menos posibilidades de ayudar.

  • Programa reuniones presenciales.

Las reuniones periódicas cara a cara de miembros dispersos del equipo pueden ser particularmente efectivas para iniciar y mantener procesos sociales clave que alienten la comunicación informal, la identificación y la cohesión del equipo.

Una reunión de inicio del proyecto, por ejemplo, puede usarse para reunir a todos en un solo lugar durante varios días para que las personas puedan desarrollar un entendimiento compartido de la tarea en cuestión y comenzar a identificarse con el equipo. Estos procesos, a su vez, apoyarán la colaboración de tareas durante el proyecto. Las empresas también deben recordar que las interacciones informales pueden ser tan importantes como las formales, si no más.

  • Fomenta una «cultura global».

Una mentalidad global, en la que las personas se ven a sí mismas como parte de una red internacional, ayuda a proporcionar un entorno propicio para equipos dispersos. En consecuencia, los gerentes y los miembros del equipo deben reconocer y enmarcar a su empresa como tal, comunicando la naturaleza internacional de las operaciones y los mercados de la organización. Varias estrategias de recursos humanos pueden ayudar a fomentar esa mentalidad, incluidas las asignaciones temporales de personal en lugares extranjeros y la capacitación intercultural.

La sabiduría convencional sugiere que el desempeño de los equipos sufre con niveles crecientes de dispersión. Debido a eso, los líderes típicamente han visto la dispersión como un pasivo en lugar de una oportunidad. Pero la dispersión puede proporcionar beneficios sustanciales si las empresas pueden aprovechar la diversidad y la experiencia variada de los miembros del equipo en diferentes ubicaciones.

De hecho, los equipos virtuales pueden superar a sus homólogos situados cuando se configuran y administran de la manera correcta.

En otras palabras, una empresa no puede simplemente reunir un equipo disperso y esperar lo mejor; también debe garantizar que el grupo tenga implementados los procesos socioemocionales y relacionados con las tareas. Solo entonces los equipos virtuales pueden integrar efectivamente el conocimiento disperso para aprovechar su diversidad cultural y estructural, evitando así algunos de los inconvenientes de la dispersión al tiempo que cosechan sus beneficios.

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Como gestionar los equipos virtuales. 1ª Entrega

Colaboración

Los equipos dispersos pueden superar a los grupos centralizados. Para tener éxito, sin embargo, es necesaria una colaboración virtual que debe gestionarse de maneras específicas.

Los equipos son los bloques de construcción típicos de una organización: proporcionan a las empresas los medios para combinar las diversas habilidades, talentos y perspectivas de un grupo de individuos para lograr los objetivos corporativos. En el pasado, los gerentes solían colocar a los miembros del equipo en función de los altos niveles de interdependencias que son inherentes al trabajo en grupo. Sin embargo, cada vez más compañías están empezando a organizar proyectos a distancia, con equipos formados por personas que están ubicadas geográficamente dispersas, de diferentes orígenes culturales, que hablan diferentes idiomas y con diferentes sistemas de valores.

La dispersión en los equipos ha sido considerada como el hecho de que los miembros de este no se reúnan nunca en persona. Pero la dispersión no es solo una cuestión de grado; también es una cuestión de estilo. La mayoría de los equipos están dispersos en algún nivel. Pueden estar separados espacialmente (desde «a lo largo de la sala» hasta «dispersos en todo el mundo»), separados temporalmente (que abarcan diferentes zonas horarias), desiguales desde el punto de vista de la configuración (por ejemplo, cinco miembros en una ubicación y dos en otra) y culturalmente diversos. E incluso los grados más pequeños de dispersión, como trabajar en diferentes pisos en el mismo edificio, pueden afectar en gran medida a la calidad de la colaboración.

Los equipos virtuales ofrecen enormes oportunidades a pesar de sus mayores desafíos gerenciales. De hecho, con los procesos apropiados implementados, los equipos dispersos pueden superar significativamente a sus contrapartes no dispersas.

Las dos caras de la dispersión

El nivel de dispersión de un equipo no está predeterminado ni es fijo; más bien, es un parámetro de diseño organizativo que las empresas pueden establecer y ajustar. Al tomar tales decisiones, los líderes deben tomar en consideración las diferentes ventajas y desventajas de la separación.

No es sorprendente que la colaboración a distancia es más difícil que en un entorno de ubicación. Los problemas potenciales incluyen dificultades en la comunicación y coordinación, confianza reducida y una mayor incapacidad para establecer un terreno común. En contraste, la proximidad tiende a promover una comunicación más frecuente y el desarrollo de relaciones interpersonales más cercanas y positivas.

De hecho, la presencia física regular de los compañeros de trabajo mejora los sentimientos de familiaridad y cariño de las personas, y las frecuentes interacciones informales sirven para fortalecer los lazos sociales. Por el contrario, la distancia física disminuye la cercanía y la afinidad, lo que conduce a un mayor potencial de conflicto. La distancia también conlleva otros problemas, como que los miembros del equipo tengan que negociar múltiples zonas horarias y les exijan que reorganicen sus días laborales para adaptarse a los horarios de otros. En tales situaciones, puede surgir la frustración y la confusión, especialmente si los compañeros de trabajo no están disponibles regularmente para discutir o aclarar los problemas relacionados con la tarea.

Por otro lado, la dispersión tiene potencialmente ventajas sustanciales. Primero, para llevar a cabo actividades cada vez más complejas, como la investigación y el desarrollo, las compañías tienden a agrupar sus competencias en diferentes centros de excelencia, que a menudo están dispersos geográficamente, aunque forman parte de una empresa internacional. Dentro de cada uno de estos centros de competencia, la profundidad de la experiencia tiende a ser muy fuerte, mientras que la diversidad de los antecedentes funcionales es relativamente débil debido a la especialización. Los gerentes pueden aprovechar esta estructura organizativa reuniendo empleados de diferentes ubicaciones en dichas redes para crear un equipo que pueda integrar de manera óptima los diferentes grupos de expertos para realizar una tarea en particular.

En segundo lugar, las empresas pueden aprovechar la mayor heterogeneidad que es inherente a la naturaleza de los equipos dispersos. Los equipos virtuales tienden a incorporar niveles más altos de diversidad estructural y demográfica que los equipos situados, y ambos tipos de diversidad pueden ser altamente beneficiosos. La diversidad estructural es una consecuencia directa de tener miembros de equipos de múltiples ubicaciones asociadas con diferentes unidades de negocios e informes a diferentes gerentes y puede ser muy valiosa para los equipos, ya que expone a los miembros a fuentes heterogéneas de experiencia laboral, comentarios y oportunidades para establecer contactos. Además, los miembros de los equipos virtuales a menudo tienen diversas nacionalidades. Si bien esa diversidad puede complicar la dinámica del equipo, también puede mejorar la capacidad general de resolución de problemas del grupo al aportar más puntos de ventaja para un proyecto en particular.

Rendimiento de los equipos dispersos vs. situados

Estudios realizados al respecto han encontrado que la dispersión perjudica el rendimiento. A menudo, los equipos dispersos no realizan procesos importantes de manera efectiva y, por lo tanto, no pueden realizar su potencial. Pero dado el hecho de que los equipos virtuales se han convertido en una realidad cada vez mayor para muchas compañías, los líderes deben comprender cómo maximizar los beneficios de la dispersión y minimizar sus desventajas.

Debemos preguntarnos entonces:

  • ¿Cuándo los equipos virtuales superan a los situados?
  • ¿Cómo deben las empresas gestionar equipos dispersos?

Los impulsores clave del desempeño son ciertos procesos cruciales de equipo que, por ejemplo, ayudan a coordinar el trabajo y facilitan la comunicación entre los miembros. De hecho, encontramos que los equipos virtuales con tales procesos pueden superar a sus contrapartes situadas.

En general, los procesos de equipo se pueden clasificar en dos categorías:

  • Relacionadas con la tarea, incluidas aquellas que ayudan a garantizar que cada miembro contribuya plenamente.
  • Socioemocional, incluidos aquellos que aumentan la cohesión del grupo.

Los procesos que están directamente relacionados con la tarea son los más críticos para el desempeño de los equipos dispersos. Específicamente, los equipos virtuales que tienen procesos que aumentan los niveles de apoyo mutuo, esfuerzo de los miembros, coordinación del trabajo, balance de contribuciones de los miembros y comunicaciones relacionadas con las tareas superan consistentemente a otros equipos con niveles más bajos. Además, los equipos dispersos con altos niveles de procesos relacionados con las tareas son capaces de superar a los equipos situados con niveles similares de esos mismos procesos a pesar de la separación física de sus miembros. En otras palabras, el efecto general de la dispersión no es necesariamente perjudicial, sino que depende de la calidad de los procesos relacionados con las tareas de un equipo. Dicho esto, la dispersión conlleva riesgos significativos: los equipos con procesos deficientes relacionados con tareas sufren mucho con una mayor dispersión.

Más allá de los procesos relacionados con tareas, las organizaciones también deben garantizar que los miembros del equipo se comprometan con los objetivos generales del grupo, se identifiquen con el equipo y apoyen activamente el espíritu de equipo. En otras palabras, los procesos socioemocionales también son importantes. Especialmente en equipos con miembros físicamente dispersos, las diferencias interpersonales son una mayor amenaza para la estabilidad social del equipo debido a la mayor dificultad para resolver conflictos a través de las fronteras geográficas.

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Expectativas individuales, fundamentales para un equipo

Liderazgo

Un nuevo enfoque para la toma de decisiones en equipo puede conducir a mejores resultados

En ciertas organizaciones pueden observarse problemas de desempeño, entre los que destaca un problema: ejecutivos corporativos que regularmente hacen promesas a los accionistas sobre los ingresos y las ganancias que saben que son imposibles. Se trata de empresas con una cultura que desdeña las malas noticias [y] contribuye a pronósticos demasiado optimistas y estrategias fallidas. En estos casos, se podrían haber evitado miles de millones de dólares de destrucción de valor si las decisiones de los líderes son mejores informadas y las expectativas de los empleados más cercanas a la realidad.

Esto puede sonar como una tarea difícil, especialmente para organizaciones grandes, pero existe un método sorprendentemente manejable para registrar y analizar las expectativas de los individuos, que ha mejorado la toma de decisiones y la gestión de riesgos, e incluso han informado la oferta central a los clientes.

¿De dónde partimos?

Muy a menudo, en las organizaciones (y más si son grandes y con un alto número de empleados y equipos), las expectativas de los miembros de la organización son muy divergentes. Así, existen varias versiones de cuánto crecimiento es posible y cómo llegar allí, y, por supuesto, las opiniones cambian. Esto dificulta la toma de decisiones.

Ante esto, es importante que los miembros del grupo puedan expresar sus expectativas, pero también sean capaces de ver y entender dónde se encuentra el equipo en su conjunto. La clave está en conseguir que todos los miembros del equipo se sientan escuchados y a la vez sean más conscientes de los puntos de vista de los demás.

¿Por qué?

1. La alineación de decisiones y la calidad mejoran cuando registra las expectativas. Cuando se registran las expectativas individuales junto con los supuestos clave detrás de ellas, se hacen visibles diferencias importantes. Una persona podría ver 2 + 2 como el problema a resolver, otra podría ver 1 + 3 y otra podría pensar que es 5-1. Incluso si todos llegan a la misma respuesta, registrar y luego discutir la variedad de caminos que los diferentes interesados ​​esperan, obliga a todos a pensar de nuevas maneras. Y a menudo el equipo termina concluyendo que 1 + 5 es el punto de partida correcto, y por lo tanto llega a una decisión diferente, inesperada y mejor.

2. Mirar solo los resultados pasados ​​es una forma defectuosa de gestionar el riesgo. Las empresas tienden a medir los riesgos de decisiones pendientes al observar los resultados de decisiones pasadas porque esos resultados son conocidos. Los analistas analizan detenidamente todo, incluidas las ganancias, los márgenes, el volumen, el precio y el costo, y utilizan esos puntos de datos para evaluar las perspectivas de la nueva decisión. Este enfoque tiene dos defectos. Primero, el riesgo depende del contexto, y la situación actual puede presentar obstáculos o restricciones completamente diferentes. En segundo lugar, para que una evaluación retrospectiva sea realmente valiosa, necesita una gran muestra de resultados de decisiones relevantes tomadas en el pasado. Es raro que una empresa tenga un número estadísticamente significativo de personas a las que recurrir.

La recopilación de expectativas independientes de cada parte interesada cambia el enfoque de todos hacia el punto de interés real: cómo es probable que la decisión en cuestión se desarrolle en el futuro. Esas expectativas siguen siendo esencialmente conjeturas, pero están vinculadas al contexto apropiado; vienen de partes informadas; y reflejan una variedad de perspectivas, lo que ayuda a protegerse contra los prejuicios individuales y el pensamiento grupal.

Al considerar un rango de expectativas en los aportes clave, los líderes y sus equipos también pueden anticipar mejor dónde las sorpresas, tanto positivas como negativas, podrían alterar el resultado deseado.

3. Los líderes y sus equipos crecen como tomadores de decisiones cuando registran las expectativas. Si bien un panel de control puede simplificar el proceso de registro y análisis de expectativas, no puede borrar el elemento humano. No puede obligar a las personas que temen el desacuerdo constructivo a ofrecer voluntariamente sus estimaciones. No puede consolar a alguien cuyas expectativas a menudo varían ampliamente del resto del equipo. Solo los líderes pueden abordar esos problemas, y para hacerlo, deben reconocer que la toma de decisiones es una habilidad. Las personas necesitan retroalimentación para desarrollarla. Tener información sobre cómo se cumplieron las expectativas detrás de sus decisiones les brinda esa retroalimentación.

Registrar las expectativas y compararlas con los resultados reales a lo largo del tiempo puede revelar los prejuicios y puntos ciegos habituales de un líder o equipo.

Tomar mejores decisiones requiere práctica. Para facilitar la aceptación de esta estrategia, es importante articular claramente los beneficios y hacer que sea seguro para las personas dejar al descubierto sus expectativas. El liderazgo positivo puede ayudar a mostrar a los empleados que registrar y analizar datos conduce a una toma de decisiones más inclusiva y, por lo tanto, mejor.

De este modo, implementar este tipo de métodos en tu equipo ayudará a obtener mejores resultados, mejorando la productividad y el bienestar de sus miembros. Si quieres descubrir más claves para gestionar mejor a tus equipos, únete al Curso Equipos 4.0.

Cómo la comunicación en equipo afecta la innovación

Innovación

La buena comunicación es un requisito previo para un buen trabajo en equipo, pero ¿cuándo es demasiado?

La cantidad de comunicación entre los miembros de un equipo marcará una gran diferencia en su creatividad. En otras palabras, el rendimiento creativo de un equipo se ve afectado por los niveles y los patrones de comunicación entre los miembros que lo conforman. En este sentido, la frecuencia de comunicación se convierte en un factor significativo para la producción creativa del equipo.

Así, el trabajo en equipo efectivo requiere que los miembros del equipo se comuniquen un mínimo de una a tres veces por semana. Pero, a pesar de necesitarse una cierta cantidad de comunicación para el beneficio del equipo, demasiada comunicación se convierte en negativa, y puede suponer un desempeño inferior del equipo.

Pero, ¿por qué?

Este fenómeno se debe a que una comunicación muy extensa, ya sea cara a cara, por teléfono, por correo electrónico o por mensaje, puede llevar a una mentalidad de pensamiento grupal que asfixia la original y juega en contra de la creatividad. Este pensamiento grupal puede llevar a algunos miembros del equipo a evaluar los supuestos y las situaciones de manera menos rigurosa o a basarse en las ideas del grupo sin esforzarse por obtener y mostrar sus propias opiniones y conclusiones sobre el proyecto.

Sin embargo, como hemos dicho anteriormente, muy poca comunicación entre los miembros de un equipo también conduce a un desempeño por debajo de los niveles óptimos deseados. Los miembros o pequeños subgrupos de trabajo que puedan formarse en un equipo no deben aislarse ya que esto supondría acabar cegados por sus propias suposiciones y desarrollar un lenguaje propio, llevando a interpretaciones erróneas o aproximaciones y aportaciones no complementarias con el resto del equipo.

Entonces, ¿debemos evitar la formación de subgrupos dentro de un equipo?

Cuanto más tiempo permanezca unido un equipo, más probable es que se formen subgrupos entre sus miembros. Los equipos más grandes pueden contrarrestar esta tendencia rotando a los miembros del equipo a través de los diferentes subgrupos. Los pequeños equipos, más comunes en las pequeñas empresas, no tienen esa opción, por lo que es recomendable vincular a los subgrupos para facilitar la comunicación entre ellos y evitar los fenómenos de aislamiento.

Aun así, es importante recordar que cada equipo es diferente. El tamaño, objetivos, organización… son factores que determinarán los patrones óptimos de comunicación.

Por ello, es imprescindible conocer a tu equipo para saber cómo gestionarlo de la forma más eficiente posible. ¿Sabes cómo conseguirlo? Con el Curso Equipos 4.0 aprenderás todas las claves y desarrollarás las habilidades esenciales para la gestión eficiente de equipos en la Era Digital.

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