por admin | Ene 6, 2020 | Inteligencia Emocional
¿Eres de los que dice que tiene un cerebro propenso a la ansiedad? En este caso seguro que cuando presentas una nueva idea, tu primer instinto es pensar en qué podría salir mal.
Si compartes estas tendencias, no necesariamente podrías cambiarlas, pero deberías hacerlo. Probablemente sea que tus valores no estén reforzados de forma positiva, como, por ejemplo, en relación con la diligencia y la sensibilidad a los demás.
Sin embargo, puedes aprender a reconocer cuándo estás viendo a través de los anteojos de la ansiedad y ajustar tu forma de pensar para que no te limite. Aquí hay algunas formas comunes de ansiedad que pueden causar problemas en el trabajo y además te mostramos sugerencias para minimizarlos.
Juzgas mal la opinión que otros tienen de ti.
Las personas ansiosas tienden a preocuparse de no gustar a los demás o que no los vean como personas talentosas. Por ejemplo, digamos que un compañero de trabajo no te saluda tan calurosamente como a los demás. Por lo tanto, asumes que a la persona no le gustas. Pero de manera realista, hay otra posibilidades: tal vez son más cálidos con las personas que conocen mejor.
Como no te gusta, evitas a esa persona, pero entonces pueden sentirse desairados y llegar a la conclusión de no se gustan entre ambos. En cambio, es importante reconocer cuando estás interpretando una situación interpersonal sin una sólida evidencia, y alejarte de ese pensamiento.
Estás a la defensiva sobre los comentarios.
Las personas ambiciosas a menudo son impulsadas a tener éxito, por lo que quieren comentarios que les ayude a mejorar, pero tienden a la catástrofe, lo ven como un indicador y lo relacionan con estar condenados al fracaso. Si esto no te suena, intenta estar más abierto a las críticas. La otra manera es reconocer como no hacer las cosas y obtener una manera de sentirse más cómodo en estos escenarios. Una solución sería, por ejemplo: Te resulta difícil recibir críticas de nuevas personas, pero has de mirar la otra la parte buena donde también encuentras nuevas perspectivas valiosas, así que estás dispuesto a tolerar la ansiedad que eso conlleva.
Evitas situaciones y luego te perciben como difícil.
Tendemos a evitar las cosas por las que estamos ansiosos y luego nos sentimos avergonzados por la evitación, lo que hace que no seamos claros en nuestra comunicación. Este problema puede manifestarse en formas grandes y pequeñas. Tal vez te sientas incómodo al responder a un correo electrónico tan dilatado que no deja la impresión de que eres confiable y organizado.
No siempre recibirás la comprensión que esperas, pero la transparencia reduce el estrés, aumenta la confianza, y a menudo, es percibido como valiente y auténtico, por eso hay que dejar ver la persona honesta que llevas dentro.
Reaccionas negativamente cuando se te presentan ideas inesperadas.
Si tu primer pensamiento cuando se te presentan nuevas ideas es considerar los riesgos, las desventajas y las razones por las que tus ideas no funcionarán, es probable que otras personas se den cuenta de su instinto y, lo que es peor, que lo perciban como negatividad no deseada.
Si eres uno de estos detractores, te recomendamos entrenarte para dar tu opinión. Hacerlo, ayudará a su cerebro a mejorar el pensamiento equilibrado y te beneficiará en general. Luego podrías mencionar tus preocupaciones, pero terminando con una nota positiva.
La ansiedad puede motivar a las personas de manera muy positiva: por ejemplo, el miedo al rechazo puede hacerte trabajar más duro y valorar profundamente las relaciones. Ser sensible, cauteloso y cuidadoso puede mejorar su desempeño en tareas difíciles. Cuanto mejor comprenda cómo funciona su ansiedad, podrá maximizar más estos aspectos positivos y minimizar los negativos para que se acepte más a sí mismo y sea capaz de manejar los desafíos que surgen en el trabajo.
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por admin | Dic 16, 2019 | Habilidades 4.0
En general, diciembre es a menudo un mes difícil, ya que normalmente te estas recuperando de las vacaciones de verano, vuelven los clientes, hay que recuperar el impulso de los proyectos, etc.
Seguro que además de tu trabajo habitual tienes otras tareas que son más o igual de importantes, como diseñar, facilitar, preparar, entregar, etc.
Puede ser que el trabajo sea abrumador y cada vez que empiezas con algo te distraes fácilmente, como por ejemplo: una llamada telefónica, internet, un correo o incluso un vídeo que no tiene ningún valor. De hecho, este es el momento en el que se necesita ser más eficiente, pero sucede todo lo contrario y te vuelves menos eficiente que nunca.
Ahora mismo seguro que estás pensando todo lo contrario, cuando tenemos mucho que hacer nos volvemos muy productivos para lograrlo. Y a veces eso sucede, sin embargo, cuando tenemos mucho que hacer, podemos congelarnos.
Girando sin tracción, nos movemos rápido pero no avanzamos en las cosas que están creando nuestro estrés. Porque cuando hay tanta competencia por la atención, no sabemos por dónde empezar y, por lo tanto, no comenzamos por ningún lado.
La Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia realizó un estudio en el que se ofreció a un grupo de personas seis tipos de mermeladas para comprar, mientras que a otro grupo se le ofrecieron veinticuatro mermeladas, incluidas las seis mermeladas del primer grupo. Con todas estas opciones pensarás que al grupo que se les ofrecieron las veinticuatro mermeladas sería más probable que comprara una, pero es todo lo contrario. Aquellos del grupo de seis mermeladas tenían diez veces más posibilidades de comprar una jarra de mermelada porque cuanto más numerosas sean nuestras opciones, más difícil será elegir una, por lo que terminamos no escogiendo nada.
Esto es lo que sucede cuando tenemos demasiadas cosas que hacer. Nos abrumamos y no hacemos ninguna de ellas.
Por lo tanto, para ayudarte en este proceso como prioridad dedica unos minutos para evaluar tus obligaciones del día. Resiste el uso de las tecnologías para esta tarea.
¿Por qué? Porque de alguna manera escribir y tachar cosas, crea impulso. Segundo, dedica no más que unos 15 minutos para eliminar todas las tareas más fáciles y rápidas que puedas.
El objetivo es tachar tantos elementos como sea posible en el menor tiempo posible. Tercero, cuando hayan transcurrido los 15 minutos apaga los dispositivos y elija la tarea más compleja de su lista, la que aporta más estrés o que la tenga más prioridad. Tómese un descanso y luego comience nuevamente el proceso.
Trabajar dentro de un marco de tiempo específico y limitado es importante porque la carrera contra el tiempo nos mantiene enfocados. Cuando nuestro estrés se generaliza se vuelve difuso dificultando su manejo.
El uso de un marco de tiempo corto de realidad y estratégico aumenta la presión, sin embargo, mantiene nuestros esfuerzos específicos enfocándonos en una sola tarea que deriva en un aumento del estrés motivador mientras reduce simultáneamente el estrés negativo y desconcertante.
por admin | Nov 25, 2019 | Habilidades 4.0
¿Sabías que estamos programados genéticamente para estar despiertos durante el día y dormir por la noche? Estamos física, mental, emocional y espiritualmente mejor cuando nos alineamos a este ritmo.
El récord de insomnio continuo de los seres humanos es poco menos de diecinueve días. Al final de estos días el sujeto, hablaba torpe, tenía visión borrosa, pérdida de memoria y concentración, alucinaciones y paranoia.
Amnistía Internacional enumera la privación prolongada del sueño como una forma de tortura. Sin embargo, el sueño es unos de los primeros comportamientos que sacrificamos erróneamente para poder ser más productivos. No por estar más tiempo despierto harás más, sino todo lo contrario, si duermes bien podrás conseguir más que con el simple hecho de permanecer despierto.
¿Cuánto necesitas dormir? El 95% requiere de siete a ocho horas de sueño por noche para estar completamente descansado. La Fundación Nacional del Sueño recomienda entre 7 y 9 horas.
¿Cuáles son las consecuencias de no descansar bien?
La falta de sueño te hace más ineficiente en el trabajo y más peligrosos en el volante de un coche, también te hace menos capaz de responder creativamente a los problemas y oportunidades y menos original, flexible y divergente en tu pensamiento y por lo tanto menos propenso a generar nuevas ideas.
En el nivel más básico, la privación prolongada del sueño tiene un impacto negativo en tu salud, como por ejemplo reduciendo la respuesta inmunitaria, la disminución de la capacidad para regular el azúcar en sangre, los niveles altos de cortisol e incluso alteraciones en los niveles de leptina que te indica la saciedad y te ayuda a controlar cuánto comes.
A nivel cognitivo, el sueño tiene impacto en tu memoria, atención y velocidad de pensamiento, lo que es equivalente a estar legalmente intoxicado. Esto se observa en numerosos estudios, en el cual se pidió a los sujetos que transformaran una cadena de ocho dígitos en una cadena diferente aplicando dos reglas simples. Cuanto más cómodos se ponían con la secuencia, más rápido se volvían. A ninguno de los participantes se le dijo acerca de una tercera regla oculta que tenía el potencial de proporcionar un atajo a la respuesta. En el estudio se hicieron 3 grupos:
- El primer grupo fue entrenado por la noche y se fue a dormir durante las ocho horas siguientes.
- El segundo también fue entrenado por la noche, pero permaneció despierto toda la noche
- El tercer grupo fue entrenado por la mañana del día siguiente y permaneció despierto durante las siguientes ocho horas antes de probarlo de nuevo.
En los resultados se observó que el primer grupo mostraba más del doble de probabilidades de conocer la regla oculta que cualquiera de los dos otros grupos. Por tanto, se demuestra que existe una correlación entre el sueño y el rendimiento, produciendo mayor energía.
En cuanto a la productividad, en un estudio que se realizó con médicos residentes que realizaban guardias de 24 horas, se vio como estos médicos realizaban un 36% más de errores en la realización de diagnósticos a pacientes, que los tenían turnos de 12 y 16 horas y un 61% más de probabilidades de pincharse así mismos con agujas o cortarse con bisturíes. Este estudio podemos aplicarlo a todos los sectores productivos, porque dormir menos de 7 horas nos hace producir de manera subóptima en el trabajo.
El sueño y el aprendizaje
El sueño no es simplemente cognitivamente restaurador, sino que también es clave para el aprendizaje. Aunque la adquisición de conocimiento ocurre solamente durante la vida despierta, hay evidencias de que procesamos, consolidamos y estabilizamos la memoria durante el sueño.
Los diferentes tipos de aprendizaje ocurren durante las diferentes etapas del sueño. Dormimos en cinco etapas, que pasan de más ligero a más profundo.
- Sueño lento-ondulado (SWS): Es el más profundo de los cinco ciclos, procesamos y consolidamos la información hecha-basada.
- Sueño rápido del movimiento ocular (REM): Es la etapa más ligera del ciclo, procesamos y adquirimos la información compleja y cargada emocionalmente.
El aprendizaje visual se procesa tanto en el sueño lento-ondulado como en el REM.
- Etapas intermedias del sueño: Se consolida el aprendizaje motor.
¿Cómo dormir más y mejor?
La conciencia es la mitad de la batalla cuando se trata de dormir. Si no estás durmiendo lo suficiente, es casi seguro que necesitas ir a la cama antes. Para dormir tienes que estar relajado, para eso la mejor manera es comenzar a calmarse por lo menos treinta o sesenta minutos antes de apagar las luces, es decir evitar e-mails e internet, novelas de misterio, conversaciones muy cargadas. Pues beber un vaso de leche, tomar una ducha, escuchar música o incluso leer un libro aburrido.
Establecer una hora específica para irte a dormir es especialmente crítico, porque si no volverías rápidamente a la hora que estás acostumbrado o simplemente permaneciendo despierto hasta estar cansados. Una vez has apagado las luces puedes utilizar la respiración profunda para relajarte o apretar y liberar los músculos a través de tu cuerpo, comenzando por los dedos de los pies y trabajando su camino hacia arriba.
Estos son solo algunos consejos para poder dormir mejor y poder ser más productivo, si quieres saber más no dudes en apuntarte a nuestro Curso gestiona tu energía no tu tiempo.
por Valuexperience Community Manager | Nov 17, 2019 | Habilidades 4.0, Inteligencia Emocional
¿Alguna vez te has preguntado cómo tu compañero de trabajo encuentra tiempo para reunirse con 10 clientes a la semana y realizar su cuota semana en el primer trimestre?
Seguro que muchos os preguntáis cómo es posible que vuestro compañero de trabajo realice una mayor producción cuando tu apenas puedes encontrar tiempo para tener cinco reuniones por semana y hacer todo el papeleo correctamente y poder entregarlo a tiempo.
Aquí tenemos el secreto: tus compañeros se adelantan a usted con aparentemente menos esfuerzo y han aprendido a reconocer y sobresalir en lo que realmente cuenta, e intentar ser perfectos en todo lo demás.
Seguramente, anteriormente cuando fue estudiante hizo todo lo necesario para producir trabajo a un nivel que complaciera a todos los profesores. Es cierto que esta estrategia valió la pena como estudiante. Pero las reglas cambiaron nada más se introdujo en el mundo laboral y se dio cuenta que hacer todo el trabajo de manera excelente limitaba todo su éxito. En este momento necesita concretarse en sus fortalezas.
Por lo tanto, se pude lograr más éxito al aprovechar al máximo sus fortalezas en lugar de tratar constantemente sus debilidades. Es decir, darse cuenta de la importancia de decir deliberadamente donde debería invertir más tiempo y energía para producir un trabajo de calidad.
Muchos, ya sean profesores, ejecutivos o abogados luchan con agobio para poder encontrar tiempo para todo. Y tienen razón, nadie tiene tiempo para todo. Dado el ritmo de trabajo y el nivel de participación en la sociedad moderna, la gestión cae.
Con nuestro curso os animamos a ver el tiempo como un recurso limitado y asignarlo de acuerdo con su definición personal del éxito. Con las prácticas siguientes:
- Dado que su tiempo es limitado, no tendrá la capacidad de hacer todo lo que le gustaría hacer, independientemente de su eficiencia.
- Los límites sobre cómo y cuándo invierte su tiempo en el trabajo y su vida personal, ayudan a garantizar que tenga la inversión adecuada.
- Sus rutinas diarias y semanales deberían hacer que su inversión de tiempo sea casi automática, es decir debe reflejar sus prioridades.
Una vez se haya asignado su tiempo correctamente, también debe abordar el trabajo dentro de cada categoría correspondiente para realizar su tarea. ¿Cómo funciona?
Cuando se acerca la tarea, debe considerar si se trata de una actividad de inversión, neutral u optimizada.
El objetivo general es minimizar el tiempo dedicado a optimizar actividades para que se pueda maximizar el tiempo dedicado a las actividades de inversión. Esta, le permite superar tendencias perfeccionistas e invertir en más de lo que realmente importa para que pueda augmentar su efectividad personal y profesional.
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por Valuexperience Community Manager | Nov 17, 2019 | Inteligencia Emocional
En la actualidad los seres humanos han seguido evolucionando, pero a pesar de todos estos avances externos, hemos dedicado muy poca atención a comprender mejor nuestro mundo interior. Hemos acumulado un vasto conocimiento pero lamentablemente poco auto-conocimiento.
Más rico, más profundo y más reflectivo
Tu conciencia es la clave para reconocer las consecuencias de las decisiones que tomas y el impacto que tienen en los demás. Por eso la limitación de muchas personas es su falta de consciencia. La conciencia aumenta tu conocimiento. Aprender a observar tus sentimientos, te permite hacer elecciones más reflexivas e intencionales.
Cada uno de nosotros tiene una capacidad infinita de auto-engaño. Llegamos a ser hábiles en la negación porque nos ayuda a evitar molestias a corto plazo, pero exige un peaje a largo plazo. Siempre se nos dice que debemos aprender de nuestros errores, pero ¿cómo podemos aprender a menos que primero admitamos que hemos hecho alguno?
El miedo a lo que podemos ver nos impide mirarnos a nosotros mismos más honestamente, y esto provoca un ciclo que se alimenta a si mismo. Así pues desperdiciamos energía en racionalizar, minimizar y justificar nuestros errores en vez de liberar energía para aprender, crecer y agregar valor. Cuanto más dure esto, más desagradable es renaudar el monitoreo de uno mismo, debemos reconocer la violación de patrones de comportamiento deseados.
Aceptando los opuestos
Cada uno tiene una tendencia a elegir lados: bien o mal, bueno o malo, blanco o negro, ganar o perder. La certeza nos hace sentir más seguros, especialmente en tiempos de ansiedad y cambio. Pero el matiz es precisamente lo que necesitamos ahora más que nunca: la voluntad de reconocer los matices grises.
Al aceptar un conjunto de cualidades y rechazar otro, perdemos dimensiones esenciales de nosotros mismos y de los demás.
Debemos cultivar nuestras fortalezas intrínsecas en lugar de tratar de arreglar nuestras debilidades.
Debemos comprender que la honestidad en ausencia de compasión se convierte en crueldad, la tenacidad no mediada por la flexibilidad se congela en rigidez, la confianza sin emperar por la humildad es arrogancia, el valor sin prudencia es imprudencia. Debido a que todas las virtudes están conectadas con otras, cualquier fuerza sobreutilizada en última instancia se convierte en una responsabilidad.
Salir de nuestra zona de confort es incómodo, pero es el único medio por el cual podemos aprender y crecer, y en última instancia realizar mejor y experimentar una satisfacción más profunda.
Creamos el valor más alto no centrándonos solamente en nuestras fortalezas o ignorando nuestras debilidades, sino siendo atentos a ambas.
Aprende esto y mucho más en nuestro curso Gestiona tu energía y no tu tiempo.
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