por Valuexperience Community Manager | Sep 6, 2019 | Habilidades 4.0, Liderazgo
Una buena historia puede transmitir un mensaje, entretener o encender un incendio dentro de tu audiencia. Nos encantan las historias. Como un profesional del turismo, creamos experiencias, que a su vez se convierten en historias.
Mucha gente piensa que el arte de
contar historias es algo difícil y complejo, y que está reservado solo para
ciertas personas que poseen determinadas habilidades dentro de la sociedad. Eso
no podría estar más lejos de la verdad. Las habilidades necesarias para contar
una historia se pueden adquirir a través de la práctica y con el conjunto de
herramientas adecuadas todos pueden convertirse en un narrador maestro.
Ya sea que estés intentando
atraer nuevos clientes o comprometer a tus clientes actuales, contar con una
narración de calidad es el camino a seguir. Esto va más allá de las palabras,
abarca fotografías y videos: los principios siguen siendo los mismos.
Tus clientes compartirán las
historias de sus experiencias durante sus tours y actividades. Y, por más que tú
seas parte de la creación de la experiencia de la gira, también debes ser el
que cuente la historia. Después de todo es tú historia.
1. Conoce a tu audiencia
Este primer paso es crucial y
determinará cuánto tiempo debe durar la historia y qué lenguaje deberías usar.
Antes de comenzar tu historia, dedica 5 minutos a pensar a quién va dirigida tu
historia.
¿A quién le estás hablando?
¿Millennials o baby boomers? ¿Están buscando una experiencia de lujo o una
económica? ¿Necesitas un tono más profesional o funcionará mejor si te manejas
de modo más amigable? ¿Esto será publicado como una publicación de blog, en
Facebook u otra plataforma?
Estos son aspectos muy
importantes para considerar porque te ayudará a alcanzar el tono correcto y
lograr los mejores efectos con tu audiencia.
2. Preocúpate por tu audiencia
Ya sea emocional, intelectual o
estéticamente, necesitas demostrar interés por tu audiencia. Esto es importante
en nuestro mundo donde las personas pasan por encima las publicaciones y hojean
el contenido.
¿Por qué deberían estar
interesados en la historia? ¿Cómo esto puede ser relevante para la audiencia?
Es fundamental dejar esto en claro cuando elabore la historia, porque si no lo
tiene claro, no lo tendrá claro para el lector.
Consejo: Escríbalo en un post y
pégalo en tu escritorio para recordar porqué es importante esta historia.
3. Establece la escena
Experimentamos el mundo a través
de nuestros sentidos y, por lo tanto, si desea capturar completamente a su
audiencia, debes involucrar los tuyos. Por lo tanto, establece la escena y
proporciona a tu audiencia un contexto para la historia.
¿Dónde comenzó la historia? ¿A
qué olía el aire? ¿Olía como piñas en el borde de un bosque? ¿O como el mar en
la playa? ¿Dónde comienza la aventura?
Al captar los sentidos de tu audiencia y configurar la escena, lograrás una experiencia más inmersiva y profunda para tus lectores.
4. Sé creativo con la cronología
A veces puedes elegir lanzar al
lector directamente en medio de toda la acción, o al final de la historia para
llamar su atención. También es una de las maneras más fáciles de despertar
curiosidad, suspenso y tensión en tú historia. Como el lector no sabe lo que
está sucediendo, continuarán leyendo para resolver las piezas faltantes del
rompecabezas. Sin embargo, ten en cuenta que la gente no quiere jugar a
Sherlock Holmes en su iPhone, así que no hagas de tu historia el nuevo Cubo de
Rubik.
5. Conoce tu Punchline (remate)
¿Cuál es el propósito de contar
la historia? No olvides que, aunque estés haciendo esto para vender un producto
o servicio con el tiempo, no debería sentirse así para la audiencia. La
historia puede ser divertida, significativa, emocional o una mezcla de estas, o
algo completamente diferente. Por lo tanto, sé creativo, pero no olvides
hacerlo siempre relevante e interesante.
6. Involucra a tu audiencia
Borra el límite entre tú lector y
tu historia. Involúcralos con una pregunta (o dos) y colócalos en el centro de
la historia. De esta manera, creas una experiencia de primera mano de la
narrativa, encendiendo el deseo de que el lector tenga esa experiencia en la
vida real.
7. Usa la tensión
¿Alguna vez leíste un libro que
fue tan intenso y atrapante que simplemente te lo devoraste en un día olvidando
por completo del tiempo y espacio? Esto es lo que estás tratando de lograr con
tu historia. Esto se refiere a que seas super descriptivo al hablar sobre los
momentos importantes en tu historia.
Si estás contando la historia en primera
persona, tal vez cuando compartas tú primera experiencia de rafting en aguas
bravas, esto implicará que seas expresivo y te muestres entusiasmado con la
historia que estás contando, de este modo las emociones se transmiten también
con tu mensaje.
8. Termina con una gran final.
A menos que la historia continúe e
intencionalmente estés generando suspenso, debería haber un cierre en la
historia. Cualquier argumento que hayas construido debe estar terminado sin
dejar preguntas colgando en el aire.
Agrega magia a tu historia
dejando a tu público con una sensación de asombro, el tipo de sensación que
tiene cuando abandona el cine después de una gran película. Puedes hacer esto
dejándoles una «gran pregunta» sobre la humanidad o algo similar para
reflexionar cuando regresan a su hotel.
9. Que no te limiten las
palabras
Una imagen vale más que mil
palabras y videos. Ellos pueden apoyar tus historias escritas y viceversa. Esto
también significa que puedes crear nuevas palabras, siempre que tengan sentido
y que su significado esté bien explicado a la audiencia.
A través de esto, no solo
sorprenderás y entretendrás a tu audiencia, sino que también puedes construir tu
marca usando palabras y frases ingeniosas, incluso convirtiéndolas en hashtags
únicos para promover tu negocio de turismo.
10. Disfruta del proceso.
Por mucho que disfrutes creando la experiencia, también deberías disfrutar reviviendo la experiencia mediante tus historias. Piénsalo de esta manera: la aventura que brindas puede vivir para siempre y puede ser disfrutada de manera indirecta por todos los que te escuchen.
Todas estas claves y más podrás encontrarlas en el Curso de Storytelling. Únete y conviértete en un gran orador.
por Valuexperience Community Manager | Ago 31, 2019 | Habilidades 4.0, Liderazgo
La historia que decides contar
importa tanto como la forma en que decides contarla.
Has escuchado docenas de veces
que es más probable que atraigas a tu audiencia cuando cuentas una historia en
tu presentación. Una historia poderosa y relevante puede impulsar a las
personas e inspirar acción. Pero las grandes historias también se pueden contar
mal. Aquí hay algunas trampas que deberá evitar para asegurarse de no sabotear
su propia narración.
Mal hábito nº1: DAR DEMASIADA
INFORMACIÓN DE FONDO
Tu audiencia no entenderá tu
historia sin al menos alguna información de fondo. Pero eso no significa que necesiten
saber cada pequeña cosa, así que descarta la gran conclusión. En su lugar,
prepara la escena para tu audiencia de la manera más concisa posible,
diciéndoles solo lo que necesitan saber para comprender su mensaje clave.
Mal hábito nº2: DECIR, NO MOSTRAR
Probablemente hayas escuchado la
frase «Mostrar, no contar». Este clásico consejo para la escritura de
ficción también se aplica a la narración para oradores públicos. Nadie quiere
escucharte decir hechos durante media hora: quieren acción y diálogo.
Mal hábito nº3: TOMAR
DEMASIADO TIEMPO
Los seres humanos tienen una
capacidad de atención corta, de solo unos segundos, antes de perder el foco. Si
tu historia es demasiado extensa, corres el riesgo de perder la atención de tu
audiencia. ¿Pero cuánto tiempo es demasiado largo? Piensa en ello como un reloj
de tiro de baloncesto, que les da a los jugadores solo 24 segundos para que la
pelota entre en la canasta y mantener el juego en movimiento. Luego aplica esa
lógica a la narración de cuentos.
Sé que suena breve, pero una
duración ideal es entre 1:30 y 1:45. Eso es todo lo que realmente necesitas
para obtener una buena anécdota antes de pasar a la siguiente parte de tu
mensaje. Cuando empieces a acercarte a esa marca de dos minutos, debes comenzar
a terminar tu narrativa. En contextos de hablar en público, de todos modos, la
narración efectiva es una narración breve.
Mal hábito nº4: NO INCLUIR
NINGÚN DIÁLOGO
Necesitas diálogo para dar vida a
una historia. El fragmento de diálogo puede ser el clímax de la anécdota, uniendo
las partes de la historia y haciéndola efectiva.
Mal hábito nº5: LLEVAR A TU
AUDIENCIA A TRAVÉS DE DESVÍOS INNECESARIOS
No salgas en tangentes cuando
estés construyendo la acción de tu historia. No querrás perder el impulso y
confundir a tu audiencia discutiendo algo que no contribuya a tu punto
principal.
Estás contando una historia para
que tu presentación sea atractiva, lo que significa que la forma en que la
cuentas es tan importante como lo que implica la narración. Evita estas
trampas, y no solo contarás mejores historias, maximizarás el impacto de tu
mensaje general e incluso dejarás a tu audiencia con ganas de más.
Si quieres mejorar tus habilidades de narración no puedes perderte nuestro nuevo Curso de Storytelling.
por Valuexperience Community Manager | Ago 17, 2019 | Habilidades 4.0
Contamos historias a nuestros
compañeros de trabajo y colegas todo el tiempo: para persuadir a alguien para
que apoye nuestro proyecto, para explicarle a un empleado cómo podría mejorar o
para inspirar a un equipo que enfrenta desafíos. Es una habilidad esencial,
pero ¿qué hace que una historia sea convincente en un contexto empresarial? ¿Y
cómo puedes mejorar tu habilidad para contar historias que te convenzan?
Lo que dicen los expertos
En nuestra era saturada de
información, los líderes empresariales no serán escuchados a menos que cuenten
historias. Los hechos y las cifras y todas las cosas racionales que creemos que
son importantes en el mundo de los negocios en realidad no se nos quedan en la
cabeza. Pero las historias crean recuerdos «pegajosos» al unir las
emociones a las cosas que suceden.
Eso significa que los líderes que
pueden crear y compartir buenas historias tienen una poderosa ventaja sobre los
demás. Y afortunadamente, todos tienen la capacidad de convertirse en mejores
narradores. Estamos programados a través de nuestra biología evolutiva para ser
consumidores y creadores de historias.
Ciertamente se puede enseñar y
aprender. ¿Cómo usar la narración para tu beneficio?
Comienza con un mensaje
Cada ejercicio de narración de
historias debe comenzar preguntando: ¿Quién es mi audiencia y cuál es el
mensaje que quiero compartir con ellos? Cada decisión sobre tu historia debe
fluir de esas preguntas.
Los líderes deben preguntar: ¿Cuál
es la moraleja central que estoy tratando de implantar en mi equipo? y ¿Cómo
puedo reducir eso a una sola declaración convincente? Acomódate en tu mensaje
final; entonces podrás encontrar la mejor manera de ilustrarlo.
Mina tus propias experiencias
Los mejores narradores buscan sus propios recuerdos y experiencias de vida para ilustrar su mensaje. ¿Qué eventos en tu vida te hacen creer en la idea que estás tratando de compartir? Piensa en un momento en el que tus propios fracasos condujeron al éxito en tu carrera, o una lección que un padre o mentor impartió. Cualquiera de estas cosas puede ser un punto de entrada emocional interesante para una historia. Puede haber una tendencia a no querer compartir detalles personales en el trabajo, pero las anécdotas que ilustran la lucha, el fracaso y las barreras superadas son las que hacen que los líderes parezcan auténticos y accesibles.
No te hagas el héroe
Dicho esto, no te conviertas en
la estrella de tu propia historia. Puedes ser una figura central, pero el
enfoque principal debe estar en las personas que conoces, las lecciones que has
aprendido o los eventos que has presenciado. Y siempre que sea posible, debes
esforzarte por hacer del público o de los empleados el héroe. Aumenta su
compromiso y disposición para aceptar su mensaje. Cuanto más celebres tus
propias decisiones, menos probable será que tu audiencia se conecte contigo y
con tu mensaje.
Destacar una lucha
Una historia sin desafío
simplemente no es muy interesante. Los buenos narradores entienden que una
historia necesita conflicto. No tengas miedo de sugerir que el camino será
difícil.
Mantenlo simple
No todas las historias que cuentas
tienen que ser una epopeya sorprendente e innovadora. Algunas de las historias
más exitosas y memorables son relativamente simples y directas. No permitas que
detalles innecesarios resten valor a tu mensaje principal. Trabaja desde el principio
de que «menos es más». No le digas a tu audiencia qué día de la
semana fue, por ejemplo, o qué zapatos usabas si no avanza la historia de una
manera ingeniosa. Pero transportar a su audiencia con algunos detalles
interesantes y bien ubicados, cómo te sentiste, la expresión de una cara, los
humildes comienzos de una compañía ahora excelente, puede ayudar a sumergir a
sus oyentes y transmitir su mensaje a casa.
La práctica hace la perfección
La narración de historias es una
«forma de arte real» que requiere un esfuerzo repetido para hacerlo
bien. Practica con amigos, seres queridos y colegas de confianza para
perfeccionar tu mensaje y conseguir la historia más efectiva y eficiente. Y
recuerda que las recompensas pueden ser inmensas.
Principios para recordar
¿Qué hacer?
- Considera a tu audiencia: elige un marco y detalles que resuenen mejor con tus oyentes.
- Identifica la moraleja o el mensaje que deseas transmitir.
- Encuentra inspiración en tus experiencias de vida.
¿Qué no hacer?
- Suponer que no tienes habilidades para contar historias: todos lo tenemos en nosotros para contar historias memorables.
- Darse el papel protagonista.
- Abrumar tu historia con detalles innecesarios.
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