Los 6 Hábitos de un Líder con Alta Eficiencia Digital

Como ya hemos dicho en reiteradas ocasiones y hasta el cansancio en nuestro Blog, la Transformación Digital de una organización debe partir del líder. Y, un líder digital no nace, se hace. Un primer paso es la voluntad para realizar el cambio en ti mismo, y una vez que hayas decidido optar por la senda digital, debes ponerte en acción.

Es sabido que la práctica hace al maestro, pero ¿cómo practicar habilidades digitales?, la respuesta es sencilla, mediante hábitos, como ocurre con cualquier otro talento. Debes crear nuevos hábitos o potenciar y redirigir aquellos que quizás tienes ocultos. Estos hábitos están en directa relación con algunas de las 11 Competencias Clave de un Líder 4.0 que presentamos en el post de hace unos días.
A continuación, te mostramos qué hábitos debes incorporar en tu agenda digital y la competencia que estarás trabajando.

1. Ábrete a nuevas ideas
Es importante que te nutras de conocimientos no sólo de tu área; lee libros, escucha música, ve películas y conversa con personas de otras disciplinas. Recibiendo nuevos estímulos propicias el escenario idóneo para desarrollar la Creatividad y la Innovación. Mientras más experiencias vives, más datos almacenas en tu memoria, esto te permite combinar diferentes ideas para elaborar pensamientos creativos. Además, realizando distintas actividades sabrás qué ambientes facilitan tu inspiración.

Competencias trabajadas: Creatividad, Innovación, Autoconocimiento

2. Asume retos y sé resiliente
No le temas al riesgo, acepta que existe y úsalo a tu favor, sólo así podrás realmente innovar. Es normal que los grandes proyectos e innovaciones generen incertidumbre porque no sabes si tendrán el resultado esperado, pero no dejes que este sentimiento te paralice. Intenta anticiparte a posibles problemas, escuchando siempre a tu equipo para que todos puedan percatarse de las anomalías. Lo fundamental es aprender a recuperarte de los imprevistos.

Competencias trabajadas: Innovación, Gestionar y Motivar en la incertidumbre, Desarrollo de personas y equipos

3. Piensa fuera de la caja
Esto quiere decir, piensa de manera no convencional. En ocasiones, continuar con un procedimiento estándar puede resultar perjudicial, ya que, a veces, estos procedimientos se vuelven anticuados e ineficaces. En la Era Digital más importante que aprender, es desaprender los procesos y estrategias de valor que van quedando obsoletos para pensar en términos nuevos. Sin embargo, debes acotar el área de acción de tu pensamiento creativo, demasiada libertad podría hacer que escojas la estrategia equivocada. Para ello hazte preguntas específicas, para así anclar tu idea a un lugar determinado.

Competencias trabajadas: Adaptabilidad y Flexibilidad, Gestión del conocimiento y aprendizaje, Visión estratégica, Orientación a resultados

4. Escucha y comparte
Filtra y escucha los comentarios constructivos de tu equipo. Atrás quedaron las estructuras jerárquicas de liderazgo, actualmente los ejecutivos ocupan incluso redes sociales corporativas para atender y comunicar las ideas que puedan ser un aporte a la organización. De esta manera, se fortalece y promueve el engagement y se crea un ambiente laboral de confianza, para fomentar la creatividad. Por otra parte, contagiando a tu grupo de trabajo de iniciativas frescas y novedosas, desde la cercanía, puedes lograr ser un modelo a seguir.

Competencias trabajadas: Desarrollo de personas y equipos, Creatividad, Impacto e Influencia

5. Conoce los recursos tecnológicos
Adoptar todas las tecnologías de manera deliberada puede significar un peligro y una pérdida de tiempo. No es necesario que te transformes en un experto en tecnología, lo realmente efectivo es que selecciones aquellas herramientas que se adaptan a los objetivos que quieres cumplir y que alinees tu equipo y los nuevos recursos hacia la satisfacción del cliente.

Competencias trabajadas: Orientación al cliente, Orientación a resultados

6. Piensa a largo plazo
Las decisiones que tomes nunca deben ser cortoplacista, sino que tienen que ir encaminadas hacia el futuro y pensando siempre en el beneficio de la compañía y del cliente. Nuestro cerebro está diseñado para procrastinar, es decir, posponer acciones o tareas que debemos hacer sin pensar en las consecuencias que conlleva, a largo plazo, no hacerlas, y sólo buscando la satisfacción inmediata. Evita esta conducta, por ejemplo, empieza por elegir aquellas cuya realización te tome menos tiempo.

Competencias trabajadas: Orientación al cliente, Visión estratégica.

Vientos de Cambio en el Sector Financiero

[vc_row][vc_column][vc_single_image image=»11882″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Conocida es la rápida capacidad del sector financiero español para integrar los avances tecnológicos que han ido surgiendo a través del tiempo (ordenadores, cajeros, medios de pago, etc.). Sin embargo, la incorporación de nuevas tecnologías ya no es suficiente, es necesario ir más allá.

A menudo, leemos y escuchamos en los medios, las declaraciones de altos ejecutivos sobre la necesidad de cambiar y transformarse para seguir siendo la alternativa escogida por sus clientes. Y, efectivamente, es un hecho que las entidades están invirtiendo tiempo y recursos en cambiar, en adaptarse a las nuevas formas de interacción digital que sus clientes exigen.

Clientes de hoy y clientes del mañana

Si bien, un nuevo perfil de cliente ha surgido, cuyas necesidades distan del cliente tradicional, y deben ser cubiertas por el banco, aún hay una gran cantidad de clientes que no están preparados para el cambio. Lo mismo ocurre internamente, ni la cultura de la organización ni la estructura tecnológica ni los procesos están preparados para dar un salto rotundo y veloz a la Era Digital.

La Transformación Digital es un proceso que debe ser paulatino e ir acompasado con la sociedad. No debe perderse de vista que hay una parte importante de ella que necesita más tiempo para asumir el cambio.

Las entidades bancarias no desconocen este fenómeno y, sabiendo que el cambio es inexorable, han tomado cartas en el asunto. En lugar de presionar a aquellos clientes que no están familiarizados con la tecnología, han decidido acompañarlos en su tránsito hacia los nuevos canales digitales.

No obstante, el cliente del futuro está cerca, y la banca debe estar preparada para ser competitiva ante la generación de nativos digitales y no perder terreno frente a nuevos players (financieros y no financieros).

Sorpresas en el sector

Esta nueva realidad en la que, por una parte, la entrada de nativos digitales como clientes es inminente, y por otra, hay usuarios que buscan canales alternativos de relación con sus bancos, obliga a las entidades a definir una estrategia de transformación que facilite el trato personalizado, a la vez que incorpore la innovación. Sólo así, podrán sentar bases sólidas en el nuevo mercado competitivo.

En este nuevo mercado, las fintech juegan un papel importante, tienen un gran apetito por la innovación y cuentan con estructuras muy flexibles y orientadas cien por ciento a las necesidades del cliente. Tales características que, hasta hace poco, les hacían ver como una amenaza, a ojos de las entidades bancarias, hoy son valores codiciados por algunas de ellas, quienes han decidido que es mejor tenerlas de aliadas que de enemigas en su estrategia de mejora de la experiencia del cliente y Transformación Digital. Estableciendo así, provechosas alianzas.

El pasado año las fintech recibieron aportaciones de más de 18.000 millones de euros. Sin embargo, aún no cuentan con las relaciones estables que sí mantienen los bancos con sus clientes. Por lo tanto, trabajando juntos, ambos podrán ofrecer productos innovadores a un mayor número de clientes.

La Transformación Digital provocará una revolución en los modelos de negocio de las entidades financieras, pero también es una oportunidad para el desarrollo de mejora continua y eficiencia interna. Al respecto, es importante que, la cultura digital que busca la banca facilite la captación de talento, y que la innovación, se aplique en nuevas formas de trabajar: colaborativas y ágiles.

El futuro de las entidades depende de su capacidad para adaptarse al entorno digital, y mientras antes lo hagan, antes verán reflejados sus resultados en mayores ingresos y mejores rentas. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=»11666″ img_size=»full» onclick=»custom_link» link=»http://www.valuexperience.com/programa-liderazgo-4-0/»][/vc_column][/vc_row]

El Buen Liderazgo es Contagioso

[vc_row][vc_column][vc_single_image image=»11873″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Sabemos que las emociones son contagiosas. Es más fácil sentirse feliz cuando las personas a tu alrededor son felices.

Además de las emociones, conocemos que los comportamientos también son contagiosos. Tales como engordar, dejar de fumar o divorciarse son significativamente más factibles de realizar cuando personas cercanas lo llevan a cabo. De esta misma manera, ¿pueden ser los comportamientos de liderazgo también contagiosos?

Un buen liderazgo crea trabajadores comprometidos, al igual que un jefe poco efectivo suele crear trabajadores poco efectivos. En definitiva, a través de un buen liderazgo, se aumenta la probabilidad de que las personas que te rodean sean o acaben siendo buenos líderes.

Como era de esperar, las estadísticas muestran que los trabajadores de malos líderes están por debajo de la media en lo que se refiere a efectividad. En cambio, aquellos trabajadores con buenos y efectivos líderes se sitúan muy por encima de la media. Podemos afirmar por tanto que los buenos líderes inspiran mejores comportamientos de liderazgo entre sus trabajadores.

Al mismo tiempo, el ser un buen líder provoca el incremento en el compromiso. Y no sólo en lo que se refiere al compromiso de aquellos que trabajan para ti, sino también en aquellos que trabajan para ellos. Si eres un magnífico líder, motivas el compromiso de tu equipo y, a su vez, el compromiso del equipo de tu equipo.

Es importante pararse un minuto a pensar en lo que uno mismo no hace bien, así como en los malos hábitos, con el fin de mejorar. Las cosas que llevas a cabo de mala manera y de forma pobre tienen una probabilidad razonable de ser imitadas por otras personas. Estas personas pueden ser desde tus empleados hasta tus hijos o tu pareja.

Así, el impacto del líder es enorme y es por este motivo que el cambio es tan importante y tan necesario.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_raw_html]JTNDZGl2JTIwY2xhc3MlM0QlMjdibG9nLXZpZGVvLWVtYmVkJTI3JTNFJTNDaWZyYW1lJTIwd2lkdGglM0QlMjc0ODAlMjclMjBoZWlnaHQlM0QlMjcyNzAlMjclMjBzdHlsZSUzRCUyN292ZXJmbG93JTNBaGlkZGVuJTNCJTI3JTIwc2Nyb2xsaW5nJTNEJTI3bm8lMjclMjBzcmMlM0QlMjdodHRwcyUzQSUyRiUyRmhici5vcmclMkZ2aWRlbyUyRmVtYmVkJTJGNDc2MjMzODkyMjAwMSUyRmdvb2QtbGVhZGVyc2hpcC1pcy1jb250YWdpb3VzJTI3JTIwZnJhbWVib3JkZXIlM0QlMjcwJTI3JTIwYWxsb3dmdWxsc2NyZWVuJTIwYWxsb3d0cmFuc3BhcmVuY3klM0UlM0MlMkZpZnJhbWUlM0UlM0MlMkZkaXYlM0U=[/vc_raw_html][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=»11666″ img_size=»full» onclick=»custom_link» link=»http://www.valuexperience.com/programa-liderazgo-4-0/»][/vc_column][/vc_row]

Competitividad en el Mundo Digital

Hoy, más que nunca, las compañías se cuestionan “¿Cómo se puede ser competitivo en este mundo digital?” La realidad es que, con la estrategia digital correcta, las compañías pueden ver un crecimiento significativo en sus productos y servicios.

Para lograr el éxito, la Transformación Digital de la organización es clave. La Transformación Digital, conlleva a entablar una relación estratégica con los consumidores y empleados, sacando el mayor provecho de las nuevas tecnologías; permitiendo medir y predecir qué tan efectivas son las operaciones y cómo manejar el crecimiento a través de relaciones específicas con otras organizaciones.

Para conseguir ser competitivo en la era digital, se debe lograr un liderazgo capaz de gestionar la Transformación Digital de la empresa. En Valuexperience, preparamos un programa de liderazgo 4.0, cuyo objetivo es desarrollar la capacidad de líder de la persona interesada para llevar a cabo el cambio que requiere su organización.

Empresas como Valuexperience te podrán ayudar y asesorar para crear una estrategia digital acorde a la realidad y necesidades actuales y futuras de tu organización y, sobre todo, posicionar a la empresa en el camino correcto para desarrollar su Transformación Digital.

La era de la disrupción

La disrupción, como su nombre indica, está cambiando fundamentalmente la manera en la que el mundo funciona. Los negocios de hoy en día, gobiernos e individuos, están respondiendo a cambios que antes considerábamos inimaginables. La inteligencia artificial y la robótica están reinventando la mano de obra. Los drones y coches sin conductor están transformando las cadenas de producción y logística. Todo esto implica cambios en las preferencias y expectativas de los usuarios, alterando los patrones de consumo y demanda de prácticamente cualquier sector del mercado. Esto hace necesario el planteamiento de una Transformación Digital y la necesidad de un liderazgo 4.0 para posicionarse como competidor significativo en la era digital.

La tecnología disruptiva

El término “tecnología disruptiva” fue acuñado por el profesor de la Escuela de Negocios de Harvard Clayton M. Christensen en 1995 cuando presentó su artículo “Disruptive Technologies: Catching The Wave”. Llamada también “innovación disruptiva”, hace referencia a aquella tecnología o innovación que conduce a la aparición de productos y servicios que hacen uso de una estrategia disruptiva frente a una estrategia sostenible. El objetivo es competir contra una tecnología dominante, buscando una progresiva consolidación en un mercado.

Redefiniendo la industria

Una de las consecuencias de la disrupción, es la convergencia. Hoy, muchas compañías se han diversificado e ingresado en nuevas categorías que no parecieran guardar relación alguna con el servicio o producto que inicialmente ofrecían.

La disrupción ha reconfigurado y democratizado la información, creando nuevos niveles de complejidad, a una velocidad sin precedente. Como consecuencia, las barreras de entrada se reducen. Este fenómeno ha alterado dramáticamente la manera en que se ha venido configurando la industria clásica, permitiendo redefinir la industria convergente.

La industria automotriz es un claro ejemplo de cómo la tecnología ha logrado cambiar un sector tradicional y llevarlo a la convergencia. Hasta hace unos años, el objetivo de cualquier empresa automotriz era competir contra otras en el diseño, producción y venta de automóviles. Hoy en día, el valor de los coches está pasando de ser 90% basado en “hardware” a ser más de 50% basado en software y experiencia del usuario. El coche ha pasado a ser una plataforma de software andante, capaz de ofrecer servicios basados en datos, sensores y análisis, permitiendo que compañías como Apple o Alphabet, compitan directamente en la manufactura automotriz, más específicamente en el desarrollo de los tableros y experiencias del consumidor. Cuando los coches, camiones y otros vehículos se vuelvan autónomos, las industrias de automoción, transporte y logística podrían converger en una industria más amplia de movilidad. Este nuevo sector probablemente atraiga a nuevos competidores y el éxito será de aquéllos que ofrezcan las mejores opciones del mercado redefinido.

Otro factor por tomar en cuenta en la era de la tecnología es, por supuesto, el cliente o consumidor. Así como ahora toda compañía es una compañía tecnológica, es también una que considera al consumidor como pilar fundamental de sus operaciones. El auge de las compañías digitales ha democratizado el acceso del usuario al conocimiento, otorgándole al consumidor una voz más poderosa, un conocimiento más acertado sobre lo que quiere y una gran gama de variedad de opciones entre proveedores. El perfil emergente del consumidor y la variedad de opciones que éste tiene en el mercado ha ayudado a que los mercados tradicionales se redefinan y han acelerado la eliminación de los límites tradicionales entre las empresas.

Anteriormente, la industria veía a los clientes como contribuyentes impersonales y tradicionalmente ha sufrido de bajos niveles de satisfacción del cliente. Bajo el contexto actual, las organizaciones deben pensar diferente. Para aquellas empresas que miran más allá de las fronteras tradicionales de la industria, no preguntándose qué pueden vender sino qué problemas pueden solucionar, la convergencia representa una gran oportunidad de crecimiento.

Comprendiendo al cliente digital

No obstante, para atender las necesidades del nuevo cliente digital, hay que primero conocerlo y entender sus necesidades. Aquí es donde los datos de los clientes se convierten en una pieza fundamental. Las empresas son cada vez más conscientes del potencial de ingreso que representa la data de sus consumidores o potenciales clientes. El 79% de las organizaciones ven los datos de los clientes impulsando la mayoría de las decisiones de ventas para el 2020 y el 84% de las empresas afirman que hoy en día utilizan esa data para el desarrollo de estrategias de negocio. Sin embargo, 90% estiman que les falta un enfoque sofisticado para administrar los datos de manera efectiva.

En promedio, casi unos cuartos de los datos de los clientes son inexactos. Los errores más comunes referenciados son datos incompletos o faltantes, información desactualizada, duplicados e inconsistencias. Las empresas estiman que podrían aumentar las ventas en casi un 29% si los datos de los clientes son completamente exactos.

Aún queda por desarrollar las maneras más efectivas de analizar y gestionar los datos de los clientes, sin embargo, es claro que los negocios reconocen la importancia y el impacto que estos tienen en las ganancias de los mismos.

Transformación Digital: Liderazgo 4.0, Madurez Digital y Talento

Conoce la relacion entre la Madurez Digital de las organizaciones y el Liderazgo 4.0

Muchas empresas están respondiendo a un entorno de mercado cada vez más digital, añadiendo, en sus estructuras organizativas, nuevos puestos con un enfoque digital o adaptando puestos y funciones tradicionales para tener una orientación digital.

La lista de puestos «digitales» es extensa y creciente. Actualmente, hay estrategas digitales, directores digitales, gestores digitales, administradores de finanzas digitales, gerentes de marketing digital y administradores de cadenas digitales de suministro, entre otras posiciones.

Pero, más allá de la proliferación de roles y responsabilidades digitales, la mayoría de los ejecutivos reconocen que sus empresas no están preparándose adecuadamente para los cambios que sus industrias vivirán como consecuencia de la revolución tecnológica que estamos viviendo.

En un estudio realizado por MIT, casi el 90% de los entrevistados en una encuesta mundial anticipó que, desde los cimientos, como si se tratase de un terremoto, sus industrias serían zarandeadas por las nuevas tecnologías digitales; sólo el 44% consideró que sus organizaciones se están preparando adecuadamente a la disrupción tecnológica.

Prepararse para el futuro digital no es una tarea fácil.

Significa desarrollar capacidades digitales en las cuales las actividades, las personas, la cultura y la estructura de una empresa están sincronizadas y alineadas hacia un conjunto de metas organizacionales.

Sin embargo, hay empresas que todavía no llegan a visualizar que:

La Transformación Digital de la organización es un proyecto corporativo, que afecta el core del negocio y el alma de la organización.

Todavía hay empresas que destinan pocos recursos a esto, dejando que los ejecutivos gestionen iniciativas digitales que toman la forma de proyectos de un área.

Al contrario, aquellas organizaciones que son sensibles a los cambios que se están produciendo y que se preocupan por mantener y desarrollar sus ventajas competitivas han tomado este reto como una oportunidad para transformar la organización al completo y llevarla a otro paradigma, de distribución del trabajo, de su producto y de su cultura.

Prácticamente, el 90% de las organizaciones que maduran digitalmente –compañías en las que la tecnología digital ha transformado procesos, compromiso de talento y modelos de negocio– está integrando su estrategia digital con la estrategia general de la compañía. Los gerentes en estas compañías que maduran digitalmente son mucho más propensos a creer que se están preparando adecuadamente para los cambios de la economía y de su sector.

Las organizaciones que maduran digitalmente tienen culturas organizacionales que comparten rasgos comunes:

  • Un mayor apetito por el riesgo.
  • Son ágiles, experimentan rápidamente.
  • Invierten en talento.
  • Desarrollan líderes 4.0, que son capaces de gestionar en la incertidumbre, motivar a equipos en entornos complejos que requieren de altos rendimientos. Que fomentan la capacidad de colaboración e innovación en la organización. Que creen y hacen creer.
  • No creen que liderar una empresa en la era digital requiera de tecnólogos al timón.

​Las organizaciones que maduran digitalmente fortalecen sus culturas y desarrollan el talento que las impulsa.

Y aquí compartimos con vosotros algunos aspectos a destacar:

  • La creación de una cultura digital efectiva no es un golpe de suerte, ni un proyecto más de la organización. Es un esfuerzo intencional: las empresas que maduran digitalmente están cultivando constantemente sus culturas.
  • Casi el 80% de los encuestados de compañías que maduran digitalmente explica que sus compañías están activamente involucradas en esfuerzos para reforzar la toma de riesgos, la agilidad y la colaboración.
  • La cúpula de la pirámide está altamente comprometida. Los talentos de nivel superior parecen estar más comprometidos con las empresas de maduración digital:

Las organizaciones que otorgan a su comité de dirección y a su equipo de directivos los recursos y oportunidades para desarrollarse en un entorno digital son más propensas a retener su talento.

En contraste, aproximadamente el 30% de esos líderes que carecen de tales oportunidades está planeando encontrar nuevos trabajos en menos de un año.

  • Las organizaciones que maduran digitalmente invierten en su propio talento.  Las organizaciones digitalmente maduras proporcionan a sus empleados recursos y oportunidades para desarrollar su perspicacia digital.
  • El éxito atrae al éxito, el 71% de las compañías que maduran digitalmente dice que son capaces de atraer nuevos talentos gracias a su nivel de cultura digital.

En cuanto a las habilidades más importantes para que los líderes tuvieran éxito en un entorno digital:

  • Sólo el 18% de las organizaciones maduras digitalmente considera a las habilidades tecnológicas como las más importantes.
  • En cambio, destacan las siguientes competencias:
  • Visión transformadora.
  • Habilidades colaborativas.
  • Ser un pensador avanzado.
  • Tener una mentalidad orientada al cambio.

La congruencia digital es el punto crucial para transitar por la complejidad del negocio digital:

  • Cultura.
  • Personas.
  • Estructura.
  • Tareas alineadas entre sí, con la estrategia de la empresa y con los retos de la compañía en un entorno de cambio constante.

Cuando la cultura, las personas, la estructura y las tareas están alineadas, amalgamadas, en sincronía, las empresas pueden avanzar con éxito y confianza.

Transformación Digital

Madurez digital y Liderazgo 4.0

Madurez digital y Liderazgo 4.0

Programa de Liderazgo 4.0  Programa de Liderazgo 4.0 [/caption]

Para poder hacer frente a los cambios de la Era Digital y sacar el mayor beneficio de ellos, se necesitan lideres capaces de llevar adelante los procesos de transformación y cambio de las organizaciones.

¿Quieres contar en tu empresa con líderes preparados para hacer frente a los retos de la Era Digital? 

Conoce nuestro Programa de Liderazgo 4.0

[mc4wp_form id=»8698″]

Más información

Selecciona Interes