Planificación estratégica en tiempos de incertidumbre

RRHH, Recursos Humanos

La elección de Donald Trump como nuevo presidente de los Estados Unidos ha supuesto para muchos ejecutivos un nuevo elemento de incertidumbre en la planificación estratégica de sus empresas.

Trump ha prometido a sus electores modificar los acuerdos comerciales internacionales, la deportación de millones de trabajadores indocumentados y retroceder en la implantación del llamado Obama Care (U.S. Affodable Care Act). Algunas empresas tienen la esperanza de sacar provecho de estas nuevas políticas económicas, viendo como sus acciones se disparaban tras las elecciones, pero también existe el temor a que las mismas políticas supongan un ascenso en la inflación y las tasas de interés.

Los directivos están acostumbrados a operar en contextos políticos cambiantes, pero la elección de Donald Trump y su equipo de asesores supone un tipo de incertidumbre diferente que podría afectar al orden económico actual.

¿Cómo planificar una estrategia ante un entorno de incertidumbre?

Para Christopher B. Bingham, Kathleen M. y Nathan R. Furr, profesores de la UNC Kenan-Flagler Business School, Standford University y INSEAD respectivamente, es muy importante conocer el contexto en el cual vamos a desarrollar la planificación estratégica.

Para ello, los ejecutivos deben tener presentes los 3 tipos de arquetipos estratégicos principales:

– Estrategias de posición

– Estrategias de apalancamiento

– Estrategias de oportunidad

La aplicación de una u otra estrategia dependerá de las circunstancias particulares de la empresa, de sus recursos disponibles y de cómo se combina la gestión de esos recursos.

A veces, el uso de las diferentes estrategias arquetípicas no se sostienen en ciertos contextos. Por ejemplo, un buen uso estratégico de recursos ordinarios puede ser todo lo necesario para lograr una ventaja competitiva, sin que sea necesario recurrir a recursos más valiosos. En ciertas circunstancias, puede ser una buena idea prescindir de los mercados más grandes y centrarse sólo en aquellos recursos que se adapten mejor a las características de nuestra empresa. De la misma manera, en otras circunstancias puede ser preferible hacer caso omiso de los recursos existentes e invertir en un nuevo mercado emergente.

En ciertas situaciones de incertidumbre pueden funcionar mejor los planes estratégicos formados por una serie de reglas básicas en lugar de otros planes más complejos y detallados. De todas formas, las estrategias más simples suelen ser las más difíciles de llevar a cabo en comparación a aquellas más complejas.

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Las Comunidades de Práctica Virtuales

Comunidades

Las Comunidades de Práctica Virtuales se centran en el aprendizaje colaborativo, una idea que entra en contraposición con la idea clásica de limitar el proceso de aprendizaje a un hecho individual.

El aprendizaje colaborativo surge a partir de la participación en la comunidad, en la cual se adquieren unos conocimientos a través de un proceso con carácter social, es decir, que dichos conocimientos se adquieren a través del intercambio de ideas e intereses entre los participantes.

Si bien el hombre al ser un «ser social» desde sus inicios aprendió y evoluciono en comunidades el concepto de Comunidad de Práctica, tal como lo conocemos en el mundo de la formación hoy,  fue introducido por Etienne Wenger (1998) , fue él quien describió las comunidades  como  “un espacio donde un grupo de personas interaccionan de manera continua compartiendo preocupaciones, problemas o intereses comunes sobre un tema en concreto”. Un espacio flexible e informal, con una estructura formada por sus propios integrantes. 

Wenger, no solo compartió su concepto de Comunidad de Práctica sino que también fijó las tres premisas o dimensiones en las que se asienta una comunidad: el compromiso mutuo, la empresa conjunta y el repertorio compartido.

El compromiso mutuo: lo esencial en una comunidad es que cada participante comparta su propio conocimiento, no siendo más importante el que más sepa, sino aquel participante que más conocimiento comparta con el resto.

La empresa conjunta: los intereses y las necesidades de los participantes pueden ser distintos. Esto puede ser una gran oportunidad para que deban hacer el esfuerzo de coordinarse entre ellos. Lo ideal es que esos intereses y necesidades les lleven a tener unos objetivos que sean comunes pero a la vez heterogéneos.

El repertorio compartido: la comunidad con el tiempo va moldeándose a partir de una rutina marcada por sus propios participantes, donde se va utilizando un lenguaje y unas herramientas propias y específicas de los mismos.

Sin duda, las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) también han influido en las Comunidades de Práctica, y con ello les han proporcionado una serie de ventajas que se enumeran a continuación:

1. Visibilidad del experto: es mucho más sencillo identificar al experto del grupo de participantes utilizando las nuevas tecnologías, ya que en una Comunidad de Práctica Virtual queda registrado el número de intervenciones y comentarios que aporta cada participante.  

2. Preservar la información: para conservar la serie de documentos que se utilizan en la comunidad, es mucho más práctico un espacio de trabajo virtual donde cada participante pueda acceder a su comunidad y descargarse todo el material que necesite.

3. Visibilidad de la Comunidad de Práctica: si se desea incorporar un nuevo participante en una Comunidad de Práctica Virtual, este nuevo integrante puede ver en el momento de su incorporación el registro de todos los mensajes del resto de compañeros sintiéndose así integrado totalmente en el tema y poder hacer su aportación de manera inmediata. 

4. Registros y grabaciones: para conservar todo el material registrado en la Comunidad de Práctica, se pueden realizar entrevistas y relatos orales recopilados a través de audios o vídeos. Esto puede ayudar a los mismos participantes y también a futuros integrantes de otras comunidades.

En toda Comunidad de Práctica, debe haber un moderador o dinamizador que aprecie las cuestiones referentes al tema en el que se rige la comunidad y que comparta intereses con los participantes. Las funciones del moderador o dinamizador pueden ser algunas como:

– Identificar los temas a tratar.

– Planificar las actividades que se deben llevar a cabo.

– Conectar a los miembros de la comunidad y potenciar su desarrollo.

– Gestionar las barreras entre la comunidad y la organización.

– Ayudar a construir la práctica integrando herramientas, métodos y actividades.

– Evaluar las aportaciones que han realizado los miembros en sus organizaciones.

Además, un aspecto realmente importante es cómo poder gestionar la información y los contenidos en una Comunidad de Práctica Virtual. Esta gestión se puede estructurar en base a cinco puntos claves:

1. Comunicación. Existen dos formas de establecer una buena comunicación con los participantes a través de:

Sesiones asíncronas: como el correo electrónico, los foros y las listas de distribución.

Sesiones síncronas: como los chats, las videoconferencias, etc.

2. Edición y/o distribución de los recursos de información. Poder editar o distribuir contenidos con diferentes formatos de salida (Word, pdf, html, mp3) para facilitar el acceso a los mismos.

3. Intercambio de la información. Estructurar los contenidos, para que puedan ser consultados según su relación con los objetivos de la comunidad, y las actividades derivadas de los objetivos comunes.

4. Anuncio de información de interés. Publicar toda la información que sea útil y de interés general para los participantes.

5. Alertas. Captar la atención de los participantes enviándoles mensajes de alerta a sus correos personales sobre información de interés de la comunidad.

En Valuexperience, somos expertos en el desarrollo de Comunidades de Práctica Virtuales. Gracias a las comunidades conseguimos generar un ambiente de mejora continua en el área que se desarrolla la intervención. Las Comunidades de Práctica son un excelente aliado para las organizaciones, a través de ellas ayudamos a las organizaciones a obtener una ventaja competitiva sostenible gracias a la innovación sistemática generada por los participantes de las Comunidades.   

Los Diez Mitos del Aprendizaje Colaborativo en un Curso

Colaboración

El aprendizaje colaborativo ha demostrado ser una estrategia eficiente de aprendizaje. Pero para aquellas personas que no han pasado por la experiencia de trabajar en equipo, les surgen algunas dudas sobre su eficacia y tienen ciertos conceptos erróneos como los que os presentamos a continuación:

1. La exposición del trabajo realizado no es viable en el Aprendizaje Colaborativo.

Es muy importante que los participantes de una formación presenten el trabajo, que cada uno ha desempeñado, al resto de compañeros. Esto es así, ya que tanto como para ellos como para los formadores puede llegar a ser una nueva experiencia de aprendizaje útil donde adquirir nuevos conocimientos.

2. Los formadores no alcanzan a cubrir todo el programa porque las actividades de aprendizaje colaborativo llevan demasiado tiempo.

Hay formadores que piensan que realizar actividades en equipo puede llevar mucho tiempo y puede entorpecer el desarrollo de la actividad. Pero esto no es así, ya que los participantes de una formación necesitan compartir su tiempo con el resto de compañeros para llegar a establecer un consenso, formular opiniones, presentar información y realizar investigaciones. Una vez los participantes se adaptan al proceso colaborativo, su nivel de retención y de pensamiento crítico se incrementan.

3. No hay suficiente tiempo en una acción formativa para utilizar actividades de Aprendizaje Colaborativo.

Todas las actividades en equipo que se realizan en las acciones formativas no requieren mucho tiempo.

Los formadores pueden entregar documentación de interés a los participantes durante la acción formativa. En dicha documentación, no es necesario incluir una actividad a desempeñar que sea muy extensa, sino que pueden incluir una actividad de aprendizaje colaborativo que sea breve y sencilla de llevarla a la práctica.

4. Si las tareas que se piden son en equipo, puede ser que algún participante de la formación no contribuya y reciba la misma calificación que los demás.

El aprendizaje colaborativo incluye maneras de asegurar la responsabilidad individual. Esto es así, porque en el aprendizaje colaborativo se trabaja en equipo y no en grupo. Es decir, que todo el equipo tiene una responsabilidad común que cumplir pero a su vez cada uno de ellos se ha de preocupar de realizar la tarea individual que le ha sido asignada, para conseguir de esta forma el objetivo común.

5. Aprendizaje Colaborativo significa que los participantes de la formación deben aprender por sí mismos sin contar con la figura del formador.

En el aprendizaje colaborativo es muy esencial la figura del formador. Los participantes deben trabajar en equipo y ayudarse mutuamente en el desempeño de las tareas, pero necesitan al formador como un facilitador y guía en el desarrollo de la tarea.

6. Aprendizaje Colaborativo significa menos trabajo para el formador.

Es justamente al contrario, debido a que es muy importante que el formador diseñe bien las actividades para que los participantes sigan el proceso correcto y consigan alcanzar el objetivo final. El formador debe procurar que los participantes utilicen adecuadamente las habilidades de trabajo en pequeños equipos.

7. Los formadores no realizan su trabajo si los participantes aprenden por sí mismos.

Los formadores asumen que el conocimiento en el aprendizaje colaborativo se genera a través de la interacción entre los participantes. La formación empieza con el conocimiento, experiencia y comprensión que tiene cada participante. El rol del formador de aprendizaje colaborativo es crear el ambiente en el que los participantes descubran el conocimiento a través de la interacción.

8. Los formadores deben cambiar toda la acción formativa para utilizar el modelo de Aprendizaje Colaborativo.

Cuando se desea realizar actividades en una acción formativa, es importante tener en cuenta que tipo de actividades se deben llevar a cabo. Es este el momento de pensar si se desea incluir la colaboración dentro de las actividades y entonces diseñar actividades donde el elemento principal sea la colaboración.

9. Los formadores pierden el control al emplear el Aprendizaje Colaborativo.

Los formadores deben controlar las actividades de colaboración y organizarlas correctamente para que sean exitosas. El rol del formador consiste en crear un ambiente adecuado en el que los participantes puedan aprender a través de un proceso activo de descubrimiento.

10. Si los participantes realizan un trabajo en equipo, simplemente socializan y no hacen la tarea.

Si existe un alto nivel de estructura y de responsabilidad individual, no hay problema mantener a los participantes interesados en la actividad. Si las actividades son emocionantes y atractivas los participantes se involucrarán de tal forma que incluso al finalizar la acción formativa continuarán hablando del tema tratado en la actividad.  

 

En Valuexperience, empleamos técnicas como el aprendizaje colaborativo y ayudamos a resolver uno de los principales problemas de la formación en la empresa, la falta de implicación por parte de los empleados.

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10 tendencias que están marcando la Transformación Digital Corporativa

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La transformación digital corporativa  y su repercusión en la realidad de las organizaciones

Actualmente, estamos inmersos en un cambio de paradigma social y económico, los avances tecnológicos  cada vez se suceden con mayor rapidez y, además, el cliente tradicional se ha convertido en el llamado cliente digital. Por ese motivo, el modelo de negocio de las empresas debe sumarse a la transformación digital corporativa, de manera que repercuta su propia realidad empresarial y sean capaces de dar respuestas a las nuevas necesidades del cliente, el cual hace un uso intensivo de las nuevas tecnologías de la información. 

Si queremos llegar a una transformación digital corporativa debemos destacar en el entorno digital (además de aportar valor al cliente) y, para ello,  es esencial conocer sus necesidades y tener una visión clara de cómo vamos a relacionarlos con él. En consecuencia, mediante esta digitalización, se crea una nueva forma de trabajo donde no sólo el cliente es digital, sino también el empleado.

Sin embargo, no sólo depende de la implementación de nuevas tecnologías.  Su esencia reside en cómo los líderes y las organizaciones son capaces de cambiar sus procesos internos, su visión de negocio y generar nuevas propuestas de valor capaces de aprovechar todo el potencial que ofrecen las nuevas tecnologías.

10 tendencias que están marcando la transformación digital en las organizaciones:

1. La experiencia del cliente

En primera instancia, el modelo de negocio debe centrarse en la experiencia del cliente. Para ello las empresas deben analizar todo el recorrido que realiza el cliente digital y su relación con los servicios o productos ofrecidos. Ahora todo lo que haga o deje de hacer la empresa tendrá un impacto directo en la imagen de marca.

2. Cultura y liderazgo

Por otro lado, el gran reto para afrontar la transformación digital de la empresa es el cambio que supone para la cultura corporativa. Así pues, todos los miembros de la empresa deben ser capaces de alinear sus objetivos y adaptarlos a una nueva forma de trabajo.

Además, los líderes de la organización y los denominados agentes del cambio tendrán que superar las reticencias que surgirán a lo largo de toda la compañía.

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El proceso de transformación digital se centra en ofrecer una buena experiencia al cliente. No obstante, para poder lograrla, también hay que mejorar la relación con los trabajadores y ser capaces de atraer y retener el talento.

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3. Estrategia de Contenidos

Un eje fundamental para realizar la transformación digital de manera transversal en toda la empresa, es la estrategia de contenidos. Es decir, implementar una cultura basada en la creación y la compartición de contenidos. De esta forma, se facilita la alineación de objetivos fomentando la creatividad y la colaboración interdepartamental.

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4. Ecosistema Digital

Para racionalizar y favorecer el trabajo colaborativo hay que romper con los silos sociales y digitales existentes en la empresa. Por lo que crear  un ecosistema digital compartido fomentará el trabajo interdepartamental.

5. El compromiso social

Debido a que no existe una relación física, ser capaz de conectar con el cliente y con los propios empleados resulta esencial en un contexto digital.

6. Wearables

Hay que tener en cuenta las nuevas plataformas emergentes de contenido. Sobre todo, aquellas relacionadas con la salud y el fitness, las cuales han tenido una gran adopción en el mercado.

7. Imagen de marca

Esta, es esencial en los entornos digitales y debe tener una coherencia en todos los canales comerciales que utilicemos para llegar al cliente. Además, hay que hacer un seguimiento constante de cómo está siendo percibida la marca, teniendo en cuenta si está siendo criticada o ignorada.

8. Internet de las Cosas (IoT)

El IoT permite mejorar la experiencia del cliente en el proceso de compra, así como la relación y la fidelización con la marca.

9. Inteligencia Artificial

Los asistentes virtuales están introduciéndose en el mercado. Pese a estar todavía en una fase inicial de desarrollo, suponen un nuevo canal de comunicación que permite establecer relaciones de confianza a través de recomendaciones.

10. Realidad Virtual

Finalmente, la realidad virtual también está empezando a implantarse como una nueva plataforma de comunicación y ocio.  Permite ofrecer al cliente experiencias inmersivas con un mayor impacto. Eso conlleva a tener en cuenta esta nueva plataforma de comunicación y sus posibilidades para realizar estrategias de comunicación basadas en el storytelling.

 

En Valuexperience ayudamos y enseñamos a las empresas a integrar las nuevas tecnologías a sus estrategias de recursos humanos, de manera que sean capaces de adoptar un modelo de trabajo de innovación continuada como base para su sostenabilidad y competitividad.

Para poder hacer frente a los cambios de la Era Digital y sacar el mayor beneficio de ellos, se necesitan líderes capaces de llevar adelante los procesos de transformación y cambio de las organizaciones.

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Formando a los líderes del futuro

Liderazgo

Los directivos de recursos humanos creen que la próxima generación de ejecutivos y líderes globales será mucho más diversa. Actualmente, las grandes empresas multinacionales están dirigidas por un conjunto de líderes que generalmente se corresponden con el 1 o 2% del total de ejecutivos y expertos de la organización, cumpliendo un rol de enlace entre los diferentes puntos de vista existentes, de manera que se caracterizan por su flexibilidad a la hora de configurar grupos de trabajo para tareas diversas.

Para averiguar cómo están afrontando los departamentos de recursos humanos de las grandes multinacionales el reto de integrar grupos de liderazgo más heterogéneos, Robert J. Thomas, global managing director del Accenture Institute for High Performance, junto con sus colaboradores, realizó una encuesta a 197 ejecutivos de recursos humanos de diversas empresas multinacionales. Las empresas escogidas debían operar en cuatro o más países a través de dos o más continentes, intentando recoger la mayor variedad de industrias posibles.

Los ejecutivos encuestados coincidieron en que el futuro de la alta dirección estaría formada por personas de diferentes perfiles, focalizándose sobre todo en recoger estilos de pensamiento plurales, en detrimento de otros factores clásicos como la edad, el género o la nacionalidad.

Sin embargo, según las encuestas realizadas se prevé que más del 90% de directores de recursos humanos tendrán que trabajar de manera conjunta con líderes de orígenes muy diversos, situación que puede dificultar la implementación de acciones colectivas. Según el estudio, la probabilidad de que se generen desacuerdos aumenta cuanto más heterogéneo sea el grupo de trabajo.

Para evitar que surjan disfunciones graves y debates contraproducentes en los equipos de liderazgo, es urgente encontrar el modo de conciliar diversidad y acción colectiva de una manera eficaz. En las encuestas realizadas se observa que un pequeño grupo de empresas ya aplican diferentes métodos de desarrollo del liderazgo a nivel individual y colectivo, incluyendo programas de entrenamiento, tutorías, asignación de trabajos estratégicos, evaluaciones de la personalidad o retroalimentación de 360 grados. Estos métodos suelen analizar las características personales y los diferentes modos de pensar para potenciar el liderazgo de los empleados con una mayor proyección profesional.

El 70% de los directivos de recursos humanos que mostraron una mayor confianza en sus programas de desarrollo del liderazgo, indicaron que sus iniciativas estaban adaptadas a la diversidad, también a nivel de los diferentes estilos de aprendizaje. Por el contrario, sólo el 20% de los directivos que se mostraban menos seguros de sus programas de liderazgo, incluían la diversidad como objetivo.

No hay grandes diferencias entre las medidas de seguimiento escogidas por los directivos que muestran una mayor y menor confianza en sus programas. Pero en estudio realizado se observó que los directivos con una mayor confianza son más proclives a reorganizar sus programas de liderazgo en función de los resultados obtenidos durante su seguimiento.

Por otra parte, el 40% de los encuestados reconoció dificultades de tipo presupuestario y  temporal que afectan a la adecuada gestión de las diferencias individuales y culturales existentes en la organización. Aquellos que sean capaces de superar todas estas dificultades, podrán contribuir a que las organizaciones dispongan de equipos de liderazgo mucho más eficientes, de manera que se maximice el rendimiento de las inversiones dedicadas a los programas de desarrollo del liderazgo.  

En Valuexperience apostamos por la innovación y el pensamiento creativo para la gestión de la Inteligencia Competitiva (IC) y el desarrollo de roles de liderazgo más eficaces. Para ello te ayudamos a promover la gestión del cambio y la adopción de nuevas dinámicas de comunicación, aprovechando así todo el potencial de las personas que intervienen en las decisiones estratégicas de tu empresa.

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