Técnicas para «hacer Foco»

Técnicas para «hacer foco»

Hacer Foco

En nuestro artículo de esta semana del Atlas del Bienestar Laboral, hablamos de “hacer foco”, el foco es una habilidad crucial para tener éxito en cualquier área de la vida, ya sea personal o profesional. El foco se refiere a la capacidad de concentrarse en una tarea o actividad específica sin distraerse por otros estímulos o pensamientos irrelevantes.nfl pro shops nfl jersey sales custom nfl jerseys custom basketball jerseys sex toy shop nike air jordan 11 nfl san francisco 49ers braided wigs online wig store custom nfl jersey nflshop nfl store custom basketball jersey cheap lace front wigs cheap lace front wigs

Las ventajas de “hacer foco”

Recordemos algunas de las ventajas de “hacer foco”, para que nos sea más atractivo esforzarnos por conseguirlo.

Hacer foco en nuestras actividades vitales nos permite ser más eficientes y efectivos en la consecución de nuestras metas y objetivos.

Cuando nos enfocamos en una cuestión específica, somos capaces de accionar de manera más productiva. Esto nos permite alcanzar objetivos más rápidamente para nuestro propio bienestar, el bienestar del entorno, el ocio y el proceso creativo que contribuye directamente en nuestra evolución.

El foco también nos ayuda a mejorar nuestra capacidad de aprendizaje y memoria. Al concentrarnos en una tarea específica, somos capaces de retener información de manera más efectiva y aprender nuevas habilidades más rápidamente.

Hacer foco en nuestras actividades vitales nos ayuda a mejorar nuestra salud mental, ya que la distracción constante puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad.

Al hacer foco, podemos reducir la distracción y aumentar nuestra capacidad de manejar el estrés.

¿Por qué nos cuesta tanto hacer foco?

Estamos atravesados por múltiples estímulos que nos distraen permanentemente: las redes, los mails, los mensajes de WhatsApp, pedidos laborales duplicados, la multitarea, la demanda de los hijos, los compromisos de la pareja, los problemas de los amigos… ¿Acaso alguien podría decir que esto no es lo que pasa cotidianamente? Aun así, atender tantos emergentes puede ser una gran excusa para estar menos comprometidos con nuestra producción.

Es que hacer foco compromete nuestra identidad,

puesto que, si abordamos una tarea en concentración, se pondrá en juego nuestro saber, nuestra capacidad de respuesta, nuestras habilidades comunicacionales, en definitiva: quedará en evidencia ante los demás quién soy y qué produzco.

La excusa permanente de falta de tiempo o concentración para abordar los temas que importan está socialmente aceptada.

Por eso debemos liberarnos de esa trampa

Y no estamos hablando aquí solamente del trabajo. Estar desenfocados en áreas como la familia, los amigos, la educación de los hijos o la salud integral trae enormes consecuencias a posteriori:  momentos valiosos perdidos que no volverán, toma de decisiones erróneas por no comprender el alcance de lo que está sucediendo y desgaste de la energía vital en todas sus dimensiones.

Consecuencias de estar des-enfocados

Algunos efectos negativos de no hacer foco en nuestras actividades vitales son:

 

Falta de logro y satisfacción: Si no hacemos foco en nuestras actividades vitales, es posible que no logremos nuestras metas o que no sintamos una sensación de logro por nuestras acciones. Esto puede llevar a la insatisfacción y al desánimo.

 

Falta de claridad y dirección: Si no hacemos foco en nuestras actividades vitales, podemos sentirnos perdidos y sin una dirección clara en nuestras vidas. Esto puede hacer que nos sintamos inseguros acerca de nuestras decisiones y acciones.

Falta de equilibrio: Si no hacemos foco en nuestras actividades vitales, podemos sentirnos abrumados y desequilibrados en nuestras vidas. Podemos descuidar nuestras relaciones personales, nuestra salud física y mental, o nuestras pasiones y hobbies, lo que puede llevar a una vida desequilibrada e insatisfactoria.

Hacer foco en nuestras actividades vitales nos permite encontrar un mayor sentido de propósito y significado en nuestra vida.

Al concentrarnos en las tareas que son importantes para nosotros, podemos lograr un mayor sentido de logro y satisfacción.

Algunas recomendaciones para lograr «hacer foco»

 

1. Programa el tiempo para “hacer foco”.

Programa tu tiempo para poder “hacer foco”. Es comprensible que no siempre puedas mantener tu atención en una sola tarea todo el día, pero si no dedicas tiempo específico para enfocarte, será aún más difícil lograrlo.

 

En vez de saltar entre diferentes tareas, es importante que reserves un bloque de tiempo dedicado para mantenerte enfocado en un proyecto específico. Para lograr esto, puedes:

 

• Bloquear tiempo en tu calendario y configurar un estado en cualquier aplicación de mensajería instantánea que uses, de modo que tus compañeros sepan que estás en modo de concentración absoluta.

• Eliminar cualquier distracción que pueda interrumpir tu trabajo. Desactiva las notificaciones del correo electrónico y la mensajería instantánea, y cierra cualquier aplicación o ventana que no estés usando para el trabajo actual. Si es posible, también es recomendable que dejes tu teléfono móvil en un cajón o fuera de la vista para que no te sientas tentado a responder llamadas o mensajes.

Cuando termines tu tiempo de enfoque, tómate un descanso. Si es posible, aléjate del ordenador y haz algo físico como estirarte o caminar un poco. Esto te ayudará a recargar tu energía y a estar listo para enfrentar tus próximas tareas.

2. Crea disparadores para decirle a tu cerebro “Es hora de hacer foco”

Para mejorar tu enfoque y motivación, la Dra. Sahar Yousef, especialista en neurociencia cognitiva, sugiere crear asociaciones cognitivas en tu cerebro.

 

Combina un entorno específico con un estímulo:

• como encender una vela,

•  tomar una bebida o

• escuchar música

Para que tu cerebro asocie ese entorno con la tarea que estás realizando. También puedes vestirte para el éxito o ir a un lugar específico para trabajar. Limpia tu espacio de trabajo para crear una asociación cognitiva y haz que tu cerebro sepa que es hora de enfocarse y ser productivo.

3. Ten claros tus objetivos

 

Los objetivos claros son como una brújula. Te ayudan a decidir en qué debes enfocarte y a qué puedes darle menos prioridad.

• Crea y comparte objetivos SMART con tu equipo para tener una hoja de ruta clara.

• Supervisa regularmente el progreso hacia tus objetivos para mantener la motivación.

• Define de 1 a 3 tareas importantes diarias para mantener el enfoque y prevenir el agotamiento. Cuando la Dra. Yousef, probó este método en su laboratorio, el equipo observó un aumento del 28 % en la productividad individual y una reducción del 42 % de los casos de agotamiento.

 

4. Programa un horario para responder a emails y mensajes

Las personas que revisan su email en tandas son más productivas. Programa horarios específicos para revisar tus mensajes y emails, desactiva las notificaciones y comparte tus preferencias de comunicación con tu equipo. Configura estados en aplicaciones de mensajería instantánea para indicar cuándo estás disponible o en modo de concentración.

En la Escuela del Bienestar encontrarás una serie de acciones formativas y recursos que te ayudarán a desarrollar tu capacidad de “hacer foco”.

Recuerda que con práctica y perseverancia, puedes mejorar tu capacidad para hacer foco y aumentar tu productividad. ¡Adelante!

Te invitamos a conocer nuestro Atlas del Bienestar Laboral