Gamificación: Cómo y para qué usarla

RRHH, Recursos Humanos

La gamificación es un recurso que está apareciendo cada vez más frecuentemente en diferentes ámbitos, entre los que destacan el empresarial y el educativo. Según varios estudios, la mayoría de las empresas  han implantado la gamificación o planean hacerlo para el marketing y la retención de los clientes.

¿A qué se debe su popularidad? A la gente le encantan los juegos, son entretenidos y divertidos. Por lo tanto, pueden resultar una importante y útil herramienta de engagement. Esto hace tentador el asumir que la gamificación funciona, pero no siempre es así y sobre todo no de cualquier manera y para cualquier objetivo. Como con todo, la estrategia de gamificación que resulta exitosa para una empresa puede no funcionar de la misma manera para otra.

Joana Koivisto, de la Universidad de Tampere, tras analizar 800 estudios sobre la temática, vio que solo 300 eran empíricos. Además, eran pocos los estudios que mostraban efectos positivos concretos. Esto muestra que se habla mucho de gamificación, es una tendencia en alza, pero que no siempre se aborda el tema de la mejor manera. No basta con crear un juego, es necesario elaborar una estrategia, estudiar el caso y ver cuál es la mejor manera de aplicar la gamificación y con qué objetivo.

En Valuexperience utilizamos la gamificación como una herramienta de engagement,  para que de  manera práctica y lúdica la gente pueda relacionarse con el contenido. Tanto en las comunidades como en las diferentes acciones formativas que impartimos, el juego es una de nuestras principales herramientas de engagament. Los participantes de nuestros cursos, desde el momento de acceder a nuestra plataforma, comienzan a formar parte de una experiencia ludica; todas las interacciones que realizan son reconocidas y premiadas. Así como los diferentes contenidos tratados en las comunidades, como las temáticas de mejora. En las acciones formativas con objetivos de aprendizaje, los contenidos son enriquecidos pedagógicamente a través de juegos y actividades lúdicas.  De esta manera, se enriquece la experiencia.

Hay diferentes recursos de gamificación que pueden ayudar a crear este engagement. Un estudio de Koivisto mostró que otorgar insignias como muestra de un logro conseguido al finalizar una tarea incrementaba la actividad laboral de los empleados. Otro recurso bastante utilizado son los marcadores. Las experiencias realizadas con esta herramienta muestran que la gente vuelve al trabajo dispuesta a ser más productiva para mejorar sus resultados. Las personas son competitivas y esto puede aprovecharse para mejorar la performance y la eficiencia de la empresa.

Un elemento que es importante tener en cuenta a la hora de poner en práctica la gamificación, es el consentimiento. Ethan Mollick, de Wharton, llegó a la conclusión de que la gamificación puede generar grandes beneficios; pero si no cuenta con el consentimiento de los empleados, es decir, si éstos llevan a cabo el juego con desgana, solo porque están obligados a ello, entonces los resultados son negativos: puede empeorarse la actitud, lo que afecta a la performance.

La gamificación es una tendencia al alza y un recurso muy útil que puede aportar grandes beneficios. Sin embargo, no es suficiente con crear un juego, ya que aplicar la gamificación de cualquier manera puede resultar inútil e incluso contraproducente. Es necesario estudiar para qué se quiere usar y de qué manera, y en función de esto, diseñar una estrategia. La gamificación resulta especialmente útil como herramienta de engagement, ya que es una manera amena y lúdica de relacionarse con un contenido determinado.

Contenido visual online: ¿Por qué hay que aprovecharlo?

Transformación DigitalEl auge del Big Data ha recibido una gran atención en los últimos años, pero hay otro gran fenómeno  que suele recibir menos atención, el auge del contenido visual online. ¿Cuál es la magnitud de este fenómeno? Durante toda la historia de la humanidad hasta mediados del 2011, se estima que se produjo un total de 3,8 billones de fotografías. Solo en 2015, se tomaron alrededor de un billón de fotos. Y esto, sin contar los vídeos subidos a Youtube, los vines y los gifs.

Este espectacular aumento se debe a la rápida implantación de los smatphones y las tablets, que han puesto al alcance de todos la capacidad de producir imágenes y vídeos y compartirlos. Además, han surgido redes sociales y plataformas con un claro enfoque visual, como Instagram, Pinterest, Snapchat, Vine o Periscope. Y las plataformas no tan visuales, como Twitter, LinkedIn o Facebook están dando cada vez más importancia al contenido visual.

El mundo digital en el que vivimos se está volviendo cada vez más visual y audiovisual. Éste es un hecho que las empresas no deben ignorar, ya que ofrece grandes oportunidades. El contenido visual aumenta la visibilidad de una marca en internet. Por ejemplo, los posts con algún tipo de contenido visual reciben de meda un 94% más de visitas y el doble de comentarios que aquellos que cuentan con solo texto. Es por esto que el 70% de los especialistas en marketing planean aumentar el uso de contenido visual este año, no solo utilizando imágenes y vídeos sino creando contenido propio. Las empresas que lleven esto a cabo se verán recompensadas con un impacto en el ROI.

No es de extrañar el auge de este tipo de contenido, si tenemos en cuenta que la vista es nuestro sentido más fuerte; el 90% de la información transmitida al cerebro es visual y el 40% de los nervios del cerebro están conectados a la retina. De esta manera, el contenido visual es procesado por el cerebro de manera mucho más rápida que el textual. Por ejemplo, una infografía resulta mucho más eficaz que un texto, ya que condensa la información en un formato más fácil y rápido de consumir. Esto es algo que, desde Valuexperience, hemos podido comprobar y ponemos en práctica en nuestros proyectos.

El auge del contenido visual tiene implicaciones para todos los tipos de comunicación de una empresa, tanto la externa como la interna. En el mundo en el que vivimos, el contenido visual está por todos partes, estamos acostumbrados a él. Es por esto que cada vez necesitamos crear maneras más sofisticadas de consumirlo. Ya no es suficiente con  añadir una imagen de archivo en los e-mails, hay que ir más allá. Es conveniente que las empresas inviertan en crear contenido propio en forma de imágenes, infografías, vídeos… ya sea como estrategia de marketing para ganar visibilidad online como para su comunicación interna.

El contenido del presente y del futuro es visual. Y además, éste es más eficaz y se asimila de manera más rápida y fácil. Por este motivo, las empresas no deben dejar pasar la oportunidad de usarlo. Sacándole el máximo partido al contenido visual, las empresas conseguirán mejorar su presencia en internet, lo que generará un impacto en el ROI.

Inteligencia Colectiva: ¿Cómo puede aprovechar la tecnología?

La Inteligencia Colectiva es lo que hace que unos equipos de trabajo funcionen mejor que otros. Sin embargo, no es simplemente la suma de la inteligencia de cada uno de los miembros del equipo, sino que hay otros factores que entran en juego. Resulta fácil medir la inteligencia individual, pero ¿qué ocurre con los grupos? ¿Tienen una inteligencia propia? ¿Cómo medirla?

Anita Williams Woolley y sus colegas Thomas Malone y Christopher Chabris, de la Carnegie Mellon University, llevan años investigando este tema. Tras llevar a cabo varios experimentos en los que formaban grupos de personas y les hacían realizar varias tareas, llegaron a la conclusión que sí existe una inteligencia particular en los equipos.

¿De qué depende la Inteligencia Colectiva del equipo? Los investigadores descubrieron que los equipos que obtenían mejores resultados no eran necesariamente los que contaban con personas con coeficientes intelectuales superiores, ni más extrovertidas, ni tampoco más satisfechas con su trabajo.

Sin embargo, encontraron tres elementos que caracterizaban a los mejores equipos de trabajo. En primer lugar, los grupos que contaban con más mujeres eran los que funcionaban mejor. Segundo, aquellos con mejor puntuación en una prueba en la que debían hacer deducciones en base a una serie de fotografías de los ojos de otras personas también realizaban bien el resto de pruebas. Por último, los equipos con mejores resultados eran aquellos en los que las decisiones se tomaban entre todos y todos los miembros participaban, en lugar de ser una o dos personas las que llevaran la voz cantante.

En el mundo digital en el que vivimos, no podemos dejar de lado la tecnología. Y es que ésta puede ponerse al servicio de la Inteligencia Colectiva e impulsarla a nuevos niveles. Los estudios demuestran que, para funcionar bien, tanto individuos como grupos necesitan tres habilidades cognitivas: memoria, atención y capacidad de resolución de problemas.

Transformación Digital

La tecnología nos ayuda a las personas, y cada vez más a los grupos, en estos tres aspectos. La memoria informática es un gran depósito de conocimiento que utilizamos cada día y la comunicación por algún medio digital nos ayuda a coordinarnos y a solucionar los problemas.

La tecnología puede ser un gran aliada para que los equipos de trabajo desarrollen su Inteligencia Colectiva. Creando comunidades, como las que desarrollamos desde Valuexperience, se puede llevar a cabo una mejor comunicación y organización. De esta manera, se crean las condiciones necesarias para facilitar la resolución de problemas. La comunidad proporciona también un memoria eficiente y organizada. Además, también nos ayudan a centrar la atención, ya que nos permite abordar un tema concreto y filtran la información

La Inteligencia Colectiva no aparece de manera espontánea. Surge y resulta beneficiosa para la empresa cuando hay por detrás una sistemática y una metodología que la sustenta. Es por esto que el uso de comunidades resulta provechoso. Con las comunidades que desarrollamos desde Valuexperience se consigue una mejora de la eficiencia de un 20% en el área donde intervenimos. Mes a mes trabajamos sobre una problemática concreta del grupo y de esta manera co-creamos una herramienta, un proceso o un producto que ayude a dar respuesta al problema. Si solo nos quedáramos con un foro, crearíamos un repositorio de conocimiento y opiniones, pero es conveniente ir más allá. 

De esta manera, gracias  a las comunidades, se motiva y se consolida una cultura de mejora continua e innovación, además de aumentar el sentido de pertenencia a la entidad. También permiten intercambiar buenas prácticas y detectar expertos internos. Además, gracias a la tecnología, se reduce notablemente la pérdida de conocimiento cuando un empleado abandona su puesto.

Los equipos de trabajo deben desarrollar su Inteligencia Colectiva para dar lo mejor de ellos. La tecnología resulta de gran ayuda y no hay que desaprovechar todos los beneficios que puede aportar. El uso de comunidades  crea las condiciones óptimas para que los grupos mejoren los resultados de su trabajo y desarrollen así su Inteligencia Colectiva.

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