RRHH, Recursos Humanos

A día de hoy, las redes sociales juegan un papel muy importante en nuestras vidas. Pero no solo son útiles en lo personal, sino que también pueden serlo a nivel profesional. Es por eso que más del 70% de empresas españolas se están embarcando en procesos de transformación digital.

En el  ámbito de los recursos humanos, estos mecanismos pueden ser muy útiles; de hecho, un 66% de las empresas ya usa las redes sociales para captar y seleccionar nuevos empleados. Y también son muchas las empresas que cuentan con perfiles activos en Linkedin y otras redes sociales corporativas y las que utilizan herramientas 2.0 para la comunicación interna.

Sin embargo, casi la mitad de las empresas españolas admite que se encuentra todavía al inicio del proceso. Es por eso que en este post ofrecemos algunos consejos para que las empresas puedan sacar todo el partido al social en las diferentes fases del ciclo de un empleado.

1.- Atracción

Las redes sociales permiten crear una marca, y con ello, formar la reputación de la empresa. De esta manera se consigue atraer empleados, ya que más personas van a querer trabajar en una empresa con buena reputación.

También es una buena idea crear una comunidad de talento que conecte la empresa con las personas que buscan trabajo. Si se implementan en profundidad, estas herramientas pueden llegar a ser comunidades reales, y no solo listas de nombres.

2.- Reclutamiento:

El reclutamiento peer-to-peer puede ser una buena estrategia, usando los empleados como “defensores de la marca” se puede dar a los potenciales empleados una perspectiva única de la empresa. En esta línea, el social también es útil para desarrollar todo un esquema de buenas referencias entorno a la empresa.

3.- Incorporación:

Crea una base de datos con la información necesaria sobre el negocio que permita a los empleados producir feedback y de esta manera mejorar su rendimiento. No olvides crear también un foro para que los empleados nuevos puedan publicar sus dudas y recibir respuestas de los más veteranos. Conectar a los recién llegados con los que ya llevan algún tiempo es clave, así comparten su conocimiento y experiencia.

4.- Aprendizaje:

Que se desarrollen relaciones sociales entre los empleados es positivo, ya que se crean sistemas de apoyo. Por otra parte, fomentar el trabajo autónomo también puede ser una buena estrategia, creando oportunidades de aprendizaje puntuales y concretas en el día a día de la empresa.

5.- Crecimiento:

Una plataforma que permita a los trabajadores recibir feedback los unos de los otros, en función de su trabajo, es una herramienta útil para el crecimiento de los empleados. Además, pueden implementarse otros mecanismos que permitan a los trabajadores proponer ideas y evaluarlas. Como ya hemos comentado antes, conectar a los empleados unos con otros es vital, por lo que crear vínculos entre miembros de diferentes proyectos similares resulta positivo. De esta manera, pueden apoyarse unos a otros y todos los proyectos salen beneficiados.

6.- Retención:

Una manera muy efectiva de motivar a los trabajadores es mediante el reconocimiento de sus logros. Habilita una plataforma que permita, no solo a los directivos sino a todos los empleados, reconocer públicamente el trabajo de otros. Además, este reconocimiento también podrá ser compartido en otras redes sociales.

También es importante hacer que los empleados puedan ver qué impacto tienen sus acciones en el conjunto de la compañía. Esto los ayudará a conseguir sus objetivos y los de su equipo.

7.- Separación:

Cuando un empleado, por el motivo que sea, deba abandonar la empresa, haz que explique sus impresiones sobre el tiempo que ha estado en la compañía. Y más allá del momento de partida, es importante y beneficioso conservar el contacto: los empleados jubilados pueden ser una gran fuente de experiencia. En cuanto a los que han abandonado la empresa, puede ser útil seguirles la pista, ya que pueden acabar volviendo a la compañía con nuevas habilidades adquiridas.

España ha llegado tarde al proceso de transformación digital de sus empresas, mientras que países como Estados Unidos llevan años de ventaja. Es por eso que las empresas españolas deben ponerse las pilas en este sentido, y muchas ya lo están haciendo.

Poner en práctica estas innovaciones es una inversión que ayudará al Departamento de Recursos Humanos y al conjunto de la empresa a conseguir una mayor eficiencia. Nunca es tarde para descubrir los beneficios que el social puede aportar.

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