Lealtad al grupo: un arma de doble filo

Colaboración

Trabajo en equipo: ponerse de acuerdo en cómo colaborar

Cada vez más empresas intentan potenciar la lealtad de sus trabajadores hacia ella. No obstante, este hecho puede convertirse en un arma de doble filo, según un estudio de Angus Hildreth, Francesca Gino y Max Bazerman, ya que puede hacer aparecer tanto comportamientos éticos y un gran compromiso, como comportamientos deshonestos.

Normalmente, en nuestra sociedad se entiende la lealtad (en casi todas sus vertientes: lealtad a ideales políticos, país, familia, pareja, etc.) como un valor claramente positivo. Se hace referencia a la lealtad asociándola a otros valores como el compromiso o la implicación. No obstante, como veremos a continuación, la lealtad a nuestra empresa puede situarnos delante de dilemas e, incluso, hacernos actuar de manera corrupta o poco ética.

Así pues, el hecho de ser fieles a nuestra empresa, puede provocar que, en ciertas ocasiones, prioricemos los beneficios de ésta (o los nuestros propios), haciéndonos tomar decisiones que puedan perjudicar a terceros.  Es la lealtad la que nos sitúa en el dilema de actuar de manera “moralmente correcta” o de actuar en beneficio propio.

En el transcurso de nuestro trabajo, tenemos que tomar todo tipo de decisiones. Si no sentimos la empresa “como nuestra”, probablemente tomemos la decisión que sea moralmente correcta delante de un dilema. En cambio, cuando somos completamente leales a la empresa, puede que este hecho nos haga tomar la decisión que nos favorezca exclusivamente a nosotros.

El experimento

Angus Hildreth, Francesca Gino y Max Bazerman realizaron un experimento para comprobar como afectaba la lealtad a los dilemas éticos. Este experimento consistió en dos grupos de participantes que tenían que completar unos rompecabezas, por cada uno de los cuales bien hechos les pagaban 25 céntimos. Estos participantes se puntuaban a ellos mismos y se crearon unas condiciones propicias para que pudieran engañar a la hora de dar sus puntuaciones.

Después de la prueba se dividió a los participantes en dos grupos: en uno, discutieron durante diez minutos sobre la lealtad; el otro era un grupo control (hablaron sobre temas baladíes). Los resultados arrojaron los siguientes  datos: el grupo que había discutido sobre la lealtad había mentido menos en los resultados de los rompecabezas (20% de mentiras, contra un 44% del grupo control).

Más adelante, se realizó un experimento de seguimiento en el cuál se entregaba un sobre con dinero a los participantes y ellos tenían que devolver el que no les “perteneciera” después de realizar los rompecabezas e indicar los aciertos. Los resultados fueron todavía más exagerados: 15% de mentiras del grupo experimental, contra un 43% del grupo control.

Replicando el experimento

Más adelante, los tres investigadores, hicieron una réplica del anterior experimento. En este caso, los participantes eren miembros de hermandades universitarias (famosas por la lealtad y fraternidad de sus miembros). Los beneficios, además, eran superiores: 20$ por cada rompecabezas realizado correctamente y un premio de 200$ para la hermandad que realice más rompecabezas con éxito. Los miembros que se habían autoproclamado más leales, fueron los más sinceros (con una diferencia de un 23% a un 55%). De este modo, se daba credibilidad a la idea que la fidelidad hacía comportarse de manera más ética.

No obstante, se volvió a realizar el mismo experimento pero, en este caso, los participantes recibían antes de empezar una carta del presidente de su hermandad, con dos modalidades: “Por favor, realiza estas tareas seriamente. “¡Buena suerte!” o “Es una competición dura, pero sé que podemos ganar”. Después de recibir las notas, los participantes más leales, fueron los que más mintieron: 66%, contra 42%. De esta manera, se demostraba lo contrario que al inicio del experimento con las hermandades y los resultados indicaban que la fidelidad puede hacer tener comportamientos menos honestos.

Lealtad, una fuerza para potenciar el bien o el mal

Al final, a la hora de decidir si la lealtad empuja a hacer el bien o el mal, nos encontramos en que depende mucho de la situación concreta, como demuestran los experimentos, en la cual se tenga que decidir. En el caso de las fraternidades, por ejemplo, nos encontramos que, cuando los participantes querían defender los valores de su hermandad, eran más sinceros. En cambio, cuando querían que su hermandad ganara a “cualquier precio”, eran capaces de mentir más.

Por lo tanto, podemos encontrarnos con las dos caras de la moneda, en lo que hace referencia a la lealtad. Así, podemos considerar que es bueno que los trabajadores de una empresa sean leales a ella, pero también es importante que los valores de la empresa sean éticamente correctos. Así, los CEOs y gerentes, tienen que promover una serie de valores que vayan más allá de la lealtad al grupo de trabajadores de la empresa y a la empresa en sí. Si no, la lealtad puede volverse algo negativo y oscuro…

ADN organizacional: 10 principios para liberar el potencial de tu empresa

Management

Las organizaciones cambian a lo largo de los años, cualquier persona que lleva años trabajando en su empresa sabe quiénes son las personas más relevantes, cuales son las expectativas de sus clientes o las habilidades más valoradas en sus empleados. El término ADN organizacional se utiliza como metáfora para definir las características organizacionales y culturales que definen la personalidad de una organización. Mediante un análisis del ADN organizacional podemos determinar su grado de influencia en la ejecución estratégica de la empresa.

Tras realizar más de 220.000 encuestas en línea en la que las personas describen la cultura y la personalidad de su empresa, Gary L. Neilson y Jaime Estupiñán, de Strategy&, han definido 10 principios para analizar y mejorar el ADN organizacional de manera que se libere todo el potencial de la organización y empoderar a los empleados.

  1. Los patrones de personalidad organizacional son limitados. Aunque la personalidad de cada empresa puede parecer única, su conducta puede encajarse en 7 patrones de comportamiento (de menor a mayor eficacia en la gestión empresarial):

– Pasiva-Agresiva.

– Sobre-Gestionada.

– Descoordinada.

– Sobre-Expandida.

– Just-in-time.

– Precisión Militar.

– Resiliente.

  1. Las empresas son una mezcla de diferentes personalidades. Especialmente aquellas empresas que tienen dos o más unidades de negocio, o que han realizado grandes adquisiciones, se caracterizan por contener un mosaico de personalidades con diferentes patrones de comportamiento. Así una gran empresa tecnológica caracterizada por un patrón de comportamiento resiliente que haya adquirido, por ejemplo, una nueva división de tecnologías de la salud con un perfil sobre-expandido, con un gran talento empresarial pero con carencia de disciplina organizativa, deberá aprender a gestionar esta nueva situación sin que su eficacia se vea afectada.
  2. Predomina la debilidad en el desempeño y la gestión empresarial. Existe una fuerte conexión entre el patrón de comportamiento de la organización y la manera como ejecuta sus estrategias. El 48% de los encuestados encaja con un perfil de gestión débil y el 11% con un patrón de comportamiento organizacional pasivo-agresivo, aparentemente libres de conflicto pero que no consiguen ejecutar sus ideas y estrategias.
  3. Una gestión fuerte no es auto-sostenible. El 52% de los encuestados encaja con un patrón de gestión fuerte que no contempla ser complaciente. Incluso en una organización resiliente, existe la necesidad de trabajar constantemente, buscando el feedback de las personas cercanas a su mercado y adoptando estrategias para gestionar las críticas de sus clientes y empleados, evitando que conviertan en problemas mayores.
  4. El rendimiento se basa en factores interdependientes. El ADN organizacional se compone de 4 pares de bloques:

– Procesos de decisión y normas.

– Motivadores y compromisos.

– Información y modos de pensar.

– Estructura y redes.

La aptitud de la empresa para su gestión y ejecución estratégica estará determinada por la forma en que se combinan los bloques. Aquellas empresas que quieran mejorar su gestión deberán considerar los bloques de manera conjunta y no individualmente.

  1. La solución no está en el organigrama. Muchos empresarios creen que el cambio de la estructura organizacional resolverá sus problemas, eliminando niveles de gestión importantes que reducen los costos, pero que a corto plazo acabarán perdiendo su eficiencia. Es mejor cambiar primero elementos formales como los criterios para la toma de decisiones, los agentes motivadores y los flujos de información, para posteriormente realizar cambios estructurales que sostengan el cambio en la organización.
  2. La importancia de los intangibles. Las empresas suelen focalizar su atención en los elementos formales del ADN organizacional, debido a que son fácilmente definibles y medibles. Pero estos elementos tangibles son sólo una parte en la gestión del ADN organizacional. Los elementos intangibles e informales suelen ser ignorados, pero son muy importantes para influir en las actitudes y comportamientos de los empleados. La influencia en los factores intangibles son determinantes para mejorar de manera equilibrada el rendimiento de la gestión organizativa.
  3. Los procesos de decisión y los flujos de información. Para alcanzar una organización eficaz hay que incidir en los procesos de decisión y el contenido de la información, ya que son elementos mucho más potentes que la estructura y los agentes motivadores. Tras el análisis de una docena de compañías con una gestión eficaz, descubrimos una fuerte correlación entre el contenido de la información y la eficacia en la gestión, en un 54% de los casos, y con los procesos de decisión, en un 50%. En cambio, la estructura solo presentó una correlación del 25%.
  4. Los factores informales cambian cuando te enfocas en aquello que funciona. Los factores intangibles como las normas y lo compromisos pueden utilizarse como fuerza para la transformación. Utilice las fortalezas intangibles de su empresa para mejorarla, en lugar de tratar de cambiar su cultura organizacional. Por ejemplo, ante una pérdida de clientes es muy útil centrarse en aquellos comportamientos positivos para aumentar el compromiso con el servicio al cliente y aumentar las tasas de retención de clientes.
  5. El alto rendimiento no se puede conseguir de manera aislada. Los cambios suelen perdurar en el tiempo cuando se enfrentan de una manera integral en toda la empresa. Así el departamento de producción necesitará saber que venden en el departamento comercial y, a su vez, el departamento comercial deberá saber que promociones van a lanzar en el departamento de marketing. Cuanta mayor sea la relación entre los diferentes departamentos y grupos de la empresa, más eficaz llegará a ser su gestión.

El verdadero significado de digital: Parte Ip

¿Cuál es el primer paso para digitalizar un negocio?
Existen tantas definiciones y perspectivas sobre el concepto “digital” que a menudo los ejecutivos confundidos, desconocen cómo gestionar el uso y tácticas de su potencial. Tropiezan con un liderazgo sin rumbo fijo, sus decisiones reflejan una falta de alineación y visión común acerca de hacia dónde tiene que ir el negocio. A menudo, esto se traduce en labores parciales o esfuerzos poco efectivos que conducen a la pérdida de oportunidades, escaso rendimiento o iniciativas fallidas.
Los líderes corporativos deben tener una comprensión clara y compartida de en qué les pueden exactamente beneficiar los medios digitales y cómo las empresas pueden desarrollar estrategias digitales con sentido y unidad de negocio para incrementar el rendimiento.Para más información recomendamos consultar El aumento de su cociente digital.
Es tentador optar por las definiciones más simples, pero vale la pena encontrar una definición funcional para la empresa porque la tecnología digital debe ser vista como un método actualizado de hacer las cosas. Para aproximarse a una definición más concreta, se presentan los tres atributos siguientes:
– Creación de valor en los procesos que se ejecutan según la visión del cliente.
– Creación de valor traspasando las nuevas fronteras del mundo de los negocios.
– Construcción de capacidades clave que sustentan la estructura completa.

1.Creación de valor en el núcleo de un negocio
El nuevo desafío de la perspectiva digital, es reconsiderar cómo utilizar las nuevas capacidades para mejorar los servicios que propondrán a los clientes. El reto ha desencadenado una obsesión para comprender, analizar y cuantificar los hábitos de los clientes. Éstos datos se traducen en un intento de diseñar oportunidades digitales que ofrezcan la mejor experiencia posible al usuario teniendo en cuenta una visión global, osea con todas las partes del negocio. Por ejemplo, la cadena de suministro es fundamental para el desarrollo de la flexibilidad, eficiencia y velocidad para entregar productos de forma eficiente de la manera que desee el cliente.
Digitalizar enfatiza la implementación de dinámicas cíclicas cuyos procesos y capacidades están en constante evolución, siempre poniendo el punto de mira en las aportaciones de los clientes. De éste modo se sigue fomentando la lealtad hacia productos o servicios y para eso el negocio se abastece de un conjunto interconectado con cuatro capacidades básicas:
– Toma de decisiones proactiva. Esto requiere la toma de decisiones inteligente, es decir, decisiones que apuestan por entregar contenidos y experiencias totalmente personalizadas y significativas para el cliente. Recordar las preferencias del cliente es un ejemplo básico de esta capacidad, pero la toma de decisiones inteligente, también se extiende a personalizar y optimizar esfuerzos hacia conocer el siguiente paso que proyectará el cliente en un futuro próximo. Los proveedores de datos, tales como ClickFox, por ejemplo, te muestran con un solo vistazo información recogida de múltiples canales sobre lo que los clientes están haciendo, cuáles son sus opiniones o preferencias y lo que ocurre como resultado. Es decir, Se recoge información a tiempo real de las necesidades y comportamientos de los clientes que luego determinan los tipos de mensajes que ofrecer al cliente.
– Interactividad contextualizada. Se trata de analizar la forma en que un consumidor está interactuando con una marca y después se modifican esas interacciones para mejorar la experiencia del cliente. El incremento de usuarios que generan interacciones producen un flujo de información que ayuda a las marcas a tomar mejores decisiones según los gustos de sus clientes. El rápido aumento de la tecnología portátil e Internet representa la apertura a una dimensión que impulsa a las empresas a mezclar lo digital con experiencias físicas aún más eficaces.
– Automatización a tiempo real. La automatización de algunas tareas, solicitadas por los clientes a través de sus interacciones, ha aumentado el número de posibilidades de autoservicio. Por ejemplo, la automatización de la cadena de suministro y procesos de negocio benefician a la empresa al reducir los costes, pero también es crucial para proporcionar a las empresas mayor flexibilidad y así responder y anticiparse la demanda del cliente.
– Servicios innovadores. A raíz de los datos recogidos gracias a las interacciones, se proponen diferentes servicios que permiten la ampliación de la oferta y fortalecen la relación entre cliente-marca. Las nuevas oportunidades de negocio generan más interacciones, crean más información, y aumentan el valor de la relación cliente-marca.
La próxima semana continuamos analizando los dos aspectos siguientes sobre los que impacta la digitalización en las empresas:
• Fronteras de Negocio
• Capacidades
Gracias por vuestra atención

Gamificación: Cómo y para qué usarla

RRHH, Recursos Humanos

La gamificación es un recurso que está apareciendo cada vez más frecuentemente en diferentes ámbitos, entre los que destacan el empresarial y el educativo. Según varios estudios, la mayoría de las empresas  han implantado la gamificación o planean hacerlo para el marketing y la retención de los clientes.

¿A qué se debe su popularidad? A la gente le encantan los juegos, son entretenidos y divertidos. Por lo tanto, pueden resultar una importante y útil herramienta de engagement. Esto hace tentador el asumir que la gamificación funciona, pero no siempre es así y sobre todo no de cualquier manera y para cualquier objetivo. Como con todo, la estrategia de gamificación que resulta exitosa para una empresa puede no funcionar de la misma manera para otra.

Joana Koivisto, de la Universidad de Tampere, tras analizar 800 estudios sobre la temática, vio que solo 300 eran empíricos. Además, eran pocos los estudios que mostraban efectos positivos concretos. Esto muestra que se habla mucho de gamificación, es una tendencia en alza, pero que no siempre se aborda el tema de la mejor manera. No basta con crear un juego, es necesario elaborar una estrategia, estudiar el caso y ver cuál es la mejor manera de aplicar la gamificación y con qué objetivo.

En Valuexperience utilizamos la gamificación como una herramienta de engagement,  para que de  manera práctica y lúdica la gente pueda relacionarse con el contenido. Tanto en las comunidades como en las diferentes acciones formativas que impartimos, el juego es una de nuestras principales herramientas de engagament. Los participantes de nuestros cursos, desde el momento de acceder a nuestra plataforma, comienzan a formar parte de una experiencia ludica; todas las interacciones que realizan son reconocidas y premiadas. Así como los diferentes contenidos tratados en las comunidades, como las temáticas de mejora. En las acciones formativas con objetivos de aprendizaje, los contenidos son enriquecidos pedagógicamente a través de juegos y actividades lúdicas.  De esta manera, se enriquece la experiencia.

Hay diferentes recursos de gamificación que pueden ayudar a crear este engagement. Un estudio de Koivisto mostró que otorgar insignias como muestra de un logro conseguido al finalizar una tarea incrementaba la actividad laboral de los empleados. Otro recurso bastante utilizado son los marcadores. Las experiencias realizadas con esta herramienta muestran que la gente vuelve al trabajo dispuesta a ser más productiva para mejorar sus resultados. Las personas son competitivas y esto puede aprovecharse para mejorar la performance y la eficiencia de la empresa.

Un elemento que es importante tener en cuenta a la hora de poner en práctica la gamificación, es el consentimiento. Ethan Mollick, de Wharton, llegó a la conclusión de que la gamificación puede generar grandes beneficios; pero si no cuenta con el consentimiento de los empleados, es decir, si éstos llevan a cabo el juego con desgana, solo porque están obligados a ello, entonces los resultados son negativos: puede empeorarse la actitud, lo que afecta a la performance.

La gamificación es una tendencia al alza y un recurso muy útil que puede aportar grandes beneficios. Sin embargo, no es suficiente con crear un juego, ya que aplicar la gamificación de cualquier manera puede resultar inútil e incluso contraproducente. Es necesario estudiar para qué se quiere usar y de qué manera, y en función de esto, diseñar una estrategia. La gamificación resulta especialmente útil como herramienta de engagement, ya que es una manera amena y lúdica de relacionarse con un contenido determinado.

Contenido visual online: ¿Por qué hay que aprovecharlo?

Transformación DigitalEl auge del Big Data ha recibido una gran atención en los últimos años, pero hay otro gran fenómeno  que suele recibir menos atención, el auge del contenido visual online. ¿Cuál es la magnitud de este fenómeno? Durante toda la historia de la humanidad hasta mediados del 2011, se estima que se produjo un total de 3,8 billones de fotografías. Solo en 2015, se tomaron alrededor de un billón de fotos. Y esto, sin contar los vídeos subidos a Youtube, los vines y los gifs.

Este espectacular aumento se debe a la rápida implantación de los smatphones y las tablets, que han puesto al alcance de todos la capacidad de producir imágenes y vídeos y compartirlos. Además, han surgido redes sociales y plataformas con un claro enfoque visual, como Instagram, Pinterest, Snapchat, Vine o Periscope. Y las plataformas no tan visuales, como Twitter, LinkedIn o Facebook están dando cada vez más importancia al contenido visual.

El mundo digital en el que vivimos se está volviendo cada vez más visual y audiovisual. Éste es un hecho que las empresas no deben ignorar, ya que ofrece grandes oportunidades. El contenido visual aumenta la visibilidad de una marca en internet. Por ejemplo, los posts con algún tipo de contenido visual reciben de meda un 94% más de visitas y el doble de comentarios que aquellos que cuentan con solo texto. Es por esto que el 70% de los especialistas en marketing planean aumentar el uso de contenido visual este año, no solo utilizando imágenes y vídeos sino creando contenido propio. Las empresas que lleven esto a cabo se verán recompensadas con un impacto en el ROI.

No es de extrañar el auge de este tipo de contenido, si tenemos en cuenta que la vista es nuestro sentido más fuerte; el 90% de la información transmitida al cerebro es visual y el 40% de los nervios del cerebro están conectados a la retina. De esta manera, el contenido visual es procesado por el cerebro de manera mucho más rápida que el textual. Por ejemplo, una infografía resulta mucho más eficaz que un texto, ya que condensa la información en un formato más fácil y rápido de consumir. Esto es algo que, desde Valuexperience, hemos podido comprobar y ponemos en práctica en nuestros proyectos.

El auge del contenido visual tiene implicaciones para todos los tipos de comunicación de una empresa, tanto la externa como la interna. En el mundo en el que vivimos, el contenido visual está por todos partes, estamos acostumbrados a él. Es por esto que cada vez necesitamos crear maneras más sofisticadas de consumirlo. Ya no es suficiente con  añadir una imagen de archivo en los e-mails, hay que ir más allá. Es conveniente que las empresas inviertan en crear contenido propio en forma de imágenes, infografías, vídeos… ya sea como estrategia de marketing para ganar visibilidad online como para su comunicación interna.

El contenido del presente y del futuro es visual. Y además, éste es más eficaz y se asimila de manera más rápida y fácil. Por este motivo, las empresas no deben dejar pasar la oportunidad de usarlo. Sacándole el máximo partido al contenido visual, las empresas conseguirán mejorar su presencia en internet, lo que generará un impacto en el ROI.

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