Organizar para la Madurez Digital

Organizar para la Madurez Digital

Las estructuras de las organizaciones empresariales jerárquicas tradicionales no permiten la agilidad de colaboración necesaria para que las organizaciones operen en los mercados tan rápidos en los que nos encontramos hoy en día. Es por este motivo que muchas empresas comentan que su estructura de gestión jerárquica y sus prácticas habituales, como por ejemplo el liderazgo y la toma de decisiones, interfieren con la capacidad de sus organizaciones para introducirse con éxito en el mundo digital.

La necesidad de colaboración multidisciplinar

Para lograr el éxito en los entornos digitales actuales es crucial cambiar del viejo sistema de organización a uno de colaboración multidisciplinar que permita tanto la integración como el trabajo en equipo que generará resultados más eficaces y eficientes.

Hasta cierto punto, el impulso para cambiar a una organización empresarial multidisciplinar es inherente a cómo las tecnologías digitales actuales han cambiado nuestra forma de trabajar. Los procesos se han vuelto tan integradores que se hace muy difícil pensar que se pueden hacer individualmente, y la forma más eficiente y eficaz de abordarlos es mediante la colaboración.

Culturas Digitales – Colaborativas y tolerantes al riesgo

Es por este motivo que las culturas corporativas han evolucionado de operaciones en departamentos únicos, en silos, hacia un trabajo de colaboración multidisciplinar. Los objetivos e incentivos compartidos del trabajo en equipos influyen en la mentalidad de los empleados al exponerlos a nuevas formas de relacionarse los unos con los otros. Estas nuevas mentalidades y los estilos de trabajo colaborativo, a su vez, fortalecen la cultura de empresa y potencian su agilidad.

Así, las organizaciones con maduración digital reconocen la colaboración y los equipos multifuncionales como una piedra angular de cómo operan actualmente. Superar la aversión al riesgo es quizás la característica más importante de estas culturas con maduración digital, las cuales animan a las organizaciones a experimentar y aceptar el riesgo al fracaso para conquistar esta barrera cultural que impide el progreso.

Cambiar de un sistema de organización jerárquico a un sistema de cultura digital con trabajo de colaboración multidisciplinar es adentrarse en el desarrollo de un círculo virtuoso donde la madurez digital estimula el cambio, al aumentar la adopción de organización digital y viceversa.

Colaboración

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El arte de gestionar colaboraciones complejas en tu equipo

El arte de gestionar colaboraciones complejas en tu equipo

Los mayores desafíos de la sociedad también suelen ser los más complejos, es por ello por lo que las soluciones no suelen ser tan simples. Tal vez, la única forma de avanzar en nuestros desafíos es reunir a las partes interesadas en un tema determinado para buscar intereses comunes y resolver los puntos de conflicto.

¿Suena sencillo? Aquí te daremos las claves para que lo logres. Cinco lecciones para el éxito:

Reuniendo al grupo

Es normal que, en la conformación de un grupo, cada integrante tenga intereses distintos y personalidades diferentes, esto es lo que marca la particularidad de cada miembro. Pero poder acoplar esto en objetivos comunes y transformarse en un equipo es el gran desafío que debemos afrontar para alcanzar el éxito.

 

Transformar el grupo en equipo

Sin embargo, seleccionar, armar, mantener grupos, no es tarea fácil. Muchas iniciativas han tropezado, han fracasado y han supuesto la disolución del grupo. La determinación de los líderes por hacerlo funcionar es algo clave para esquivar posibles obstáculos y superar el reto que supone.

Para poder lograr esto es necesario que el grupo se conozca, entienda y mantenga los objetivos claros, sabiendo que todos forman parte de algo mayor, ¿el todo es más que la suma de sus partes? Podríamos plantear esto para entender que cada miembro aportará un plus a la organización y, si logran una cohesión y trabajo en equipo, más allá de las adversidades que afronten, seguirán trabajando juntos para salir adelante.

 

Mantener clara la misión

Para que una organización perdure en el tiempo es necesario mantener clara la misión y el lema original, recordar los objetivos previos, las raíces, los pilares iniciales en los que se rige la empresa, a pesar de tener nuevos objetivos y metas.

Incluso años después de su fundación, las organizaciones deben seguir trabajando para mejorar y optimizar los servicios ofrecidos, así como los procesos de gestión y funcionamiento de la compañía.

 

“Hacer” puede parecer simple

La clave reside en potenciar la mirada individual a través del grupo, detectando así las fortalezas individuales. Cada miembro otorgará algo único al equipo, por eso es preciso conocer las fortalezas y debilidades de cada miembro y así poder complementarse con los demás.

La organización debe reunir la experiencia y recursos de diversos empleados para realizar las tareas y funciones de la organización de una forma eficiente y exitosa. 

Esto puede parecer simple, sin embargo, la realidad es bastante compleja. Las negociaciones que tienen que realizarse en la empresa y el posterior equilibrio de intereses comunes y en competencia seguirá siendo un desafío.

 

Mirar hacia el futuro

En un mundo de cambio continuo se debe reconocer cómo las nuevas tecnologías permiten generar nuevos impactos y ampliar la vista a nuevos caminos estratégicos hacia el triunfo. Por ello, debemos tener como brújula nuestra creatividad para desarrollar nuevos caminos que permitan estar en la actualidad, resolviendo los puntos de conflicto y aprendiendo a desenvolvernos en la era digital.

 

 

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Colaboración y otras ventajas de contar con Mentores Virtuales

Colaboración y otras ventajas de contar con Mentores Virtuales

Tener un mentor siempre ha ayudado al desarrollo profesional y al avance profesional, pero en los puestos de trabajo complejos actuales un solo mentor no es suficiente. Para potenciar la innovación y la creatividad, los empleados a menudo requieren información de diferentes fuentes de especialización y en tiempo real. La buena noticia es que la rápida expansión de las redes sociales dentro y fuera de las empresas ha hecho posible que los aspirantes a líderes puedan perfeccionar su oficio colaborando con los mejores expertos en muchos dominios a través de Internet o mediante sistemas de gestión (knowledge management – KM). Estos expertos se convierten en mentores virtuales con los que poder contactar en cualquier momento y en cualquier lugar. Y, ¿qué mejor que encontrar los expertos dentro de tu organización y sacar el máximo provecho a sus conocimientos? Para conseguirlo, sólo necesitas una comunidad virtual que permita una comunicación ágil y rápida entre todos tus empleados.

La idea principal es que todos los empleados se ayuden en sistemas sociales de colaboración y compartan sus experiencias y conocimientos vía internet dentro de una comunidad virtual propia.

Los sistemas de KM y colaboración permiten a los empleados crear su perfil y listar palabras clave asociados a su experiencia. De esta forma, mediante los sistemas de colaboración social y de KM se pueden identificar miembros clave dentro de la comunidad dispuestos a compartir su experiencia y construir relaciones a través de sus propias consultas y aportaciones. Todos se pueden convertir en mentores. Cada vez que los empleados tengan una consulta, utilizan esta base de datos para conectarse con el experto relevante e intercambian conocimiento libremente en tiempo casi real. La colaboración en las comunidades virtuales mediante el intercambio de conocimientos y convirtiéndose unos en mentores de otros, fomenta un trabajo en equipo más productivo y eficiente.

Las principales ventajas de contar con mentores virtuales son:

Solución de problemas en tiempo real: cada vez que los empleados llegan a una calle sin salida, pueden recurrir a los sistemas de KM y colaboración social, publicar sus consultas y lo más probable es que un experto responda a la pregunta inmediatamente. Eso sólo lo permite un trabajo en red.  Las comunidades son una excelente herramienta para desarrollar en el área un ecosistema de mejora continua.

Ampliar sus habilidades y aprender sobre las próximas oportunidades: la comunidad virtual de tu organización permitirá a tus empleados forjar conexiones valiosas y aprender sobre proyectos y oportunidades internas que los ayudaran a profundizar en su conocimiento y ganar reconocimiento por su crecimiento y pericia.

Mayor lealtad a la empresa: esta conexión directa de colaboración con la empresa logra que los empleados se sientan parte de esta, lo que consigue incrementar el sentido de pertenencia con la organización y estén más comprometidos con el éxito empresarial.

Aumento en innovación: la colaboración con sus colegas y mentores favorece la innovación y creatividad de los empleados, manteniendo la motivación para una mejora continua.

Mayor consciencia del contexto externo: mediante la búsqueda de información en fuentes externas y compartirla con todos los miembros de la empresa, aumenta el conocimiento de todos sobre lo que pasa fuera de la organización.

Los resultados de los estudios son claros: las inversiones en herramientas de medios sociales pueden ayudar a las empresas a mejorar en habilidades, productividad, compromiso y lealtad de sus fuerzas de trabajo.

Si estas interesad@ en desarrollar en tu organización estas iniciativas conoce nuestra solución Comunidades 4.0

Sobre la colaboración y la comunicación en las redes sociales

Sobre la colaboración y la comunicación en las redes sociales

La diferencia entre comunicación y colaboración tiene importantes implicaciones para las empresas que están adoptando herramientas tecnológicas y redes sociales. La diferencia entre ambas es clara. Por una parte, la comunicación involucra transmitir información de una parte a otra, ya sea de manera unidireccional o bidireccional, y no está necesariamente orientada a objetivos. Por su parte, la colaboración es una interacción recursiva entre dos partes con la intención de lograr un objetivo particular.

Las redes sociales difuminan la línea que separa comunicación y colaboración. Toda la comunicación en las plataformas sociales se convierte en una oportunidad para la colaboración futura, tenga o no el comunicador la intención de colaborar.

Este potencial para la colaboración involuntaria es una de las distinciones clave entre las redes sociales y las tecnologías de comunicación tradicionales (por ejemplo, teléfono, correo electrónico), así como una de las fuentes de valor real para las empresas sociales.

Beneficios de la colaboración involuntaria

La capacidad de colaboración involuntaria crea oportunidades para las redes sociales dentro y fuera la organización.

Hace dos décadas, las empresas estaban obsesionadas con la idea de «gestión del conocimiento»: obtener el derecho de información en el lugar y el momento adecuados para que pudiera ser valiosa para la organización. Estos esfuerzos fracasaron en gran medida porque requerían un esfuerzo adicional por parte de los empleados para compartir realmente lo que sabían y categorizar ese conocimiento, sin ninguna garantía de que otros se beneficiaran de él.

Las plataformas de medios sociales eliminan estas barreras, haciendo que el conocimiento sea accesible para los demás sin un esfuerzo adicional y sin tener que predefinir sus usos.

La colaboración involuntaria facilitada por las redes también crea oportunidades para interactuar con los clientes. Hasta hace poco, la carga para colaborar era principalmente con el cliente. Los clientes deben iniciar el contacto con una organización para ayudar a resolver un problema. En las plataformas de redes sociales, sin embargo, se crea una oportunidad para que la empresa inicie la colaboración con el cliente, incluso si no son buscados activamente. Por ejemplo, Microsoft utiliza las redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram para colaborar con sus clientes y ayudarlos a resolver problemas.

Además, si los empleados usan plataformas de redes sociales para la comunicación interna dentro de la organización, estas comunicaciones se pueden usar para ayudar a los gerentes a colaborar con empleados.

Esta actividad de comunicación de los empleados se puede utilizar, por ejemplo, para desarrollar mapas de red que permitan gerentes para visualizar cómo la organización está colaborando sin violar la privacidad de ningún individuo. Los gerentes pueden usar estas visualizaciones para identificar oportunidades para mejorar, diseñar intervenciones para realizar estas mejoras y evaluar la eficacia de estas intervenciones.

Las redes sociales se convierten en la Era Digital en una poderosa herramienta para la comunicación y la colaboración en las organizaciones, facilitando el contacto con los clientes, permitiendo a la empresa reforzar su marca, aumetando la comunicación interna y externa, fortaleciendo los vínculos, y obteniendo información relevante para el análisis interno y la adquisición de experiencia en un entorno de gran crecimiento.

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Redes sociales en la empresa: conocimiento compartido, colaboración y eficiencia

Redes sociales en la empresa (RSC): conocimiento compartido, colaboración y eficiencia

Aunque las herramientas de Redes Sociales Corporativas (RSC) son, a menudo, adoptadas por muchos líderes para que los miembros de la organización compartan conocimiento, colaboren y, así, aumente su eficiencia, muchos de estos miembros se pierden en este cambio estratégico y tecnológico debido, sobre todo, a la desconexión entre esta herramienta y los demás sistemas y tecnologías digitales que usan en su trabajo diario.

A partir de un estudio realizado por el MIT Sloan Management Review, descubrimos por qué las empresas deberían introducir una Red Social Corporativa como un componente estratégico y herramienta integrada que apoye el trabajo diario de los trabajadores y directivos.

Perdidos en la Transición Digital

Muchas compañías, atraídas por los beneficios de la digitalización de los sistemas, piden un porfolio digital que integre plataformas que van desde software para la colaboración entre el equipo hasta herramientas de gestión de proyectos y de gestión del conocimiento interno y/o intranets.

En cambio, como la mayor parte de Redes Sociales Corporativas (RSC) son herramientas basadas en la nube y están, al menos en parte, fuera del área del departamento de IT, la responsabilidad de la implementación de la RSC en el lugar de trabajo recae en líderes que no pertenecen a IT y, en muchas ocasiones, se falla en la articulación de prioridades para la navegación por este cúmulo de herramientas digitales que los empleados deben utilizar en su día a día. Es entonces cuando, debido a la falta de guía para la navegación entre las diferentes plataformas, se pierden en la transición digital.

Paradójicamente, conectar a una RSC requiere desconectar de los antiguos métodos y herramientas de comunicación y colaboración interna. Esta desconexión supone una tremenda dificultad para que los empleados utilicen las RSC. Por ello, las soluciones técnicas y culturales a este problema deben trabajar en concierto.

Las RSC como centro neurálgico del Porfolio Digital

Desde un punto de vista técnico, la empresa debería situar las RSC cómo centro neurálgico que conecte los sistemas de IT, las aplicaciones de negocio, las herramientas colaborativas y las plataformas digitales. Desde aquí, con una integración adecuada, los trabajadores y trabajadoras serán capaces de acceder a plataformas como la intranet corporativa, el correo electrónico, los directorios, las herramientas para compartir documentos, foros, blogs y/o wikis muy fácilmente y, así, se propicia la adopción de la RSC y se aumenta la eficiencia.

También se pueden utilizar Interfaces de Programación de Aplicaciones (API, por sus siglas en inglés) para integrar las RSC con las herramientas digitales preexistentes o utilizar la RSC como punto de acceso a las demás plataformas digitales del porfolio interno de la empresa para ayudar a que los empleados perciban la RSC como una herramienta más de trabajo.

Participación por parte de los Líderes y guiando en Buenas Prácticas

Desde el punto de vista cultural, los líderes deben articular unos principios flexibles que guíen a empleados y empleadas en la elección de la mejor plataforma digital para cada ocasión y elogiar aquellos usos no previstos que se alineen con las aspiraciones culturales de la organización.

También es necesaria una guía de utilización de las herramientas digitales de forma productiva para evitar la sensación de desconexión del ámbito laboral al utilizarlas. En este sentido, un manual de Buenas Prácticas es muy conveniente y un acompañamiento inicial evita posibles confusiones.

Los líderes de esta transformación e implementación de las RSC deben estar atentos a los usos imprevistos de las mismas que estén alineados con los valores de la organización y resaltarlos a través de ejemplos o historias para fomentar la utilización y la percepción de esta herramienta como un proceso y no un simple evento. A medida que la implementación avanza y madura, los miembros que resulten más activos en la RSC pueden ser una inspiración para los demás, mostrando cómo integrarla en las actividades laborales cotidianas y ayudando a navegar esta transformación digital de la mejor manera posible.

En definitiva, la organización puede aprovechar esta oportunidad de crecimiento utilizando las RSC como centro neurálgico de su transformación digital y proporcionando un mapa técnico y cultural de utilización de esta en conjunción con el resto de las herramientas digitales y abordando las posibles confusiones que se produzcan debido a su implementación.

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