por Valuexperience Community Manager | Oct 2, 2017 | Blog
Cuarta Revolución Industrial. Cuando el trabajo se vuelve una commodity
La Cuarta Revolución Industrial nos sumerge en un tiempo de cambios rápidos y profundos en la ciencia y la tecnología y, también, en los aspectos sociales y laborales. Los hábitos y modalidades de trabajo, así como también la cultura y valores de las organizaciones sufren una transformación hacia lo digital. La Cuarta Revolución Industrial, borra los límites entre lo físico y lo digital, lo biológico y lo cibernético. Y en este contexto los trabajos rutinarios, mecánicos corren el peligro de volverse commodities.
No cabe duda de que el avance de la tecnología que se viene dando en los últimos años ha supuesto una mejora en la calidad de vida de las personas. Sin embargo, si observamos la otra cara de la moneda, también ha puesto en peligro muchos puestos de trabajo. A lo largo de este post, se tratará la problemática de la sustitución de personal humano por máquinas en las grandes empresas.
Thomas H. Davenport, estudia en uno de sus artículos (When Jobs become Commodities, Julio 2017) como las grandes empresas están empezando a considerar los trabajos que sus empleados realizan cada día como tareas mecánicas susceptibles de ser llevadas a cabo con facilidad con máquinas diseñadas para ello. En palabras del profesor, los trabajos se están convirtiendo en commodities, término inglés que hace referencia a productos no especializados que se elaboran masivamente.
Reflexionemos sobre ello. Generalmente los empleados perciben su trabajo y su aportación como únicos e insustituible. No obstante, la realidad es que un trabajo que se realiza mecánicamente (entendemos que una tarea es mecánica cuando se realizan repetitivamente las mismas acciones), es fácilmente sustituible por máquinas. Por tanto, el quid de la cuestión reside en intentar lograr que nuestros trabajos sean verdaderamente únicos. Cuanto más entren en juego las capacidades humanas más difícil será sustituirnos por máquinas. Este hecho es firmemente defendido por el profesor Davenport quien considera que todo puesto de trabajo se compone de una serie de tareas de las cuales tan solo unas pocas son automáticas.
Veamos un ejemplo. El sector financiero es uno de los campos más afectados por la mecanización del trabajo. El mercado es cada vez más digital y las máquinas pueden determinar con facilidad qué tipo de inversiones son las más adecuadas. Sin embargo los agentes financieros, son los encargados de interpretar los datos ofrecidos por las máquinas y de asesorar a los clientes. Mientras estos mantengan el interés por defender los aspectos humanos que hay detrás de sus tareas, podrán asegurar la subsistencia de su perfil de puesto. En el momento en que se limiten a ofrecer números sin más, podrán ser sustituidos por máquinas.
En definitiva, aquello que nos hace únicos son nuestras capacidades humanas. Pero, ¿cuáles son? La lista podría ser interminable, pero tomaremos algunos ejemplos que seguro nos ayudarán a aclarar nuestras ideas. En primer lugar, cabe destacar la capacidad para pensar y tomar decisiones. Pongamos por caso una fábrica con producción en cadena. ¿Una máquina sería capaz de detectar y de solucionar errores en el patrón de los productos? ¿Y si hablamos de creatividad y de talento? Un robot puede reproducir patrones, pero no inventar nuevos sin la intervención humana. ¿Qué me dices del trato directo al público? Son muchas las personas que acaban por perder los nervios cuando tratan de solucionar un problema con un contestador automático.
Si algo es evidente, es que en la Cuarta Revolución Industrial algunos trabajos mecánicos puedan ser realizados por máquinas, pero siempre habrá tareas que únicamente podrán desempeñar los humanos (de hecho alguien debe crear las máquinas).
por Valuexperience Community Manager | Oct 1, 2017 | Ventas
La disrupción digital en la empresa y sus niveles de adopción. El siguiente artículo trata de cómo afecta la disrupción digital en las empresas. Los contenidos que aborda son:
- Qué es la disrupción digital.
- Afrontar la disrupción digital: adopción, adaptación y ajuste.
- La clave para afrontar la disrupción digital.
La disrupción digital “es el cambio que ocurre cuando las nuevas tecnologías digitales y los modelos de negocio afectan la propuesta de valor de bienes y servicios existentes”
Actualmente hacer frente a la disrupción digital es un reto que las empresas de nuestra sociedad están afrontando y han de afrontar. La inclusión de las nuevas tecnologías en las empresas es fundamental, afecta la subsistencia de la compañía. Incluir las nuevas tecnologías en el ecosistema de la empresa no es una tarea sencilla, excede a la compra de la tecnología, tal como hemos comentado en post anteriores la Transformación Digital es una transformación cultural, que afecta a todos los sistemas de la empresa. Desde las personas, al producto, las normativas del mercado, la infraestructura, los modos de relacionarse internamente y con el resto de interlocutores del mercado. La disrupción digital no es un problema técnico, sino de organización y dirección.
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Cuando las empresas intentan afrontar la disrupción digital, consideran que el problema principal es el rápido ritmo al que avanza la tecnología. Sin embargo, a pesar de que éste sea un aspecto importante, la clave se encuentra en las personas. Especialmente en los diferentes ritmos de adaptación de la gente, las organizaciones y la política. En un estudio sobre capital humano de la firma Deloitte se analizaba el ritmo de evolución desde los 70 hasta la actualidad de la tecnología, la gente, los negocios y la política de publicidad. Y se clasifico el grado de adaptación en los siguientes intervalos como: adopción, adaptación y ajuste.
Adopción: es el intervalo entre el ritmo al que cambia la tecnología y las personas incluyen estos cambios en vida diaria. La adopción no es problema más crítico al que se enfrentan las empresas, ya que las personas en general se adaptan a las nuevas tecnologías antes que las empresas. De hecho, algunas de las empresas con más valor (Google, Apple, Facebook, y Amazon) son pruebas de cómo de rápido se adapta la gente a los cambios digitales.
Adaptación: es el intervalo entre como la mayoría de las personas quieren utilizar las tecnologías para relacionarse con las empresas y como estas se adaptan a las interacciones digitales. Las empresas deben ser capaces de interactuar digitalmente con sus clientes. Sin embargo, la aceptación digital para acoger a las nuevas tecnologías puede crear un conflicto entre los empleados y la empresa cuando estos son forzados a utilizarlas en el trabajo sin formar parte de un marco de cambio conjunto impulsado desde los estamentos más amplios altos de la empresa. La Transformación Digital tal como venimos resaltando a lo largo de nuestros posts debe ser un proyecto corporativo en el cual todos los estamentos de la organización están involucrados. Por esta razón es imprescindible que las empresas se desarrollen proyectos para desarrollar empleados y clientes digitales, ofreciendo a sus clientes interacciones digitales y de forma paralela cambiando la organización.
Ajuste: se refiere al intervalo existente entre como las empresas utilizan herramientas digitales y las leyes y regulaciones que las organizaciones acuerdan con el gobierno que usaran. La implementación de las tecnologías en las empresas es más rápida que la evolución de las leyes que regula dicha implementación. Además, el marco normativo cambia según el país y la industria. Por lo tanto, las empresas han de ofrecer a sus clientes una interacción digital, pero siempre cumpliendo con las agencias legales y reguladoras.
Finalmente, a modo de conclusión podemos decir que el mayor problema de la disrupción digital no es lo rápido que evoluciona la tecnología, sino que la clave del problema reside en los distintos tiempos de asimilación de las innovaciones tecnologías que existe entre las personas, las empresas y las leyes. Por lo tanto, para poder superar estos retos, las empresas deben de realizar cambios organizativos y dirección.
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