RRHH, Recursos Humanos

Actualmente si preguntamos a los directores de una gran empresa que piensen en cómo afrontar distintos problemas de negocio estratégico, nos van a responder que no tienen tiempo. Con esto, se muestra que actualmente muchas de  las grandes empresas están focalizadas en la acción y no en el pensamiento.

En la actualidad, se está perdiendo el arte del pensamiento y se está enfocando todo en la ejecución. Las grandes empresas para valorar a los empleados se acogen a los resultados y no tanto en el pensamiento de cómo llegar a los objetivos, esto hace que en frecuentes ocasiones, las promociones internas de los empleados se focalicen en  los trabajadores orientados a la acción. Es curioso, ya que esto hace que el pensamiento estratégico quede en segundo plano, y se le reste importancia.

1. ¿Cómo encontrar la visión estratégica?

El objetivo del pensamiento estratégico es encontrar la visión estratégica. Esta visión limita los mercados atractivos,  de los que no lo son; permite identificar en cuales focalizar el esfuerzo y cuales eliminar.

El pensamiento estratégico está basado en hacerse preguntas hipotéticas sobre una problemática y al enlazar muchas respuestas es como se logra idetnificar la mejor solución. La búsqueda exhaustiva no es el objetivo del pensamiento estratégico, sino por el contrario es la identificación y selección de un camino a seguir, una orientación de donde focalizar el esfuerzo de la organización.  

2. ¿Cómo los líderes encuentran tiempo para pensar?

La clave para que los líderes puedan pensar, está basado en delegar. Cuando los responsables delegan tareas a su equipo, les queda más tiempo para pensar y a su vez hacen que su equipo brille con sus nuevas responsabilidades. Estos líderes pasan de ser meros facilitadores de la acción a líderes estratégicos que tienen tiempo para pensar cómo desarrollar a su equipo al máximo.

3. ¿Quién debería pensar sobre estrategia?

Aunque sería perfecto, no todos los empleados tienen el compromiso de tener pensamiento estratégico. Por ese motivo, se tendría que pensar acerca de quién es el responsable en cada empresa de pensar sobre estrategia.

Bill Gates, cofundador, CEO y ejecutivo de Microsoft Corp, puso en marcha una técnica llamada “think week” o “semana del pensamiento”. A la vez que lideraba Microsoft, realizaba retiros aislado dos veces al año en los cuales leía sobre tendencias tecnológicas que afectaban al negocio de Microsoft. Durante estos retiros también leía informes redactados por sus empleados de todo el mundo. Esta práctica le aportaba una visión estratégica sobre lo        que los trabajadores veían en sus posiciones en el mercado. En el Wall Street Journal de 2005 uno de los directivos de Microsoft dijo que esta práctica era el mejor buzón de sugerencias del mundo.

Si un ejecutivo experimentado como Bill Gates puede tener tiempo de pensar, los ejecutivos de otras empresas pueden, y los empleados tienen que ayudarlos para que se no se les atrofie los músculos del pensamiento estratégico.

Si se deja atrás el pensamiento y nos centramos en la ejecución, daremos pasos atrás en la maduración de nuestro negocio,  ya que no tendremos en cuenta los riesgos ni el crecimiento del futuro y nos estancaremos.

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