por Valuexperience Community Manager | Ene 25, 2016 | Blog
En el mundo organizacional, cuando se quiere mejorar la Performance, lo primero que se hace es ofrecer cursos sobre Conocimiento . Pero, ¿es correcta esta solución? Pero no siempre el aprender se correlaciona con el aprehender y aplicar que se necesita para que el cambio ocurra.
El Conocimiento es aquella información adquirida a través de un input sensorial: leer, mirar, escuchar, tocar,etc. Se puede transferir de una persona a otra y también se puede adquirir de manera autónoma a través de la observación y el estudio.
Las Habilidades se refieren a la capacidad de aplicar conocimiento para situaciones específicas. Las Habilidades se desarrollan a través de la práctica y combinación de inputs y outputs sensoriales. La técnica de ensayo y error es la mejor para perfeccionar una habilidad.
Con respecto al mundo laboral, una persona puede tener mucho Conocimiento sobre el trabajo, pero puede no tener las Habilidades requeridas para aplicar el Conocimiento a las tareas específicas, porque el Conocimiento no provee Habilidades. En cambio, desarrollando las Habilidades sí que se provee Conocimiento. Esto significa que si quieres preparar una buena Performance, no les tienes que ofrecer solo lecturas, sino que les tienes que dar práctica. Por otro lado sin practica repetida no se crea el «hábito» y tampoco se mantiene el cambio. Por lo cual establecer acciones sistemáticas de seguimiento y acompañamiento es fundamental. En nuestras intervenciones la formación se realiza en el contexto de una Comunidad de Aprendizaje y continua en el tiempo de cara a poder acompañar a los empleados durante esta etapa de transferencia en el puesto de trabajo. El compartir los logros y el reconocimiento también es fundamental en esta fase. La detección, almacenamiento y divulgación de buenas prácticas en esta fase es una aliada que permite adquirir conocimiento (100% adaptado a la realidad de los empleados), refuerza la habilidad e incrementa el hábito.
Para conseguir una buena Performance, tienes que dar oportunidades para que las acciones se practiquen hasta que se perfeccionen.
Actualmente muchos programas de entrenamiento están diseñados de manera que su contenido es puramente teórico, lleno de lecturas y presentaciones de PowerPoint. Esto es un error, porque no ayuda a conseguir el objetivo deseado, que es la mejora de Habilidades para finalmente obtener una buena Performance.
Es innegable que cuanto más conocimiento previo se tenga de la tarea que se vaya a realizar, más fácil resultará desarrollar las Habilidades. Aún así, hay que hacer énfasis en la práctica de las Habilidades y la experimentación.
Si quieres mejorar la Performance, no des contenido teórico. Céntrate en la práctica de las Habilidades y verás como obtendrás resultados favorables.
por Valuexperience Community Manager | Ene 17, 2016 | elearning, Liderazgo

Hemos dejado atrás al 2015. Un año fascinante donde la tecnología sigue siendo el tema principal de conversación en el mundo de los negocios. Algunas de las organizaciones más grandes del mundo muestran mucho interés en la formación de sus empleados, en particular cuando se trata de mantener ventaja competitiva. Las organizaciones están enmarcando la formación como un beneficio, que está atrayendo a los mejores talentos; incluyendo a los Millennials, que tienden a poner un valor significativo en su trabajo y fomentan la cultura de aprendizaje.
Entonces, ¿qué veremos en el 2016?
Aprendizaje personalizado. Entornos Personales de Aprendizaje
La experiencia de formación ha pasado de algo amplio y generalizado a un aprendizaje y formación muy individualizada.
En 2016, gracias a la evolución de los sistemas de gestión del conocimiento y herramientas de aprendizaje en línea podremos ver aún más personalización.
Los empleados serán capaces de acceder a la formación que se ha creado especialmente para ellos, a menudo en un dispositivo de su elección. Van a ser capaces de aprender no sólo a su propio ritmo, sino también en el estilo que mejor les convenga.
Las organizaciones están trabajando para crear una formación que no sólo se adapte a las necesidades individuales desde un punto de vista técnico, sino también una formación diseñada para ser más ventajosa a nivel individual, de cada empleado. Muchas empresas utilizan Big Data como una herramienta que les permite adaptar las necesidades futuras de los empleados a medida que crecen en su carrera.
La formación como Beneficio
El panorama económico actual, está lejos de ser perfecto, aunque la tasa de desempleo se ha reducido, en los últimos años de manera significativa. Como resultado, las compañías están trabajando para encontrar nuevas formas creativas para atraer y retener el talento, y una de esas formas es a través de sólidas oportunidades de capacitación, aprendizaje y desarrollo.
La idea de la formación de los empleados ha cambiado, lo que antes se percibía como un castigo o un requisito obligatorio, ahora es un premio y un medio por el cual se promueve la lealtad y puede retener a los empleados.
A medida que más empresas ven las ventajas de invertir en sus empleados a través de la formación y el desarrollo, es probable que inviertan más en programas formativos e-learning.
Nueva Visión de Liderazgo
Los trabajadores senior, en particular de la generación Baby Boomer, se van a jubilar próximamente a niveles masivos. En 2016 es probable que veamos el retiro de alrededor de 3,6 millones de Boomers y la generación que empezará a reemplazarlos serán los llamados Millennials.
Los Millennials tienen un punto de vista único y un nuevo enfoque, que las organizaciones deben saber liderar para retenerlos. En este sentido, los Millennials exigen la colaboración en su lugar de trabajo, el cambio social y el activismo, es decir, la capacidad de poder empoderar a sus compañeros de trabajo.
Un entorno de trabajo flexible
Estamos escuchando mucho acerca de la flexibilidad en el lugar de trabajo. El lugar de trabajo flexible se va a convertir en un aspecto clave de la formación. Nuevas formas de formación y trabajo a distancia.
La solución más acertada sería el eLearning, ya que se puede dar a cualquier persona, en cualquier momento, y también puede ser traducido y adaptado a las necesidades únicas de los diversos empleados.
Al mismo tiempo, los directores de formación es probable que obtén por una formación en línea no sólo como una forma de proporcionar los elementos técnicos necesarios para el empleado, sino también como una herramienta útil de colaboración entre empleados descentralizados. No será necesario que el sentido de pertenencia a un equipo se de solo en grupos centralizados.
Este va a ser, tal vez, uno de los mayores factores que afectarán al empleo en el 2016.
Confianza en la automatización
La automatización no sólo va a ser utilizada para la presentación de informes y seguimiento de la formación de los empleados, sino también en términos de creación de contenidos.
Las organizaciones podrán ahorrar tiempo y dinero mediante el uso de plataformas de gestión del conocimiento como una forma de crear automáticamente evaluaciones; los resultados de esas evaluaciones pueden ser analizados para crear los contenidos de próximos cursos.
Formación en idiomas
Otra tendencia potencialmente creciente para este año 2016 será la formación en idiomas. Con la creciente economía y la tecnología global de hoy en día, las organizaciones con el objetivo de retener a los mejores talentos, formarán a sus empleados en idiomas.
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por Valuexperience Community Manager | Oct 23, 2015 | Habilidades 4.0
¿Qué es lo que hace que un equipo trabaje mejor que otro? Según Margaret Heffernan, la clave es el capital social. Así lo explica en su artículo para TED The Secret ingredient that makes some teams better than others.
A lo largo del artículo, Heffernan expone diferentes ejemplos para ilustrar sus argumentos. Uno de los primeros es el estudio en el que Thomas Mallone, junto con un equipo de investigadores del MIT, analizaba diferentes grupos que habían resultado efectivos y creativos en la solución de problemas. El estudio descubrió que la inteligencia personal no era un factor que marcara la diferencia; los mejores grupos eran aquellos en los que se tenían en cuenta las opiniones de todos por igual, había más sensibilidad social y empatía entre los miembros y contaban con una proporción mayor de mujeres.
Así, los mejores equipos no son los que están formados por los mejores miembros, sino aquellos cuyos miembros saben coordinarse mejor, con confianza, colaboración y cohesión. Y para ello, el capital social es vital. En palabras de Heffernan, “es el mortero, y no solo los ladrillos, lo que construye un edificio robusto; y en este contexto, el mortero es el capital social”.
Pero, ¿qué es el capital social? Es la confianza mutua, la sensación de estar conectado a otras personas en las que puedes confiar. En el mundo profesional, para que un equipo sea efectivo y creativo, es muy importante que sus miembros confíen los unos en los otros, estén conectados y cohesionados. Pero eso no significa que no pueda haber conflictos y desacuerdos entre ellos. Más bien al contrario, el conflicto creativo, si se da en un ambiente con capital social, es seguro y constructivo.
Si en un equipo hay capital social, los miembros se atreven a dar sus opiniones y todas son tenidas en cuenta. Discrepar no se ve como algo peligroso, se crea debate y eso beneficia enormemente al proceso de creación, así como al resultado final. Los miembros se sienten cómodos en el equipo, y por ello trabajan mejor. Creando capital social, se forma un clima de trabajo seguro y honesto. En él, la gente no tiene miedo a pedir ayuda a sus compañeros, se ayudan unos a otros y cooperan para un mejor resultado.
Por el contrario, sin capital social, a menudo los trabajadores no tienen la confianza suficiente para expresar su opinión, discrepar o incluso pedir ayuda. Por lo tanto, en el equipo falla la confianza y la comunicación. Los miembros no se sienten cómodos dentro del equipo, por lo que trabajan peor.
Ya hemos visto que el capital social es positivo y necesario pero, ¿cómo construirlo? Parece una idea abstracta, pero en realidad deriva de pequeñas acciones del día a día. Lo más importante es que los miembros del equipo lleguen a conocerse unos a otros, se establezcan relaciones entre ellos. Para conseguirlo, algunas empresas han adoptado estrategias curiosas. Por ejemplo, prohibir el café en las mesas de trabajo. ¿Con qué objetivo? No es para mantener las mesas limpias, sino para obligar a los empleados a frecuentar la máquina de café. De esta manera, socializan con sus compañeros. En la misma línea, ASE Global no permite comer a los empleados en sus puestos de trabajo para que coman unos con otros en el comedor de la empresa.
Aparte de crear capital, es vital conservarlo. Para ello, los equipos deben ser estables. Un estudio de Richard Hackman demostró que los mejores grupos son cuyos miembros han trabajado juntos durante años, ya que han llegado a conocerse y confiar unos en otros. Que los miembros del equipo vayan cambiando constantemente crea ruptura, y eso es peligroso.
De esta manera, y recuperando la metáfora de Margaret Heffernan, el capital social es el mortero que debe mantener unido el equipo. Como más fuerte sea este mortero, más cohesionado y fuerte será el equipo; por lo tanto, mejor serán sus resultados.
Así que es importante que las empresas fomenten que sus empleados se conozcan los unos a los otros, y se cree este ingrediente secreto que hará que los equipos de trabajo sean mucho más eficientes.
En Valuexperience trabajamos para mejorar la eficiencia de las empresas y los grupos de trabajo que las forman. Como Margaret Heffernan, creemos que el capital social es la base del buen funcionamiento de un equipo, y por eso ofrecemos maneras de fomentarlo y así ganar eficiencia.

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