El Buen Liderazgo es Contagioso

[vc_row][vc_column][vc_single_image image=»11873″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Sabemos que las emociones son contagiosas. Es más fácil sentirse feliz cuando las personas a tu alrededor son felices.

Además de las emociones, conocemos que los comportamientos también son contagiosos. Tales como engordar, dejar de fumar o divorciarse son significativamente más factibles de realizar cuando personas cercanas lo llevan a cabo. De esta misma manera, ¿pueden ser los comportamientos de liderazgo también contagiosos?

Un buen liderazgo crea trabajadores comprometidos, al igual que un jefe poco efectivo suele crear trabajadores poco efectivos. En definitiva, a través de un buen liderazgo, se aumenta la probabilidad de que las personas que te rodean sean o acaben siendo buenos líderes.

Como era de esperar, las estadísticas muestran que los trabajadores de malos líderes están por debajo de la media en lo que se refiere a efectividad. En cambio, aquellos trabajadores con buenos y efectivos líderes se sitúan muy por encima de la media. Podemos afirmar por tanto que los buenos líderes inspiran mejores comportamientos de liderazgo entre sus trabajadores.

Al mismo tiempo, el ser un buen líder provoca el incremento en el compromiso. Y no sólo en lo que se refiere al compromiso de aquellos que trabajan para ti, sino también en aquellos que trabajan para ellos. Si eres un magnífico líder, motivas el compromiso de tu equipo y, a su vez, el compromiso del equipo de tu equipo.

Es importante pararse un minuto a pensar en lo que uno mismo no hace bien, así como en los malos hábitos, con el fin de mejorar. Las cosas que llevas a cabo de mala manera y de forma pobre tienen una probabilidad razonable de ser imitadas por otras personas. Estas personas pueden ser desde tus empleados hasta tus hijos o tu pareja.

Así, el impacto del líder es enorme y es por este motivo que el cambio es tan importante y tan necesario.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_raw_html]JTNDZGl2JTIwY2xhc3MlM0QlMjdibG9nLXZpZGVvLWVtYmVkJTI3JTNFJTNDaWZyYW1lJTIwd2lkdGglM0QlMjc0ODAlMjclMjBoZWlnaHQlM0QlMjcyNzAlMjclMjBzdHlsZSUzRCUyN292ZXJmbG93JTNBaGlkZGVuJTNCJTI3JTIwc2Nyb2xsaW5nJTNEJTI3bm8lMjclMjBzcmMlM0QlMjdodHRwcyUzQSUyRiUyRmhici5vcmclMkZ2aWRlbyUyRmVtYmVkJTJGNDc2MjMzODkyMjAwMSUyRmdvb2QtbGVhZGVyc2hpcC1pcy1jb250YWdpb3VzJTI3JTIwZnJhbWVib3JkZXIlM0QlMjcwJTI3JTIwYWxsb3dmdWxsc2NyZWVuJTIwYWxsb3d0cmFuc3BhcmVuY3klM0UlM0MlMkZpZnJhbWUlM0UlM0MlMkZkaXYlM0U=[/vc_raw_html][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=»11666″ img_size=»full» onclick=»custom_link» link=»http://www.valuexperience.com/programa-liderazgo-4-0/»][/vc_column][/vc_row]

Evaluación de Desempeño

[vc_row 0=»»][vc_column][vc_column_text 0=»»]No es necesario realizar una elección y decantarse por llevar a cabo revisiones anuales o bien seguimientos y procesos de coaching más frecuentes. Es posible complementar estas dos modalidades y hacer uso tanto de una como de otra: tener reuniones significativas con los empleados a nivel semanal o quincenal, así como conversaciones más profundas y estructuradas a nivel anual o semestral.

Combinar estas dos performances acaba siendo muy beneficioso para la empresa ya que muestra los aspectos positivos y negativos de la organización de forma más detallada que, si por el contrario, sólo se usase un tipo de conversación.

Diversas empresas han optado por abandonar la revisión anual de rendimiento. Sin embargo, la conversación anual es una oportunidad para hacer el balance del año anterior y hablar amplia y estratégicamente sobre el año que está por empezar. Esta modalidad requiere de preparación, pero permite entablar conversaciones significativas sobre cómo han ido las cosas durante el año y sobre qué camino se quiere recorrer durante el próximo.

Es fundamental proporcionar retroalimentación efectiva a los empleados, motivándoles a expresarse y a participar en los diálogos. Estas conversaciones anuales y más frecuentes facilitan en gran medida que esta retroalimentación pueda tener lugar.

Dicho esto, hablar sobre performance no es sencillo y menos aún, hacer algo al respecto. En numerosas ocasiones, tendemos a evitar las situaciones que generan dificultad y optamos por procrastinar para no enfrentarnos a ellas. Por este motivo, formular una serie de cuestiones puede ser una buena medida para iniciar esta conversación y ponerla en funcionamiento.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=»11810″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row 0=»»][vc_column 0=»»][vc_single_image image=»11666″ img_size=»full» onclick=»custom_link» link=»http://www.valuexperience.com/programa-liderazgo-4-0/»][/vc_column][/vc_row]

El Liderazgo Digital: La autotransformación para el éxito a largo plazo

RRHHPrácticamente, toda empresa sabe la importancia que tiene el Liderazgo Digital para mantenerse a la vanguardia y seguir siendo competitivos en esta nueva era. Sin embargo, muchos no contemplan que, para ser verdaderamente exitosos, es necesario que los líderes sean los primeros en someterse a una Transformación Digital personal, y, así, después poder guiar a sus organizaciones hacia adelante.

El hecho de ser digital a nivel personal implica pensar y actuar como disruptor digital

No por el simple hecho de utilizar elementos tecnológicos, una empresa pasa a ser digital. Para lograr una buena digitalización, es necesario que la cultura, la mentalidad y el enfoque con el que se trata al negocio, correspondan a una empresa digital.

A la hora de analizar las organizaciones digitales, se pueden apreciar dos grandes cualidades que comparten todas ellas, dos atributos que las caracterizan:

  1. La continua innovación, así como la cultura de experimentación.
  2. La velocidad y, sobre todo, la velocidad de cambio. La organización debe ser capaz de adaptarse rápidamente al ritmo de las transformaciones tecnológicas que están teniendo lugar en los últimos años.

El líder es la figura responsable de guiar a la organización hacia la Transformación Digital. Por eso, si los líderes no han modificado previamente su propia mirada con la que observan el mundo, entender e impulsar los cambios que se dan y conseguir ser creíbles para el resto de los empleados, resulta prácticamente imposible. Para ello, es necesario estar abierto al cambio, ser receptivo a nuevas formas de aprender y estar dispuesto a enfrentarse a nuevas áreas desconocidas.

De forma inevitable, los líderes proyectan su sombra sobre la organización, y es precisamente por este motivo, que no es posible cambiar la empresa sin cambiar antes esta sombra que ejerce el líder.

Dicho esto, cabe destacar que no sólo los líderes son los únicos que deben autotransformarse, tanto el consejo como la cúpula directiva y los inversores también tienen que hacerlo. Esto se debe a que, en este momento, es fundamental adoptar una mirada renovada sobre cómo medir el éxito, sobre los factores críticos de éxito y sobre quiénes son los líderes adecuados para lograr alcanzarlo.

Además de trabajar con el equipo de líderes de la compañía, para guiar a una organización a través del cambio, la comunicación, la formación en nuevos conocimientos y capacitación en nuevas habilidades son fundamentales para afrontar el proceso de transformación. En organizaciones tradicionales, donde las personas tienen su identidad profesional y cultura laboral muy arraigadas, este momento de cambio suele ser percibido como una amenaza. Es importante mantener cierta compasión y empatía para sensibilizar a los empleados, disminuir las resistencias al cambio y promoverlo en toda la organización.

Fundamentalmente, la Transformación Digital consiste en transformar la cultura de la empresa,  es un proceso en el cual se trabaja con factores emocionales, conductuales y cognitivos. El objetivo final es conseguir una organización con un mindset enfocado en la innovación continua y en la colaboración, con una mirada positiva hacia los cambios, con una ambición conjunta por obtener excelentes resultados y sostener su ventaja competitiva.

Por otro lado, el miedo a la canibalización es uno de los factores que obstaculiza en mayor medida la Transformación Digital. Si no se acepta este concepto, el progreso transformacional se detendrá y no prosperará. Son muchos los casos en que, a causa del miedo a abrazar la canibalización, las organizaciones han fracasado y no han logrado sus objetivos, quedándose a medio camino del éxito. Este es un reto muy complicado, pero también profundamente importante; en este momento de disrupción tecnológica, es necesario dejar el miedo a un lado y empezar a experimentar, a ser adaptable y a moverse rápidamente.

En relación con la cultura, como hemos mencionado con anterioridad, las organizaciones también deben pasar, precisamente, por una transformación cultural. Probablemente, la cultura es el elemento más trascendental de la empresa, pero al mismo tiempo, el más difícil de implementar. Conseguir una buena inmersión cultural de toda la organización no se puede lograr de la noche a la mañana, sino que requiere tiempo y un gran compromiso.

A la hora de “crear cultura”, se deben tener en cuenta estos cuatro aspectos:

  1. La experimentación
  2. El empoderamiento
  3. El enfoque al cliente
  4. El enfoque a resultados

Este es un movimiento lento, y su relevancia no recae en los aspectos superficiales sino, más bien, en las prácticas cotidianas de las personas de la organización. Es fundamental hacerles entender que el camino correcto, muchas veces, no tiene porqué ser lo que han estado haciendo de la misma manera, durante el último tiempo, y que es necesario conseguir su cambio.

Como líder se debe tener la responsabilidad de llevar a toda la organización hacia el éxito, e incluso a aquellas personas que se mostraron más resistentes al cambio cultural. Cambiar a la plantilla, despedir a los empleados no es para nada lo más apropiado ni debe ser una opción en prácticamente ningún caso, por el contrario, denota una falta de liderazgo. Como contrapartida, el líder debe tener la convicción de que, trabajando duro, todo el mundo puede cambiar, y sólo utilizar el despido como último recurso.

No hay atajos para la digitalización. Tratar de cambiar la cultura es cambiar la mentalidad de las personas, y esto toma tiempo. La cultura se trata de la práctica y dedicación de las personas, un esfuerzo cotidiano de parte de la organización para dar paso a conceptos y modelos digitales. Para generar el cambio, debemos ser el cambio. Desafortunadamente, aún existen directivos que creen que hacer lo mismo y de la misma manera, los llevará por el camino correcto en el proceso de digitalización. Esta es la falacia más grande de la Transformación Digital. El cambio llegará poco a poco, es sólo cuestión de ser muy persistente.

El líder de la organización es el gran promotor del cambio, por ello, para que la organización logre transformarse digitalmente, es necesario que el líder o equipo de líderes sean los primeros en conseguir esta transformación. Para alcanzar este cambio, debe empezar por cuestionarse lo siguiente:

¿Cuánto invertiré en mi propia transformación?

Creer que los demás también pueden cambiar es la clave para liderar el cambio, y trabajar duro para conseguir que el resto de su equipo cambie es tarea de los lideres con visión. Sin mencionar que la retención de talentos también es un factor que le ayudará a sincronizar la digitalización a la ya existente cultura empresarial, de manera eficiente.

Otra pregunta que algunas organizaciones se hacen con respecto a la Transformación Digital se refiere al conjunto de nuevas habilidades y conocimientos que la Era Digital conlleva. Los planteamientos se centran sobre qué es más efectivo:

¿Transformar a toda la organización, realizar nuevos fichajes en puestos clave o reemplazar al personal para contar, rápidamente, con una plantilla que tenga el conjunto de habilidades digitales que se necesita?

El compromiso con los empleados es fundamental en el proceso de Transformación Digital. Reemplazar a la plantilla jamás es recomendable. Además, es necesaria la creación de algunos puestos de trabajo pensados en clave digital. Si bien es cierto que, la demanda, modelos y el trabajo cambian, el CEO tiene la responsabilidad de llevar a toda la organización hacia el éxito. Por otro lado, el personal que no se adapta quedará obsoleto. Es duro, pero es una realidad comprobada. El momento actual nos exige un aprendizaje continuo, la adaptación a nuevas formas de trabajo y, sobre todo, un cambio en el mindset de la forma de trabajar, producir y gestionar el trabajo.

Para saber si se está yendo en la dirección correcta en lo que se refiere a Transformación Digital, existen dos posibles preguntas:

– Ya que están surgiendo nuevas áreas de crecimiento ¿estamos ganando negocios en nuevas áreas?

– ¿Soy relevante para mis clientes, asociando la transformación de la empresa con la que están realizando los clientes?

Además de estos, hay otros indicadores que ayudan a conocer la efectividad de la transformación. Los más inmediatos son los indicadores conductuales: ¿hay cambios de comportamiento?, ¿hay ventas?, ¿hay respuestas positivas por parte de los clientes?

Todas estas cuestiones pueden arrojar algo de luz al tema, siempre y cuando, no se olvide que, en numerosas ocasiones, los resultados positivos y los beneficios se ven a largo plazo y no a corto.

Por último, es importante matizar que este cambio no es una opción más, sino una obligación si se quiere mantener la competitividad dentro del mercado y seguir vivo. La necesidad digital es una realidad, y es fundamental adaptarse para poder seguir avanzando en esta nueva era. La Transformación Digital es una ola que viene y de la que no hay posibilidad de escaparse, o bien se toma la decisión de ir a surfearla con éxito o, por el contrario, se es aplastado por esta.

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Para poder hacer frente a los cambios de la Era Digital y sacar el mayor beneficio de ellos, se necesitan lideres capaces de llevar adelante los procesos de transformación y cambio de las organizaciones.

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Construyendo la Empresa Inteligente

RRHH, Recursos Humanos

Para lograr construir una Empresa Inteligente, es necesaria la capacidad de combinar conocimientos tecnológicos con la comprensión sofisticada del juicio humano, el razonamiento y la elección. Básicamente, se basa en saber combinar la inteligencia humana con la inteligencia artificial y los conocimientos tecnológicos, con el fin de tomar decisiones más inteligentes ante tantas situaciones de incertidumbre y complejidad.

La integración de ambos elementos no es sencilla, pero aquellas organizaciones que logren llevarlo a cabo de forma exitosa tendrán una gran ventaja sustancial sobre sus competidores.

De esta manera, se pueden identificar 5 grandes capacidades estratégicas que las organizaciones deben utilizar y deben empezar a cultivar para superar a la competencia y construir una empresa inteligente:

1. Encuentra la ventaja estratégica

Asigna el esfuerzo analítico a los problemas que decidas abordar de frente.

El punto clave para las empresas inteligentes es saber combinar de manera productiva los datos de las tecnologías y el juicio humano, es decir, el lado duro y el lado blando de la organización. Ante esta situación, podemos encontrar dos tipos de problemas:

– Los Clocklike: problemas basados en regularidades deterministas. Estos son gestionables y estables y pueden resolverse mediante las experiencias vividas en el pasado.

Los Cloudlike: problemas con un grado mayor de incertidumbre. Estos son mucho más complejos y se necesita del conocimiento de expertos, ya que sólo con la experiencia no es posible resolverlos.

Crear una empresa inteligente no es rápido ni simple, requiere de tiempo y de gran compromiso y entrenamiento.

2. Desarrolla iniciativas lúdicas que fomenten el análisis y la predicción

Promueve torneos de predicción. Descubre los mejores métodos de pronóstico, fomentando la competitividad, la experimentación y la innovación entre los equipos.

A través de estos torneos se busca incentivar a los participantes a realizar predicciones acerca de lo que creen que va a ocurrir en un hipotético futuro. Una vez formuladas estas previsiones, se lleva a cabo su seguimiento para apreciar cuáles son las que se aproximaron más a la realidad. Lo básico en el torneo de predicción es que los organizadores desarrollen un conjunto de preguntas pertinentes que atraigan a los participantes a dar sus respuestas.

3. Modela a los expertos internos

Identifica a los empleados que han demostrado conocimientos superiores en áreas clave para el negocio.

Para crear una empresa inteligente también es necesario modelar el conocimiento de los empleados expertos y así conseguir maximizar su objetividad y efectividad. Una técnica que puede resultar muy útil es la de bootstrapping, basada en emprender una idea solamente con los pocos recursos que se encuentran al alcance de uno.

4. Experimenta con la inteligencia artificial

Observa más allá de los modelos lineales simples.

La tecnología y la Inteligencia Artificial permiten llevar a cabo relaciones más complejas y ofrecen un gran número de nuevas oportunidades en la actual Era Digital. Sin embargo, todavía carecen de inteligencia contextual, creatividad y conocimiento amplio del mundo que los humanos sí poseen. Además, los seres humanos tienen la habilidad de simplificar este mundo complejo mediante el uso de diversos mecanismos cognitivos.

Dependiendo de cada situación en particular y de sus factores, los seres humanos tendrán mayor o menor ventaja respecto a la IA, y viceversa.

5. Cambia la manera de actuar de la organización

 Promueve una cultura exploratoria que busque continuamente mejores formas de combinar las capacidades de los seres humanos con la de las máquinas.

A medida que las máquinas se vuelvan más sofisticadas, los seres humanos y las organizaciones también avanzarán. Las empresas verdaderamente inteligentes deben mezclar el lado del juicio humano, incluyendo todas sus debilidades, con el lado analítico de las máquinas y así crear ventajas competitivas.

Principalmente, las organizaciones deberán centrarse en tres factores:

– El enfoque estratégico.

– La construcción de mentalidades, habilidades, hábitos y recompensas.

– La promoción de transformaciones culturales y de procesos.

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Employer Branding y su impacto en la Reputación Empresarial

Employer Branding. Cuando los empleados hablan sobre la marca de su empresa, en entornos digitales privados, sus comentarios suelen tener más credibilidad en su red de contactos que cuando hablan de ello en contextos profesionales. Dependiendo de lo sustanciosos que sean estos comentarios, pueden convertirse en una espada de doble filo: una ventaja o un inconveniente para la empresa.

Los empleadores esperan que sus empleados sigan la marca de la empresa en las redes sociales, compartan sus vínculos con la marca y recomienden sus productos. Actualmente, muchas organizaciones están animando a sus trabajadores a compartir la cultura de la empresa en Facebook, Instagram, Twitter, etc., y a convertirse en «embajadores de la marca» en redes sociales como LinkedIn, para fidelizar a los consumidores y atraer posibles candidatos a empleo.

Además, empresas como L’Oréal, la compañía de cosméticos, han implementado programas para acompañar a los empleados, incluyendo a la alta dirección, en sus viajes digitales y ayudándoles a comunicarse creativa y eficientemente en las redes sociales.

Más de 2 mil millones de personas en todo el mundo son usuarios de las redes sociales, lo que las convierte lógicamente en plataformas solicitadas por las empresas que buscan atraer a potenciales empleados y comprometer a los consumidores con sus marcas.

En general, los empleados muestran un compromiso de marca muy bajo en los medios sociales. Se estima que menos de la mitad de los empleados sigue la marca de su empresa en las redes sociales. Una dura realidad para muchos empleadores que buscan alcance orgánico en las redes.

Cuando los empleados no son fans o simpatizantes de los productos de su misma organización, esto puede enviar un mensaje ambiguo a sus contactos y privar a la compañía de posibles partidarios. Comenzamos a ver el potencial del inn branding y de la importancia de generar una cultura colaborativa entre empleados y marca en medios sociales.

RRHH, Recursos Humanos

RRHH, Recursos Humanos

Entonces, ¿qué pueden hacer las empresas?

Los empleados deben ser sensibilizados sobre cómo su participación en los medios de comunicación social, como, por ejemplo, compartir los logros de los empleadores, puede enviar mensajes positivos a las partes interesadas externas.

La clave está en apostar por el `branding´ tanto del empleado como de la empresa.

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¿Por qué fracasa el Employer Branding?

Existen factores que obstaculizan la participación de los empleados en las redes sociales:

  1. Falta de conocimiento sobre la estrategia de medios sociales de la organización.

Muchos empleados incluso ignoran la actividad social de sus empleadores en los medios de comunicación.

  1. Los empleados no son suficientemente conscientes de la importancia de su papel en las redes sociales.

La mayoría de los empleados no saben lo que se espera de ellos. Un empleado de cada tres no está seguro de si su compañía tiene una política de medios sociales.

  1. El uso de medios de comunicación social en entornos profesionales no es bien visto en sus entornos laborales.

En el entorno actual de los medios de comunicación social, los empleados suelen ser una valiosa fuente de información tanto para los clientes como para los candidatos a puestos de trabajo.

Frecuentemente, los gerentes expresan preocupación porque sus empleados no son fans de sus páginas de Facebook, ni siguen su marca en Twitter, Instagram o LinkedIn. En un momento en que las organizaciones de todo el mundo están animando a los clientes y a otros grupos a recomendar sus marcas en las redes sociales, no ser capaz de presentar la voz de sus empleados puede transmitir poco entusiasmo por parte de éstos hacia la empresa.

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