Líder 4.0: El desafío de adquirir Soft Skills

Líder 4.0: El desafío de adquirir Soft Skills

Cada vez queda más claro que la inteligencia artificial y las máquinas reemplazarán a los humanos en todas aquellas tareas que sean cognitivas y manuales. Las únicas habilidades que parece que permanecerán insustituibles serán las llamadas Soft Skills. Ello se debe a que, por ahora, las máquinas no son capaces de percibir el humor de las personas con las que interactúan, percibir su contexto ni establecer relaciones de confianza. El World Economic Forum ha destacado que las Soft Skills como la empatía, la colaboración y el pensamiento creativo adquieren en la actualidad un valor mayor que cualquier otro, por lo que es importante evaluar si estás preparado para ser un líder empresarial en esta Era Digital.

Existen barreras que dificultan el aprendizaje de dichas habilidades:

  • Los colegios nos prepararon para las fábricas: todo aquello que nos enseñaron en el colegio como todo lo que aprendimos por repetición, de memoria y el cumplimiento de normas y reglas predeterminadas, hoy en día, son cualidades que pueden fácilmente reemplazarse por máquinas. Pero en la era de las nuevas tecnologías, las habilidades que deben aprenderse para liderar en una organización son otras, las Soft Skills. Una de las claves del liderazgo del siglo XXI está en la adaptabilidad y en la flexibilidad para ser un líder en un entorno de cambios tecnológicos y de mercado constantes.
  • Los hogares están saturados de tecnología: el abuso de las nuevas tecnologías como los juegos virtuales y las redes sociales están atrofiando nuestro aprendizaje natural de Soft Skills. Es por este motivo que los beneficios evolutivos que los humanos han desarrollado en la empatía y la colaboración deben reforzarse en el aprendizaje individual de programas como el de Liderazgo 4.0. En el Programa de Liderazgo 4.0 empleamos recursos digitales y sesiones de coaching individuales mediante videoconferencia para desarrollar las Soft Skills que tienes olvidadas.
  • Las revoluciones industriales crean confusión: las revoluciones, como la cuarta revolución industrial que estamos viviendo en el presente, suponen un reto para todos. Estos cambios nos llevan a nosotros y a nuestros trabajadores a momentos de confusión, ya que debemos reestructurar los conocimientos a situaciones nuevas y desconocidas. Un líder en la era digital debe ser capaz de gestionar y motivar a su equipo en la incertidumbre. ¿Conoces las estrategias para ayudar a tu equipo a mantener la productividad en tiempos de incertidumbre? ¿Has oido hablar de la resiliencia?
  • El trabajo estresante reduce la empatía: Existe evidencia de que el trabajo es otra fuente de aprendizaje de las Soft Skills. Sin embargo, se ha observado que el estrés en el mismo reduce la capacidad de empatizar y ser creativo, ya que estas competencias son muy sensibles a cómo se siente la persona. Una herramienta fundamental del liderazgo efectivo es el autoconocimiento  y las técnicas de gestión del estrés, que nos ayudarán a afrontar mejor las situaciones difíciles a y liderar a nuestro equipo de la mejor manera posible. Estas herramientas ayudarán tanto a los líderes de la organización como al equipo, ya que un ambiente libre de estrés es la fuente de un crecimiento empresarial rentable. ¿A qué estas esperando para eliminar el estrés de tu empresa y aumentar su productividad?

Softskill

Si queremos retener nuestra humanidad en la era de las máquinas, debemos resaltar lo que es ser humano: nuestras Soft Skills. ¡Adquiere las Soft Skills que te convertirán en un líder de la Era Digital con el Programa de Liderazgo 4.0!

Liderazgo 4.0: Reflexiones de Jeff Weiner, CEO de LinkedIn, sobre el beneficio de la compasión en las organizaciones

Liderazgo 4.0: Reflexiones de Jeff Weiner, CEO de LinkedIn, sobre el beneficio de la compasión en las organizaciones

Jeff Weiner habla del valor de la compasión para construir mejores organizaciones. Reconoce haber adquirido esta habilidad en la última etapa de su carrera y, “si no fuera por aprender el significado y el valor de la compasión, es probable que hoy no estuviese dónde está”.

La compasión, pues, se convierte en algo fundamental que puede llegar a cambiar una organización, una carrera o una vida.

Es importante diferenciar la compasión de la empatía. La empatía es sentir lo que otra cosa viviente siente. La compasión es ponerte en el lugar de otra persona y ver el mundo a través de su lente con el fin de aliviar su sufrimiento. Aunque muchas veces se utilizan ambos términos indistintamente, existe una diferencia fundamental: la compasión es empatía más acción.

Los enfoques de liderazgo que no inspiran ni levantan a la gente, sino que la “callan”, son realmente improductivos, hay que cambiarlos. Es necesario que la gestión de otras personas por parte del líder sea compasiva. Es decir, que éste se detenga y sea un espectador de sus pensamientos, ponerse en los zapatos de los demás, entendiéndolos, y hacer todo lo posible por prepararlos para que tengan éxito.

“La gestión compasiva no es solo una mejor forma de formar un equipo, sino que es una mejor forma de crear una empresa”.

El valor a largo plazo de una empresa se basa en la velocidad y calidad de su toma de decisiones. Es difícil tomar mejores decisiones más rápido cuando las personas del equipo no confían en los demás y constantemente se cuestionan las motivaciones de los demás. En un entorno como ese, se pasa la mayor parte de tu tiempo navegando en política corporativa, en lugar de concentrarse en la tarea de liderazgo.

La otra cara es desarrollar una cultura con un ethos compasivo; crear una cultura en la que las personas se tomen el tiempo para comprender la perspectiva de la otra persona y no asuman una intención nefasta; generar confianza; y alinearse en torno a una misión compartida.

A medida que el ritmo de la innovación y la tecnología continúa acelerándose, es más importante que nunca pensar en las consecuencias involuntarias de nuestras acciones y no que permanezcamos fijos en maximizar el valor para los accionistas. Como futuros líderes empresariales, es importante tener en cuenta que no se trata solo de lo que se está tratando de lograr, sino de cómo se está tratando de lograrlo. Es necesario ponerse cada vez más en el lugar de aquellos que reciben nuevas tecnologías, y aquellos que quizás nunca se beneficiarán de ellas.

Pero no solo es importante practicar la compasión en el trabajo. Ser compasivo en casa es también muy importante. En este aspecto, se suele cometer un error demasiado común: dar por sentado a las personas con las que estamos más cerca suponiendo que son ellas con las que no tenemos que esforzarnos. Nada más lejos de la verdad. Por ello, se ha de practicar la compasión en ambas facetas de mi vida, y no tomar nada ni dar nada por sentado.

Uno de los temas definitorios de nuestro tiempo será la estratificación socioeconómica, la creciente división entre los que tienen y los que no tienen. Ya se encuentra en niveles históricamente altos y amenaza con empeorar a medida que las nuevas tecnologías potencialmente desplazan a millones de personas de sus puestos de trabajo. Cuando las personas pierden el acceso a la oportunidad económica, quedan privadas de sus derechos y eso puede tener graves consecuencias para la sociedad. Como si eso no fuera lo suficientemente desafiante, también enfrentamos el surgimiento del tribalismo. Es la naturaleza humana gravitar hacia personas que se ven y suenan como nosotros. Ese sentido de pertenencia nos ayuda a mantenernos a salvo y nos sentimos protegidos. Pero hay un lado negativo oscuro. Todas estas tribus pasan demasiado tiempo pensando en sí mismas, en sus propios intereses y en sus propios modelos de creencias. La tecnología facilita la división haciendo que sea más fácil que nunca conectarse con aquellos que refuerzan nuestra propia cosmovisión. Es un círculo vicioso: no pasamos el tiempo suficiente pensando en otras tribus, lo que nos aleja aún más.

Pero podemos revertir estas tendencias. Al liberarnos de nuestras propias tribus, aunque solo sea por un momento, y ver las cosas desde la perspectiva de personas que no somos como nosotros, podemos comenzar a cerrar las brechas, ya sean socioeconómicas, raciales, de género, políticas o de otro tipo.

Para trabajar tu compasión y otras habilidades clave del líder de la Era Digital, únete al Programa de Liderazgo 4.0.

Transformación Digital y Liderazgo 4.0

Transformación Digital y Liderazgo 4.0

Se prevé que en el año 2025, la cuarta revolución industrial que está transformando tan firmemente el mundo laboral gracias a la incorporación de la tecnología inteligente hará que las máquinas realicen más de la mitad de las tareas.

Hoy el peso de la automatización en el trabajo es menor, pero el ritmo de inclusión se está acelerando, impactando fuertemente en las empresas y en sus trabajadores. Estos cambios traen consigo problemas, pero también oportunidades, como la generación de nuevos puestos de trabajo, con nuevas funciones. Aun así, a pesar de estimarse un crecimiento neto del empleo, éste no será el empleo que conocemos: tendrá diferente calidad, ubicación, formato y permanencia; se requerirán tareas más especializadas y disposición más flexible.

Pero, hay algo que preocupa: la preparación de los trabajadores para este cambio. Una gran parte de los empleados necesitará reciclar y mejorar sus habilidades para aprovechar al máximo las oportunidades de crecimiento de esta nueva etapa. Para que las empresas sigan siendo competitivas en la Era Digital, pues, es necesario que inviertan en el capital humano, en sus trabajadores.

Además, esta Transformación Tecnológica que viene de la mano de la Era Digital no afectará igual a todos los sectores laborales. Tareas físicas y administrativas sufrirán el remplazo por mano de obra mecanizada, dejando a las personas tareas de productividad.

Se trata de una oportunidad para que las empresas se postulen como organizaciones de aprendizaje y los empleados asuman la formación permanente y el desarrollo profesional y personal. Para ello, el papel del líder será fundamental a la hora de guiar a la compañía en este proceso de cambio y transformación.

Pero no es fácil ser un Líder digital, un Líder 4.0. Para ello se requieren ciertas competencias:

    • Adaptabilidad y flexibilidad. Para sobrevivir en un mercado cambiante son necesarias ambas capacidades. El líder debe conseguir que su equipo se adapte a un entorno competitivo nuevo y desconocido.
    • Creatividad. Básica para la innovación, por lo que hace falta buscarla, desarrollarla y promoverla. El líder debe desarrollar el pensamiento creativo aprovechando las nuevas herramientas tecnológicas que le ofrece la Era Digital.
    • Gestionar y motivar en la incertidumbre. El líder ha de ser capaz de disminuir la incertidumbre inherente a la época actual.
    • Autoconocimiento. Para que la toma de decisiones del líder sea adecuada, debe conocer qué situaciones y acciones favorecen su claridad mental.
    • Desarrollo de personas y equipos. El líder 4.0 debe ser capaz de retener el talento y construir equipos flexibles y multidisciplinares.
    • Impacto e influencia. En un entorno laboral cambiante, es necesario que el líder sepa persuadir e influir en su grupo de trabajo.
    • Innovación. El líder debe saber gestionar la innovación como motor hacia la Transformación Digital.
    • Orientación al cliente. El líder debe entender, conocer y satisfacer las necesidades de los clientes de la Era Digital.
  • Visión estratégica. El líder ha de identificar las tendencias del sector, así como los cambios que puedan afectar a su área.

Ser un líder de la Era Digital y guiar en la Transformación Digital de tu organización no trata solamente de saber utiliza las herramientas tecnológicas, sino de poseer un conjunto de talentos y habilidades de gestión en un momento de cambio constante.

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Líder 4.0: ¿Qué hace a un director ejecutivo (CEO) exitoso?

Líder 4.0: ¿Qué hace a un director ejecutivo (CEO) exitoso en su organización?

Aspirar a altos cargos dentro de una compañía u organización es un objetivo muchas veces a largo plazo, en el que entran muchos factores de suerte o mala suerte, por lo que es necesario estar preparado para todo. Lo principal: hacer tu trabajo realmente bien, ahora, y eso te impulsará.

Pero las personas que aspiran a lo que denominamos la “C-suite” tiene claros sus próximos movimientos (a corto plazo), saben qué les encantaría ser. Por ello siempre tienen en mente: ¿qué debo hacer para acercarme a mi objetivo? La clave: obtener habilidades y experiencia correctas para el puesto que se desea ocupar en el futuro (próximo).

Pero ¿qué hace falta en el estilo de gestión para llegar a la «C-suite”?

    • Estilo de liderazgo más progresivo, tratando más la colaboración y la innovación, y no tanto el mando y el control. Muchos líderes acostumbrados a un estilo de liderazgo basado en el mando y el control deben dejarlo atrás porque las organizaciones están creando estructuras organizativas más dinámicas, con diferentes formas de dirigir y gestionar los equipos.
    • Inteligencia emocional o sintonía con algunas complejidades o psicología de las personas y la forma en que son dirigidas, la forma en que pueden dar lo mejor de sí mismas a la organización.
    • No tener un ego demasiado grande, dar un paso atrás y aprender de otros con experiencia en las diferentes áreas de la compañía.
  • Pensar en la compañía o la organización como un todo.

Poseer estas cualiades o características facilita el camino hacia la «C-suite», pero no lo asegura. Existen 4 maneras o «rutas» a seguir para llegar a escalar y convertirse en director ejecutivo de una compañía:

    • “Ejecutivo titulado”: Camino sencillo, cuando se crece dentro de una empresa. Se ha tenido una larga permanencia en la compañía y se ha ascendido en diferentes puestos. Puede ser que se haya zigzagueado a través de diferentes funciones para llegar al puesto, pero en realidad toda la carrera ha sido desarrollada por esa compañía.
    • “Agente libre”: Cuando se ha alcanzado un cierto nivel en una organización y se quiere llegar a la cima y existen ciertos obstáculos en el camino: no se ve un camino hacia la cima o podría haber alguien que ya esté en la fila para ese puesto soñado. Se trata, entonces, de un momento de decisión: ¿Cuándo es el momento adecuado de cambiar y convertirse en el director ejecutivo de otra empresa?
    • “Fundador”: Se trata de empresarios que estaban en compañías más grandes y, por alguna razón, tienen la pasión por empezar su propia empresa.
  • “Líder de salto”: Camino en tendencia, supone el salto de diferentes puestos o niveles hacia la posición de director ejecutivo. Es importante no olvidar que si se va saltar sobre alguien o unos pocos niveles, es necesario tener los seguidores allí. Si se va a ser un líder se quiere a toda una organización detrás, de manera que se necesita contar con el apoyo de empleados, ejecutivos o clientes.

Lo fundamental para poder posicionarse dentro de la “C-suite” es tener un estilo de liderazgo dispuesto a reinventarse, a él y a la compañía. Asegurarse de que está cumpliendo algún legado y respetando algunos atributos de la cultura de la organización, pero dispuesto a reinventar y cambiar otros aspectos.

Además, es necesario, al tratarse de un trabajo increíblemente difícil, la capacidad de recuperación y resistencia para hacer este tipo de trabajo de alta presión, y tener una compresión real del lado más duro y el más suave de los negocios.

Como último consejo: asegurarse de obtener resultado, de tener impacto en cualquier trabajo en el que se encuentre, pero también crear relaciones en toda la organización.

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Liderazgo 4.0: 8 tips para incrementar tu rendimiento

Liderazgo 4.0: 8 tips para incrementar tu rendimiento

El rendimiento en el lugar de trabajo es algo en lo que todas las empresas se centran. Pero, ¿es el empleado el que termina siendo responsable de ello en la mayoría de los casos? El empleado, al final del día, es responsable de su propio desempeño.

Hay dos cosas en las que pensar si se quiere mejorar el desempeño. Una, hay muchas características individuales que tenemos – inteligencia, partes de la personalidad, cosas que son parte de la educación, el trasfondo – que realmente no podemos cambiar. Contribuyen o disminuyen el rendimiento, y eso es aproximadamente el 50% de lo que influye en el éxito en el trabajo. Pero el otro 50% es completamente controlable por nosotros.

1.  El factor más poderoso es establecer menos y mayores objetivos.

La mayoría de nosotros nos ponemos metas en el trabajo, pero no hacemos todo lo posible por conseguirlas. Existe evidencia de que un objetivo más grande ofrecerá un resultado mayor. Pero ¿cómo podemos focalizar en las pocas cosas que importan? Una manera es elegir tres metas realmente grandes y desafiantes preguntándonos: ¿Qué se necesitaría para duplicar el rendimiento del año pasado?

Todos tenemos muchas cosas que tenemos que hacer. Incluso en el trabajo, hay 100 cosas diferentes que nuestro jefe quiere que entreguemos. Pero es probable, para la mayoría de las personas, que solamente tres o cuatro de esas contribuciones sean realmente significativas durante el año. Ese ha de ser el objetivo, y es eso lo que muchas organizaciones no llegan a entender.

2. Comportarse para actuar.

Que los comportamientos realmente impacten en el éxito. La calve está en comprender qué conductas se deben emprender y cuáles van a mejorar el rendimiento.

Si bien no hay un modelo correcto, hay algunos modelos que se han estudiado y validado muy bien, como el liderazgo transformacional y el liderazgo impulsado por el rendimiento. El desafío para muchos empleados es descubrir qué comportamientos de estos modelos de liderazgo en sus empresas, realmente aumentan el rendimiento.

3. Crecer más rápido.

El crecimiento es el objetivo final de cualquier empresa. Pero ¿hay suficientes personas pensando en el crecimiento personal?

Parte del desafío, o parte de la oportunidad, es que si se estructuran los planes de desarrollo individuales con el mismo nivel de especificidad que se estructuran los planes corporativos de crecimiento y desarrollo, probablemente resultaría mucho más fácil entender dónde estan hoy y dónde deben estar.

4. Maximizar el ajuste.

Entendiendo el ajuste en dos contextos diferentes. Ajuste físico y ajuste en cuanto a la forma en que se encaja con la organización. Las organizaciones están evolucionando más rápido que nunca. A medida que evolucionan, van a tener diferentes necesidades de capacidad. Es fundamental vigilar hacia dónde va la empresa y qué capacidades debería tener para lograr un alto rendimiento en el futuro. Solo porque ser bueno en algo hoy no significar que esas mismas capacidades llevarán a un buen rendimiento en el futuro.

5. Fingir.

Las empresas cambian más rápido de lo que lo hacen las personas. Habrá momentos en que se tenga que comportar de una manera con la que no se sienta uno cómodo. Hay que preguntarse: si yo fuera esa persona, ¿qué comportamientos necesitaría fingir? ¿Cómo necesitarías actuar para tener éxito en ese rol? Fingir no significa que ser una persona falsa o tratar de cambiar permanentemente quién se es. Simplemente la empresa puede tener una necesidad única que exige que una manera única de comportarse durante un corto período de tiempo. El rendimiento será superior si se aprende a fingir ese comportamiento por un tiempo.

6. Evitar distracciones

Es decir, evitar pasos y consejos sin soporte científico, sin validez, tácticas que simplemente no van funcionar.

7. Conectar.

Esto tiende a ser el talón de Aquiles del introvertido. Los introvertidos a menudo no están conectados de forma natural para conectarse con los demás. Por ello es muy recomendable para definir claramente las fortalezas de su relación en la empresa. Por muy incómodo que pueda parecer, tendrá un rendimiento superior cuando tenga una red más sólida y la gente sepa más sobre él. Por otro lado, las personas con una red externa más fuerte se moverán más rápido a través de sus carreras por algunas razones muy obvias. Eso puede ser incómodo, pero ahora hay muchas formas nuevas de establecer redes.

8. Comprometerse con el cuerpo.

La calidad y la cantidad de nuestro sueño contribuyen al alto rendimiento en el trabajo. Una herramienta tan simple como un rastreador de sueño, por ejemplo, puede ser una herramienta significativa para ayudarlo a lograr un mayor rendimiento.

Además de estos tips o tácticas, la autoconciencia es fundamental. No se puede encajar en una empresa, saber a qué conductas enfocarse, a menos que se sepa dónde se encuentra uno hoy. Para ello algo muy útil es preguntarse: ¿cómo te perciben las personas? Para mucha gente, eso es realmente aterrador. Pero un buen punto de partida es mejorar en una sola cosa: «Si voy a ser un mejor líder, ¿cuál es la única cosa que podría hacer de una manera un poco diferente en el futuro?».

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Trabajarás esta y otras habilidades fundamentales del líder 4.0 en el Programa de Liderazgo 4.0.

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