Los secretos del buen trabajo en los equipos – 1ª entrega

Los equipos de hoy son diferentes de los equipos del pasado: son más diversos, dispersos, digitales y dinámicos. Aunque se enfrentan a nuevos obstáculos, su éxito aún depende de fundamentos básicos para la colaboración grupal identificados por J. Richard Hackman, un pionero en el campo del comportamiento organizacional. Él descubrió que lo que más importa para la colaboración son las personalidades, actitudes o estilos de comportamiento de los miembros del equipo.

Los equipos modernos son vulnerables a dos problemas: el pensamiento «nosotros contra ellos» y la información incompleta. Superarlos requiere una mentalidad compartida. La clave para los líderes es la siguiente: aunque los equipos se enfrentan a una serie de desafíos cada vez más complicados, algunos factores tienen un gran impacto en su éxito. Los gerentes pueden lograr grandes ganancias si entienden cuáles son esos factores y se enfocan en hacerlos bien.

Cómo lograr un alto rendimiento

Hay varios asuntos a tener en cuenta para crear un clima que favorezca a los equipos 4D (diversos, dispersos, digitales y dinámicos) y conseguir, como consecuencia, aumentar el rendimiento:

1. Direccn convincente. La base de cada gran equipo es una dirección que energiza, orienta y compromete a sus miembros. Los equipos no pueden inspirarse si no saben para qué están trabajando y no tienen objetivos explícitos. Estos objetivos deben ser desafiantes, pero no tan difíciles como para que el equipo se muestre desanimado. También deben ser consecuentes: las personas tienen que preocuparse por lograr un objetivo, ya sea porque pueden obtener recompensas extrínsecas (como el reconocimiento) o intrínsecas (como la satisfacción).

En los equipos 4-D, la dirección es especialmente crucial porque es fácil para los miembros remotos de diferentes orígenes tener diferentes puntos de vista sobre el propósito del grupo.

2. Estructura fuerte. Los equipos también necesitan la combinación correcta y el número de miembros, tareas y procesos diseñados de manera óptima, y normas que desalienten el comportamiento destructivo y promuevan dinámicas positivas. Los equipos de alto rendimiento incluyen miembros con un equilibrio de habilidades. No todos los individuos tienen que poseer habilidades técnicas y sociales superlativas, pero el equipo en general necesita una buena dosis de ambos. La diversidad en el conocimiento, los puntos de vista y las perspectivas, así como en la edad, el género y la raza, puede ayudar a los equipos a ser más creativos y evitar el pensamiento grupal.

Agregar miembros asegura habilidades y diversidad pero también conlleva costos, como la vulnerabilidad a la mala comunicación, la fragmentación y la conducción. Los líderes de los equipos deben estar atentos a agregar miembros solo cuando sea necesario. El objetivo debe ser incluir el número mínimo, y no más.

La asignación de tareas debe diseñarse con cuidado. No todas las tienen que ser altamente creativas o inspiradoras, pero los líderes pueden hacer que cualquier tarea sea más motivadora asegurándose de que el equipo sea responsable y autónomo con su trabajo.

En la próxima entrega de este post veremos otras dos estrategias que también influyen positivamente en el clima de trabajo de los equipos. ¡No te lo pierdas!

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Colaboración y otras ventajas de contar con Mentores Virtuales

Colaboración y otras ventajas de contar con Mentores Virtuales

Tener un mentor siempre ha ayudado al desarrollo profesional y al avance profesional, pero en los puestos de trabajo complejos actuales un solo mentor no es suficiente. Para potenciar la innovación y la creatividad, los empleados a menudo requieren información de diferentes fuentes de especialización y en tiempo real. La buena noticia es que la rápida expansión de las redes sociales dentro y fuera de las empresas ha hecho posible que los aspirantes a líderes puedan perfeccionar su oficio colaborando con los mejores expertos en muchos dominios a través de Internet o mediante sistemas de gestión (knowledge management – KM). Estos expertos se convierten en mentores virtuales con los que poder contactar en cualquier momento y en cualquier lugar. Y, ¿qué mejor que encontrar los expertos dentro de tu organización y sacar el máximo provecho a sus conocimientos? Para conseguirlo, sólo necesitas una comunidad virtual que permita una comunicación ágil y rápida entre todos tus empleados.

La idea principal es que todos los empleados se ayuden en sistemas sociales de colaboración y compartan sus experiencias y conocimientos vía internet dentro de una comunidad virtual propia.

Los sistemas de KM y colaboración permiten a los empleados crear su perfil y listar palabras clave asociados a su experiencia. De esta forma, mediante los sistemas de colaboración social y de KM se pueden identificar miembros clave dentro de la comunidad dispuestos a compartir su experiencia y construir relaciones a través de sus propias consultas y aportaciones. Todos se pueden convertir en mentores. Cada vez que los empleados tengan una consulta, utilizan esta base de datos para conectarse con el experto relevante e intercambian conocimiento libremente en tiempo casi real. La colaboración en las comunidades virtuales mediante el intercambio de conocimientos y convirtiéndose unos en mentores de otros, fomenta un trabajo en equipo más productivo y eficiente.

Las principales ventajas de contar con mentores virtuales son:

Solución de problemas en tiempo real: cada vez que los empleados llegan a una calle sin salida, pueden recurrir a los sistemas de KM y colaboración social, publicar sus consultas y lo más probable es que un experto responda a la pregunta inmediatamente. Eso sólo lo permite un trabajo en red.  Las comunidades son una excelente herramienta para desarrollar en el área un ecosistema de mejora continua.

Ampliar sus habilidades y aprender sobre las próximas oportunidades: la comunidad virtual de tu organización permitirá a tus empleados forjar conexiones valiosas y aprender sobre proyectos y oportunidades internas que los ayudaran a profundizar en su conocimiento y ganar reconocimiento por su crecimiento y pericia.

Mayor lealtad a la empresa: esta conexión directa de colaboración con la empresa logra que los empleados se sientan parte de esta, lo que consigue incrementar el sentido de pertenencia con la organización y estén más comprometidos con el éxito empresarial.

Aumento en innovación: la colaboración con sus colegas y mentores favorece la innovación y creatividad de los empleados, manteniendo la motivación para una mejora continua.

Mayor consciencia del contexto externo: mediante la búsqueda de información en fuentes externas y compartirla con todos los miembros de la empresa, aumenta el conocimiento de todos sobre lo que pasa fuera de la organización.

Los resultados de los estudios son claros: las inversiones en herramientas de medios sociales pueden ayudar a las empresas a mejorar en habilidades, productividad, compromiso y lealtad de sus fuerzas de trabajo.

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Redes sociales en la empresa: conocimiento compartido, colaboración y eficiencia

Redes sociales en la empresa (RSC): conocimiento compartido, colaboración y eficiencia

Aunque las herramientas de Redes Sociales Corporativas (RSC) son, a menudo, adoptadas por muchos líderes para que los miembros de la organización compartan conocimiento, colaboren y, así, aumente su eficiencia, muchos de estos miembros se pierden en este cambio estratégico y tecnológico debido, sobre todo, a la desconexión entre esta herramienta y los demás sistemas y tecnologías digitales que usan en su trabajo diario.

A partir de un estudio realizado por el MIT Sloan Management Review, descubrimos por qué las empresas deberían introducir una Red Social Corporativa como un componente estratégico y herramienta integrada que apoye el trabajo diario de los trabajadores y directivos.

Perdidos en la Transición Digital

Muchas compañías, atraídas por los beneficios de la digitalización de los sistemas, piden un porfolio digital que integre plataformas que van desde software para la colaboración entre el equipo hasta herramientas de gestión de proyectos y de gestión del conocimiento interno y/o intranets.

En cambio, como la mayor parte de Redes Sociales Corporativas (RSC) son herramientas basadas en la nube y están, al menos en parte, fuera del área del departamento de IT, la responsabilidad de la implementación de la RSC en el lugar de trabajo recae en líderes que no pertenecen a IT y, en muchas ocasiones, se falla en la articulación de prioridades para la navegación por este cúmulo de herramientas digitales que los empleados deben utilizar en su día a día. Es entonces cuando, debido a la falta de guía para la navegación entre las diferentes plataformas, se pierden en la transición digital.

Paradójicamente, conectar a una RSC requiere desconectar de los antiguos métodos y herramientas de comunicación y colaboración interna. Esta desconexión supone una tremenda dificultad para que los empleados utilicen las RSC. Por ello, las soluciones técnicas y culturales a este problema deben trabajar en concierto.

Las RSC como centro neurálgico del Porfolio Digital

Desde un punto de vista técnico, la empresa debería situar las RSC cómo centro neurálgico que conecte los sistemas de IT, las aplicaciones de negocio, las herramientas colaborativas y las plataformas digitales. Desde aquí, con una integración adecuada, los trabajadores y trabajadoras serán capaces de acceder a plataformas como la intranet corporativa, el correo electrónico, los directorios, las herramientas para compartir documentos, foros, blogs y/o wikis muy fácilmente y, así, se propicia la adopción de la RSC y se aumenta la eficiencia.

También se pueden utilizar Interfaces de Programación de Aplicaciones (API, por sus siglas en inglés) para integrar las RSC con las herramientas digitales preexistentes o utilizar la RSC como punto de acceso a las demás plataformas digitales del porfolio interno de la empresa para ayudar a que los empleados perciban la RSC como una herramienta más de trabajo.

Participación por parte de los Líderes y guiando en Buenas Prácticas

Desde el punto de vista cultural, los líderes deben articular unos principios flexibles que guíen a empleados y empleadas en la elección de la mejor plataforma digital para cada ocasión y elogiar aquellos usos no previstos que se alineen con las aspiraciones culturales de la organización.

También es necesaria una guía de utilización de las herramientas digitales de forma productiva para evitar la sensación de desconexión del ámbito laboral al utilizarlas. En este sentido, un manual de Buenas Prácticas es muy conveniente y un acompañamiento inicial evita posibles confusiones.

Los líderes de esta transformación e implementación de las RSC deben estar atentos a los usos imprevistos de las mismas que estén alineados con los valores de la organización y resaltarlos a través de ejemplos o historias para fomentar la utilización y la percepción de esta herramienta como un proceso y no un simple evento. A medida que la implementación avanza y madura, los miembros que resulten más activos en la RSC pueden ser una inspiración para los demás, mostrando cómo integrarla en las actividades laborales cotidianas y ayudando a navegar esta transformación digital de la mejor manera posible.

En definitiva, la organización puede aprovechar esta oportunidad de crecimiento utilizando las RSC como centro neurálgico de su transformación digital y proporcionando un mapa técnico y cultural de utilización de esta en conjunción con el resto de las herramientas digitales y abordando las posibles confusiones que se produzcan debido a su implementación.

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