¿Está preparada tu empresa para el futuro digital?

Transformación Digital

Para poder incorporar en las empresas las nuevas tecnologías es necesario que éstas implementen nuevas formas de operar. Sin embargo, son muchos los empleados que ven como sus empresas no responden de manera creativa a los nuevos retos de la era digital.

Mit Sloan Management Review, en colaboración con Deloitte, ha realizado una encuesta a 4.800 ejecutivos para recoger insights de todo tipo de organizaciones a nivel multinacional. Además de la encuesta, también se realizaron entrevistas a ejecutivos de empresas  proveedoras de servicios tecnológicos..

La encuesta recogió la opinión de los ejecutivos respecto al nivel de digitalización de su empresa y la implementación de nuevos modelos de negocio. Un 45% de los encuestados valoraron el nivel de madurez digital de su empresa con unas puntuaciones medias (de 4 a 6 puntos en una escala de 10), un 29% valoró con un nivel alto de maduración digital (con puntuaciones de 7 a 10 puntos). El resto de encuestados (26%) situó a sus organizaciones en un nivel bajo de madurez digital con unas puntuaciones de 1 a 3 puntos.

La importancia de implementar una estrategia digital

El simple uso de las tecnologías digitales no es suficiente para aprovechar todo su potencial. Las empresas deben aprender qué información es relevante, cómo analizar e interpretar los datos obtenidos y cómo implementarlos en su estrategia digital. En general, el éxito de una estrategia digital no depende de la adquisición o implementación de una tecnología concreta, sino que su éxito se fundamentará en la capacidad de la organización para reconfigurar su modelo de negocio, integrando diferentes herramientas digitales a lo largo de todos los procesos implicados. Solo de esta manera es posible alcanzar una ventaja competitiva real, donde todos los empleados saquen provecho de las herramientas digitales en sus tareas.

La diversidad de objetivos en la estrategia digital

La mayoría de las organizaciones  suelen utilizar las tecnologías digitales para mejorar le eficiencia y la experiencia de sus clientes, sin embargo, las organizaciones con un alto nivel de madurez digital se diferencian por utilizar las nuevas tecnologías como el eje principal para transformar su modelo de negocio y hacerlo más competitivo.

Los principales elementos para lograr un alto nivel de madurez digital son la adquisición de habilidades y conocimientos tecnológicos por parte de los empleados y la voluntad de experimentar y probar nuevas formas de trabajo, de manera que la cultura corporativa se transforme y conseguir fomentar la creatividad y la adopción de riesgos. Para poder afrontar estos retos es necesario adoptar un visión global de las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías y no limitarse al conocimiento técnico, es necesario, por tanto, conocer y analizar el impacto que las nuevas tecnologías pueden provocar en el modelo actual de negocio y en los diferentes procesos que se esta llevando a cabo.

4 Preguntas clave para iniciar las transformación digital

1. ¿Tu empresa tiene una estrategia digital que englobe a toda la organización?
2. ¿La cultura corporativa de tu empresa permite que las nuevas iniciativas digitales puedan alcanzar el éxito?
3. ¿Tu organización tiene el talento y las habilidades necesarias para poder afrontar la  las transformación digital del modelo de negocio?
4. ¿Qué necesitan tus empleados para poder implementar con éxito la transformación digital?

Para poder dar respuesta a estas preguntas y desarrollar un plan estratégico efectivo, hay que tener en cuenta que los objetivos del mismo sufrirán cambios constantemente, debido a la rápida evolución de las tecnologías digitales y a la imposibilidad de poder predecir su futuro. Por tanto, el éxito del plan estratégico para la digitalización del modelo de negocio no dependerá de las tecnologías escogidas sino que se fundamentará en la habilidad que tenga la organización para implementarlas en un contexto de cambio constante, adoptando y rediseñando las estrategias, la cultura corporativa y el talento existente.

Entendiendo el Aprendizaje Colaborativo

Colaboración

Cuando hablamos de aprendizaje colaborativo, hacemos referencia al conjunto de actividades llevadas a cabo por pequeños grupos dentro de una Comunidad de Aprendizaje. De todas formas, debemos ir más allá y pensar que el aprendizaje colaborativo es mucho más que el simple trabajo en equipo por parte de los participantes de dicha Comunidad. La idea que lo sustenta es bien sencilla: los participantes forman “pequeños equipos” después de recibir instrucciones.

Lo realmente importante a tener en cuenta, es que los alumnos intercambian información y trabajan en una tarea hasta que todos sus miembros la han entendido y terminado y todo ello aprendiendo a través de la colaboración.

Debemos destacar, que se han realizado estudios que han demostrado la validez del aprendizaje colaborativo. Estos estudios muestran que los participantes de las Comunidades de Aprendizaje aprenden mucho más cuando utilizan el aprendizaje colaborativo, recuerdan durante más tiempo el contenido, desarrollan habilidades de razonamiento superior y pensamiento crítico y, sin duda, se sienten más confiados y aceptados por todos y por ellos mismos también.

El aprendizaje colaborativo transforma las sesiones de aprendizaje en un foro abierto al diálogo entre los participantes de la Comunidad y los dinamizadores de la misma. Estas prácticas de colaboración ayudan a los participantes más pasivos a participar con más facilidad y con más frecuencia.

En el desarrollo de las actividades basadas en el aprendizaje colaborativo, se lleva a cabo un diálogo importante entre los participantes que ayuda a que se expliquen entre ellos las experiencias vividas en dichas actividades, lo cual resulta muy positivo para garantizar esa confianza tan necesaria que favorece el desarrollo de la Comunidad.

En el desarrollo de las actividades que se plantean en una Comunidad de aprendizaje, los participantes pueden aprender de sus puntos de vista, dar y recibir ayuda de sus compañeros de la Comunidad y, sin duda, ayudarse mutuamente para investigar de manera más profunda sobre lo que están aprendiendo.

Los cinco (5) elementos que siempre están presentes en el aprendizaje colaborativo son:

1. Cooperación.

Los participantes de la Comunidad se apoyan con el objetivo de lograr ser expertos en el conocimiento del contenido, con el fin de desarrollar habilidades de trabajo en equipo. Los participantes comparten metas, recursos y logros y por ello solo alcanzarán el éxito si todo el equipo consigue cumplir los objetivos planteados.

2. Responsabilidad.

Cada participante debe ser responsable de la tarea que se le asigna y sobre todo de que la tarea que se le ha asignado a su grupo de trabajo sea completada de forma eficaz.

3. Comunicación.

Cada miembro de un equipo de trabajo intercambia información y material importante con el resto de sus compañeros, con el fin de poder ayudarse mutuamente y desempeñar la tarea de forma efectiva y eficaz. El objetivo es poder conseguir unos buenos resultados en el futuro.

4. Trabajo en equipo.

Los participantes aprenden a solucionar los problemas en equipo, a la vez que desarrollan las habilidades de liderazgo, comunicación, confianza, toma de decisiones y solución de conflictos.

5. Autoevaluación.

Es importante que al finalizar las actividades planteadas los participantes evalúen que acciones de las que se han llevado a cabo han sido útiles o no. Sin duda, deben identificar qué cambios habría que hacer en un futuro para mejorar.

En Valuexperience, damos mucha importancia a la colaboración y por ello diseñamos estrategias colaborativas destinadas a mejorar la experiencia de las personas y a potenciar la interacción entre ellas.

Programa de Liderazgo 4.0

Programa de Liderazgo 4.0

[mc4wp_form id=»8698″]

La Gestión del Conocimiento

RRHH, Recursos Humanos

¿Qué es la gestión del conocimiento?

Como punto de partida debemos tomar el concepto de “gestión”. La gestión, en este caso, se define como toda acción que agrega valor a una cadena productiva que se enmarca dentro de las acciones de producir, transmitir y adquirir conocimiento nuevo.

Si hablamos de conocimiento, es importante nombrar la teoría que adoptamos sobre la tesis de Aristóteles, que comenta que el conocimiento no es único sino que puede ser entendido desde sus cinco (5) aspectos:

1. Conocimiento científico: la explicación teórica de las cosas para darse cuenta de la realidad más inmediata.

2. Conocimiento práctico: ligado a la experiencia de cada persona y al acto de repetir los actos diarios para convertirlos en hábitos.

3. Conocimiento técnico: inquietud por vivir y adaptarse al medio ambiente y emplear herramientas para mejorar.

4. Conocimiento artístico: donde se encuentra la imitación de la realidad y el cultivo de la sensibilidad.

5. Conocimiento intuitivo: donde el ser humano tiene presunciones sobre algo próximo o futuro y actúa conforme a limitar la incertidumbre.

Es posible afirmar, que el conocimiento está caracterizado por estos cinco aspectos y por eso, dependiendo del caso, uno de los cinco puede prevalecer sobre los demás. Debido a esto, se dice que el conocimiento engloba creencias, valores, juicios, habilidades, teorías, normas, relaciones, experiencias previas y creatividad.

El conocimiento siempre ha sido la base para que las sociedades puedan desarrollarse. El progreso de las culturas ha sido por el esfuerzo y las ganas de aportar de las personas que la conforman.

Es con la sociedad de la información cuando se puede hablar con propiedad de gestión del conocimiento. La base económica e importante de la sociedad de la información es el cambio profundo que propician las tecnologías.

Las prácticas sociales en el contexto de la sociedad de la información, se centran básicamente en un componente comunicativo y relacionado con la idea de llegar a producir algo nuevo.

En este sentido, vemos que las tecnologías tienen un fuerte impacto en la sociedad de la información ya que ayudan a mejorar la comunicación. También, cabe destacar que las tecnologías mediante la informática ayudan a almacenar y administrar cantidad de datos relevantes.

“La información convertida en conocimiento y potenciada por la actividad humana, es decir, innovación, generaría una gran riqueza”.  

La gestión del conocimiento en la cultura digital se enmarca en un ecosistema que va cambiando continuamente y donde las propias tecnologías también van sufriendo modificaciones.

“La información es el factor fundamental para el desarrollo empresarial y también social. “

Los medios digitales para la gestión del conocimiento más utilizados por las personas hoy en día en Internet son: chats, email, blogs, wikis, emisoras, periódicos, canales de televisión, portales de intercambio de videos, de mapas geográficos, de todo tipo de información sobre diferentes temáticas, publicidad, redes sociales, etc.

Internet permite organizar, almacenar y gestionar la información. En este sentido, Internet funcionaría como una gran memoria de la sociedad de la información o de la sociedad global.

En Valuexperience, incrementamos el conocimiento y la performance de los empleados y apostamos por modelos de gestión, creación y distribución de contenidos digitales que sean eficientes y aporten valor a nuestros clientes.

Aplicación de las TIC en el aprendizaje colaborativo

Colaboración

En la actualidad existen multitud de aportaciones que han tomado su tiempo proponiendo sistemas tecnológicos de soporte para el aprendizaje basado en la elaboración colaborativa de proyectos.

Los elementos que interaccionan con las TIC en el aprendizaje colaborativo son:

– El docente.

La tecnología puede ayudar al docente a realizar el diseño, la implementación y el seguimiento de la elaboración de una actividad de aprendizaje donde la metodología que se lleve a cabo esté basada en el trabajo por proyectos.

– Los alumnos.

Las TIC pueden favorecer el trabajo de los alumnos, tanto de forma individual como colaborativa estimulando la interacción educativa con sus compañeros de grupo de trabajo.

La interacción con las tecnologías ayuda a los alumnos a gestionar adecuadamente el tiempo para tomar las decisiones más acertadas. Estas decisiones van enfocadas a temas relacionados con la búsqueda y selección de información relevante para los proyectos en los que participan.

– El contenido.

Suele ser habitual que en una misma aula virtual surjan diferentes proyectos enfocados a temáticas diferentes. Pero, cuando hablamos de contenidos en aprendizaje basado en proyectos, la designación más común es “recursos de contenidos”. Internet puede ser una fuente valiosa de datos si se aplican criterios de búsqueda adecuados para la exploración de información.

– El docente y los alumnos.

El docente necesita de la ayuda de las tecnologías para posibilitar la interacción educativa con los alumnos. El docente necesitará varios tipos de herramientas tecnológicas para proporcionar ayudas educativas útiles a los estudiantes. Estas herramientas tecnológicas pueden quedar integradas en lo que se denomina “Aula Virtual”, definida como el conjunto interrelacionado de recursos tecnológicos de información y comunicación que servirán de base para el desarrollo de los procesos de enseñanza – aprendizaje. El aula virtual puede servir para dejar una guía sobre el proyecto colaborativo que se va a llevar a cabo.

– Los alumnos y el contenido.

Los alumnos pueden necesitar algunas herramientas tecnológicas que le permitan aplicar adecuadamente las estrategias de aprendizaje más apropiadas en función del proyecto en el que estén participando. Algunas herramientas tecnológicas relacionadas con los contenidos pueden ser: el uso de bases de datos, programas de búsqueda especializada en Internet, programas de clasificación de documentos, procesadores de texto, programas para representar elaborar y compartir información, etc.

En Valuexperience, apostamos por el aprendizaje colaborativo y sobre todo por las comunidades virtuales de aprendizaje. Diseñamos comunidades virtuales tanto internas (para los empleados de una misma organización) como externas (dirigidas a clientes actuales y potenciales). Nuestro objetivo es mejorar la comunicación, incrementar la eficiencia y homogeneizar los mensajes en las organizaciones con las que trabajamos. 

Cómo evitar la miopía analítica

Management

Existe la tendencia a centrarse en la analítica de métricas concretas, pero la realización de un análisis amplio y contextualizado suele ofrecer una información mucho más útil a largo plazo.

Las métricas pueden ayudar a medir y mejorar un proceso hacia un objetivo concreto y tienen una gran importancia en el uso de la analítica en general. Pero focalizarse exclusivamente en este tipo de medidas puede alejarnos de la comprensión global del problema planteado. Por ejemplo, si queremos saber el número de personas que realmente leen un artículo, la métrica basada en el número de impresiones no será capaz de transmitir esta información, o en el caso de los anuncios, el número de clics ofrece una visión aproximada del número de ventas potenciales pero la mejora de esta métrica no sería nuestro verdadero objetivo final.

Por tanto, las métricas pueden aportarnos soluciones a corto plazo pero si queremos mejoras reales a largo plazo, es necesario incorporar modelos de analítica y recopilación de datos para obtener un visión completa de la problemática.

La expectación creada entorno a la analítica puede desilusionar a quienes creen que la aplicación de estas herramientas ofrecerán beneficios inmediatos. La realidad es que la analítica requiere un mayor esfuerzo, incluso los ejecutivos pueden creer que han llegado a un punto máximo global cuando en realidad sólo han alcanzado un máximo local.

¿Cómo podemos mejorar los procesos analíticos?

  • Dar un paso atrás en el problema específico. El tipo de enfoque que adoptamos ante el problema puede optimizar los detalles de un problema pero del mismo modo, también puede ser un problema que impida ver otras opciones. La participación de un tercero puede ayudar a resolver este problema.
  • Testear aquellos supuestos que damos por ciertos. En la definición de problemas de negocio se asumen varias premisas y supuestos, los cuales definen de manera implícita la muestra y las diferentes opciones a estudiar. Por ejemplo, en el análisis de los datos obtenidos en el sensor Nike+, Nike encontró que las personas suelen hacer más ejercicio durante la noche y establecen nuevas metas en enero. Las conclusiones del análisis realizado no son sorprendentes, pero Nike puso a prueba una hipótesis que si no hubiera sido cierta, podría haber aportado nuevas formas de comercialización y nuevos mercados.  La aplicación de análisis exploratorios a aportado a Nike mejoras en el uso de materiales sostenibles.
  • Construir previamente una base de datos para explorar. Si la realización de prueba exploratorias requiere una gran inversión de recursos será menos probable que la gente se anime ha hacer estos análisis. Para ellos muchas organizaciones realizan inversiones en la implementación de sistemas de datos que permitan dar respuestas a preguntas futuras que todavía no se han planteado.
  • Abrirse a la analítica exploratoria. Tanto las organizaciones como los individuos pueden caer en la miopía analítica. Actualmente diversos informes destacan que las organizaciones que utilizan la analítica para la innovación, están ganando una ventaja competitiva basándose en analítica exploratoria.

Las analíticas exploratorias incluye ciertos riesgos, cada análisis implica el uso de recursos que podrían dedicarse en procesos de mejora incremental a corto plazo, pero es necesario encontrar un equilibrio entre la búsqueda de resultados incrementales y la innovación.

Ninguno de estos dos enfoques tiene sentido por si sólo. Los ejecutivos que quieran plantearse avances de largo alcance tendrán que fomentar los análisis exploratorios, a pesar de que esta estrategia significará algunos fracasos y la no obtención de un retorno inmediato de las inversiones.

En Valuexperience te ayudamos a mejorar los procesos analíticos de tu empresa mediante la adopción de herramientas estratégicas basadas en fomentar y desarrollar la Inteligencia Competitiva (IC), facilitando así una mayor comprensión de los objetivos y de la realidad del entorno.

Más información

Selecciona Interes