Comunidad y Redes Sociales: diferentes y necesarias al mismo tiempo

Si quieres saber la diferencia entre una Red Social y una Comunidad, pide a tus amigos de Facebook que te ayuden a pintar tu casa”. Con este ejemplo tan sencillo y explicativo, Henry Mintzberg abre su artículo para Harvard Bussiness Review.

Las Redes Sociales nos conectan unos a otros, nos facilitan la comunicación, pero no son sinónimos de Comunidad. La palabra Comunidad siempre ha sido utilizada para referirse a un grupo de personas que ocupaban un mismo territorio, compartían unos hábitos y una forma de vida concretos, tenían una historia común y se preocupaban los unos por los otros. Sin embargo, últimamente se ha puesto de moda esta palabra para designar a lo que en realidad son Redes: gente con intereses comunes, pero no con los mismos valores, historia o recuerdos.

Mitzberg utiliza el ejemplo de los movimientos sociales, en los que las redes sociales han jugado un importante papel en los últimos años. Sin embargo, como aseguró un egipcio en un artículo de Thomas Friedman para The New York Times sobre la Primavera Árabe, “Facebook ayudó mucho a la gente a comunicarse, pero no a colaborar”. Y como explica Mitzberg, aunque estos grandes movimientos crean conciencia sobre la necesidad de cambio, son las pequeñas iniciativas llevadas, a cabo por grupos más pequeños, las que acaban  marcando la diferencia.

Llevado al terreno empresarial, las compañías más eficientes son las que funcionan como una Comunidad, no como una colección de recursos humanos. Por supuesto, las empresas necesitan Redes Sociales que faciliten la comunicación entre sus diferentes empleados; pero esto no es suficiente para crear una Comunidad. Y es que, más allá de la comunicación, la colaboración es crucial.

Tendemos a hablar mucho de la importancia del liderazgo, pero la Comunidad es más importante. Un buen líder debe promover la creación y fortalecimiento de la Comunidad. Para esto, las Redes Sociales son imprescindibles, pero bien gestionadas y dirigidas a la creación de Comunidad. Según Mitzberg, aunque las Redes Sociales son maravillosas para comunicarnos, pueden tener un efecto negativo en la colaboración, a no ser que se gestionen con cuidado.

De esta manera, para que una empresa funcione eficientemente, necesitamos Redes Sociales y Comunidades al mismo tiempo. Las dos se complementan mutuamente y es gracias a una que se puede crear la otra.

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Gamificación: Cómo y para qué usarla

RRHH, Recursos Humanos

La gamificación es un recurso que está apareciendo cada vez más frecuentemente en diferentes ámbitos, entre los que destacan el empresarial y el educativo. Según varios estudios, la mayoría de las empresas  han implantado la gamificación o planean hacerlo para el marketing y la retención de los clientes.

¿A qué se debe su popularidad? A la gente le encantan los juegos, son entretenidos y divertidos. Por lo tanto, pueden resultar una importante y útil herramienta de engagement. Esto hace tentador el asumir que la gamificación funciona, pero no siempre es así y sobre todo no de cualquier manera y para cualquier objetivo. Como con todo, la estrategia de gamificación que resulta exitosa para una empresa puede no funcionar de la misma manera para otra.

Joana Koivisto, de la Universidad de Tampere, tras analizar 800 estudios sobre la temática, vio que solo 300 eran empíricos. Además, eran pocos los estudios que mostraban efectos positivos concretos. Esto muestra que se habla mucho de gamificación, es una tendencia en alza, pero que no siempre se aborda el tema de la mejor manera. No basta con crear un juego, es necesario elaborar una estrategia, estudiar el caso y ver cuál es la mejor manera de aplicar la gamificación y con qué objetivo.

En Valuexperience utilizamos la gamificación como una herramienta de engagement,  para que de  manera práctica y lúdica la gente pueda relacionarse con el contenido. Tanto en las comunidades como en las diferentes acciones formativas que impartimos, el juego es una de nuestras principales herramientas de engagament. Los participantes de nuestros cursos, desde el momento de acceder a nuestra plataforma, comienzan a formar parte de una experiencia ludica; todas las interacciones que realizan son reconocidas y premiadas. Así como los diferentes contenidos tratados en las comunidades, como las temáticas de mejora. En las acciones formativas con objetivos de aprendizaje, los contenidos son enriquecidos pedagógicamente a través de juegos y actividades lúdicas.  De esta manera, se enriquece la experiencia.

Hay diferentes recursos de gamificación que pueden ayudar a crear este engagement. Un estudio de Koivisto mostró que otorgar insignias como muestra de un logro conseguido al finalizar una tarea incrementaba la actividad laboral de los empleados. Otro recurso bastante utilizado son los marcadores. Las experiencias realizadas con esta herramienta muestran que la gente vuelve al trabajo dispuesta a ser más productiva para mejorar sus resultados. Las personas son competitivas y esto puede aprovecharse para mejorar la performance y la eficiencia de la empresa.

Un elemento que es importante tener en cuenta a la hora de poner en práctica la gamificación, es el consentimiento. Ethan Mollick, de Wharton, llegó a la conclusión de que la gamificación puede generar grandes beneficios; pero si no cuenta con el consentimiento de los empleados, es decir, si éstos llevan a cabo el juego con desgana, solo porque están obligados a ello, entonces los resultados son negativos: puede empeorarse la actitud, lo que afecta a la performance.

La gamificación es una tendencia al alza y un recurso muy útil que puede aportar grandes beneficios. Sin embargo, no es suficiente con crear un juego, ya que aplicar la gamificación de cualquier manera puede resultar inútil e incluso contraproducente. Es necesario estudiar para qué se quiere usar y de qué manera, y en función de esto, diseñar una estrategia. La gamificación resulta especialmente útil como herramienta de engagement, ya que es una manera amena y lúdica de relacionarse con un contenido determinado.

Inteligencia Colectiva: ¿Cómo puede aprovechar la tecnología?

La Inteligencia Colectiva es lo que hace que unos equipos de trabajo funcionen mejor que otros. Sin embargo, no es simplemente la suma de la inteligencia de cada uno de los miembros del equipo, sino que hay otros factores que entran en juego. Resulta fácil medir la inteligencia individual, pero ¿qué ocurre con los grupos? ¿Tienen una inteligencia propia? ¿Cómo medirla?

Anita Williams Woolley y sus colegas Thomas Malone y Christopher Chabris, de la Carnegie Mellon University, llevan años investigando este tema. Tras llevar a cabo varios experimentos en los que formaban grupos de personas y les hacían realizar varias tareas, llegaron a la conclusión que sí existe una inteligencia particular en los equipos.

¿De qué depende la Inteligencia Colectiva del equipo? Los investigadores descubrieron que los equipos que obtenían mejores resultados no eran necesariamente los que contaban con personas con coeficientes intelectuales superiores, ni más extrovertidas, ni tampoco más satisfechas con su trabajo.

Sin embargo, encontraron tres elementos que caracterizaban a los mejores equipos de trabajo. En primer lugar, los grupos que contaban con más mujeres eran los que funcionaban mejor. Segundo, aquellos con mejor puntuación en una prueba en la que debían hacer deducciones en base a una serie de fotografías de los ojos de otras personas también realizaban bien el resto de pruebas. Por último, los equipos con mejores resultados eran aquellos en los que las decisiones se tomaban entre todos y todos los miembros participaban, en lugar de ser una o dos personas las que llevaran la voz cantante.

En el mundo digital en el que vivimos, no podemos dejar de lado la tecnología. Y es que ésta puede ponerse al servicio de la Inteligencia Colectiva e impulsarla a nuevos niveles. Los estudios demuestran que, para funcionar bien, tanto individuos como grupos necesitan tres habilidades cognitivas: memoria, atención y capacidad de resolución de problemas.

Transformación Digital

La tecnología nos ayuda a las personas, y cada vez más a los grupos, en estos tres aspectos. La memoria informática es un gran depósito de conocimiento que utilizamos cada día y la comunicación por algún medio digital nos ayuda a coordinarnos y a solucionar los problemas.

La tecnología puede ser un gran aliada para que los equipos de trabajo desarrollen su Inteligencia Colectiva. Creando comunidades, como las que desarrollamos desde Valuexperience, se puede llevar a cabo una mejor comunicación y organización. De esta manera, se crean las condiciones necesarias para facilitar la resolución de problemas. La comunidad proporciona también un memoria eficiente y organizada. Además, también nos ayudan a centrar la atención, ya que nos permite abordar un tema concreto y filtran la información

La Inteligencia Colectiva no aparece de manera espontánea. Surge y resulta beneficiosa para la empresa cuando hay por detrás una sistemática y una metodología que la sustenta. Es por esto que el uso de comunidades resulta provechoso. Con las comunidades que desarrollamos desde Valuexperience se consigue una mejora de la eficiencia de un 20% en el área donde intervenimos. Mes a mes trabajamos sobre una problemática concreta del grupo y de esta manera co-creamos una herramienta, un proceso o un producto que ayude a dar respuesta al problema. Si solo nos quedáramos con un foro, crearíamos un repositorio de conocimiento y opiniones, pero es conveniente ir más allá. 

De esta manera, gracias  a las comunidades, se motiva y se consolida una cultura de mejora continua e innovación, además de aumentar el sentido de pertenencia a la entidad. También permiten intercambiar buenas prácticas y detectar expertos internos. Además, gracias a la tecnología, se reduce notablemente la pérdida de conocimiento cuando un empleado abandona su puesto.

Los equipos de trabajo deben desarrollar su Inteligencia Colectiva para dar lo mejor de ellos. La tecnología resulta de gran ayuda y no hay que desaprovechar todos los beneficios que puede aportar. El uso de comunidades  crea las condiciones óptimas para que los grupos mejoren los resultados de su trabajo y desarrollen así su Inteligencia Colectiva.

Las nuevas tendencias en la Gestión del Talento

Talento

 

A la hora de digitalizar los procesos de una empresa, la Gestión del Talento puede comportar varios retos. ¿Cómo encontrar a los empleados adecuados?  ¿Cómo retenerlos?

Para debatir sobre este tema, queremos compartir las nuevas tendencias para la Gestión del Talento:

EL BIG DATA  ha ayudado a muchos departamentos a dar un gran salto y Recursos Humanos es el siguiente. En este sentido, la tecnología puede ayudar  predecir quién será un empleado adecuado, pero hay elementos que entran en juego, como el instinto o si esa persona encajará en la cultura de la empresa. De los aspectos que te ayudan a saber si una persona es adecuada para un puesto de trabajo, la pasión es muy importante pero difícil de medir.

LOS MILLENIALS son también un tema importante a debatir.  Esta generación plantea nuevos retos a las empresas, uno de ellos es que están en un trabajo durante un periodo más corto que sus padres. Sin embargo, en algunos sectores las personas continúan estando en una misma empresa durante años, por lo que esta generalización es inapropiada. Por otra parte, cabe destacar, que en lo que están más interesados los millenials es en cómo la empresa está conectada con la comunidad.

¿Y cómo funcionará la Gestión del Talento en el futuro? Las personas ya no querrán ser empleados. Los futuros trabajadores lo que querrán es vivir experiencias, “tener un contrato en San Francisco durante seis meses, después en Singapur y luego quizás en Londres”. Otro cambio, será que en diez años empezaremos a ver personas con habilidades muy específicas capaces de aparecer y decir “sé hacer esto, alguien debe contratarme”.

Los departamentos de Recursos Humanos deberán adaptarse a estos cambios, que ya están sucediendo. Por este motivo, deberíamos cambiar la definición de Recursos Humanos.

El mayor problema del Big Data es que podemos recolectar una gran cantidad de datos y analizarlos, pero no podemos presentarlos en un formato breve y conciso para que los líderes tomen las acciones correctas. Sin embargo, este problema tiene una fácil solución: un buen diseñador que coja toda la información compleja, la ordene y la sintetice en algo simple y fácil de entender.

Una de las principales conclusiones que podríamos extraer es que la Gestión del Talento está cambiando para adaptarse a las nuevas tecnologías. Sin embargo, implementar el Big Data en Recursos Humanos no es tan fácil como en otros departamentos de la empresa. En este ámbito, la tecnología puede ayudar, pero hay una serie de elementos que no contempla.

Además, no es solo la tecnología la que está impulsando un cambio. Los millenials y su perspectiva diferente de la vida y el trabajo también hacen necesario un replanteamiento de la Gestión del Talento.

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