Alinear la formación al negocio

Management

Para que la formación en las empresas sea eficiente, es vital alinear el aprendizaje con las necesidades empresariales. Eso es algo que los equipos de formación y desarrollo de las organizaciones saben, pero que no siempre se pone en práctica. ¿A qué se debe esta contradicción?

En los últimos años, un gran número de estudios muestran una falta de confianza hacia los equipos de formación y desarrollo. Por ejemplo, un estudio reciente,  demostró que menos de la mitad de los directores de empresas consideraban que su departamento de formación era capaz de ofrecer un entrenamiento adecuado. Así, muchas funciones de formación y desarrollo tiene aún un largo camino a recorrer para alinear el aprendizaje con las necesidades del negocio.

¿Qué pueden hacer las empresas para mejorar esta situación? Hay siete hábitos de las organizaciones con formación altamente alineada con las necesidades del negocio que pueden servir de guía:

  • Involucrar a los líderes en las decisiones sobre formación.
  • Usar los objetivos empresariales estratégicos para determinar las prioridades formativas.
  • Centrarse en los resultados.
  • Integrarse con Recursos Humanos.
  • Demostrar el valor empresarial.
  • Asegurarse de que los empleados entiendan su aportación.
  • Crear un compromiso de gestión proactivo.

Otras reflexiones a tener en cuenta, es que los programas de e-learning de las empresas con mayor alineación aportan más y mayores beneficios empresariales; estas empresas también tienen un grado de maduración en e-learning superior al resto y menos resistencia al cambio.

Formación y Desarrollo debe comprender qué quiere y necesita la empresa y cómo proporcionarlo. Para esto, hay que definir claramente las necesidades y el contexto formativo y de trabajo, para luego usar esa información para crear una formación adecuada.

Las empresas  que apuestan por una formación eficiente, consiguen resultados importantes: 

  • Son al menos cuatro veces más capaces de responder con rapidez a los cambios del negocio.
  •  Aumentan la productividad y reducen el tiempo.
  • Facilitan maneras de aplicar la formación en el puesto de trabajo.
  • Incrementan el talento y la performance.
  • Reducen los costes y el tiempo de la formación.

También es importante tener en cuenta que los departamentos de formación y desarrollo alineados con las necesidades empresariales no solo cumplen órdenes. Son un actor estratégico con mucho que ofrecer. Por eso, es importante que sean capaces de analizar los problemas de la empresa y ofrecer soluciones.

La correcta alineación de la formación al negocio es un proceso largo y puede resultar difícil, pero aporta grandes beneficios a largo plazo. Por este motivo, conviene que los departamentos de formación y desarrollo hagan un esfuerzo por adaptar sus funciones a las necesidades de la empresa y se conviertan así en un activo estratégico para el crecimiento de la compañía.

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El aprendizaje en las empresas: ¿Por qué es tan difícil? (Parte 2)

Recursos Humanos

Como vimos en este post de la semana pasada, el aprendizaje representa un reto difícil de conseguir para muchas empresas. Según el artículo de Francesca Gino y Bradley Staats para Harvard Bussiness Review, esto se debe a un sesgo que hace que la gente se centre demasiado en el éxito, la acción, intentar encajar y depender demasiado de los expertos.

La semana pasada analizamos los dos primeros elementos de este sesgo, así que ésta nos dedicaremos a los otros dos: intentar encajar y depender de los expertos.

Sesgo hacia el intento de encajar ,»adaptarnos»

Al incorporarnos a una empresa, es natural querer encajar, «adaptarnos». Sin embargo, esta tendencia puede comportar algunos retos.

Reto 1: La creencia de que debemos conformarnos

Desde pequeños, aprendemos que se obtienen beneficios siguiendo las normas sociales. Por este motivo, al entrar en un nuevo trabajo, hacemos un esfuerzo por aprender los códigos de comportamiento (escritos y no escritos) de la compañía. Es importante que la empresa anime a sus trabajadores a expresar sus opiniones, ya que esto puede aportar nuevas ideas y permitir el crecimiento colectivo.

Reto 2: No usar nuestras fortalezas

Cuando los empleados se conforman en lo que creen que la empresa quiere, es poco probable que intenten desarrollar sus fortalezas. Esto puede hacer que la compañía desaproveche talento. Para evitarlo, los líderes deben promover el desarrollo de las fortalezas de sus trabajadores; una manera puede ser permitiéndoles dedicar una parte de su jornada a la tarea que ellos elijan.

Sesgo hacia los expertos

Durante el siglo XX, la mayoría de los estudios sobre la gestión de las empresas veían a los expertos como la mejor fuente de mejora. Esta visión se ha mantenido y puede crear los siguientes retos.

Reto 1: Una visión limitada de lo que es un experto

Las empresas tienden a describir a los expertos basándose en indicadores muy rígidos, como títulos, formación o años de experiencia. Sin embargo, la experiencia es una construcción multidimensional y existen diferentes tipos. Además, la experiencia también puede conllevar una desventaja, ya que puede aumentar la resistencia al cambio. Es importante proporcionar a los empleados diferentes tipos de experiencia y animarlos a ponerla en práctica.

Reto 2: La participación inadecuada en la línea de frente

Los empleados que se encuentran en la línea de frente son normalmente los más adecuados para detectar y solucionar los problemas. No obstante, rara vez tiene el poder para hacerlo. Por este motivo, conviene implementar el principio de que la persona que experimenta el problema pueda solucionarlo cuando y donde ocurra.

Estos sesgos crean serias dificultades para el aprendizaje en las organizaciones: El sesgo hacia el éxito impide arriesgar por miedo al fracaso; el sesgo hacia la acción dificulta el descanso y la reflexión; intentar encajar puede hacer que no mostremos nuestras fortalezas; y confiar demasiado en los expertos dificulta el cambio.

Resulta difícil afrontar y erradicar estos sesgos, ya que están fuertemente arraigados en la cultura de muchas organizaciones. Sin embargo, merece la pena hacer un esfuerzo. El aprendizaje es vital para la mejora y el crecimiento de una empresa, por lo que conviene hacer todo lo posible para facilitarlo.

Aprendizaje Vicario: transferir conocimiento de manera proactiva

Recursos Humanos

El Aprendizaje Vicario permite aprender de forma informal, a través de la observación de las experiencias de los demás. En las organizaciones es común ver cómo los empleados noveles, observan el comportamiento de sus colegas más veteranos para aprender la manera correcta de llevar a cabo sus nuevas tareas.

Las organizaciones valoran mucho este tipo de aprendizaje. Aun así, en término de costes, incorporar el aprendizaje vicario de manera formal dentro de las empresas supone una gran inversión.

No obstante, esta técnica de observación hoy en día ya no resulta tan efectiva como años atrás. Esto se debe a que en las compañías se necesita flexibilidad y adaptación, ya que los ambientes van cambiando muy a menudo.

Christopher Myers ha realizado una investigación que muestra una alternativa a este sistema de observar y aprender: el Aprendizaje Vicario Proactivo. Se basa en la comunicación entre dos personas. Uno explica su experiencia y el otro escucha atentamente, para después dar su opinión y hacer preguntas. Así, se pasa de la comunicación unidireccional a la bidireccional, de la que ambos resultan beneficiados.

Así, el alumno aprende las razones que justifican la acción y cómo actuar en la empresa. Por otra parte, las preguntas del alumno pueden hacer que el experto se replantee su forma de hacer las cosas, consiga formalizar “su saber hacer”, su conocimiento tácito se explicite; y de esta manera se genere un conocimiento nuevo en la organización.

Para favorecer el aprendizaje vicario proactivo en las organizaciones, los responsables pueden promover 3 cosas:

  1. Crear un espacio físico diseñado para el aprendizaje vicario coactivo: Un lugar donde la gente se encuentre cómoda, pueda hablar, relajarse y compartir experiencias.

  2. Permitir y respaldar al aprendizaje vicario coactivo: La organización tienen que animar a que los empleados interaccionen y pierdan el miedo a preguntar cuando no sepan algo.

  3. Proactividad: Los directivos han de tener la iniciativa y compartir sus propias experiencias. Además, tienen que procurar que haya un tiempo antes de iniciar las reuniones para que los empleados compartan retos, desafíos y problemáticas.

Las interacciones del aprendizaje vicario no son la cura para todos los males de la organización, pero pueden resultar muy efectivas si se combina con programas de training, sesiones de feedback, plataformas y sistemas que permitan la Gestión del Conocimiento, prácticas informales como el mentoring y ejercicios de ‘’trial-and-error’’. La combinación de Aprendizaje Vicario y Aprendizaje Experimental consigue incrementar los resultados de ambos modelos.

Los directivos deben desarrollar políticas de Gestión y Transferencia del Conocimiento que permitan desarrollar estas iniciativas de manera sistemática, frecuente y como un espacio de intercambio de conocimiento formal dentro de la organización.

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El aprendizaje en las empresas: ¿Por qué es tan difícil? (Parte 1)

Recursos Humanos

Prácticamente todos los líderes creen que el aprendizaje constante es vital para que la empresa sea competente. Sin embargo, las organizaciones -incluso las que se dedican al aprendizaje- suelen encontrar dificultades a la hora de poner en práctica lo que predican.

Tras investigar un amplio abanico de empresas durante las últimas décadas, los profesores Francesca Gino y Bradley Staats han llegado a una conclusión. Tal y como explican en un artículo para Harvard Bussiness Review, existe un sesgo que hace que la gente se centre demasiado en el éxito, la acción, intentar adaptarse al «status quo» y depender demasiado de los expertos.

En este post, analizaremos estos dos primeros elementos -el éxito y la acción-, y la próxima semana, los dos siguientes.

Sesgo hacia el éxito

Aunque los líderes suelan decir que se aprende cometiendo errores, sus acciones suelen mostrar una preocupación por el éxito. Así, se establece el éxito como único objetivo y esto crea varios retos

Reto 1: El miedo al fracaso
El fracaso nos provoca dolor, tristeza, frustración… por eso evitamos cometer errores; y si los cometemos, intentamos ocultarlo. A causa de esta tendencia natural, se ha institucionalizado el miedo al fracaso. Sin embargo, las organizaciones no desarrollan nuevas capacidades ni aceptan riesgos a menos que los directivos toleren el fracaso. Por ello, hay de desestigmatizar el fracaso; los líderes deben enfatizar que los errores son oportunidades de aprendizaje y actuar en consecuencia.

Reto 2: La mentalidad fija
Según la psicóloga Carol Dweck, la gente que tiene una “mentalidad fija” cree que el talento es innato, o se tiene o no se tiene. Esta mentalidad limita las posibilidades de aprender. Contra esto, conviene promover la “mentalidad de crecimiento”. Ésta es la que busca retos y oportunidades para aprender.

Reto 3: La sobre-confianza en logros pasados
A la hora de contratar o ascender empleados, los directivos tienden a centrarse más en los logros que en el potencial para aprender. Es conveniente que esto cambie y se tenga en cuenta el potencial, ya que esto facilitará el crecimiento en el futuro.

Reto 4: El sesgo de atribución
Solemos atribuir nuestro éxito al talento o al trabajo duro; pero si fracasamos, culpamos a la mala suerte. Este fenómeno es conocido como el “sesgo de atribución” y dificulta seriamente el aprender de nuestros errores. Para hacer frente a este sesgo, puede usarse un enfoque basado en los datos para identificar las causas de los fracasos y trabajar en ello para no repetir los mismos errores.

Sesgo hacia la acción

Cuando nos enfrontamos a un problema, solemos responder tomando algún tipo de acción, la que sea. Trabajamos duro y le echamos muchas horas para solucionar ese problema. Nos sentimos más cómodos haciendo algo que no haciendo nada. Y esto puede conllevar varios retos.

Reto 1: El cansancio
Los trabajadores cansados están menos predispuestos a aprender cosas nuevas o a aplicar lo que han aprendido. Por este motivo, los trabajadores deben hacer descansos durante su turno. Una estrategia útil para que se mantengan productivos podría ser programar descansos obligatorios. También es importante dormir bien y tener vacaciones.

Reto 2: La falta de reflexión
Estar constantemente trabajando no deja tiempo a los empleados para reflexionar sobre lo que han hecho bien o mal durante su jornada. Podría ser útil programar un periodo diario de unos 20 o 30 minutos para planear la agenda o reflexionar sobre cómo fue el día. También es importante animar a la reflexión justo después de llevar a cabo una tarea.

La semana que viene publicaremos un segundo post sobre los otros elementos que dificultan el aprendizaje en las empresas. ¡No te lo pierdas!

Microlearning: qué es y qué beneficios aporta

Cada vez más empresas están incorporando estrategias de microlearning en sus procesos formativos. Esta nueva forma de aprendizaje se basa en contenidos breves, concisos y directos que se ajustan a las necesidades específicas del usuario y no le quitan mucho tiempo. Para esto, se deja atrás el texto y se utilizan formatos mucho más fáciles y rápidos de asimilar, como los vídeos o las imágenes.

El microlearning es eficiente y se ajusta perfectamente al ritmo de vida actual y a los trabajadores de hoy en día, muchos de ellos, nativos digitales. Si quieres descubrir todas las ventajas del microlearning, echa un vistazo al siguiente infográfico.

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