Una vez hemos analizado y comprendido nuestros hábitos, puedes ver más en el post 2: Analizar y comprender los hábitos, daremos paso a un nuevo tema, las emociones.
Recuerda que estos posts son parte del curso: Gestiona tu energía y no tu tiempo.
Las emociones son un componente que muchas veces queda relegado a un segundo lugar en el análisis de las situaciones. Atender a este componente, puede ayudar a tomar mejores decisiones, mejorar tu empatía, tu percepción sobre el contexto, entre muchos otros.
¿Quieres saber más sobre cuáles son tus necesidades emocionales?
¡Empecemos este post!
En primera instancia hablaremos de los eventos desencadenantes ¿Qué son? Un desencadenante es un evento, comportamiento, o circunstancia que provoca constantemente emociones negativas y nos impulsa a la lucha o la huida. Dos reacciones biológicas básicas de nuestra psique. Fijaos que hablamos de mente y biología como un todo.
Biológicamente estamos preparados para sentir el peligro, y todos experimentamos desencadenantes cada día, a mayores y menores grados. Para controlar estos desencadenantes, primero debemos ser conscientes de los sentimientos que nos surgen cuando éstos ocurren.
En relación con los eventos desencadenantes, es importante tener en cuenta aquello que los psicólogos llaman “sesgo de negatividad”. El sesgo de negatividad significa que, la mente humana reacciona a las cosas malas más rápido, fuerte y persistentemente que a las cosas buenas equivalentes. Por ejemplo, cuando recibes una revisión de desempeño de algún tipo en el trabajo, ¿te centras más en los comentarios positivos o negativos? ¿Pasas más tiempo saboreando tus ganancias de las inversiones que haces, o preocupándote por tus pérdidas? Verás que lamentablemente tenemos predisposición a las instancias negativas.
Es por esto por lo que, para controlar los eventos desencadenantes, es importante, tomar conciencia de los sentimientos que surgen cuando se desencadena el evento, antes de actuar en ellos. Si nos sentimos obligados internamente a algo, no lo debemos hacer. Por ejemplo, las compulsiones no son fruto de nuestra decisión y rara vez conducen a un resultado positivo. Lo que debes hacer es pasar del modo automático al modo intencional, así serás capaz de tomar una decisión consciente sobre cómo responder.
También otro punto importante es el tema de las necesidades emocionales básicas. Ser conscientes de nuestras necesidades emocionales, sentirse valorado y apreciado son necesidades emocionales fundamentales y cuando sentimos que nuestro valor está en riesgo, gastamos energía defendiendo ese valor y por lo tanto, menos energía tenemos para crear valor.
La necesidad de sentirse cuidados y seguros tiene sus orígenes en las primeras etapas de nuestro desarrollo, lo que tiene sentido biológico, sin ser atendidos, no sobreviviríamos.
- El desarrollo emocional sano—y el nivel más alto de eficacia—requiere la capacidad de moverse libre y flexiblemente entre la autonomía y la conexión segura con los demás.
- Poco estímulo, amor, y protección—en el trabajo o fuera de él —nos deja sintiéndonos, inseguros, temerosos, y no preparados para funcionar eficazmente.
Por lo cual, para responder positivamente en nuestro ámbito profesional, debemos procurarnos de encontrar en el mismo:
Estímulo – Reconocimiento – Cariño – Seguridad
Antes de finalizar este tema y dar paso al próximo: “Post 4 – Hazlo servir o deshazte de ello”, te dejamos las actividades a realizar y poner en practica lo aprendido en este post.
Actividad 1: Nuestra necesidad emocional central es sentirse seguro. En la mayoría de los casos, las emociones negativas se pueden remontar a la experiencia de no sentirse valorado. Piensa en la última vez que te sentiste molesto, enojado, frustrado, ansioso, incluso impaciente. ¿Puedes rastrearlo hasta una amenaza percibida a tu propio valor? Vuélvete más consciente de cuánta energía gastas preocupándote, o tratando de restaurar, o afirmando tu valor.
Actividad 2: Revise los desencadenantes más comunes y la correlación fisiológica. Detecta que los desencadenantes aparecen primero en nuestros cuerpos (el corazón late más rápido, opresión en el pecho o sensación en el estómago). Reconocer la fisiología, te ayudará a reconocer cuando se ha desencadenado un evento, simplemente por la forma en que te sientas físicamente.
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