por admin | Ene 13, 2020 | Inteligencia Emocional
¿Sabías que, a partir de la tercera semana de diciembre, el trabajo en muchas oficinas empieza a ir más despacio?
Esto se debe a que empiezan las fiestas navideñas y los cliente pueden ser más difíciles de encontrar, la energía y motivación disminuyen, y muchas personas dejan de trabajar para pasar estos día entre familiares y amigos.
Pero entonces, llega enero, y con él, tienes que volver al ritmo de antes. Esto puede ser difícil después de haber estado durante una o dos semanas fuera. Si te estas sintiendo así, aquí te enseñamos algunos tips para salir de esta depresión postvacacional
Tip 1: Enfócate hacia adelante.
Es normal que cuando se acerca el día de año nuevo, pienses en lo que has logrado es este año pasado. La contribución que has hecho en tu oficina, la relaciones que solidificaste, los proyectos, las colaboraciones, etc. Pero también es momento de recordar algunos fracasos, estos pueden ser, muchas veces, fuentes de inspiración de propósitos para el próximo año nuevo. Pero también pueden aumentar los sentimientos de depresión y ansiedad que debilitan tu motivación.
Es importante comenzar el año nuevo con objetivos, con nuevos desafíos y mucha energía, centrándote en el futuro y verlo como nuevas oportunidades para tener éxito.
Tip 2: Se específico.
Tus reflexiones sobre el año pasado también pueden llevarte a comprometerte con hacer cambios. Pero si estos compromisos son abstractos como “ser más productivo” o “conseguir un nuevo trabajo” pueden hacer que te paralices. Es mejor convertir tus nuevos objetivos en acciones más específicas que cuando se sumen conduzcan al resultado deseado.
Esta especificidad tiene dos beneficios: Primero, que requiere que pienses que es lo que tienes que hacer realmente para lograr tus metas, e incluso puedes descubrir que te faltan ciertas habilidades que necesitas aprender. Y, en segundo lugar, ser especifico te obliga a reorganizarte tu agenda. Una de las razones por las que muchas personas no acaban de lograr sus objetivos es que a menudo no encuentran el tiempo suficiente para realizar estas tareas con éxito.
Tip 3: Haz las comparaciones sociales correctas.
Otro motivo de la depresión postvacacional es la comparación social. Hay dos tipos de comparaciones sociales:
Las comparaciones sociales a la alza: Implican compararse con alguien mejor que tú. Estas comparaciones tienden a hacerte sentirte mal contigo mismo, pueden frustrarte y desmotivarte.
Las comparaciones sociales a la baja: Comparaciones con alguien peor que tú. Estas, generalmente hacen que te sientas bien contigo mismo y tu situación. Pero aun así a veces no te generan la suficiente motivación para seguir por este camino.
No puedes evitar hacer comparaciones sociales, pero puedes darles la vuelta y gestionarlas para que estas te motiven. Por ejemplo, puedes compararte con alguien un poco mejor que tú, pero que su rendimiento sea parecido al tuyo y así puedas realizar algunas acciones para llegar a su nivel. También puedes compararte con tu yo del pasado, mirar tu trayectoria, reconocer tu propio crecimiento y motivarte para seguir alcanzando nuevos objetivos.
Sabemos que, en la mayoría de los casos, empezar el año con una rutina no es muy agradable. Sin embargo, haciendo unos pequeños cambio de perspectiva, puedes empezar el año con más motivación, entusiasmo y con ganas de superarte a ti mismo.
por admin | Ene 6, 2020 | Inteligencia Emocional
¿Eres de los que dice que tiene un cerebro propenso a la ansiedad? En este caso seguro que cuando presentas una nueva idea, tu primer instinto es pensar en qué podría salir mal.
Si compartes estas tendencias, no necesariamente podrías cambiarlas, pero deberías hacerlo. Probablemente sea que tus valores no estén reforzados de forma positiva, como, por ejemplo, en relación con la diligencia y la sensibilidad a los demás.
Sin embargo, puedes aprender a reconocer cuándo estás viendo a través de los anteojos de la ansiedad y ajustar tu forma de pensar para que no te limite. Aquí hay algunas formas comunes de ansiedad que pueden causar problemas en el trabajo y además te mostramos sugerencias para minimizarlos.
Juzgas mal la opinión que otros tienen de ti.
Las personas ansiosas tienden a preocuparse de no gustar a los demás o que no los vean como personas talentosas. Por ejemplo, digamos que un compañero de trabajo no te saluda tan calurosamente como a los demás. Por lo tanto, asumes que a la persona no le gustas. Pero de manera realista, hay otra posibilidades: tal vez son más cálidos con las personas que conocen mejor.
Como no te gusta, evitas a esa persona, pero entonces pueden sentirse desairados y llegar a la conclusión de no se gustan entre ambos. En cambio, es importante reconocer cuando estás interpretando una situación interpersonal sin una sólida evidencia, y alejarte de ese pensamiento.
Estás a la defensiva sobre los comentarios.
Las personas ambiciosas a menudo son impulsadas a tener éxito, por lo que quieren comentarios que les ayude a mejorar, pero tienden a la catástrofe, lo ven como un indicador y lo relacionan con estar condenados al fracaso. Si esto no te suena, intenta estar más abierto a las críticas. La otra manera es reconocer como no hacer las cosas y obtener una manera de sentirse más cómodo en estos escenarios. Una solución sería, por ejemplo: Te resulta difícil recibir críticas de nuevas personas, pero has de mirar la otra la parte buena donde también encuentras nuevas perspectivas valiosas, así que estás dispuesto a tolerar la ansiedad que eso conlleva.
Evitas situaciones y luego te perciben como difícil.
Tendemos a evitar las cosas por las que estamos ansiosos y luego nos sentimos avergonzados por la evitación, lo que hace que no seamos claros en nuestra comunicación. Este problema puede manifestarse en formas grandes y pequeñas. Tal vez te sientas incómodo al responder a un correo electrónico tan dilatado que no deja la impresión de que eres confiable y organizado.
No siempre recibirás la comprensión que esperas, pero la transparencia reduce el estrés, aumenta la confianza, y a menudo, es percibido como valiente y auténtico, por eso hay que dejar ver la persona honesta que llevas dentro.
Reaccionas negativamente cuando se te presentan ideas inesperadas.
Si tu primer pensamiento cuando se te presentan nuevas ideas es considerar los riesgos, las desventajas y las razones por las que tus ideas no funcionarán, es probable que otras personas se den cuenta de su instinto y, lo que es peor, que lo perciban como negatividad no deseada.
Si eres uno de estos detractores, te recomendamos entrenarte para dar tu opinión. Hacerlo, ayudará a su cerebro a mejorar el pensamiento equilibrado y te beneficiará en general. Luego podrías mencionar tus preocupaciones, pero terminando con una nota positiva.
La ansiedad puede motivar a las personas de manera muy positiva: por ejemplo, el miedo al rechazo puede hacerte trabajar más duro y valorar profundamente las relaciones. Ser sensible, cauteloso y cuidadoso puede mejorar su desempeño en tareas difíciles. Cuanto mejor comprenda cómo funciona su ansiedad, podrá maximizar más estos aspectos positivos y minimizar los negativos para que se acepte más a sí mismo y sea capaz de manejar los desafíos que surgen en el trabajo.
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por admin | Ene 6, 2020 | Liderazgo
Las transformaciones corporativas son procesos de arriba hacia abajo, donde los gerentes, los mandos intermedios y los supervisores pueden realizar cambios significativos, siempre y cuando se tenga la mentalidad correcta.
En diciembre del 2000 el Dr. Tadataka Yamada se convirtió en el nuevo presidente de investigación y desarrollo de Glaxo SmithKline. Se horrorizó al saber que su compañía era un demandante en una demanda por acceso a terapias con medicamentos con VIH/SIDA. Fue una de las 39 compañías farmacéuticas que acusaron a Nelson Mandela y al gobierno de Sudáfrica de violar las protecciones y los derechos de propiedad intelectual en sus esfuerzos por acceder a medicamentos antirretrovirales de menor precio.
Cerca del 25 por ciento de los sudafricanos negros vivían con VIH/SIDA y, en ese momento, las terapias antirretrovirales costaban aproximadamente 1000 dólares por mes, más de un tercio del salario anual promedio de Sudáfrica, lo que ponía el tratamiento fuera del alcance de la mayoría de los pacientes.
Yamada y su equipo querían ser parte de la solución a los problemas de salud global, y no ser parte de una demanda que impidiera que tales medicamentos lleguen a quienes lo necesitan con urgencia, pero sintieron que carecían del poder para cambiar la dirección de la compañía. Por lo tanto, enfatizó la responsabilidad moral de la compañía de aliviar el sufrimiento humano y lo vinculó con el éxito a largo plazo de la compañía. Afirmó que no podían fabricar medicamentos que salven vidas y luego no permitir que las personas no tengan acceso a ellos.
En abril de 2001 redujeron los precios de los medicamentos antirretrovirales en un 90% o más y estimuló recursos para el acceso asequible de medicamentos y el desarrollo de futuras terapias, convirtiéndose en líderes en temas de salud global.
Para realizar esta transformación, muchos ayudaron con estos esfuerzos, pero ¿Qué hizo posible que el Dr. Yamada diera un paso adelante con asertividad y una visión sólida? Identificamos cuatro mentalidades clave que lo ayudaron a catalizar esta transformación, como:
- El poder de uno.
- El poder del desarrollo secuencial de habilidades.
- El poder del enfoque sostenido y la determinación.
- El poder de usar los privilegios para apoyar a las personas con menos privilegios.
1. El poder de uno
Una persona con conciencia clara y una buena disposición para hablar puede marcar la diferencia. Contribuir al bien común es una necesidad humana profunda y fundamental.
Si bien Yamada no se propuso cambiar una cultura, sus acciones fueron catalizadoras y galvanizaron a la organización, ofreciendo un camino claro y una visión para un futuro más positivo para todos.
2. El poder del desarrollo secuencial de habilidades
Antes Yamada tenía mucha práctica con desafíos menores, desde el cuidado de los pacientes más complejos en la unidad de cuidados intensivos, hasta convertirse en un jefe de departamento y líder nacional de su campo. Durante su recorrido dirigió sus esfuerzos para poder cambiar con la finalidad de perfeccionar sus habilidades por el bien común.
3. El poder del enfoque sostenido y la determinación
Es fácil decir: “Esto requerirá algo de trabajo; Lo pensaré más tarde” o “Esto podría ser peligroso para mi carrera”, puede ser fácil que los desafíos difíciles se salgan gradualmente del foco. Con el tiempo, lo inaceptable puede convertirse en la norma, y la energía para el cambio de disipa. Por ello, mantener un enfoque es clave para que esto ocurra.
4. El poder de usar los privilegios para apoyar a las personas con menos privilegios
Si bien esa mentalidad no es necesaria para que se produzca la transformación, la mayoría estaría de acuerdo en que es aún mejor y más gratificante, cuando la transformación también ayuda a las personas con menos privilegios.
El Dr. Yamada fue uno de las docenas de ejecutivos que han demostrado cómo se puede lograr un cambio positivo en las grandes organizaciones. Demostrando que no sólo se ha de cambiar la manera de producir, si no que para mejorar la producción y la cultura se ha de realizar un cambio desde arriba hacia abajo con la ayuda de un líder que sea consciente de los problemas y las carencias que se presentan para poder convertirlas y solucionarlas de manera global. Esto también ayuda a que el cambio de la organización sea más rápido.
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