Las 17 reglas para atraer y retener el talento I
Tanto en época de crisis económica cómo de bonanza, las empresas hacen lo posible para atraer y retener el talento.
Para algunas compañías, las épocas de recesión son una oportunidad para optimizar sus procesos, atraer a los mejores y volver a crecer a la primera señal de recuperación. Estas compañías saben cómo crear empleados comprometidos y leales, y su manera de llevarlo a cabo las distingue enormemente de las demás empresas.
En el post de hoy te presentamos las 7 primeras reglas que David Russo expone en su libro: 17 reglas de atracción y retención del talento.
Poner en práctica sus apreciaciones podrá ayudarte a desarrollar, en tu organización, una cultura en la cual se reconozca y se valore las tareas desarrolladas por tus empleados en sus puestos de trabajo. Esto seguramente, repercutirá en la consecución de objetivos, resultados y en el desarrollo de una ventaja competitiva y sostenible.
REGLA 1: COMPRENDER POR QUÉ LOS EMPLEADOS VIENEN Y POR QUÉ SE QUEDAN
Es imprescindible que tus empleados encuentren un sentido al trabajo que realizan. Por este motivo, necesitan recibir reconocimiento de lo que hacen y rodearse de un ambiente de confianza y respeto. Se ha comprobado que en organizaciones que contribuyen al desarrollo profesional de sus empleados (a través de la formación o promoción de empleados), estos responden positivamente, asumiendo los objetivos de la empresa como suyos propios.
REGLA 2: HACER QUE LA RELACIÓN CON LOS EMPLEADOS SEA UN JUEGO SIN PERDEDORES Y PERMITIRLES DESARROLLAR TODO SU POTENCIAL PARA ELLOS MISMOS Y LA EMPRESA
Las buenas empresas crean entornos laborales donde sus empleados pueden desarrollar todo su potencial personal y profesional. Por ello, es importante que se le recuerde de manera habitual que su trabajo contribuye a algo mayor que su interés personal inmediato.
REGLA 3: CULTIVAR EL LIDERAZGO, NO LA GESTIÓN, Y VER LA DIFERENCIA
Los directivos poseen habilidades tales como dirigir, controlar, coordinar, delegar o manipular recursos. Sin embargo, los directivos no son necesariamente líderes. Los líderes tienen el poder de influir, motivar e inspirar. El verdadero liderazgo estriba en conseguir que los demás nos sigan. Los líderes integran, apasionan y tienen una visión que cautiva a los demás. Los directivos pueden convertirse en líderes y lograr que los mismos valores se extiendan por toda la empresa, si consiguen ser abiertos, auténticos y comunicativos, dando apoyo sin ser paternalistas.
REGLA 4: PROPORCIONAR RECURSOS AMPLIOS Y APROPIADOS.
Para mantener un alto compromiso entre empleados en relación a su trabajo y la empresa en general, debemos proporcionarles las herramientas y recursos adecuados. Las herramientas y recursos adecuados no son solamente un requisito indispensable para el éxito, sino que representan una señal para los empleados de que tienen nuestra confianza.
REGLA 5: RECONOCER EL VALOR DE LA CONTRIBUCIÓN
Es fundamental disponer de un sistema de recompensas que garantice una distinción clara entre el esfuerzo y la contribución. La cultura corporativa de una organización debe transmitirse de manera regular e inteligente para que los empleados sepan distinguir y puedan reconocer con claridad su papel en el progreso de la empresa. Hay que transmitirles de manera inequívoca lo que significa contribuir, además de recordarles que la contribución es lo que más se espera de ellos, lo que realmente cuenta y lo que se premia. Por este motivo, si una organización transfiere a sus empleados que lo que se valora de ellos es principalmente el esfuerzo, pronto tendrá mucho movimiento y pocos resultados.
REGLA 6: APLAUDIR EL ESFUERZO, RECOMPENSAR LA CONTRIBUCIÓN
Cuando se premia sólo el esfuerzo, las personas que realmente contribuyen a nuestra empresa podrán entender que su esfuerzo no se valora lo suficiente. De este modo, es importante que establezcamos un sistema de recompensas acorde con las contribuciones hechas y esperadas de los empleados.
REGLA 7: ANIMAR
Es muy importante animar a nuestros empleados, elogiando su buen trabajo. En el momento que reciben nuestro reconocimiento, redoblan su esfuerzo y mejoran sus resultados. Nada motiva más a un empleado que recibir ánimos por el buen trabajo que está haciendo.
En la próxima entrega, publicaremos las 10 últimas reglas. ¡No te las puedes perder!
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