Inteligencia artificial, en los últimos años, se han desarrollado una serie de proyectos destinados al estudio de la Inteligencia Artificial. De hecho, son muchos los expertos que aseguran que muy pronto, aproximadamente en 2030, la Inteligencia de las máquinas superará a la mente humana. Seguramente muchos se preguntarán ¿Cómo será posible? La Inteligencia Artificial, ¿deberá basarse en la estructura del cerebro humano?
Reflexionemos, primero sobre el concepto de “mente humana” la mente es el conjunto de facultades cognitivas ( i.e., mentales) que engloban procesos como la percepción, el pensamiento, la conciencia, la memoria, etc., algunas de las cuales son características del humano y otras son compartidas con otras formas de vida. Existen una serie de elementos que nos hacen únicos como seres humanos y que forman parte de nuestro cerebro. Estos son nuestros conocimientos, nuestros recuerdos, las emociones que sentimos, las decisiones que tomamos, las intuiciones que tenemos, etc. El quid de la cuestión es si todos ellos podrían replicarse. Hagamos cálculos. El cerebro se compone de 200 billones de neuronas que establecen 100 trillones de conexiones entre ellas. Complicado, ¿verdad?
Lo que está por llegar es un cambio de gran importancia, conocido por los expertos como singularity.
La singularidad tecnológica es una hipótesis que pronostica que llegará un momento en el que la inteligencia artificial será capaz de auto-mejorarse recursivamente. En teoría, las máquinas serán capaces de crear otras máquinas aún más inteligentes, hito que derivaría en una inteligencia muy superior a la humana y, lo que resulta más chocante, fuera de nuestro control.
¿Cómo debemos sentirnos? ¿Emocionados? ¿Asustados? ¿Sorprendidos? ¿O más bien preocupados? ¿Y si en lugar de combinar Inteligencia Artificial e Inteligencia Humana, lo hacemos con la estupidez humana?
No cabe duda de que el ser humano es curioso por naturaleza y de que la combinación de ambas inteligencias conlleva gran cantidad de posibilidades: convertir la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo, eliminar recuerdos traumáticos, eludir pensamientos indeseados, mejorar nuestra capacidad de tomar decisiones…
No estaría nada mal. Sin embargo, nuestro conocimiento sobre las estructuras y funciones del cerebro se encuentra todavía por debajo de los límites de la investigación. Aunque avanza a pasos agigantados, buscando arrojar un haz de luz sobre la actividad del cerebro humano, aún queda un largo y misterioso camino por recorrer hasta llegar a las profundidades de la mente humana.
No olvidemos que:
Los seres humanos no somos seres racionales sino por el contrario somos seres emocionales (cerebro límbico) que aprendimos a razonar (córtex)
Llegados a este punto, debemos plantearnos una cuestión. ¿Cuáles serán las consecuencias? Nos enfrentamos a un reto realmente desafiante. Se trata de combinar una Inteligencia Artificial racional, tangible y matemáticamente configurada con la mente humana, que es, mayoritariamente emocional.
Esperemos que la combinación sea exitosa y se lleve a cabo entre la Inteligencia Artificial y la humana y no termine haciéndolo con la estupidez humana.
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