La creatividad a veces puede percibirse como una habilidad que solo poseen unas pocas personas. Pero en el momento que una idea novedosa aparece en nuestro pensamiento conscientemente podemos ver como se resuelven algunos de nuestros problemas.
Somos creativos cuando las condiciones en nuestra mente son las adecuadas. Cuando tenemos acceso a nuestro intelecto, conocimiento y experiencia, nuestro cerebro puede encenderse con una nueva idea y podemos resolver problemas difíciles de resolver e imaginar una nueva realidad.
Lo que pensamos de manera consciente no es suficiente para ser creativos. Según el académico Arne Dietrich, la manera de funcionar de nuestros cerebros es clave para entender el proceso de la creatividad. En concreto, el neocórtex y el sistema límbico – los asientos del pensamiento racional y las emociones – afectan a la creatividad espontánea y deliberada.
Según Dietrich, los pensamientos y las emociones trabajan juntos cuando estamos teniendo ese momento «Eureka», o experimentan la inspiración artística. Y cuando los pensamientos y emociones trabajan en tándem, también podemos ser más creativos. Por ejemplo, podemos aprovechar conscientemente a largo plazo recuerdos emocionales, dando como resultado la generación deliberada de ideas o puntos de vista.
En este sentido, tenemos que estar en el estado emocional adecuado con el fin de ser creativos, ya que el funcionamiento del cerebro afecta a la creatividad y en cómo nos sentimos afecta el funcionamiento del cerebro.
Las presiones constantes en el trabajo, junto con un mundo cambiante y desconcertante pueden afectar negativamente a nuestra creatividad. El organismo humano en esas condiciones le cuesta ser creativo. Nuestro cerebro, literalmente, se comienza a cerrar. Filtramos la información, manteniendo sólo lo que sentimos que debemos tener para poder sobrevivir.
Para poder recuperar tus capacidades creativas innatas, es necesario interrumpir este ciclo. Empieza por tomar un mejor cuidado de ti mismo. Esto significa más horas de sueño. La buena alimentación y el ejercicio también son importantes, y por suerte el bienestar en muchas organizaciones está empezando a legitimar un enfoque en la salud de los trabajadores. Estos tres – el sueño, la alimentación y el ejercicio – son los elementos básicos para el funcionamiento del cerebro (y pueden ser obvio para algunos), pero para aprovechar tu lado creativo también tendrás que hacer algunos cambios en el trabajo.
A continuación compartimos algunas sugerencias prácticas que te ayudarán a resurgir tu creatividad innata:
- Intenta no ceder a distracciones persistentes.
- Tómate un tiempo para pensar y reflexionar.
- No tengas miedo al fracaso.
- Concéntrate en lo que te hace feliz en el trabajo
Estos consejos son especialmente críticos para los líderes que quieren ayudar a sus equipos a ser creativos. Cuando el líder ha cuidado de sí mismo, estará en una mejor posición para ayudar a los demás. Aunque es muy difícil eliminar el estrés y la presión de toda la empresa, el líder puede centrarse en la creación de un «microcultivo» a su alrededor que esté marcado por valores como el respeto y el compromiso. Además, puede crear normas de “comportamiento” que guíen a las personas, a crecer y desarrollarse en el trabajo a través del humor. Remarcando que la vida sana es lo primero.
No podemos concluir con una fórmula de cómo ser más creativo o cómo ayudar a nuestros empleados a innovar. Podemos, sin embargo, crear un ambiente maduro, con esperanza, entusiasmo y espíritu de equipo.
En los equipos marcados con este tipo de tono emocional, tienen más probabilidades de trabajar en colaboración, y ser creativos a la hora de resolver problemas. Las personas prosperan en ambientes resonantes, porque la creatividad ocurre en nuestro cerebro y un entorno de resonancia ayuda a pensar con mayor claridad y de manera más creativa.
En Valuexperience creemos que la innovación comprende un largo y costoso camino. Para poder tener éxito en este trayecto debemos apreciar que lo más importante de una organización, son las personas. En este sentido, es muy importante tener claro que la Creatividad no es un don ni un talento, la Creatividad se enseña y se trabaja, se aprende y se ejercita día a día.
Por otro lado, debemos entender que la Innovación no es un hecho aislado, sino que es el emergente de una cultura y un esfuerzo colectivo. En esta nueva Cultura de Innovación hay que creer y fomentar aquel trabajo que separe al empleado del individuo, potenciando ante todo su realización y crecimiento personal.
En Valuexperience exploramos el Pensamiento Creativo como un proceso de equipo, constructivo, participativo y productivo que puede ser aprendido, practicado y mejorado. Combinamos el Pensamiento de negocio y de la creatividad, del conocimiento y de la imaginación. Y… te enseñamos a desarrollarlo.
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