Bienvenidos a la Cuarta Revolución Industrial. El mundo de los negocios ha observado cómo los avances tecnológicos adquieren un papel cada vez más importante; lentamente al principio, pero de manera acelerada y creciente en los últimos años. Estos cambios traen consigo nuevas necesidades, tal es así, que la mayoría de las organizaciones dependerán de nuevas estructuras y metodologías de trabajo para poder suplir las demandas del entorno laboral y social.
¿Habéis escuchado el popular refrán “Dos cabezas piensan mejor que una”?
Para afrontar los cambios que se producen de manera acelerada, se necesitan procesos ágiles y soluciones creativas, que permitan a las organizaciones continuar manteniendo su ventaja competitiva en un entorno de cambio e incertidumbre. Se necesitan más mentes innovadores como Steve Jobs o Leonardo Da Vinci, el problema es que solo el 2% de la población global posee esa capacidad de visión integral y potencialidad de generación de ideas.
¿Qué podemos hacer el resto de los mortales para adquirir competencias similares a las de solo el 2% de la población?
Primero, ser capaces de unir diferentes puntos de vista, para lograr una visión lo más amplia e integral posible.
Segundo, gestionar una gran cantidad de ideas para poder seleccionar aquellas que sean más convenientes para el mercado y nuestra organización. Y ¿cómo podemos lograr esto?
Fomentando la colaboración
Las nuevas tecnologías permiten a las organizaciones promover la colaboración y la generación constante de ideas entre los empleados.
Hoy más que nunca, en una era donde debemos innovar para no morir , la colaboración se vuelve el motor de la innovación y la herramienta perfecta para añadir valor a las empresas y a los equipos laborales.
Volviendo al refrán, solemos reconocer que dos cabezas piensan mejor que una, o que, cuando se trabaja en equipo, podemos sacar provecho de las diferentes perspectivas o escuchar ideas nuevas; solemos coincidir en que la colaboración es positiva y recomendable, pero, ¿por qué somos tan reacios a la hora de ponerla en práctica?, ¿por qué nos cuesta tanto compartir y aceptar nuevas ideas para crecer?
Sólo después de comprobar el valor de la colaboración, se dedicará el esfuerzo necesario para buscar proyectos interdisciplinarios y perfeccionar las habilidades necesarias para colaborar eficazmente.
¿POR QUÉ APOSTAR POR UNA ESTRATEGIA DE INNOVACIÓN MEDIANTE LA COLABORACIÓN?
1. Compartir información entre las distintas líneas de negocio. Los empleados impulsan de forma natural la innovación empresarial desde su base. Estas actividades pueden ser una potente fuente de ideas y acciones; muchas organizaciones ya disfrutan de las ventajas de un personal más conectado, informado y flexible.
2. La colaboración no solo tiene que ser “Be to Be” presencial. Antes, la colaboración era el conocido trabajo en grupo presencial. Con la introducción de la tecnología tenemos muchas otras opciones para mantenernos conectados y colaborar. Sea cual sea el método de preferencia: foros, comunidades de práctica, redes sociales corporativas, la tecnología acorta distancias entre personas y libera el flujo de capital intelectual, permitiendo que los empleados trabajen y respondan más rápidamente, sin importar la ubicación.
3. La colaboración aporta valores al rendimiento. Una encuesta realizada por Frost & Sullivan concluye que la colaboración tiene una correlación más directa con el rendimiento empresarial general, incluyendo la innovación, la productividad, la satisfacción del cliente y la generación de beneficios. Cuando los empleados colaboran, se sienten parte de un proyecto global, se implican más con su tarea y generan más valor.
4. Se extiende más allá de la empresa tradicional. Un número creciente de directivos de empresas involucran a socios y clientes, componentes importantes, que pueden y deben influir sobre la dirección estratégica. Un estudio realizado por IBM Global CEO Study muestra una correlación entre el crecimiento de los ingresos y la colaboración externa de socios, clientes, consultores, competencia y grupos académicos.
A pesar de los múltiples beneficios y de ser conscientes de que necesitamos el conocimiento de los demás para resolver grandes problemas, aún nos falta motivación y nos resistimos a colaborar, por las dificultades que el trabajo en equipo conlleva.
A continuación, presentamos los 3 “NO” de la colaboración:
Cual sea el estilo de liderazgo, todo buen líder debe apostar por la colaboración y estar dispuesto y preparado a superar las resistencias que puedan surgir, para que todo el equipo contribuya de forma activa al crecimiento de la empresa.
Para poder hacer frente a los cambios de la Era Digital y sacar el mayor beneficio de ellos, se necesitan lideres capaces de llevar adelante los procesos de transformación y cambio de las organizaciones.
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La colaboración, debido a las nuevas tecnologías de la comunicación, por multitud de motivos, como la rapidez, la facilidad de respuesta en cualquier lugar, la economía, el medio ambiente, etc… hacen que la colaboración entre empresas, instituciones y personas, vengan a quedarse definitivamente, solo debemos adaptarnos poco a poco a esta forma de comunicarnos y relacionarnos.
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