En estos tiempos de incertidumbre, el cuidado del bienestar de tus empleados ya no es una opción, es una necesidad crítica. Si tu empresa no presta atención a este aspecto, es posible que se produzca un daño irreversible en su reputación como empleador.

Pero ¿cómo puedes asegurarte de que estás implementando una estrategia efectiva de salud mental y bienestar en tu empresa? Ofrecer un salario justo, acceso a aplicaciones de meditación o talleres de mindfulness no es suficiente. Los programas corporativos de bienestar y salud mental a menudo fallan en abordar estos temas de manera integral, limitándose a una visión binaria de salud y enfermedad.

Es crucial reconocer que la salud mental y el bienestar no son conceptos simples ni reducibles a una dualidad.

A menudo, podemos sentirnos sanos en términos físicos, pero estar lidiando con procesos emocionales complejos que afectan nuestra productividad y nuestras relaciones interpersonales y que no son considerados una patología mental, por lo que solo abordar el bienestar desde la dualidad salud, enfermedad torna al modelo incompleto.

Si un trabajador reconoce que está enfermo, es poco probable que quiera informar a sus empleadores sobre su incapacidad. Por esta razón, es esencial adoptar un enfoque que brinde diagnóstico, orientación y acompañamiento para todos los miembros de la organización, ya sea para prevenir o reparar problemas.