En el post de la semana pasada “Un Liderazgo más Humano” escribía  que la pandemia, no solo está dejando a su paso un gran golpe social y económico. Muy rápidamente y con sorprendente consistencia, que espero persista, ha surgido una tendencia:

Mostrar la humanidad y el corazón es ahora una cualidad significativa de un liderazgo exitoso.

Durante esta pandemia, mientras el 90% del “status quo” de las organizaciones se ha visto interpelado y modificado. La configuración de liderazgo por defecto, también ha cambiado, y muchos gerentes que han comenzado a liderar intuitivamente…han encontrado un superpoder.

Liderar con corazón y humanidad

Pero este no es el único superpoder que han adquirido los lideres durante la pandemia. En este post, comparto contigo otros nuevos superpoderes, que se desprenden del primer superpoder “Liderazgo más Humano”:

Superpoder # 2: Vulnerabilidad y transparencia.

Durante el confinamiento, los responsables de personas han aparecido con camisetas o camisas arrugadas, en sus comedores, desvanes, han improvisado despachos en la habitación de invitados.

Y también, han comunicado abiertamente su desconocimiento ante un futuro incierto, su falta de certeza y su no respuesta ante situaciones que desconocen. Así como también, su temor a un mercado incierto, su temor ante la enfermedad y la inseguridad.

Los líderes han admitido que no tienen todas las respuestas y que confían en sus equipos para sacar a la superficie ideas y soluciones para implantar rápidamente.

Está bien documentado que los líderes no pueden tener todas las respuestas y no deberían tener miedo a decirlo, pero parece que una crisis sin precedentes está nivelando el campo de juego y dando a los managers el foro para que sus trabajadores conozcan su vulnerabilidad.

Un punto que quizás no sabían o no introyectaban era el hecho de que, cuanto más transparente soy, si muestro vulnerabilidad, genero en mi equipo un espacio de seguridad. Y es desde ese espacio de seguridad desde donde nace el compromiso y la colaboración genuina.

Estos constructos (misión, valores) no suelen filtrarse de manera práctica para guiar el trabajo diario.

Pero en momentos de crisis como el actual, es necesario hacer el esfuerzo de buscar pilares sobre los que sostener el día a día y, la misión, los valores y el propósito son puntales básicos sobre los que apoyarse y guiar.

Superpoder # 4: Capacidad de motivar objetivos a corto plazo

Otro superpoder que he observado en las últimas semanas, es que los managers han tenido que reunir a sus equipos muy rápidamente en torno a objetivos nuevos, y a veces a muy corto plazo.

A menudo estamos enfocados en crear y luego ejecutar planes bien pensados y muy detallados. Pero muchas de las estrategias a largo plazo que sustentaban los objetivos de las empresas, se han detenido o abandonado por completo a medida que las organizaciones luchan por mantenerse a flote.

La gran mayoría de las organizaciones han tenido que redefinir objetivos y la noción de éxito. En este momento hay tres cuestiones principales sobre las que gira el éxito para muchas organizaciones: las demandas cambiantes de los clientes, las operaciones cambiantes y la seguridad en el lugar de trabajo.

La gran noticia es que cuando miramos con la objetividad y la experiencia de haber transitado ya casi seis (6) meses de pandemia, vemos que la gran mayoría de los líderes en las organizaciones han hecho en unas pocas semanas lo que podría haberles tomado meses, y hasta años, lograrlo en el pasado.

Han sido capaces de reorientar rápidamente sus equipos para producir cambios significativos en circunstancias extremadamente difíciles.

Y esto se debe en gran parte a estos superpoderes que han adquirido. Han sido empáticos, más vulnerables y más capaces de operar en la ambigüedad como líderes.

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